domingo, 5 de junio de 2016

RETORNO AL PASADO


Era viernes, por la tarde, y el sábado no había clases y lo celebrábamos a nuestra manera. Mi amiga y yo paseábamos por una de las estrechas calles del casco viejo de nuestra ciudad, cuando de repente, y ante nuestra perplejidad, apareció delante nuestro un hombre sentado en el suelo con las manos abiertas y las palmas hacia arriba. Conforme nos acercábamos a él, le iba examinando detenidamente. Era un hombre de unos treinta y cinco años, moreno, pelo castaño oscuro y un poco rizado con una corta melena. Parecía por su ropaje, un mendigo, pero su limpieza y pulcritud eran tan exquisitas, que me extrañó muchísimo. No sabía si rezaba o pedía limosna. Mi impulso fue ir donde él y hablarle, pero era tanta mi timidez por entonces, que lo único que fui capaz de hacer fue pasar de largo pero mirándole de reojo.
Mi impresión fue tremenda cuando inesperadamente él clavó sus ojos en los míos, me sonrió y me eché a correr. Cuando ya llevaba unos pocos metros de despavorida huída, me paré y pensé que mi actitud era ridícula. Mi amiga tiraba de mi brazo para proseguir la marcha, pero retrocedí, quería volver donde él, saber... Pero cual fue mi sorpresa, cuando vi que aquél sitio estaba vacío, no había ni rastro de él. No se por qué, pero volví a mi casa llorando, con el corazón partido y muy triste. ¡Y todo por un simple mendigo...!, me repetía a mí misma una y otra vez. No lo entendía. Esa misma noche me retiré pronto a mi habitación, llorosa y rabiosa, pero el sueño me fue ganando poco a poco. Y ocurrió ¡me fui...o me llevó él...!.Todavía no lo sé. El caso es que me vi en un gran salón cuadrado. El suelo estaba cubierto con alfombras artesanales algo desgastadas por el continuo roce. Las paredes eran blancas, al menos así me lo pareció, pues lo que predominaba era la luz de la veintena de velones repartidos por todo el recinto. En uno de los lados, había una gran mesa rectangular, a poca altura del suelo. Había varios hombres y mujeres sentados en unos cojines alrededor. No me paré a contarlos, pues mi atención estaba concentrada en él, en Jhasua.
El estaba allí, en medio de ellos. Hubo un momento en el que a mi derecha sentí una fuerte descarga. Y miré, y me vi de frente con una mujer joven, de unos treinta años y vestida de romana. Ella me miró y yo la miré, y durante unos segundos tanto ella como yo nos balanceamos, como si fuéramos a perder el conocimiento. Enseguida intuí que aquélla joven era yo, solo que con un traje diferente. Reaccioné y me alejé de ella enseguida. Aparentemente solo ella se había percatado de mi presencia, y me seguía con la mirada. Y se hizo el gran silencio. Aquéllos hombres y mujeres dejaron de hablar. Algunos lloraban, otros cerraban sus puños con fuerza y la mayoría miraba a Jhasua con cara de no comprender nada. Me dio la impresión de que tanto los unos como los otros se sentían impotentes. Y Jhasua comenzó a hablar, despacio, con cierto cansancio en su alma, pero con su corazón a flor de piel. Sus ojos también estaban húmedos y miraba con infinita ternura a cada uno de los allí presentes, incluida a la joven romana. Yo me moría de ganas porque él también me mirase a mí, pero por lo visto, yo solo era visible para ella. Comenzó a hablar, y aunque los demás no parecían escuchar, intenté que se grabaran en mi alma a fuego aquéllas palabras:
"En esta noche tan dura para mí, pero tan hermosa también, os he invitado a mi mesa. He querido celebrar con vosotros, queridos amigos y hermanos, la Pascua, brindar por la vida y compartir estos últimos momentos. Pero al hablaros de mi futuro inmediato, vuestros corazones se han desgarrado, y el denso velo de la oscuridad y la desesperación empieza a posarse sobre vuestras almas. Sé que algunos de vosotros vendríais conmigo hacia la muerte sin vacilar. En verdad sé que me amáis, pero no habéis comprendido todavía. Si pudierais entender el verdadero sentido de mi entrega final, a pesar de vuestro serio semblante por la partida de vuestro amigo, vuestros corazones estarían embriagados de alegría, de aceptación, de felicidad y plenitud. Porque no solo me entrego yo. El Amor lo hace a través de mí, y vosotros también estáis en EL.
Pero la única embriaguez que experimentáis ahora es la que provoca este delicioso y reparador vino que estamos compartiendo, y que ya empieza a adormecer vuestras mentes. Mejor así, queridos míos, porque os amo con todo mi Ser, y no deseo que sufráis por mí, porque ahora sólo seríais capaces de sentir mi dolor, y no la plenitud de mi corazón y el deseo de mi alma de entregarse como alimento a esta humanidad. Porque no comprendéis todavía, no podéis seguirme ahora.
Llegará el día, y todo hombre tendrá su momento, en que lo comprenderéis porque viviréis el Amor, y entonces os acordaréis de mí, me amaréis más que nunca, porque vuestro corazón y el mío serán Un solo corazón, y habréis descubierto por fin vuestra verdadera identidad. Entonces, solo entonces, podremos caminar juntos con la cruz de la humanidad, e ir con paso firme y decidido y corazón abierto hacia el Calvario del mundo, y dejar que claven allí, en el, todas nuestras ataduras, nuestros egos, miedos, egoísmos. Juntos entregaremos nuestro espíritu al Padre Amor, y así podremos resucitar y renacer de nuevo a la Vida verdadera del Espíritu, nuestra Casa de siempre.
La ignorancia del mundo es como un animal herido y hambriento que todavía necesita alimentarse de hombres, de vida robada. Es por ello que yo, vuestro amigo, que os ama y estará con vosotros hasta el final de esta aventura, habiendo ido hacia el Amor, he regresado de nuevo a vosotros para recordaros el camino de regreso. El AMOR lo da todo, y yo entrego al mundo mi cuerpo para que sacie su hambre, mi sangre para que calme su sed, y mi corazón para que nunca os sintáis solos. La oscuridad y la ignorancia de esta humanidad ya ha tendido su velo sobre mí, pero yo la amo y le abro mi corazón. No temo a sus zarpazos y tampoco a sus dentelladas. Ella me devorará, pero en cada desgarro, en cada incisión, en cada bocado de mi cuerpo y en cada sorbo de mi sangre, ingerirá Luz, porque yo soy la Luz y la Vida, y una vez saciada me digiera y salga de su sopor tras el gran festín, despertará de un sueño pesado de dos veces mil años y entonces comprobará y experimentará que todo en ella ha cambiado. Dentro de dos veces mil años, estas mis palabras seguirán grabadas en vuestros corazones."
