lunes, 7 de marzo de 2016

Oración Maya a las 7 direcciones Galácticas

Oración Maya a las 7 direcciones Galácticas
(Preparándonos para la ceremonia ritual del equinoccio de primavera en los centros de poder del Anahuac y el Mayab, Meshico)
Esta plegaria tiene el propósito de alinear todos los centros de energía con el MultiVerso. Es una oración de apertura, sanación, equilibrio y despertar.Su intención es transmutar toda negatividad interna y externa. Se realiza principalmente el Día Fuera de Tiempo (25 de Julio), en cada equinoxio y solsticio, pero puede realizarse cuando lo dicte tu corazón. Se aconseja escenificar la plegaria, abriendo el corazón, con las palmas de las manos abiertas y los brazos y mirando hacia cada dirección (punto cardinal), abrazando con el cuerpo las energías de cada punto cardinal, arriba, abajo y llevando las manos al corazón.
Desde la casa ESTE de la luz, que la sabiduría se abra en aurora sobre nosotros,para que veamos las cosas con claridad.
Desde la casa NORTE de la noche que la sabiduría madure en nosotros, para que conozcamos todo desde adentro
Desde la casa OESTE de la transformación, que la sabiduría se transforma en acción correcta para que hagamos, lo que haya que hacerse.
Desde la casa SUR, del sol eterno que la acción correcta nos de la cosecha, para que disfrutemos los frutos del ser planetario.
Desde la casa SUPERIOR del paraíso, donde se reúne la gente de las estrellas y nuestros antepasados, que sus bendiciones lleguen hasta nosotros ahora.
Desde la casa INFERIOR de la tierra, que el latido cristal del planeta, nos bendiga con sus armonías para que acabemos con todas las guerras.
Desde la fuente CENTRAL de la galaxia, que esta en todas partes al mismo tiempo, que todo se reconozca como luz de amor mutuo.
¡Ah Yum Hunab Ku! Evan Maya e ma Ho! 
Sea la Paz de la Naturaleza del Cosmos en todos y en cada uno.
¡In lak’ech – Hala ken!
Yo soy otro tu – Tu eres otro yo.
Amenhotep Tutmosis

El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)



SUFRIMIENTO
Capitulo V
El sufrimiento es una experiencia común a todos nosotros. Sufriendo, sentimos que las cosas son demasiado difíciles; nunca las haremos; no amamos ni somos amados.
Tenemos pensamientos tales como: "Todos estos años los he desperdiciado". Es un sentimiento de tristeza y pérdida. Soledad. El sentimiento de "si tan solo".
El lamento. La sensación de abandono, dolor, impotencia y desesperanza. Nostalgia. Melancolía. Depresión. Anhelo. Pérdida irreparable. Romper el corazón. Angustia. Decepción. Pesimismo. El sufrimiento puede ser precipitado por la pérdida de un sistema de creencias, una relación, una capacidad o función, una esperanza sobre nosotros mismos, o una actitud general hacia la vida, las circunstancias externas o las instituciones.
Es el sentimiento: "Nunca voy a superar esto. Esto es demasiado difícil. Lo intenté, pero nada me ayuda..." Hay una sensación de vulnerabilidad ante el dolor y el sufrimiento, y por eso vemos una gran cantidad de estos en el mundo externo para reforzar y justificar nuestro propio sentimiento interior.
Existe un llanto para que alguien ayude porque no podemos hacer nada al respecto, y creemos que tal vez alguien más puede hacerlo por nosotros. Esto está en contraste con la apatía, donde hay una sensación de que nadie puede ayudar.
Permitiendo el Sufrimiento La mayoría de nosotros llevamos una gran cantidad de dolor reprimido. Especialmente los hombres tienden a ocultar ese sentimiento en particular, ya que se considera impropio y poco masculino llorar.
La mayoría de la gente tiene miedo de la cantidad de dolor que han reprimido; les aterroriza ser desbordados y abrumados por el.
La gente dirá: "Si empezara alguna vez a llorar, nunca pararía", "Hay tanto sufrimiento en el mundo, sufrimiento en mi vida, sufrimiento en mi familia y amigos", "Oh, ¡las tragedias indecibles de la vida ¡Tantos desengaños y esperanzas rotas!".
