lunes, 4 de enero de 2016

EL CUARTO MAGO


EL CUARTO MAGO 💖💖💖
Un hermoso libro titulado - The Other Wise Man – (El Otro Rey Mago) escrito allá por el 1896 por un Teólogo Presbiteriano llamado Henry Van Dyke (1852-1933), nos muestra a este personaje, el cuarto Mago, de nombre Artabán, como un integrante de la comitiva “real” que encaminaba sus pasos hacia Occidente en pos de una fulgurante estrella y de un niño divino.
Los obsequios que cargaba Artabán eran: un diamante de la isla de Méroe, un jaspe de Chipre y un rubí de las Sirtes. Dichos obsequios nunca llegaron a ser ofrendados al niño ya que los mismos fueron quedando regados por el camino en obras de caridad.
El diamante le fue otorgado a un viejo moribundo y desahuciado que había sido presa de salteadores.
El rubí fue entregado a un legionario que, siguiendo las órdenes impartidas por Herodes, se aprestaba a cortar la cabeza a un niño recién nacido a cambio de su vida.
En esta actitud es sorprendido: es apresado y encerrado bajo llave en el palacio de Jerusalén.
Treinta años duró el cautiverio. Al cabo del mismo le llegaron a sus oídos los ecos de los milagros, lecciones y palabras de un Mesias. El supuso que no era otro que el mismo Rey de Reyes que pretendió adorar hacía más de 30 años.
En el camino a su encuentro y deambulando por la estrechas calles de Jerusalén se entera de la crucifixión y muerte de Jesucristo. Apura el paso y al pasar por el mercado ve que la hija de un deudor es subastada para liquidar las deudas su padre. Artabán se apiada de ella, compra su libertad con el jaspe.
La última ofrenda que le quedaba para ser ofrecida al Jesús muerto en la cruz se había esfumado de sus alforjas y Jesús muere en la cruz.
Vibra la tierra, se abren los sepulcros, resucitan los muertos, se rasga el velo del templo y caen los muros. Una piedra golpea a Artabán y entre la inconsciencia y la ensoñación, se presenta una figura que le dice: “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste”. Desorientado y exhausto pregunta: “¿Cuándo hice yo esas cosas?”, y con la misma expiración recibe la respuesta: “Lo que hiciste por tus hermanos, lo hiciste por mí”.
Con él se elevó a los mismos cielos que en su juventud le guiaron en pos del Destino finalmente alcanzado.
Hermosa leyenda, hermoso relato de Henry van Dike. Cargado de sufrimiento, exaltación y esperanza.
Pero ¿en qué se basó el escritor para redactar esta historia...en su imaginación o en textos antiguos que se ocultaron por alguna razón?...
Bien es sabido que muchos evangelios fueron censurados y llamados apócrifos...y también los católicos fueron manipulados...
En los evangelios apócrifos los magos ocupan un lugar preferencial. Pero en los católicos sólo Mateo habla de ellos sin especificar cuántos son...curioso.
¿Realidad o ficción?. También una Leyenda muy antigua rusa habla del cuarto Mago...
En vuestro corazón está la respuesta.💖
Giovanna G.G.@

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