Los allí presentes parecía que no habían entendido nada. Seguían sumidos en su dolor y con las cabezas inclinadas. Mi rostro estaba inundado de lágrimas. Quería avanzar hacia él, pero sabía que yo allí era una intrusa, y decidí quedarme donde estaba. Pero de repente, de nuevo se hizo el silencio. Jhasua se levantó de su sitio y vino hacia mí, hasta el lado opuesto de la habitación. Parecía que los demás no se enteraban de sus movimientos. Cuando estuvo delante de mí, me quedé paralizada. Fue él quien me abrazó intensamente y me ofreció un trago del vino que llevaba en su copa. Me miró, sonrió y siguió diciendo:
"Aquí me tenéis de nuevo, más vivo que nunca, pero esta vez sin lágrimas, sin despedidas. Sí, tú eres esa joven romana. Ella tampoco comprendió, pero tú sí. Tú has venido a mí, tú eres el momento del futuro. Durante siglos habéis estado celebrando esta cena sin comer el verdadero manjar. Me habéis tenido agonizando clavado en la cruz durante dos mil años, sufriendo por mí cuando yo ya estaba en la Luz. Después de todo este tiempo veo que parte de mis hermanos me han olvidado, que para una gran mayoría soy un personaje que hizo historia y que pertenece al pasado. Otros muchos aseguran que incluso fui un mito. Para otros soy el Hijo de Dios que viene a hacer justicia, a llevarse a los suyos y condenar a los otros. Muchos me aman, realmente me aman, pero siguen sin entender. Han ido buscando durante siglos mi grial para beber de él y conseguir la salvación eterna, y no saben todavía que ellos, vosotros, sois cálices que han de ser colmados hasta rebosar. Me aman más que a su propia vida, pero siguen necesitando verme sufriente en la cruz constantemente para sentirse más cerca de mí. No han comprendido, no habéis comprendido todavía que es el momento en el que tenéis que vivir, experimentar y gozar vuestra propia crucifixión, entrega final. El viejo espíritu que albergáis en vuestra alma tiene que inmolarse para que ese Niño-Amor con pies de gigante que hay en vuestros corazones, pueda nacer al mundo del Espíritu y del Amor. Pertenecemos a esta humanidad por propia voluntad, pero no somos de este mundo. Estamos aquí para hacer florecer el Reino del Amor en este planeta y en esta dimensión. Hace dos mil años, unos instantes para nuestro corazón, yo comencé una misión de Amor, de consciencia, pero hay que llevarla a cabo, y yo solo no puedo. ¡Os necesito, hay mucho trabajo por hacer! Hay que empezar primero a ayudar a los que me guardan en su corazón, ayudarles a morir y a recibir al nuevo Ser que nacerá de ellos. Después, con todos estos soles renacidos, iremos juntos a aquellos que creen en mí pero me temen y esperan mi juicio final. Habrá que decirles que yo soy su hermano y les amo, y que el juicio no vendrá del Amor. Son ellos los que esperan el juicio final los verdaderos jueces y verdugos para sí mismos y sus hermanos. Habrá que hacerles comprender que no habrá Juicio Final, sino Triunfo Final, y no solo para unos cuantos, sino para toda la humanidad.
Y luego habrá que ir hacia los que creen que soy un personaje del Nuevo Testamento ya caducado, ¿y qué si lo creen así...? A mí no me importa. A ellos hay que decirles que lo verdaderamente importante son ellos mismos, que no son historia, sino que la hacen, y que si no creen en mí., tampoco es importante. ¡Que crean en ellos mismos, en su origen, en su verdadera identidad divina! Porque cuando lo consigan, ya no hará falta que crean o no crean... sencillamente "serán" y el Amor les habrá devuelto lo que un día perdieron, y entonces creerán en mí. Como ves querida hermana, queridos hermanos míos, se sigue acumulando el trabajo. Soy consciente de que en esta humanidad impera todavía la ley del más fuerte en poder y dominio, pero siempre he apostado por el Amor y la Vida, lo sigo haciendo y lo haré siempre cueste lo que cueste. Pueden ser otros mil, dos mil o cuatro mil años más. Incluso si es necesario me partiré en cachitos todas las veces que haga falta. Para el Amor no hay barreras ni desaliento. Es y será difícil el camino, pero nunca imposible. ¡Os necesito amigos, esta vez sí que os invito a compartirlo todo conmigo! ¿Estáis dispuestos a entregarlo todo? Si es así, amigos míos, yo os traigo esta vez vuestro propio cáliz. ¡Bebed y comed de él. Comed y bebed de vuestro propio Corazón y entregaros a este mundo conmigo! ¡Vayamos a por todas, hermanos míos, en esta generación hay mucho Amor, y juntos lo conseguiremos!”
Un Viernes de Mayo en 1.973
ALMA VIAJERA
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MI VIAJE AL ETERNO PRESENTE


Me siento absorbida por una fuerza superior a través de una suave espiral llena de luz, de frescura. La luz acaricia mi piel, me provoca un placentero calor dentro de mi pecho y a la vez alivia mis ardientes pies, manos y rostro. Dentro de la espiral avanzo dando vueltas suaves, que no llegan a marearme, pero sí me provocan una sensación de balanceo, como cuando te acunan cuando eres un bebé. En mi mente y en mi corazón solo está EL. Sé que aquello es cosa suya, y no tengo miedo. Sé que no me estoy muriendo. Tampoco lo deseo. Busco en mi corazón, y el único lazo que me ata a mi existencia terrenal son mis amigos. Nada más. También pienso que quizás ellos ya no me necesiten y entonces ¿por qué no podría estar muriéndome? ¿Y qué...? Sé que El me está esperando, y cuando le vea, le voy a dar semejante abrazo que ninguna fuerza podrá separarme de su Corazón. 
Todo esto iba pensando mientras era llevada en esa espiral de luz. Estaba totalmente consciente, lo mismo que momentos antes de la experiencia. Conforme voy avanzando, el calor de mi pecho se hace más intenso. Noto que se me agranda por dentro y que pide más sitio. Estaba a punto de reventar. Llega un momento en el que siento cómo mi cuerpo se abre debido a una fuerte explosión. No hay dolor. Me siento libre, ligera. La velocidad va amainando. Ahora floto y me quedo quieta. He llegado a una especie de espacio abierto. Solo hay luz, pero no como la que conocemos. Es densa, suave, acogedora, acariciante. Cuando extiendo las manos hacia delante es como si pudiera tocarla. De hecho lo hago. Noto una suave masa entre mis manos, la moldeo, y cuanto más la acaricio y la amaso, más forma va tomando. En aquéllos momentos la imagen del Ser Amado sigue estando dentro de mí, y por una magia incomprensible para mí, de entre mis manos, de aquella masa de color azul-blanco se va formando su rostro. Me sobresalto y retiro con brusquedad las manos, y aquélla imagen se disuelve. Sigo andando o flotando, no lo sé. No estoy sola. Siento varias presencias y mucho amor. De repente, y sin pensarlo de antemano, unas palabras salen de mi interior, y no digo de mi boca porque no tengo cuerpo. Yo también soy luz, soy parte de aquélla vivificante masa que me rodea.
-¡Aquí estoy...!. ¿Quiénes sois? No hay respuesta. Ahora pienso en mis amigos. ¡Cuanto deseo en estos momentos tenerles a mi lado, compartir la experiencia con ellos...! Los visualizo uno a uno, y a cada imagen, un golpe de amor acaricia mi corazón.
-¡"Somos nosotros"! Yo no veo a nadie y vuelvo a preguntar: ¡No os veo...! ¿Quienes sois?
-¡Tus amigos! Y en aquél instante fueron formándose de entre la luz los rostros de aquéllos seres tan amados por mí.
-¿Pero es que vosotros también estáis aquí?
-¡Siempre hemos estado, y tú también...! ¡Fíjate bien! Y aquéllos rostros desaparecieron en la luz y volvieron a formarse otros tantos más uno. Pero no eran los suyos, sino distintos, muy hermosos, sí... pero no eran ellos. Además, todos eran iguales. Sin embargo lo que yo percibía de ellos, el amor que me daban, y el que descaradamente salía de mí hacia ellos, me convencieron de lo contrario. Eran ellos, sí... pero no entendía nada.
