viernes, 3 de abril de 2015

ÉL



ÉL
Eran días de incertidumbre, desasosiego, temor… ¿Qué nos deparaba el destino ahora que Él no se encontraba con nosotros? Revivíamos una y otra vez los años que estuvimos juntos. Tantos momentos que no supimos comprender, perdidos es nuestras discusiones e ilusiones mundanas; pero era así como debía ser, nuestras almas estaban en la forja. Golpe a golpe, en el calor del fuego, íbamos adoptando una forma determinada; y no era Él quien los daba, éramos nosotros mismos, llenos de orgullo y vanidad, quienes sin saberlo gestábamos un nuevo ser en nosotros. ¡Nos quemábamos tanto! Y sólo así fue posible llegar al intenso fuego que acabó con nuestras expectativas banales. El mesías que esperábamos se fue, diluido en las enseñanzas de nuestros mayores que ya no nos confortaban.
¿Quién era Él? ¿Qué hizo con nuestras vidas que nunca más fueron las mismas? ¿Le comprendimos cuando ya era tarde? Esperábamos un reino físico aquí, en la Tierra, y no sucedió…
Durante cuarenta días después de su muerte estuvo desconcertándonos. Siempre nos decía que no le viéramos como a alguien superior a nosotros, que no hiciéramos caso de leyendas sobre Él. Nosotros teníamos información de primera mano, fueron tantas las veces que le interrogamos…
Era claro en sus respuestas:
–He nacido como vosotros, fruto de la tierra y del cielo. En cada uno de nosotros reside la esencia, la semilla que germina al ritmo de nuestros corazones. Mi madre y mi padre no son diferentes a los vuestros, ni yo soy diferente a vosotros, puede que mi corazón se haya abierto un poco más, pero sólo eso.
¡Tan lejos estaban sus respuestas de lo que escuchábamos una y otra vez desde niños!
–Mi reino no es de este mundo, como no lo son vuestras almas. Nacemos, andamos sobre estas tierras ensuciándonos los pies, hundiéndonos en el barro, sufriendo a veces sin saber por qué, con un futuro incierto tras la muerte. Nos desesperamos, humillamos, cuando creemos que otros nos arrebatan la dignidad. ¡Nadie puede arrebatarnos lo que no es de este mundo! Podrán lastimarnos, arrancarnos la piel a tiras, despedazarnos, pero nunca llegarán a apoderarse de nuestras almas. Esta no es la realidad de la que os hablo, es sólo un sueño del que estáis despertando. Donde yo voy, vosotros ya estáis. No lo recordáis pues así lo decidisteis, para que vuestro crecimiento fuera acelerado con el calor del fuego de vuestro corazón y el martillo de vuestra voluntad.
Nuestra voluntad titubeaba, se debatía entre dos mundos. Lo que veíamos cada día, la dominación, el desprecio, la impotencia…, nos hacía mella. ¿Cómo compaginar sus palabras con nuestro día a día, donde la vida no vale nada y es sometida al capricho de unos pocos?
Él zanjó de golpe nuestras dudas… Se mostró tal y como era ante quienes le seguimos, días después de su muerte. ¿Cómo podía ser? Y sin embargo fue. Creíamos en su reino, lejos, más allá de lo conocido. Y ahí estaba Él, compartiendo momentos como si nada hubiera pasado. Calmo, sosegado y en paz. Una paz que nos calaba los huesos y hacía caer cualquier barrera. Su mundo estaba y está aquí junto a nosotros. “Lo que yo hago vosotros haréis, donde yo voy vosotros iréis”, nos repetía una y otra vez. Venció a la muerte…
Un día, cuando manifestó que ya no era necesaria su presencia, nos dijo que cuando flaquearan nuestras voluntades recordáramos su paz, la volviéramos a experimentar como si sucediera otra vez en el presente. Y así acontecía.
–La paz que os dejo la lleváis siempre con vosotros, es vuestra, como vuestro es el fuego que respira en vosotros. Reside donde está vuestro corazón y se extiende hasta donde vuestra voluntad alcanza. Su llama crece con el amor que sois capaces de dar, ella os mostrará el camino hacia un fuego mayor con el que os fundiréis cuando ya nada deseéis para vosotros.
Así supimos, cada uno en su momento, de qué nos hablaba. El fuego que nos quería trasmitir era la propia Vida; el que hace y deshace cuanto existe y se recrea una y otra vez; el que eleva a quien se hace humilde, lleva la luz donde la sombra impera. Un fuego que reaviva lo que creíamos marchito y purifica cuanto en nosotros aborrecemos.
Estamos de paso, como el invierno da paso a una nueva primavera que con seguridad llega. En muchas estaciones hemos de vivir aún, mas ya sin incertidumbre, sabiendo que el destino no está en el futuro sino aquí y ahora, donde Él está.
Ángel Hache http://escrito-en-el-viento.blogspot.com.es/