El sufrimiento suprimido es responsable de muchas enfermedades psicosomáticas y quejas relacionadas con la salud.
Si en lugar de suprimir los sentimientos, se les permite salir y renunciamos a ellos, rápidamente podemos pasar del sufrimiento a la aceptación. El sufrir continuamente por una pérdida se debe a la resistencia a aceptar ese estado y permitir que el sufrimiento se exprese. La persistencia de un sentimiento se debe a la resistencia a lo que permitiría abandonarlo (por ejemplo, "Llorar a mares"). Una vez que aceptamos el hecho de que podamos manejar el sufrimiento, ya hemos entrado en el orgullo.
La sensación de "puedo hacerlo" y "puedo manejarlo" nos lleva al coraje. Con coraje enfrentamos nuestros sentimientos internos y entonces los dejamos, de este modo, pasamos a los niveles de la aceptación y finalmente la paz. Cuando dejamos la gran cantidad de sufrimiento que hemos estado llevando en los últimos años, nuestros amigos y familiares notarán un cambio en nuestra expresión facial.
Nuestro paso será más ligero y pareceremos más jóvenes.
El sufrimiento está limitado por el tiempo. Este hecho nos da la valentía y la voluntad para enfrentar el sufrimiento.
Si no nos resistimos a la sensación de sufrir y nos entregamos totalmente a ella, se agotarán en unos 10-20 minutos; y luego se detendrá durante un variable período de tiempo.
Si seguimos entregándolo cada vez que salga, entonces con el tiempo se acabará. Simplemente dejamos de experimentarlo por completo. Sólo hemos de tolerar el dolor abrumador durante 10- 20 minutos, y luego, de repente desaparecerá. Si resistimos el dolor, entonces seguirá y seguirá.
El dolor reprimido puede continuar durante años.
Al enfrentar el sufrimiento, a menudo tenemos que reconocer y dejar de lado la vergüenza y lo embarazoso de tener en el primer lugar la sensación. Para los hombres esto es especialmente cierto. Tenemos que abandonar nuestro miedo a la sensación y el miedo a ser desbordados y abrumados por el.
Eso ayuda a darse cuenta de que dejar ir la resistencia a la sensación nos mueve rápidamente a través de ella. Tradicionalmente, las mujeres han dicho por su propia experiencia y sabiduría: "Un buen llanto me hace sentir mejor."
Más de un hombre se sorprendió cuando aprendió esta verdad.
Por experiencia, tuve el sorprendente y casi inmediato alivio de un dolor de cabeza tan pronto como al sufrimiento sobre una situación pasada se le permitió aflorar.
A medida que el dolor apareció, se dijo la frase: "Los hombres no lloran". Después de dejar ir el orgullo masculino sobre el llanto, luego vino el miedo de que el llanto nunca se detuviera una vez que se le permitiera empezar. Tan pronto como el miedo se fue, llegó la ira. Era la ira hacia una sociedad que forzaba a los hombres a reprimir sus sentimientos, y la ira hacia la idea de que a los hombres ni siquiera se les concediera tener sentimientos.
Al dejar ir esa ira, el nivel del coraje se alcanzó, y después se pudo permitir el necesario llanto. No sólo hubo el alivio del dolor de cabeza sino que, cuando el torrente de sollozos disminuyó, se estableció una profunda tranquilidad.
A partir de entonces, el tema no tuvo que ser evitado.
Una vez que el hombre hubo dejado que el dolor viniera plenamente y estuvo liberado totalmente de esa energía suprimida, estuvo en paz y su punto de vista sobre su propia masculinidad cambió.
Se dio cuenta de que su masculinidad estaba ahora más completa. Él sigue siendo igual de hombre o mas, pero ahora él es un hombre que también puede estar en contacto y manejar sus propios sentimientos. En consecuencia, está más adaptado, es más capaz, más completo, más comprensivo, más maduro, más capaz de relacionarse y entender a los demás, más compasivo, y más cariñoso.
La base psicológica de todo sufrimiento y duelo es el apego.