-¡Sí, somos nosotros, pero en el futuro, en tu futuro, en el que vivimos ahora pero que tú desconoces todavía. Porque la luz no se mide con vuestro tiempo. En tu mente y en tu corazón están los amigos, nosotros, pero los que conviven contigo en tu momento. Cuando ese momento sea consciente, ya no habrá para ti tiempo ni momentos. Será siempre el Presente. Has venido al Eterno Presente, tu futuro y nuestro presente en este momento. Somos nosotros una vez concluida la evolución y la ascensión del alma. Somos luz, y aunque veas estos rostros, ya no tenemos un cuerpo denso. Somos pensamiento, armonía, amor, color, vibración, luz creadora, expansión. Tú también estás aquí, ¿no te reconoces?
-No, no me identifico. No sé quien de vosotros, bueno, de nosotros, soy yo. Es como cuando estamos juntos en mi realidad. En ningún momento me identifico como yo, ni tampoco a los demás. Sólo siento, experimento el amor, la amistad, la entrega, un compartir más que la vida. Me pasa exactamente lo mismo aquí y ahora. No sé quien es quien. Con vosotros experimento la esencia.
-¡El núcleo, querida hermana! Ya sabes quienes somos. Ahora prescindiremos de las formas y nos verás, te verás tal y como somos y hemos sido siempre: energía, luz y corazón.
 Y aquéllos rostros volvieron a disolverse. Y sólo quedó la luz. A lo largo de esta experiencia, según fuera el tema, mejor dicho, las vibraciones resultantes de nuestro intercambio, la luz cambiaba de tonalidad. Tonos rosas, azules, dorados, violetas, pero el que más predominaba era el rosa.
-¡Y en este núcleo de luz no solo estamos nosotros, sino muchos más. Somos cientos de almas afines que desde siempre hemos compartido una misma esencia. Nuestros ideales, aspiraciones, objetivos, vivencias, han sido las mismas. Todas estas almas afines te conocen, y tú las conoces a ellas una por una. A lo largo y ancho de tu experiencia como ser humano, las has amado, y en lo que te queda de recorrido, todavía conocerás a más y también las amarás, las sentirás profundamente en tu corazón, en tu alma. Porque todos ellos forman parte de ti, y tú formas parte de cada uno de ellos. Ahora solo nos identificamos ante ti este pequeño grupo, el que está contigo en tu momento, en tu presente, para que comprendas lo que queremos decirte. Nosotros formamos un núcleo de luz. Nuestra esencia es el amor, que compartimos en igualdad con otros núcleos de luz, pero cada uno con su propia identidad, su propia esencia. La nuestra es la entrega incondicional y plena. Somos los ajustadores, los sanadores y cuidadores de la Vida y de todos nuestros hermanos en la Luz.
-¿Entrega incondicional? Esto me suena familiar. ¿Pero en que consiste esta definición?
-No es ninguna definición, hermana, sino un hecho. Durante mucho tiempo hemos sido individuos, seres humanos, seres de luz experimentando el mundo de la materia. La luz tenía que penetrar en la oscuridad, mezclarse con ella, fundirse, ponerse al rojo vivo para luego enfriarse y volverse materia pesada. La luz quedó prisionera en la piedra, y durante eones ha intentado liberarse de ella y volver de nuevo a Casa, a la Fuente. Y lo conseguimos. Liberamos la Luz y aquí estamos, todos sin excepción. Ese sueño que floreció en tu corazón hace ya tanto tiempo y que has defendido hasta el final, ya se ha cumplido.
Aquélla revelación me alegró el alma. Al final mi sueño y el de muchos se había hecho realidad. El Amor había triunfado. Pero ellos habían guardado silencio. Sentí que no habían dicho todo. Tuve la sensación de que aquél final feliz había requerido un alto precio.
-¿Hay algo más verdad...? ¿Por qué si todo es tan hermoso y perfecto, hemos guardado este silencio. ¿Qué más debo saber?
-¡Liberamos la Luz, pero destruyendo la materia, la piedra. La luz vino a la Luz, pero la materia quedó destruida y calcinada y perdida en el planeta y en esa dimensión. La luz vino intacta, pero con las manos casi vacías. Nuestro propósito, nuestra entrega incondicional, no se llevó a cabo.
-¿Pero cómo es posible? Si somos seres de luz, evolucionados, ¿cómo es posible que no lo hayamos conseguido? ¡No lo entiendo!
-Desde la Luz todo se ve claro y hermoso. Todo es sencillo, perfecto. Desde la Luz planeamos transformar la materia, y aunque se intuye el riesgo, se desconoce. Forma parte de la experimentación. Cuando la Luz se ve prisionera en un cuerpo tan denso y pesado, siente la asfixia de la ignorancia, del olvido, de la desunión con la Fuente. Solo se ve oscuridad en su interior y alrededor. Muy grande y fuerte en el Amor tiene que ser un corazón humano, para entregarse a su mundo, a su materia, sin esperar tan siquiera su ascenso, para no pensar en su liberación, sino es con su propia cárcel, con su proyección en la materia, con su Sombra. La entrega incondicional es esa. Entrar voluntariamente en esa cárcel humana, en la piedra pesada y amarla... y ser luz, siempre luz. Entregar la esencia, la fuerza, la vida, la sangre, y amando... siempre amando. Mientras aquéllas voces hablaban, en mi mente y en mi corazón latía la imagen de EL. No sé por qué, pero sabía que esto último tenía mucho que ver con él. Y era curioso, pues habría asegurado que en todo momento había estado presente allí, pero no se había manifestado. Sentía su presencia, y tenía unas ganas enormes de abrazarme a él, de fundirme para siempre con él. Quería volver a mi mundo, a mi cárcel voluntaria personal y experimental, pero con EL. Hacer todas las locuras del mundo, lo pensable e impensable, pero con EL. En aquél momento me vinieron a la memoria unas palabras que uno de mis amigos de mi actual realidad, en un momento de acaloramiento espiritual, me dijo: ¡Si tanto le amas, tráelo de nuevo! Y yo le contesté: ¡Si pudiera hacerlo... ahora mismo lo haría!
-¡¡Sí que puedes!! Me respondieron ellos.
-¿Pero cómo?
-Está deseando volver contigo, ¡llévatelo!
En ningún momento pensé que estaban bromeando conmigo. Sabía que si lo decían así es porque era posible, pero seguía sin comprender, no entendía nada.
-¿Bien, y dónde está?
-¿Quien es EL para ti? Buena pregunta, sí señor.... Nunca me la había hecho a mí misma. Sólo sentía. El había sido y lo era todo para mí. Le amaba con toda mi alma, con todo mi Ser. Sentía en mí su corazón, sabía de su mente, de sus pensamientos, de sus sentimientos, de su dolor, de su alegría. Me sentía parte de él, y le sentía muy dentro de mí. Era tal la compenetración, que cuando pensaba en él, sólo sentía fuego en mi interior. ¿Que quien era EL para mí...? Fui consciente de mi ignorancia, y con la humildad de un niño contesté:
-¡Aunque es el ser que más amo, no sé quien es! De nuevo el silencio. Unos minutos después se oyeron de nuevo las voces.
-¡EL eres tú misma!
Ante aquélla respuesta enmudecí. ¡No es posible!, gritaba mi mente. ¡Cálmate, escucha y siente! gritaba mi corazón.