Memorias De Un Suicida

Memorias De Un Suicida
RESEÑA:





Si alguna vez has pensado en suicidarte, no lo hagas, no acabarás con tu sufrimiento, ni desaparecerás. Seguirás viviendo y sufriendo aún más. Dios te regaló la vida y tienes una enorme responsabilidad con ella. Si conoces a alguien que desee suicidarse, lee éste libro y regálale su conocimiento. Esta es la historia de quién pensó en suicidarse y lo llevó a cabo, para su desgracia.
Él mismo relata la cadena de errores que le condujo al suicidio y los horrores que experimento tras su muerte.
Cuenta su laborioso proceso de recuperación, la nueva conciencia de su vida y de su alma, reconociendo y reafirmando su condición de inmortal.
El protagonista principal de éste libro, portugués nacido en la ciudad de Porto, burgués rico y comerciante de vinos, tras su suicidio en 1980, desde la otra orilla de la vida, expone gran parte de la biografía de su vida, antes de suicidarse (el abandono de su mujer por una más guapa, que le abandonó rápidamente y ante su débil salud –tuberculosis- no aceptó su deterioro físico, motivo por el que decidió acabar con todo).
Solicita visitar a la familia que tuvo en la Tierra, constatando el descalabro que provocó su huida.
Consecuencias por las que retoma sus trabajos en hospitales y centros de aprendizaje en el mundo espiritual, para ir madurando y abriéndose a la realidad de nuestra existencia como seres espirituales.
Consciente de su suicidio agravó enormemente el sufrimiento al despreciar las leyes espirituales siendo un irresponsable, descubre su torpeza, por lo que está siendo tratado y rehabilitado con gran esfuerzo y dedicación de parte de los seres espirituales más evolucionados que él, que le acompañarán en ésta etapa en el mundo espiritual en los centros de rehabilitación.
Aprende el poder de la oración, comprende la ley de causa-efecto, tanto de su vida, como la de su familia en la Tierra (expiaciones de vidas anteriores…).
Descubre que todo tiene un sentido: elevarse hacia lo espiritual.
Ahora en las escuelas espirituales, como espíritu, se prepara para una nueva reencarnación que restaure y reequilibre en justicia, sus muchas decisiones erróneas, irresponsables.
Recorrer este relato es asomarse a la realidad tras la muerte, cómo es ese mundo, qué se hace ahí y por qué.
Responde a muchas preguntas que nos hacemos y que desde la perspectiva de una sola vida no siempre tienen respuesta obvia, o no es comprensible desde la óptica de la justicia y misericordia divina, pero además encontramos los trabajos y responsabilidades de muchos seres espirituales para con sus hermanos menos evolucionados, preparándolos para volver a la Tierra y restaurar el mal cometido, madurando como espíritus.
También se comprende mejor, con este libro, la relación que existe entre la libertad personal y el cumplimiento de las responsabilidades que tenemos, en función de las pruebas que hemos de superar en ésta vida.
Aquí también encontramos la importancia del mensaje espiritual de Jesús de Nazaret y de su madre, María, como espíritus altamente evolucionados, y su labor continua, como auténticos maestros del Espíritu, desde los principios del Amor.
En éste libro conocerás referencias a personas que vivieron en la época de Jesucristo (uno de ellos su autor).
Entre los escenarios terrenos encontrarás Portugal, España, Brasil, Jerusalén, y Africa. Entre las personas, a políticos, esclavos, hombres y mujeres de bien, también, ladrones, suicidas, criminales y como no, creadores del arte y de la belleza (Música y Poesía), y auténticos maestros en las ciencias del saber (Filosofía, Geología, Literatura, Física, Ciencias Psíquicas, Teología y Espiritualidad, etc.).
Como edificios, encontrarás: Escuelas de aprendizaje, hospitales para restaurar las energías negativas con las que cada uno carga por sus pensamientos y actuaciones y Centros de Restauración.
Entre los aparatos que relatan: tecnologías de proyección energética y visualización y memoria, tanto de la creación de la Tierra como de las vidas de quienes vivieron en la Tierra, en otras épocas.
El protagonista de éste libro relata aspectos de varias vidas suyas en la Tierra, en una de ellas acusó a Jesús de Nazaret defendiendo a Barrabás, en otra cometió crímenes y atrocidades a varias personas, en otra decidió ser jesuita y agente del Santo Oficio, atormentando injustamente al marido de su amor secreto.
Su alma lleva acumulada mucha maldad, y muchas decisiones irresponsables, al margen de Dios y de sus leyes.
Ahora, tras cincuenta y dos años en el mundo espiritual, tras su última encarnación, desea volver a la Tierra, se cree ya preparado para asumir pruebas durísimas, para reencarnarse y restaurar el equilibrio en justicia, tras su aprendizaje y conocimiento de las leyes que rigen el Universo y de lo verdaderamente esencial en nuestra existencia.
Leer estas comunicaciones mediúnicas, aportan abundante conocimiento sobre la vida después de la muerte y sobre ésta vida, ya que están íntimamente conectadas.
Como diría Jesús de Nazaret, nada queda oculto, y tal como sembremos recogeremos.
Pero este es un libro sobre todo de esperanza, ya que éste hombre, que en sus vidas ha tenido infinidad de oportunidades de crecer y evolucionar como ser humano y como espíritu, erró su camino en varias vidas, sin embargo Dios siempre ofrece la oportunidad de nuevo, dejándonos libertad plena, para transformar todo lo negativo en positivo, para ser generadores de bien y de felicidad para los demás, para crecer en nuestra dimensión espiritual y constituir el amor a Dios y a los hombres y mujeres, como la regla principal de nuestra vida, conscientes de que nunca estamos solos, que tenemos seres espirituales que caminan a nuestro lado para ayudarnos en lo que tengamos que vivir aquí en la Tierra, y que también, tras nuestra muerte nos auxilian, nos enseñan y nos muestran el verdadero camino y destino de nuestras almas.
Pereira Ivonne - Memorias De Un Suicida
Memorias de un suicida