El apego y la dependencia se produce porque nos sentimos incompletos con nosotros mismos; por tanto, buscamos objetos, personas, relaciones, lugares, y conceptos para satisfacer las necesidades internas. Debido a que ellos están inconscientemente siendo utilizados para cumplir con una necesidad interior, llegan a ser identificados como "míos".
A medida que más energía es vertida en ellos, hay una transición desde la identificación con esos objetos externos como "míos" a ser una auténtica extensión "mía". La pérdida del objeto o persona se experimenta como una pérdida de nuestro propio yo y una parte importante de nuestra economía emocional.
La pérdida se experimenta como una disminución de cualidades en nosotros mismos, y del objeto o la persona representada. Cuanta más energía emocional invertida en el objeto o la persona, mayor será la sensación de pérdida y mayor el dolor asociado al deshacer los lazos de dependencia.
Los apegos crean una dependencia, y la dependencia, debido a su naturaleza, intrínsecamente lleva al miedo a la pérdida.
Dentro de cada persona, existe el niño, el padre y el adulto. Cuando el sufrimiento aparece, es gratificante preguntarse: "Dentro de mí, es el niño, el padre o el adulto el que origina este sentimiento?" Por ejemplo, al "niño" en uno le asusta que algo le vaya a pasar a un perro querido. Se pregunta: "¿Cómo voy a hacerlo?" El adulto interior también siente sufrimiento, pero el adulto acepta lo inevitable. El pequeño gatito o perrito no es inmortal. El adulto en nosotros lamentablemente acepta que la no permanencia es una realidad de la vida. Aceptamos que nuestra juventud no es permanente, que muchas relaciones románticas no son para toda la vida, y que nuestro perro va a morir un día.
Manejando las Pérdidas.
Debido a la naturaleza del apego, el primer estado que precede a la verdadera experiencia a la pérdida es el del miedo a la pérdida. Esto generalmente es defendido en una de dos maneras.
Una es la de aumentar la intensidad del apego al atender cada vez mas persistente intento de fortalecer los lazos.
Este enfoque se basa en la fantasía de que "a mayores lazos, menor es la probabilidad de pérdida".
Sin embargo, esta es la misma maniobra que muy a menudo precipita la pérdida en las relaciones personales, porque la otra persona trata de liberarse del apego posesivo y el fuerte control restrictivo que siente que le es colocado. Así, debido a que lo que mantenemos en la mente tiende a manifestarse, el miedo a una pérdida puede, paradójicamente, ser el mecanismo que provoca esa pérdida.
La segunda forma en la que el miedo a la pérdida es manejado es por el mecanismo psicológico de la negación que es, en el lenguaje común, llamado "el juego del avestruz". Esto lo vemos a nuestro alrededor todos los días en las diversas formas de negarse a enfrentar lo inevitable. Todas las señales de alarma están ahí, pero la persona no las toma en cuenta.
Por lo tanto, el hombre que está obviamente en el proceso de perder su trabajo tiende a no darse cuenta. Los cónyuges de un matrimonio que se está yendo por el desagüe no toman ninguna acción correctiva. La persona con una enfermedad grave hace caso omiso de todos los síntomas y evita la atención médica.
Los políticos no pueden ver los problemas sociales, esperan que desaparezcan. Países enteros están ajenos a la precariedad de su existencia (por ejemplo, los ataques del 11 de septiembre).
El conductor hace caso omiso de las señales de la ominosa advertencia de un motor en mal funcionamiento. Todos hemos experimentado arrepentimiento al no prestar atención a las señales de advertencia de los problemas futuros.
Para manejar el miedo a la pérdida, hemos de ver cual es el propósito de la persona externa o para que sirve el objeto en nuestra vida. ¿Qué necesidad emocional se está cumpliendo?
¿Qué emociones se plantearían si fuéramos a perder el objeto o la persona? La pérdida puede ser anticipada, y podemos manejar los diversos temores asociados a la sensación de pérdida al descomponer las complejas emociones que representan, y dejar ir las sensaciones individuales que las componen.
Digamos, por ejemplo, que tienes un perro como mascota al que has estado unido durante muchos años. Es obvio que el viejo Rover se está haciendo mayor. Encuentras que no te gusta pensar en su avanzada edad, te sientes incómodo ante la perspectiva de su muerte y la sacas de tu mente. Cuando te sorprendes haciendo esto, te das cuenta de que estos sentimientos son señales de advertencia y de que no estás manejando la situación emocional.