-EL eres tú, somos nosotros, los cientos de espíritus afines, ahora núcleo de luz, cuya identidad es la entrega absoluta e incondicional al Amor y a la Vida, y por lo tanto, a la Humanidad. Como te hemos dicho antes, el Plan de la Ascensión ha concluido. Todo aquello que era luz, ha vuelto a la Fuente, pero la materia quedó destruida. Nosotros vemos que los resultados pueden cambiar y mejorar, llegar a ser perfectos, y para ello debemos cambiar muchas cosas. Tenemos que intervenir en vuestro pasado y presente, que es el nuestro también, y crear nuevas alternativas, nuevos senderos que nos lleven a potenciar más la luz en la materia. Hacer lo imposible para que no sólo ascienda el espíritu, sino también la piedra después de haberse fundido con ella.
-¿Pero ya se puede intervenir y alterar el proceso evolutivo?
-Puede cambiarse, pero solo podemos intervenir en nosotros mismos, en nadie más. Establecemos contacto con todas las individualidades que nos han pertenecido, en las que nos hemos proyectado en Luz y en espíritu. No siempre lo hemos conseguido. Dependía de nuestro nivel evolutivo en aquél momento determinado. En muchas ocasiones, para nosotros mismos, hemos sido en el contacto dioses, profetas, ángeles, entes sobrenaturales... Hemos podido, en esas circunstancias, alterar y cambiar algunas cosas en nosotros mismos, pero no se ha conseguido todo. Se puede hacer más.
-¿Como qué...?
-Se necesitaría que en ese contacto, nosotros fuésemos conscientes de que esos dioses o ángeles somos nosotros mismos, de quiénes somos realmente, de que somos los verdaderos artífices de la Vida, de lo que sus Seres Evolucionados quieren hacer a través de ellos, de nosotros, para cambiar las cosas. Sólo entonces podríamos proyectar, además de la Luz, el Eterno Presente en el ser humano y en el mundo. Algunas veces, realmente muy pocas, lo hemos conseguido. Ha habido parte de nosotros a través del tiempo que se ha hecho consciente de su verdadera identidad. A través de esa individualidad hemos podido actuar según nuestra evolución de ahora. Hemos sido realmente nosotros los que hemos vivido y actuado a través de ella. Un ejemplo muy claro es el de nuestro hermano Jhasua, como tú le recuerdas. El fue una individualidad como lo fuiste tú y otros más de nosotros en aquélla época. Había fuertes sentimientos porque había afinidad. Pero El, cuando conectó con nuestro núcleo, cuando se hizo consciente de la Luz que había dentro de él, de su verdadera identidad, la dejó hacer en él, se entregó incondicionalmente a ella y fue el instrumento más preciso y puro del Plan de Amor y de Recuperación. Jhasua os hizo partícipes a los que más podríais entenderle de su toma de conciencia. No le entendisteis, era nuestra evolución entonces. Pero aun así, el Plan comenzó su andadura. Ha habido muchas tomas de consciencia desde entonces. Lo que le ocurrió a Jhasua, te está sucediendo a ti ahora y a muchos más. Por ello te sientes tan identificada con él, por ello muchos de vosotros os sentís atraídos y compenetrados por nuestro hermano, porque esa misma Luz, esa misma esencia que le tomó entonces, está ahora dentro de vosotros, en muchos corazones. Dices que le sientes aquí... ¡Jhasua somos todos nosotros! El, como hombre, como individualidad en este Eterno presente, se ha fundido con el núcleo, y tú también estás en él. Por ello le sientes, eres tú misma, somos nosotros, los amigos a los que amas en tu momento y que conocerás en un futuro. Sed conscientes de quienes sois, de quienes somos ahora y siempre, de lo que queremos hacer y cambiar, y entregaros a la humanidad, al mundo, sin condiciones. Amad, sentid, comprended, moldead con cariño y complacencia al mundo de la materia. Es un hijo del Amor, y el amor, aún con sus limitaciones, responde al Amor. No penséis en vuestra ascensión, porque ya estamos ascendidos. No esperéis a ningún Mesías, a ningún salvador de la humanidad. Nosotros somos sus salvadores, que conscientemente y a lo largo y ancho de toda nuestra existencia, nos hemos propuesto llevar con nosotros de regreso a Casa a lo más querido, a nuestro mundo, a nuestro Hijo. ¡Vuelve al mundo de la materia, hermana, y deja que el núcleo de nuestro Ser actúe a través de ti, que nuestra Luz brille en el mundo, que nuestro Amor abrace a toda la humanidad. Deja que la rosa de tu corazón se abra para siempre a la Vida. Deja que tus manos y tu pensamiento moldeen la materia. Mírala con ojos de amor y transmítele vida. Transforma nuestra realidad, y que el Presente Eterno y el Amor reinen en tu vida y en tu corazón. ¡Llévate a Jhasua contigo! Sé consciente, déjate hacer por el Corazón y permite que el Amor te moldee y se haga tu siervo. Y resucitarás a Jhasua en tu propia persona, y ayudarás, nos ayudarás a recuperar lo que tanto amamos, y que un día en el que el Gran Sol lloró, dejamos perdido y olvidado entre las cenizas!
Y aquí terminó la experiencia. Cuando me levanto a la mañana, una gran conmoción se había adueñado de mí. Lloraba con ganas. Era un alivio. Emoción, una inmensa ternura, un profundo e intenso amor, un fuego abrasador en mi pecho y garganta. Aquél llanto era un bálsamo. Algo había cambiado en mí. No era la misma. Me siento bien, en calma, llena, muy llena de amor. Siento mi cabeza diez veces más grande, con un gran universo sin explorar. Me siento hermosa, grande, pero sobre todo colmada. Cuando mis ojos llorosos y emocionados se dirigen hacia la mesita de noche, veo la imagen de Jhasua que con tanto cariño moldeé y pinte cuando niña. Y entonces comprendí que es lo que había cambiado. Mi deseo ya no era sentirme digna de El, de su amor. ¡Me parecía ya tan pobre ese anhelo...!. Ahora quería ser como él, andar a su lado, al mismo paso, compartiendo destino, trabajo, esfuerzo y todo lo demás. Y me sentía capaz de ello. Ahora comprendía muchas cosas. Jhasua era yo, era todos aquéllos que descubren su verdadera identidad divina y a través de ella se entregan al mundo. Son Luz, somos Luz y Amor, para eso existimos y también hemos nacido y renacido tantas veces en el Presente Eterno. Miro la imagen y sonrío. Sé que Jhasua, como ser humano, nunca ha dejado esta dimensión ni esta existencia. Es uno más que intenta cambiar las cosas. ¡¡Sé que estás en este mundo, querido amigo...,es posible que alguna vez nos encontremos o quizás no, pero lo importante es que estamos todos unidos con el Corazón y que nunca nos sentiremos solos!
Mes de Octubre, del año 1980
ALMA VIAJERA

Ayudando a otros, y usted mismo, a través de la meditación tonglen POR PEMA CHÖDRÖN










La primera etapa en la práctica de tonglen , o tomar y enviar, es una pausa, un momento de quietud y en el espacio, una breve brecha. Si necesita una imagen para esto, se puede reflexionar sobre alguna experiencia de espacio abierto, como mirando hacia el océano o mirando hacia arriba en un cielo sin nubes.
La segunda etapa es una visualización, trabajando con textura. Al inhalar, respirar en caliente, pesada, la energía, una sensación de espesor de claustrofobia.respirar bien sobre la piel, a través de todos los poros de su cuerpo. Luego, a medida que exhala, exhale una sensación de frescura, de la energía fresco, luz, brillante. irradiar hacia el exterior 360 grados.Continuar durante unos minutos, o hasta que la imagen está en sincronía con la entrada y salida respiraciones.
