Tienes que entender, hijo, la alegría no es una meta, no es un sentimiento, ni siquiera es lo contrario a la desesperación. La alegría es estar dispuesto a recibir a la desesperación como si fuese un recién nacido, es estar dispuesto a respirar en ella, a hacerle un lugar en tu inmenso corazón.
La alegría es el contenedor, nunca el contenido. La alegría es este sentido primordial de estar vivo, de ser indestructible, de estar alineado con el Universo. La alegría es inmutable, inamovible, está mucho más cerca que tu próximo aliento.
La alegría no puede ser robada, la alegría no puede ser adquirida. La alegría recibiría todas las penas, frustraciones, miedos y sueños rotos en su corazón.
La alegría estaba ahí cuando diste tu primer paso, cuando caíste al suelo, y lloraste, y cuando te levantaste de nuevo, listo.
La alegría es como el cielo.
La alegría no tiene opuesto.
La alegría eres tú, desnudo, y hermoso en tu soledad.
No busques alegría;
sólo recuerda
que estás
vivo.
- Jeff Foster