Y así, te preguntas: "¿A que propósito está sirviendo el perro en mi vida? ¿Cuál es su utilidad emocional para mí?" Amor, compañerismo, dedicación, diversión, y distracción. "perder el perro dejará estas necesidades emocionales personales insatisfechas?" Al verlo así, un poco del miedo puede ser reconocido y abandonado. Una vez que dejas el miedo, no has de recurrir a la negación ni pretendes que Rover vaya a vivir para siempre.
(Dr. David R Hawkins.)

El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)




Capitulo IV (Tercer Escrito)
APATÍA Y DEPRESIÓN
ELIGIENDO LO POSITIVO.
Un efecto sorprendente de la voluntad de dejar nuestra negatividad interior es el descubrimiento de que el polo opuesto de los sentimientos negativos existe.
Hay una realidad interior que podemos llamar nuestra "grandeza interior" o "Ser Superior".
Tiene mucho más poder que la negatividad interior. A cambio de dejar ir las recompensas que estábamos recibiendo de la posición negativa, ahora estamos sorprendidos por las recompensas positivas que se derivan del poder de nuestros sentimientos positivos.
Por ejemplo, cuando dejamos de culpar, experimentamos el perdón.
Nuestro Ser Superior, que podríamos decir está compuesto de nuestros sentimientos más elevados, tiene capacidades casi ilimitadas. Puede crear oportunidades de empleo.
Puede crear situaciones para la sanación de las relaciones.
Tiene el poder de crear oportunidades para relaciones cariñosas, oportunidades financieras, y la curación física. A medida que dejamos de darle autoridad y energía a todos los programas negativos que se derivan de nuestro propio pensamiento, dejamos de regalar nuestro poder a los demás y empezamos a recuperarlo de nuevo.
Esto se traduce en un aumento de la autoestima, el retorno de la creatividad, y la apertura de una visión positiva del futuro que sustituye al temor. Podemos experimentar con alguien con quien tengamos una relación pobre debido a aferrarnos a los resentimientos. Podemos sentarnos y decirnos a nosotros mismos que esto sólo será un experimento.
El propósito de esto, nos decimos, es estrictamente aprender; es decir, queremos familiarizarnos con las leyes de la conciencia y observar los fenómenos que se producen.
Reconocemos las recompensas que hemos estado recibiendo de nuestros sentimientos negativos. Entregamos cada una de ellas y, al mismo tiempo, dejamos de resistirnos a aquello en nosotros que estaría dispuesto a sanar la relación. En este punto, no es necesario tener ningún contacto personal con la otra persona.
Estamos haciendo este experimento por nuestro propio bien y no por ellos. Al buscar en nosotros mismos, nos preguntamos, "¿Qué está encubriendo la ira?" En el fondo de esa ira, probablemente encontremos miedo. Y junto al miedo, encontraremos también celos. Encontramos la competitividad y todos los otros pequeños componentes del complejo sentimiento que han bloqueado la relación.
Al simultáneamente dejar ir lo negativo y dejar de resistir lo positivo se produce un cambio de energías internas, acompañado de un cambio sutil en nuestra autoestima.
Dejar ir nuestra resistencia a estar dispuestos a que algo positivo suceda en la relación es todo lo que se necesita.
A continuación, podemos simplemente sentarnos y ver que es lo que ocurre. En este experimento, no estamos interesados en si la otra persona "lo consigue." Sólo estamos interesados en lo que nosotros consigamos. Sólo estamos interesados en mover nuestra propia posición en el asunto y, luego, simplemente observamos lo que sucede.
Por lo general sobreviene una experiencia muy gratificante, que tendrá diferentes formas dependiendo de las circunstancias.
Otra causa de la apatía es el residuo de una experiencia traumática y abrumadora vivida anteriormente que no haya sido resuelta.
La mente se proyecta en el futuro con la esperanza de que el pasado será repetido.