La tercera etapa consiste en la inhalación de una situación dolorosa específica, la apertura a lo más completa posible, y luego exhala amplitud y alivio.Tradicionalmente comenzamos tonglen para una persona o animal que queremos ayudar, pero también podemos empezar con nuestra experiencia personal en el momento, un sentimiento de desesperanza o la ira, por ejemplo- y usar eso como un trampolín para que nos conecta con el dolorosos sentimientos de otros.
En la cuarta etapa, extendemos tonglen más. Si lo estamos haciendo para un amigo con el SIDA, lo extendemos a todos los enfermos de SIDA. Si lo estamos haciendo por nuestra hermana alcohólica, lo extendemos a todos los alcohólicos, a todos aquellos que sufren de adicción. Si ya estamos haciendo tonglen para todos aquellos que experimentan el mismo dolor que somos, podemos extenderlo a todas las personas, en todo el mundo, que están sufriendo de alguna manera, mental o físicamente. Y podemos ampliar aún más para incluir todos nosotros atrapados en el ensimismamiento, todos nosotros atormentado por nuestra mente fijado y nuestra incapacidad para dejar de lado la esperanza y el miedo.
Como pauta general, se comienza la práctica tonglen con una situación que es inmediato y real, no algo vago o impersonal. Luego, ampliarse para incluir más y más seres que están sufriendo de una forma similar, al igual que todos nosotros, que sufre de apego al yo, todos nosotros que sufren de resistencia a la incertidumbre y la impermanencia.
Si nosotros mismos hemos tenido siquiera un atisbo de lo que se siente como la ausencia de ego, de lo que se siente como el despertar, de lo que se siente como la libertad, entonces queremos que los demás también. Cuando vemos que están enganchados, en lugar de ser crítico y crítico, podemos empatizar con lo que está pasando-hemos estado allí y saber exactamente cómo se sienten. Nuestro deseo para otras personas es el mismo que nuestro deseo por nosotros mismos: a apreciar a nosotros mismos, a reconocer cuando estamos atrapados y desligarnos de esos sentimientos, para detener el refuerzo de los patrones disfuncionales que prolongan el sufrimiento, para llegar a los demás, a experimentar la bondad del ser humano.
Ya sea que sí TONGLEN como una práctica formal o en el lugar, se necesita tiempo para acostumbrarse a? Sí, lo hace. Qué se necesita acostumbrarse a la crudeza del dolor? ¿Se necesita paciencia y dulzura?Sí, lo hace. No hay necesidad de desanimarse cuando la práctica parece demasiado dura.
Permítase la facilidad en que poco a poco y en su propio paso, trabajando primero con situaciones que son fáciles para usted en este momento. Siempre recuerdo lo que mi maestro, Chögyam Trungpa, solía decir cuando yo estaba perdiendo la confianza y quería darse por vencido. Se sentaba de pie alto y una sonrisa amplia y proclama, "Usted puede hacerlo!" De alguna manera su confianza era contagiosa, y al oír esas palabras, supe que podía.
Una vez leí un poema sobre la práctica de tonglen en un tiempo de guerra. La imaginaría era de la respiración en las bombas cayendo, la violencia, la desesperación, la pérdida de sus piernas y volver a casa con la cara quemada y desfigurada, y luego el envío de la belleza de la tierra y el cielo, la bondad de la gente, la seguridad y la paz. En el mismo espíritu, se respira en el odio y los celos, la envidia y la adicción, todo el dolor del drama usando nuestra experiencia personal humano de ese dolor y tonglen se extiende a todos los demás atrapados en la misma forma. Entonces podemos exhalar flexibilidad, ligereza, no agresión, la fuerza-lo que sentimos traerá comodidad y upliftedness y alivio. el dolor del mundo que nos penetra hasta el corazón, pero nunca olvida la bondad de estar vivo.
Chögyam Trungpa dijo una vez: "El problema con la mayoría de la gente es que siempre están tratando de dar a conocer el mal y disfrutar de la buena. Ese ha sido el problema de la sociedad en general y el mundo por completo "Ha llegado el momento de probar el enfoque opuesto:. A tomar en lo malo y dar a conocer el bien. La compasión no es una cuestión de piedad o la fuerte ayudando al débil; es una relación entre iguales, uno de apoyo mutuo. Practicar tonglen, nos damos cuenta de que el bienestar de los demás es tan importante como la nuestra. Al ayudar a ellos, nos ayudamos a nosotros mismos. Al ayudar a nosotros mismos, ayudamos al mundo.
PEMA CHÖDRÖN
http://www.lionsroar.com/

Tres métodos para trabajar con el Caos



Tiempos de caos y el desafío puede ser el más poderoso espiritualmente ... si somos lo suficientemente valientes como para descansar en su espacio de incertidumbre.

Pema Chödrön describe tres formas de utilizar nuestros problemas como el camino hacia el despertar y la alegría.

A veces a altas horas de la noche o durante un largo paseo con un amigo, nos encontramos discutiendo nuestras ideas acerca de cómo vivir y cómo actuar y lo que es importante en la vida. Si estamos estudiando el budismo y la práctica de la meditación, podemos hablar del no-yo y el vacío, de la paciencia y la generosidad, de la bondad y la compasión. 
Puede ser que acabamos de leer algo o escuchado algunas enseñanzas que convirtieron nuestra forma habitual de ver las cosas al revés. Creemos que solo hemos vuelto a conectar con una verdad que siempre hemos conocido y que si podíamos aprender más sobre él, nuestra vida sería delicioso y rico.
Les decimos a nuestros amigos de nuestro deseo de arrojar la enorme carga que sentimos que siempre hemos llevado. 
De repente Estamos muy contentos y sentimos que es posible. Le decimos a nuestro amigo de nuestra inspiración y cómo se abre nuestra vida. "Es posible", decimos, "para disfrutar de las mismas cosas que normalmente nos quedan abajo. Podemos deleitarnos en nuestro trabajo, en las delicias en el metro, el deleite en limpiar la nieve y el pago de facturas y lavar los platos. "
Usted puede haber notado, sin embargo, que hay con frecuencia un irritante, si no deprimente, discrepancia entre nuestras ideas y buenas intenciones y cómo actuamos cuando nos enfrentamos a los pequeños detalles de la vida real.
Una tarde estaba montando un autobús en San Francisco, la lectura de un artículo muy conmovedor sobre el sufrimiento humano y ayudar a los demás. La idea de ser generoso y que se extiende a mí mismo a los necesitados llegó a ser tan doloroso que me puse a llorar. La gente me miraba mientras las lágrimas corrían por mis mejillas. Sentí una gran ternura hacia todos, y un compromiso de beneficiar a los demás surgieron en mí. Tan pronto como llegué a casa, sintiéndose muy cansados ​​después de trabajar todo el día, sonó el teléfono, y se trataba de alguien preguntando si podía por favor ayudar a salir al tomar su posición como un líder de la meditación de la noche. Le dije: "No, lo siento, necesito descansar", y colgué.
No es una cuestión de la elección correcta o la elección equivocada, sino simplemente que a menudo se nos presenta un dilema trata de reunir la inspiración de las enseñanzas con lo que significan para nosotros sobre el terreno. Hay una tensión desconcertante entre nuestras aspiraciones y la realidad de la sensación de cansancio, hambre, estresada, miedo, aburrido, enojado, o lo que experimentamos en cada momento de nuestra vida.
Naropa, un yogui indio del siglo XI, un día encontró inesperadamente una vieja bruja en la calle. Al parecer, sabía que era uno de los más grandes eruditos budistas en la India y le preguntó si entendía las palabras del gran libro que tenía en la mano. Dijo que lo hizo, y ella se rió y bailó de alegría. Luego se le preguntó si entendía el significado de las enseñanzas de ese libro. Pensando para complacer a su aún más, de nuevo dijo que sí. En ese momento ella se enfureció, gritando a él que era un hipócrita y un mentiroso. Ese encuentro cambió la vida de Naropa. Él sabía que tenía su número; A decir verdad, él sólo entiende las palabras y no el profundo significado interno de todas las enseñanzas que podría argumentarse de manera tan brillante.