Pensamientos Semanales del 25-31 Marzo de 2015 (Omraam Mikhaël Aïvanhov)

Pensamientos Semanales del 25-31 Marzo de 2015 (Omraam Mikhaël Aïvanhov)



"Alguien dice: «Estoy enfermo, como usted puede ver.» Y en efecto, se ve que está enfermo, pero sólo es una parte de su cuerpo la que se encuentra afectada. Si no cesa de insistir en su enfermedad, es como si se identificase con la parte enferma y le diese a ésta la posibilidad de ocupar la totalidad del terreno, no sólo en el plano físico, sino también en el plano psíquico.
El que esté gravemente enfermo debe decirse: «Mi cuerpo está enfermo, es verdad, pero yo, un hijo de Dios, una chispa divina, no puedo estar enfermo.» Y esta convicción le sitúa por encima de su enfermedad: no se identifica con su cuerpo, sino con su espíritu que vive en la luz y en la eternidad. Al decidirse aplicar esta ley de la primacía del espíritu, producirá, en primer lugar, cambios en la región del pensamiento. Estos cambios influirán después la región del sentimiento, de la sensación, y acabarán concretándose en el plano físico produciendo mejoras y a veces incluso la curación."

Pensamiento del jueves 26 de marzo de 2015.

"Los Antiguos definieron los cuatro elementos en relación con los cuatro estados de la materia: sólido, líquido, gaseoso e ígneo. A todo lo que es sólido, lo llamaron tierra; a todo lo que es líquido, agua; a todo lo que es gaseoso, aire; y a todo lo que es ígneo, es decir el calor, la luz, lo llamaron fuego.
Encontramos también los cuatro elementos en el alimento que tomamos todos los días. Sí, porque el alimento presenta los cuatro estados de la materia: sólido, líquido, gaseoso e ígneo. Por eso cada comida puede ser una ocasión para comulgar con los Ángeles de los cuatro elementos: con el Ángel de la tierra para que dé solidez y firmeza a nuestro cuerpo físico, con el Ángel del agua para que purifique nuestro corazón, con el Ángel del aire para que aporte la movilidad, la lucidez a nuestro intelecto y, finalmente, con el Ángel del fuego para que ilumine nuestra alma y nuestro espíritu."
Pensamiento del viernes 27 de marzo de 2015.