Cuando descubrimos esta dinámica inconsciente, podemos optar por ver de nuevo lo complejo de la emoción, desarmarla en las partes que lo componen, dejar los aspectos negativos, y dejar de resistirnos a los positivos. Al hacer esto, nuestra perspectiva del futuro cambian. Podemos perdonarnos a nosotros mismos que, en un momento anterior de abrumadora emoción, simplemente no supimos cómo manejar la situación. Hubieron una gran cantidad de residuos que nos dejaron emocionalmente incapacitado en ese momento. Pero, debido a que en la mente inconsciente no existe nada parecido al tiempo, podemos elegir cualquier momento presente para sanar los sucesos pasados. A medida que avancemos a través de nuestra propia curación emocional y por nuestro propio bien, ese suceso pasado comienza ahora a adquirir un significado diferente.
Nuestro Ser Superior comienza a crear un nuevo contexto para ello. Podemos ver el regalo oculto.
Podemos terminar reconociendo con gratitud que nos dio una nueva oportunidad para aprender, crecer y adquirir sabiduría.
Una de las áreas más comunes en las que vemos este agobio emocional es después de un divorcio. Demasiado a menudo es seguido de la amargura y el deterioro de la capacidad para crear una nueva relación amorosa. La falta de voluntad para dejar de culpar sigue afectando a las emociones, lo que puede durar años o incluso toda la vida. Cuando nos topamos con la amargura, lo que hemos descubierto en realidad es un área sin cicatrizar en nuestra propia estructura emocional, y el esfuerzo que ponemos en su curación traerá enormes recompensas.
En cualquier situación que implique sufrimiento, tenemos que preguntarnos a nosotros mismos: "¿Cuánto tiempo estoy dispuesto a pagar el precio? ¿Cuáles fueron las propensiones kármicas por las que empezar? ¿Cuánta culpabilidad es suficiente? ¿Hay un tiempo para ponerle fin a esto? ¿Cuánto tiempo aguantaré? ¿Cuánto sacrificio estoy dispuesto a pagar a la otra persona por sus errores, reales o imaginarios? ¿Cuanta culpa es suficiente? ¿Cuánto auto-castigo es suficiente? ¿Cuándo cederé el secreto placer del auto-castigo? ¿Cuándo terminarán los reproches?
"Cuando realmente lo examinemos, siempre vamos a encontrar que nos hemos estado castigando por ignorancia, ingenuidad, inocencia y la falta de educación interior. Podemos preguntarnos: "¿Cuándo me formaron en las técnicas de autosanación emocional? Cuando fui a la escuela, ¿me impartieron cursos sobre conciencia? ¿Alguien alguna vez me dijo que yo tenía la libertad de elegir lo que pasa en mi mente? ¿Alguna vez me enseñaron que podía rechazar toda la programación negativa? ¿Alguien alguna vez me habló de las leyes de la conciencia? Si nadie lo hizo, ¿por qué nos molemos a palos por tener inocentemente creencias sobre ciertas cosas? ¿Por qué no dejamos de molernos a palos hasta ese momento?
Todos hicimos lo que creíamos que era mejor en el momento. "Parecía una buena idea en ese momento" es lo que podemos decir acerca de nuestras acciones pasadas y las de los demás.
Todos hemos sido involuntariamente programados, estando nuestra consciencia desactivada.
Por nuestra confusión, ignorancia e ingenuidad, adquirimos los programas negativos. Entonces los ejecutamos.
Pero ahora podemos elegir dejarlos. Podemos elegir una dirección diferente. Podemos elegir estar más sensibilizados, más conscientes, más responsables y discernir mejor.
Podemos negarnos a permanecer como una cinta de grabación en blanco, recogiendo cada programas que el mundo nos da.
El mundo está más que dispuestos a explotar nuestra ingenuidad y jugar con nuestra pequeñez, con todas sus vanidades y temores. Cuando nos demos cuenta de como fuimos manipulados, explotados y engañados, la ira llegará.
Estate preparado para manejarla. Permítete estar enfadado.
Es mejor estar enfadado que apático por un tiempo. Con la ira, tenemos una gran cantidad de energía. Podemos hacer algo al respecto. Podemos pasar a la acción. Podemos cambiar nuestra opinión. Podemos revertir la dirección. Entonces, es fácil dar el salto de la ira al coraje. En el nivel de coraje, podemos verlo, examinarlo, y observar cómo sucede todo.