Aquí es donde nosotros también, en un grado u otro, nos encontramos. Podemos engañarnos por un tiempo que entendemos la meditación y las enseñanzas, pero en algún momento tenemos que hacerle frente. Nada de lo que hemos aprendido parece muy relevante cuando nuestra pareja nos deja, cuando nuestro hijo tiene una rabieta en el supermercado, cuando estamos insultados por nuestro colega.¿Cómo podemos trabajar con nuestro resentimiento cuando nuestro jefe entra en la habitación y le grita a nosotros? ¿Cómo conciliar que la frustración y la humillación con nuestro anhelo de ser abierta y compasiva y no hacer daño a nosotros mismos o a los demás? ¿Cómo nos mezclamos nuestra intención de estar alerta y suave en la meditación con la realidad que nos sentamos e inmediatamente quedamos dormidos? ¿Y cuando nos sentamos y pasamos todo el tiempo pensando en cómo anhelamos alguien o algo que vimos en el camino a la sala de meditación? O nos sentamos y retorcemos toda la mañana porque nos duelen las rodillas y la espalda duele y estamos aburridos y hartos? En lugar de calma, de vigilia, y sin ego, nos encontramos cada vez más nervioso, irritable y sólida.
Este es un lugar interesante para encontrarse a sí mismo. 
Para el practicante, este es un lugar muy importante.
Cuando Naropa, buscando el significado de las palabras, se puso a buscar un maestro, se encontró continuamente a sí mismo en esta posición de ser exprimido. Intelectualmente sabía todo acerca de la compasión, pero cuando se encontró con un perro sucio, infestado de piojos, él apartó la mirada. En la misma línea, sabía todo sobre el desapego y no juzgar, pero cuando su maestra le pidió que hiciera algo que él no aprobaba, se negó.
continuamente nos encontramos en ese apretón. Es un lugar donde buscamos alternativas a estar ahí.Es un lugar incómodo, embarazoso, y es a menudo el lugar donde la gente como nosotros se dan por vencidos. Nos gustó la meditación y las enseñanzas cuando se sintió inspirado y en contacto con nosotros mismos y en el camino correcto. Pero ¿qué pasa cuando empieza a sentirse como una carga, al igual que hicimos la elección equivocada y no es a la altura de nuestras expectativas en todos? Las personas a las que se va a reunir no son tan cuerdas. De hecho, ellos parecen bastante confusa. La forma en que opera el lugar no está a la altura. Incluso el maestro es cuestionable.
Este lugar del aterrizaje es el punto mismo en la meditación y en nuestras vidas en el que realmente se puede aprender algo. El punto en el que no somos capaces de tomarlo o dejarlo, donde estamos atrapados entre la espada y la pared, atrapado tanto con el upliftedness de nuestras ideas y la crudeza de lo que está sucediendo delante de nuestros ojos, que es de hecho una lugar muy fructífero.
Cuando se sienten afectados, hay una tendencia a que la mente se convierta pequeña. Nos sentimos miserables, como una víctima, como un caso patético, sin esperanza. Sin embargo, lo creas o no, en ese momento de la molestia o el desconcierto o la vergüenza, nuestra mente podría llegar a ser más grande.
En lugar de tomar lo que ocurrió como una declaración de debilidad personal o el poder de otra persona, en lugar de sentir que somos estúpidos o algún otro es poco amable, que pudimos dejar todas las quejas acerca de nosotros mismos y otros. Podríamos estar allí, sintiendo la guardia baja, sin saber qué hacer, simplemente pasando el rato allí con la energía cruda y tierna del momento. Este es el lugar en el que empezamos a aprender el significado de los conceptos y las palabras.
Estamos tan acostumbrados a la ejecución de la incomodidad, y estamos muy predecible. Si no nos gusta, el golpear a alguien o golpear a nosotros mismos. Queremos tener la seguridad y la certeza de algún tipo, cuando en realidad no tenemos base para soportar en absoluto.
La próxima vez que haya ningún motivo para estar de pie, no lo consideran un obstáculo. Consideramos que es un notable golpe de suerte. No tenemos motivo para estar de pie, y, al mismo tiempo que nos podríamos suavizar y nos inspiran. Finalmente, después de todos estos años, podríamos realmente crecer. 
Como dijo una vez Trungpa Rinpoche, el mejor mantra es "OM-crecer-svaha."
Se nos ha dado cambios todo el tiempo. Podemos o bien se aferran a la seguridad, o podemos dejar sentirnos expuestos, como si acabara de nacer, como si acabáramos de hecho estallar hacia fuera en el brillo de la vida y estaban completamente desnudos.
Tal vez eso suena demasiado incómodo o aterradora, pero por otro lado, es nuestra oportunidad de darse cuenta de que este mundo material todo es que hay, y lo pudimos ver con nuevos ojos y por fin despertar de nuestra antiguo sueño de ideas preconcebidas.
La verdad, dijo un antiguo maestro chino, no es ni esto ni como así. Es como un anhelo pero sobre un plato que quema de petróleo. Él no puede dejarlo, porque es demasiado deseable y que no puede lamerlo, porque es demasiado caliente.
Entonces, ¿cómo nos relacionamos con los que aprietan? De alguna manera, alguien finalmente tiene que animarnos a ser curioso acerca de este territorio desconocido y sobre la pregunta sin respuesta de lo que va a ocurrir a continuación.
El estado del ahora está disponible en ese momento de apretar. En ese momento incómodo, ambigua es nuestra propia mente de sabiduría. Allí mismo, en la incertidumbre del caos cotidiano es nuestra propia mente de sabiduría.
Necesitamos estímulo para experimentar y probar este tipo de cosas. Es muy atrevido, y tal vez sentimos que no estamos a la altura. Pero ese es el punto. Allí mismo, en que la sensación inadecuada, inquieta es nuestra mente de sabiduría. Simplemente podemos experimentar. 
No hay absolutamente nada que perder. Podríamos experimentar  no ser rechazado en todas partes por el bien y el mal y con aprender a relajarse con falta de fundamento.
Cuando era un niño, tenía un libro ilustrado llamado Vida de los Santos. Estaba llena de historias de hombres y mujeres que nunca habían tenido un pensamiento de ira o la media y que nunca había roto un plato. He encontrado el libro totalmente inútil como guía para saber cómo se suponía que los seres humanos para vivir una buena vida. Para mí, la vida de Milarepa, el gran yogui tibetano y poeta, es mucho más instructivo. Con los años, cuando leí y releí la historia de Milarepa, me encuentro recibir consejos de donde estoy atascado y parece que no puede seguir adelante.
Para empezar, Milarepa era un asesino, y como la mayoría de nosotros cuando lo sopla, que quería expiar sus errores. Y al igual que la mayoría de nosotros, en el proceso de búsqueda de la liberación, que con frecuencia cayó de bruces. Él mintió y robó para conseguir lo que quería, estaba tan deprimido que era suicida, y experimentó nostalgia por los viejos tiempos. Al igual que la mayoría de nosotros, que tenía una persona en su vida que continuamente lo puso a prueba y se sonó la cubierta santa. Incluso cuando casi todo el mundo lo consideraba como uno de los hombres sagrados del Tíbet, su vengativa vieja tía continuaron golpeándolo con palos y le llaman nombres, y él continuó a tener que averiguar qué hacer con ese tipo de compresión de humillante.