"Encontramos en el mundo a multitud de personas que no cesan de quejarse de que se las ha engañado, de que se ha abusado de ellas y están decepcionadas. ¿Por qué? Porque todavía no han comprendido que los humanos sólo pueden responder a su confianza en función de lo que son. Aunque creáis poder esperar de ellos honestidad y fidelidad, no por eso van a ser honestos y fieles con vosotros. Hay pues que reflexionar y estudiar bien la cuestión. Si no sabéis escoger las personas a las que queréis confiaros, pedir consejo o asociaros, no os extrañéis después si os encontráis con sorpresas desagradables.
¿Os sentís engañados, traicionados? Desgraciadamente las personas, ellas, podían tener buena fe; sólo que obraron de acuerdo con sus facultades y sus posibilidades. Fuisteis vosotros quienes debistéis mostraros más lúcidos y no poner vuestras esperanzas en ellas sin reflexionar."
Pensamiento del Sábado 28 de marzo de 2015.

"Consciente o inconscientemente, los hombres y las mujeres, todos buscan su alma gemela. Lo que no saben es que en realidad, su alma gemela no es una entidad diferente de ellos, sino que es el otro polo de su ser que vive arriba, cerca de Dios, en la perfección y la plenitud. En todas las iniciaciones se enseñaba a los discípulos cómo encontrar este otro polo de su ser, que es el Yo superior. En la India, el Jnani-yoga da unos métodos gracias a los cuales el yogui consigue unirse con su Yo superior, porque con esta unión se une a Dios. En Grecia, encontramos la misma idea expresada en la fórmula inscrita en el frontispicio del templo de Delfos: «Conócete a ti mismo». Pero no hay que olvidar la continuación de esta frase: «... y conocerás el universo y los dioses.»
El verdadero conocimiento es el resultado de la fusión de los dos principios masculino y femenino. Éste es el sentido de las palabras del Génesis: «Y Adán conoció a Eva».. «Conócete a ti mismo» significa pues: encuentra el otro polo en ti, encuentra tu parte complementaria para unirte a ella. Si sois un hombre, el otro polo en vosotros es el principio femenino; y si sois una mujer, es el principio masculino con el que tratáis de fusionaros en la pureza y la luz. En el momento en que se produce esta fusión, encontráis a vuestra verdadera alma gemela."
Pensamiento del domingo 29 de marzo de 2015.

"Desde el reino mineral hasta el reino humano, y más allá, a través de las jerarquías angélicas hasta Dios, la vida se manifiesta con una intensidad y una sutileza crecientes. Lo que diferencia a las criaturas entre sí, es la intensidad de las vibraciones que animan las partículas de su ser. Por eso puede decirse que su evolución se mide en función de la intensidad de su vida. Hasta que no han comprendido esta verdad, los humanos viven al ralentí: sus pulmones, su hígado, su corazón, su cerebro, todo en ellos está estancado, y se encuentran expuestos sin cesar a trastornos físicos y psíquicos. Se parecen a las ruedas que giran lentamente: el barro se pega a ellas.
Cualesquiera que sean el estado y las condiciones en las que os encontréis, nunca debéis aceptar la inercia. Aunque estéis extenuados, impedidos, enfermos, tratad al menos de hacer un gesto, de dar un paso. Y si esto os resulta verdaderamente imposible, tenéis el pensamiento para imaginar que os desplazáis y que actuáis exactamente como antes. Diréis que cuando estamos inmovilizados el pensamiento no es un gran recurso. Os equivocáis: el trabajo del pensamiento, de la imaginación, despeja el camino, traza un surco creando así las condiciones favorables para un posible retorno de la actividad."
Pensamiento del lunes 30 de marzo de 2015.