Empezamos a ver que con nuestra pequeñez compramos gato por liebre. En esa investigación, tropezaremos con nuestra propia inocencia interior. Cuando la redescubramos, podremos desprendernos de una gran cantidad de culpa.
Cuando la culpa se vaya, la necesidad del auto-castigo se irá con ella, y eso nos eleva de la apatía y la depresión. Podemos optar por revalidarnos a nosotros mismos, nuestras cosas buenas y nuestra valía. Y podemos ver cómo los demás fueron programados igual que nosotros. Ellos, también, estaban haciendo lo que pensaron que era mejor en ese momento. Ya no tenemos que culparlos ni a ellos mismos ni a nosotros nunca más. Podemos renunciar a todo el juego del culpar en la medida en que ha quedado obsoleto y es ineficaz.
Las Compañía que Frecuentamos Otra técnica a valorar para salir de la apatía, la depresión y las situaciones en las que estamos siendo predominantemente dirigidos por el pensamiento, "no puedo", es elegir estar con otras personas que han resuelto el problema con el que luchamos. Este es uno de los grandes poderes de los grupos de autoayuda.
Cuando estamos en un estado negativo, entregamos una gran cantidad de energía a las formas de pensamiento negativas, y las formas de pensamiento positivas son débiles. Los que están en una vibración más alta están libres de la energía de sus pensamientos negativos y han potenciado las formas de pensamiento positivo.
El simple hecho de estar en su presencia es beneficioso. En algunos grupos de autoayuda, a esto se le llama "pasar el rato con los triunfadores".
La ventaja aquí está en el nivel psíquico de la conciencia, y se produce una transferencia de energía positiva y re-iluminación de alguna de las propias formas latentes del pensamientos positivo. En algunos grupos de autoayuda a esto se le llama "conseguirlo por ósmosis". No es necesario saber cómo sucede, sino simplemente que sucede. Es común presenciar este fenómeno.
Por ejemplo, en nuestra sociedad la mayoría de la gente ha sido formada para ser lógica y de hemisferio izquierdo en su orientación. Cómo siempre, algunas personas desde su nacimiento están orientadas hacia el cerebro derecho.
Esas personas de hemisferio derecho se caracterizan por un mayor poder de la intuición, la creatividad, la comunicación telepática, y la consciencia de las formas de pensamiento y las vibraciones de energía. Con frecuencia incluida entre estas capacidades está la de ver el campo de bio-energía que rodea el cuerpo humano llamado el aura. Cuando se está en presencia de personas con esta capacidad, se vuelve posible compartir esa capacidad.
Esto fue cierto incluso para un escéptico, lógico, científico de hemisferio izquierdo masculino que se encontraba en compañía de personas con la capacidad de ver el aura.
Al seguir sus instrucciones sobre la manera de ver el aura, sorprendentemente, vio de hecho un campo visible de luz alrededor de las cabezas de la gente.
En particular, el aura alrededor de un hombre que parecía ser algo casi como un "ectoplasma" colgado en su mayor parte sobre la oreja izquierda. En el lado derecho de la cabeza, sin embargo, no había prácticamente nada a la vista. Para saber si este fenómeno era real y proveniente de la imaginación, se confirmó al tocarlo alguien cercano y experto en ver el aura. Ella también vio un aura que era muy ancha en un lado y prácticamente inexistente en el otro. La capacidad para ver el aura estaba disponible sólo cuando se estaba en presencia de otras personas con esa capacidad.
Al salir de la situación de instrucción donde habían estado personas que podían ver el aura, la capacidad ya no estaba.
En los años siguientes, en compañía de amigos que podrían ver el aura, la capacidad retornaba.
Una vez, en presencia de una psicóloga mujer en una clínica, -cuyo trabajo era el diagnóstico psíquico por medio de la observación de las auras de las personas y sus cambios en los patrones de color-, de repente tuvo la capacidad no sólo de ver el aura, sino también ver sus colores brillantes y observar el cambio del aura en respuesta a las emociones fluctuantes.
Con sólo hablar con ella, esa capacidad estaba disponible de repente. Es como si cuando estuvieras próximo al aura de las personas con ciertas capacidades, una cierta transferencia de la capacidad pudiera tener lugar. En pocas palabras, estamos ya sea positiva o negativamente influenciados por las compañías que frecuentamos.