Uno puede estar agradecidos de que un largo linaje de maestros ha trabajado con la celebración de sus asientos con el gran apretón. Ellos fueron probados y fallaron y todavía mantienen la exploración de cómo sólo para alojarse allí, no buscando tierra firme. Se entrenaron y otra vez durante toda su vida no darse por vencido en sí mismos y no huir cuando el fondo se cayó de sus conceptos y sus nobles ideales.
A partir de su propia experiencia que han pasado a lo largo de nosotros el estímulo para no saltar sobre el gran apretón, pero al mirarlo tal como es, no sólo por el rabillo de un ojo. Nos mostraron cómo experimentar plenamente, no es tan bueno o malo, sino simplemente como incondicionada y ordinario.
A través de la práctica de la meditación, nos damos cuenta que no tenemos que ocultar la alegría y la apertura que está presente en todos los momentos de nuestra existencia. Podemos despertar a la bondad fundamental, nuestro derecho de nacimiento. Cuando somos capaces de hacer esto, ya no nos sentimos agobiados por la depresión, preocupación, o el resentimiento. La vida se siente amplio, como el cielo y el mar. Hay espacio para relajarse y respirar y nadar, nadar tan lejos que ya no tenemos el punto de referencia de la orilla.
¿Cómo podemos trabajar con un sentido de carga? ¿Cómo podemos aprender a relacionarse con lo que parece interponerse entre nosotros y la felicidad que merecemos? ¿Cómo podemos aprender a relajarse y conectar con la alegría fundamental?
Los tiempos son difíciles a nivel mundial; despertar ya no es un lujo o un ideal. Se está convirtiendo en crítico. No necesitamos añadir más depresión, más desánimo, ira o más de lo que ya está aquí. Se está convirtiendo en esencial que aprendamos cómo relacionarse sanamente con tiempos difíciles. La tierra parece estar suplicando a nosotros para conectar con alegría y descubrir nuestra esencia más íntima.Esta es la mejor manera en que podemos beneficiar a otros.
Hay tres métodos tradicionales para relacionar directamente con circunstancias difíciles como un camino del despertar y la alegría. El primer método que llamaremos no más lucha; la segunda, con el veneno como medicina; y la tercera, al ver lo que surge la sabiduría como ilustrado. Estas son tres técnicas para trabajar con el caos, las dificultades y los eventos no deseados en nuestras vidas diarias.
El primer método, no más lucha, se resume en el shamatha-vipashyana (visión-conciencia) instrucciones para la meditación. Cuando nos sentamos a meditar, lo que surge en nuestra mente que miramos directamente, lo llaman "pensamiento", y volver a la sencillez y la inmediatez de la respiración.Una y otra vez, volvemos a la conciencia prístina libre de conceptos. la práctica de la meditación es la forma en que dejar de luchar con nosotros mismos, cómo dejar de luchar con las circunstancias, las emociones o estados de ánimo. Esta instrucción básica es una herramienta que podemos utilizar para entrenar en nuestra práctica y en nuestras vidas. Lo que surge, podemos mirarlo con una actitud sin prejuicios.
Esta instrucción se aplica al trabajo con desagrado en sus múltiples formas. Cualquiera que sea o quien surge, tren y otra vez en mirarlo y verlo como lo que es sin llamarlo nombres, sin rocas hurling, sin evitar sus ojos. Que todas esas historias van. La esencia íntima de la mente es sin sesgo. surgen cosas y las cosas se disuelven siglos de los siglos. Esa es la forma como es.
Este es el método principal para trabajar con situaciones dolorosas-mundial dolor, el dolor interno, ningún dolor en absoluto. Podemos dejar de luchar con lo que ocurre y ver su verdadero rostro sin llamarlo el enemigo. Es útil recordar que nuestra práctica no se trata de llevar a cabo cualquier cosa, no se trata de ganar o perder, sino de dejar de luchar y relajante como es. Eso es lo que estamos haciendo cuando nos sentamos a meditar. Esa actitud se extiende en el resto de nuestras vidas.
Es como invitar a lo que nos asusta a introducirse y colgar alrededor por un tiempo. Como Milarepa cantó a los monstruos que encontró en su cueva, "Es maravilloso que los demonios llegaron hoy. Tiene que venir de nuevo mañana. De vez en cuando, hay que conversar. "Empezamos trabajando con los monstruos en nuestra mente. A continuación, desarrollamos la sabiduría y la compasión para comunicarse con cordura con las amenazas y los miedos de nuestra vida diaria.
El tibetano yoguini Machig Labdron fue quien entrenó sin miedo con este punto de vista. Dijo que en su tradición que no exorcizar demonios. Los trataron con compasión. El consejo se le dio por su profesor y se transmite a sus alumnos fue: "Acércate a lo que se encuentra repulsiva, ayudar a los que usted cree que no se puede evitar, e ir a los lugares que te asustan." Esto comienza cuando nos sentamos a meditar y no practicar luchando con nuestra propia mente.
El segundo método de trabajo con el caos está utilizando veneno como medicina. Podemos utilizar situaciones difíciles-veneno-como combustible para despertarse. En general, esta idea se presentó a nosotros con la práctica de la meditación tonglen de tomar en el dolor y el envío de energía positiva.
Cuando algo difícil surge-cualquier tipo de conflicto, cualquier noción de falta de mérito, cualquier cosa que se siente mal gusto, embarazosa o dolorosa, en lugar de tratar de deshacerse de él, lo respiramos. Los tres venenos son la pasión (esto incluye el deseo o la adicción ), la agresión y la ignorancia (que incluye la negación o la tendencia a cerrar y cerrar). Por lo general, creo que de estos venenos como algo malo, algo que debe evitarse. Pero esa no es la actitud aquí; en cambio, se convierten en semillas de la compasión y la apertura. Cuando surge el sufrimiento, la instrucción tonglen es dejar que la línea de la historia ir o al respirar, no sólo la ira, el resentimiento o la soledad que puede estar sintiendo, pero el dolor idéntica de otros que en este mismo momento también están sintiendo la rabia, la amargura , o aislamiento.
Que respiramos en para todo el mundo. Este veneno no es sólo nuestra desgracia personal, nuestra culpa, nuestra imperfección, nuestra vergüenza, que es parte de la condición humana. Es nuestro parentesco con todos los seres vivos, el material que necesitamos para entender lo que se siente al estar en los zapatos de otra persona. En lugar de empujar a la basura o en ejecución de ella, que inhalamos y conectamos con ella totalmente. Hacemos esto con el deseo de que todos podemos estar libres de sufrimiento. Luego exhalamos, el envío de una sensación de gran espacio, un sentido de la ventilación o la frescura. Hacemos esto con el deseo de que todos pudiéramos relajarse y experimentar la esencia más íntima de nuestra mente.
Se nos dice desde la infancia que algo está mal con nosotros, con el mundo, y con todo lo que viene junto: No es perfecto, tiene bordes ásperos, que tiene un sabor amargo, es demasiado alto, demasiado bajo, demasiado fuerte, demasiado Wishy -aguado. Cultivamos un sentido de tratar de hacer las cosas mejor porque algo está mal aquí, algo que es un error aquí, algo que es un problema aquí. El punto principal de estos métodos es disolver la lucha dualista, nuestra tendencia habitual de luchar contra lo que está sucediendo a nosotros o en nosotros. Estos métodos nos enseñan a moverse hacia las dificultades en vez de retroceder. No recibimos este tipo de aliento muy a menudo.