"Sólo un sentimiento de gratitud hacia el Cielo puede salvarnos en el momento de las pruebas. Pero, ¡cómo convencer a los humanos de esto, si no dan las gracias ni siquiera por las cosas buenas que les suceden! Y sin embargo, aprender a dar gracias al Cielo, incluso por las dificultades y las desgracias, es la mejor manera de transformarlas.
Si ante una prueba os ponéis a gritar, a rebelaros, sentiréis que ésta es más pesada aún para vosotros. Pero si decís: «Gracias, Señor. Hay ciertamente una razón para que esto me suceda, todavía tengo muchas cosas que aprender, que comprender, y estos acontecimientos me servirán aún para mejorarme, para fortalecerme», de pronto sentiréis que algo se aclara dentro de vosotros. Es como si hubieseis envuelto vuestras dificultades con una película de oro puro, y las vierais de otra manera."
Pensamiento del martes 31 de marzo de 2015.

"El ladrón que se desliza en medio de una multitud buscando lo que puede robar, siente instintivamente cuáles son las personas vigilantes, despiertas, y las que están medio dormidas. ¿Y qué es lo que se lo indica? La luz. Porque de las personas despiertas emana una especie de claridad, y el ladrón no va a ocuparse de ellas. Busca a las que duermen con los ojos abiertos porque están sumergidas en una especie de oscuridad. De la misma manera, las entidades maléficas del mundo invisible no atacan a aquel en quién sienten la luz, porque saben que serán inmediatamente localizadas y rechazadas.
La palabra «vigilancia» pertenece a la misma familia que «velar», «vigilia», «estar despierto». Estar despierto significa no dormir. ¿Pero quién es el que no debe dormir nunca en nosotros? La conciencia. Nuestro cuerpo, en cambio, tiene necesidad de dormir y no hay que privarle de ello. No dormir es una cosa, y tener la conciencia despierta es otra. Se puede muy bien no dormir y tener una conciencia somnolienta, lo mismo que se puede dormir manteniendo la conciencia despierta. La conciencia es como una lámpara encendida. En los seres muy evolucionados esta lámpara no se apaga nunca, y por eso mantienen siempre a distancia a los espíritus del mal."

Omraam Mikhaël Aïvanhov

¿QUIÉN ERES?



 ¿QUIÉN ERES?
Una gota de agua en el océano
un pequeño dios dentro del gran Dios
el gran Dios infinito encerrado en la pequeña gota
una gota limitada
pero que puede ser tantas cosas.
Una estrella radiante de luz y amor entre tantas estrellas
entre tantos universos
entre tantos infinitos
una estrella más
una estrella única
una estrella efímera y eterna.
Una gota con fronteras de gota
que goza de ser gota y cultiva sus límites, los pule, los embellece
una gota ambiciosa que se cree real
con su ego de gota
y sus problemas de gota: limitada.
Olvidando el océano,
olvidando que es Dios.
¡Puedes ser tantas cosas!
eres libre de elegir
porque a Dios le gusta jugar
le gusta bailar
y en su baile se dividió en infinitas gotas que olvidaron su divina esencia.
Disfrazarse, olvidarse...
un instante,
el tiempo de un baile
el tiempo de una vida y una muerte
de lo que ni vive ni muere
de una rueda eterna de bailes eternos de infinitas formas y universos
de infinitos tiempos ilusorios
y de ilusorios infinitos.
Un juego
un instante
la ilusión de una vida
actuar, amar, aprender, soñar...
La gota juega
la gota baila
la gota se olvida.
El instante de una vida
y Dios la mira jugar
la mira bailar: el Dios se mira.
Y cuando la gota se observa y en la meditación se encuentra
recuerda el océano
recuerda que es Dios.
Recuerda quién es
y sigue jugando,
una vida más
un baile más
un instante más u otra eternidad.
Hasta que te canses de tus límites
hasta que te despojes de tu ego
hasta que dudes del tiempo y el espacio y la materia,
hasta que veas más lejos que tus ojos
y oigas lo que oídos vivos no podrían oír,
hasta que tu consciencia se expanda sin límites.
Más allá de bailes y velos y juegos en el tiempo
hasta que sueñes con el océano
hasta que desees de nuevo ser Dios
y quieras volver.
Y tus límites se rompan y expandan hasta abarcar el océano,
el mundo,
los universos pasados y por venir,
todos los bailes de todos los tiempos,
los infinitos espejismos del juego del ser.
Y entonces comprendas:
Que eres libre... Eres Dios!
Helena Cosano
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