Es poco probable que vayamos a superar la inhibición si elegimos estar en compañía de otras personas que tienen nuestros mismos problema. Este fenómeno se hizo evidente en el caso de una mujer divorciada que vino a consulta. Quería saber si debía ir o no a psicoterapia. Sus quejas eran una úlcera recurrente y dolores de cabeza por migraña. A medida que la historia se desarrollaba, la gran amargura sobre su divorcio traumático desafortunadamente salió. Se había unido a un grupo de concienciación feminista, dijo. Ella describió este grupo en particular como casi compuesto totalmente por mujeres divorciadas que estaban amargadas, enfadadas y llenas de odio hacia los hombres.
Como grupo, estaban obteniendo una gran recompensa de su negatividad. En realidad, sus vidas eran tristes y mas bien patéticas, mientras luchaban por recuperar su autoestima a través de los extremos y el marcado desequilibrio emocional.
Después de escuchar su historia e investigar las circunstancias de su vida, se le sugirió que en lugar de psicoterapia, siguiera una simple recomendación durante un período de tres meses.
Si no funcionaba, entonces, podría reevaluar la necesidad de la psicoterapia. La recomendación se limitaba simplemente a suspender su asociación con el grupo y con sus amigas amargadas y divorciadas y, en su lugar, buscar la compañía de personas que habían logrado restablecerse las relaciones a pesar de divorcios anteriores. Al principio ella se resistió y dijo que no tenía nada en común con los miembros de ese grupo.
Luego reconoció dos hechos básicos. Primero, ahorraba mucha más energía fomentar las relaciones con personas positivas.
En segundo lugar, una de las leyes - es "lo semejante atrae a lo semejante"; la amargura atrae a la amargura, mientras que el amor atrae al amor. Se preguntó a si misma: "¿A que me ha llevado mi amargura? ¿He conseguido algo que fuera positivo y útil".
A medida que pasaba el tiempo, dejó de pasar tiempo con su grupo y comenzó a buscar la relación con personas más sanas, más equilibradas. En compañía de gente más feliz, se le estimuló la consciencia de la cantidad de negatividad que estaba conteniendo dentro de sí misma. Ella empezó a ser consciente de que estaba conscientemente manteniendo la negatividad y eligiendo mantenerla, y comenzó a ver el coste de esa negatividad.
Su vida social cambió. Se volvió mas sonriente y feliz. Sus dolores de cabeza por migraña desaparecieron. Con el tiempo, se enamoró de nuevo y bromeó diciendo que ¡enamorarse era la mejor cura que había descubierto nunca para la úlcera!
Si nos encontramos en un estado de apatía, podemos descubrir los programas subyacentes preguntándonos a nosotros mismos que estamos tratando de probar. ¿Estamos tratando de demostrar que la vida está podrida? ¿Que este es un mundo sin esperanza? ¿Qué no fue culpa nuestra? ¿Qué no se puede encontrar el amor? ¿Que la felicidad es imposible?
¿Qué estamos tratando de justificar? ¿Cuánto estamos dispuestos a pagar por tener "razón"?
Al reconocer y dejar de lado los sentimientos que surgen en respuesta a estas preguntas, las respuestas comienzan a aparecer.
(Dr. David R Hawkins.)
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/

LA LIMPIEZA DE TU AURA ES ESENCIAL PARA LA HIGIENE ESPIRITUAL!!

Al limpiar tu aura sobre una base diaria, puedes protegerte contra enfermedades y ataques psíquicos. Un aura limpia es carismática y promoverá mejores relaciones con los demás. Ayuda a limpiar pensamientos negativos, bloqueos, ataques energéticos y de magia negra generados por mala voluntad, celos o enojo de otros . La limpieza del aura sólo toma unos minutos al día y vale la pena. Cuando uno está enfermo, deprimido el aura está sucia y puede tomar muchas meditaciones para limpiar. Todo lo que está dentro de nosotros se refleja en el aura.