Todo lo que ocurre no sólo es útil y viable, pero en realidad es el camino mismo. Podemos utilizar todo lo que sucede a nosotros como los medios para despertar. Podemos utilizar todo lo que ocurre: ya sea de nuestras emociones y pensamientos conflictivos o nuestra apariencia externa situación que nos muestre dónde estamos dormidos y cómo podemos despertar completamente, totalmente, sin reservas.
Así que el segundo método es el uso de veneno como medicina, para utilizar situaciones difíciles para despertar nuestro interés genuino por otras personas que, sólo nos gusta, a menudo se encuentran en el dolor. Como dice un lojong lema, "Cuando el mundo está lleno de mal, todos los contratiempos, todas las dificultades, deben transformarse en el camino de la iluminación." Esa es la idea engendrada aquí.
El tercer método para trabajar con el caos es considerar todo lo que surge como la manifestación de la energía despertado. Podemos considerarnos como ya despierto; podemos considerar nuestro mundo como ya sagrado.
Tradicionalmente la imagen utilizada para cualquier cosa que surja en relación con que la energía misma de la sabiduría es el osario. En el Tíbet los cementerios eran lo que llamamos los cementerios, pero no eran tan bonita como nuestros cementerios. Los cuerpos no estaban bajo un bonito césped suave con pequeñas piedras blancas talladas con los ángeles y palabras bonitas. En el Tíbet se congeló el suelo, por lo que los cuerpos fueron cortados después de personas murieron y llevados a los cementerios, donde los buitres se comen. Estoy seguro que los cementerios no olía muy bien y eran alarmantes para ver. Había globos oculares y el pelo y los huesos y otras partes del cuerpo por todo el lugar. En un libro sobre el Tíbet, vi una fotografía en la que las personas estaban trayendo un cuerpo para el osario. Había un círculo de buitres que parecía ser aproximadamente del tamaño de dos años de edad, los niños en todo allí sentado esperando a que este cuerpo para llegar.
Tal vez lo más parecido a un osario en nuestro mundo no es un cementerio, pero una sala de emergencias de un hospital. Eso podría ser la imagen de nuestra base de trabajo, que se basa en algo de honestidad sobre cómo funciona el reino de los humanos. Huele, que sangra, que está lleno de imprevisibilidad, pero al mismo tiempo, es auto-radiante sabiduría, buena comida, lo que nos alimenta, lo que es beneficioso y pura.
En cuanto a lo que se presenta en forma de energía despertado revierte nuestra patrón habitual fundamental de tratar de evitar el conflicto, tratando de hacernos mejores que nosotros, tratando de suavizar las cosas y bastante hacia arriba, tratando de demostrar que el dolor es un error y no existiría en nuestro vive aunque sólo hicimos todas las cosas correctas. Este punto de vista resulta que el patrón particular, completamente alrededor, que nos anima a ser interesado en ver el osario de nuestras vidas como la base de trabajo para alcanzar la iluminación.
A menudo, en nuestra vida diaria nos entra el pánico. Nos sentimos palpitaciones del corazón y rumores de estómago debido a que estamos discutiendo con alguien o porque teníamos un hermoso plan y no está funcionando. ¿Cómo entramos en esos dramas? ¿Cómo podemos hacer frente a esos demonios, que son básicamente nuestras esperanzas y temores? ¿Cómo podemos dejar de luchar contra nosotros mismos? Machig Labdron informa que vamos a lugares que nos asustan. Pero cómo hacemos eso?
Estamos tratando de aprender a no dividirnos entre nuestro "lado bueno" y nuestro "lado malo", entre nuestro "lado puro" y nuestro "lado impuro." La lucha elemental es con nuestra sensación de estar mal, con nuestra culpa y la vergüenza de lo que somos. Eso es lo que tenemos de hacer amistad. El punto es que podemos disolver el sentido de la dualidad entre nosotros y ellos, entre este y que, entre aquí y allá, moviéndose hacia lo que encontramos difícil y queremos apartarlo.
En términos de la experiencia cotidiana, estos métodos nos animan a no sentir vergüenza por nosotros mismos. No hay nada de qué avergonzarse. Es como la cocina étnica. Podríamos estar orgullosos de mostrar nuestras bolas de matzá judía, nuestra curry de la India, nuestros chitlins afroamericanos, nuestra hamburguesa y papas fritas media estadounidense. Hay un montón de cosas jugosas podríamos estar orgullosos. El caos es parte de nuestra tierra natal. En lugar de buscar algo más alto o más puro, trabajar con ella tal como es.
El mundo que nos encontramos, la persona que pensamos que somos, éstas son nuestras bases de trabajo. Este osario llamado vida es la manifestación de la sabiduría. Esta sabiduría es la base de la libertad y también la base de la confusión. En cada momento del tiempo, hacemos una elección. ¿Qué manera vamos? ¿Cómo nos relacionamos con la materia prima de nuestra existencia?
Estos tres métodos muy prácticos para trabajar con el caos: hay lucha, veneno como medicina, y en relación con todo lo que surge como la manifestación de la sabiduría. En primer lugar, podemos entrenar en dejar que la historia líneas van. Reducir la velocidad lo suficiente como para simplemente estar presente, dejar de lado la multitud de juicios y esquemas, y dejar de luchar.
En segundo lugar, podemos utilizar todos los días de nuestras vidas para tener una actitud diferente hacia el sufrimiento. En lugar de empujar a la basura, podemos respirar adentro con el deseo de que todo el mundo podría dejar de sufrir, con el deseo de que la gente de todo el mundo podrían experimentar la alegría en sus corazones. Podríamos transformar el dolor en alegría.
En tercer lugar, podemos reconocer que el sufrimiento existe, existe la oscuridad. El caos en el aquí y el caos que hay es la energía básica, la obra de la sabiduría. Si consideramos que nuestra situación como el cielo o el infierno depende de nuestra percepción.
Por último, no podríamos simplemente relajarse y aligerar? Cuando nos despertamos por la mañana, podemos dedicar nuestro tiempo a aprender cómo hacer esto. Podemos cultivar un sentido del humor y la práctica de darnos un descanso. Cada vez que nos sentamos a meditar, podemos pensar en ella como la capacitación para iluminar, tener un sentido del humor, para relajarse. Como dijo un estudiante, "bajar el listón y relajarse como es."
  1. No más lucha: "Lo que surge, entrenar y otra vez en verla como lo que es. La esencia íntima de la mente es sin sesgo. surgen cosas y las cosas se disuelven siglos de los siglos. Pase lo que pase, podemos mirarlo con una actitud sin prejuicios. Este es el método principal para trabajar con situaciones dolorosas ".
  2. El uso de veneno como medicina: "Cuando surge el sufrimiento, la respiramos en para todo el mundo. Este veneno no es sólo nuestra desgracia personal. Es nuestro parentesco con todos los seres vivos, la semilla de la compasión y la apertura. En lugar de empujar a la basura o en ejecución de ella, que inhalamos y conectamos con ella totalmente. Hacemos esto con el deseo de que todos podemos estar libres de sufrimiento ".
  3. En cuanto a lo que surge como energía despertado: "Esto invierte nuestro patrón habitual de tratar de evitar el conflicto, tratando de suavizar las cosas, tratando de demostrar que el dolor es un error que no existiría en nuestras vidas aunque sólo hicimos las cosas bien. Este punto de vista nos anima a mirar en el osario de nuestras vidas como la base de trabajo para alcanzar la iluminación ".
Este artículo es un extracto de "Cuando todo se derrumba. Consejos de corazón para tiempos difíciles" © 1997 por Pema Chodron. Reproducido por acuerdo con Shambhala Publications.
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/
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