Idealmente, se debe limpiar el aura dos veces un día -al despertarse y antes de caer dormido en la noche-. Limpiar tu aura antes de irte a dormir es fundamental. Entre más gente entre en contacto contigo durante el día, más energía de pensamientos se conectan a tu cuerpo astral y puede causarnos problemas. Nuestro cuerpo astral se entremezclan a diario con otras energías. Como virus y gérmenes físicos, el cuerpo astral recoge energía.
Para limpiar tu aura:
1. Visualiza una luz brillante llenándote por completo. Mantén esto por uno o más minutos. No hace falta mucho.
2. Ahora, visualiza la luz incluso más brillante y más intensificada en cada uno de tus chakras, como un sol en miniatura.
Si observas que tu aura o chakras están sucios, repite el proceso. Este ejercicio puede avisarte de cualquier energía negativa o ataques psíquicos y este ejercicio impide que se manifiesten.
Cómo Absorber Energía (Meditación ):
Siéntate en una silla cómoda o acuéstate en un lugar cómodo y relajate.
Imagina que con cada inhalación, no sólo tus pulmones están respirando, inhalando aire, sino también todo tu cuerpo está respirando energía. Inhala con todo el cuerpo. La respiración actúa como un punto de enfoque para la absorción de energía.
Sepan que junto con sus pulmones, cada centímetro de su cuerpo al mismo tiempo absorbe energía. Al igual que una esponja seca, cuando se sumerge en el agua y absorbe, su cuerpo absorbe la energía con cada inhalación.
Cada uno sentirá la energía de diferente manera.
Ahora exhala energía hacia fuera. Concéntrate en expandir tu energía del pecho hacia afuera.
Exhalar energía también se utiliza para empoderar a los talismanes, cargar cristales, o la sanación de otra persona-, puedes dirigir esta energía para cargar cualquier cosa en tu vida.
Cuando la energía es inhalado y absorbida se puede dirigir a un área específica del cuerpo para su sanación.
En muy poco tiempo, deberías ser capaz de sentir la energía cuando la inhalas con todo el cuerpo. A medida que avances, serás capaz de visualizarla.
Sentir durante este ejercicio es más importante, que verla sobre todo si eres nuevo haciendo estos ejercicios. . No trates de ver la energía, ya que puede ser un motivo de distracción. Sólo ten una idea de ella.
Este ejercicio es el más importante para trabajar con la mente y la manipulación de la energía, que es el fundamento de toda magia.
A medida que avances, puedes utilizar esta técnica de absorción de energía para absorber la energía del Sol y casi cualquier cosa que elijas.
COMO SENTIR ENERGIA.
Esta meditación es excelente para los principiantes, ya que ayuda a dar una idea general de la energía. Esta meditación también fortalece el aura cuando se hace con regularidad.
1. Comienza relajando todo el cuerpo. Cuanto más profundo el trance, más eficaz, pero la meditación se puede hacer en cualquier momento y el trance no es necesario.
2. Inspira y al mismo tiempo atrae la energía de todas las partes de tu cuerpo, frente, espalda, parte superior de tu cabeza y la parte inferior de sus pies hacia tu pecho. Para los principiantes, se debe visualizar luz blanca y brillante, como el sol. La utilización de los colores es un proceso más avanzado y más eficaz cuando se cuenta con un poco más de experiencia.
3. Ahora exhala y visualiza tu energía en expandiendo tu aura.
4. Inhala de nuevo y visualiza la energía cada vez más brillante y más poderosa, irradiando de todo tu ser.
5. Exhala nuevamente y visualiza la expansión de tu aura, y el centro de tu cuerpo brillando como el sol.
6. Repite esto varias veces, cada vez la visualización de la energía se tornará más y más brillante a medida que aumenta su intensidad.
Cuando se trabaja con colores, se visualiza el color cada vez más poderoso y vibrante. Te darás cuenta de que cada color tiene una sensación diferente.
Los colores pueden ser utilizados para despertar diferentes aspectos de tu energía. También se puede concentrar en la energía del frente y el reverso de tu cuerpo y al mismo tiempo reuniéndose y concentrándose en el centro del cuerpo. Después concentrarse en los lados y la parte superior e inferior. Después de esto, deja que tu aura se expanda hacia el exterior abarcando todo tu cuerpo.
Con esta meditación, también se puede practicar la expansión y
contracción de tu aura.
Publicación: Maria Quintana.
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