martes, 17 de marzo de 2015

ESCRITO II CONOCIMIENTO.- EL SANTO GRIAL



ESCRITO II CONOCIMIENTO.- EL SANTO GRIAL
Alcanzamos Madaba, cerca de Ammán, ya anochecido. A la
mañana siguiente Jeshua nos ofreció, con su característica sonrisa,
unos billetes de avión.
—No hagáis preguntas —nos dijo—, si los aceptáis son
vuestros.
Nos miramos y asentimos. Meryem los tomó y vio su destino:
Paris. Me los pasó, me fijé en la fecha y horario y la salida era…
¡en dos horas!
No nos quedaba mucho tiempo.
—No os preocupéis —nos recalcó—, ya está todo solucionado,
un taxi os espera en la puerta del hotel.
En cuestión de segundos recogimos las pocas pertenencias que
poseíamos. Nos despedimos de Jeshua con un fuerte abrazo y el
corazón acelerado con un… ¡Hasta pronto!
En pocos minutos embarcamos en un avión de las Aerolíneas
Jordanas…
A la llegada al aeropuerto de Orly un hombre, junto a la salida
de pasajeros, destacaba con un cartel con nuestros nombres. Nada
nos indicó Jeshua sobre él. Nos aproximamos y él al vernos nos
saludó, parecía reconocernos.
—Quizás Jeshua le dio nuestra descripción, ―me comentó
Meryem.
—Posiblemente —le contesté.

—¡Hola! —nos saludó—, Jeshua me pidió que os recogiera en el
aeropuerto y os entregara un sobre. ¡Tomad!
No nos dijo su nombre. Vestía con un traje negro impecable, en
la solapa destacaba una insignia con una rosa roja. Todo en él
era… intachable.
Nos acompañó hasta el aparcamiento proporcionándonos las
llaves de un coche.
—Abrid el sobre y sabréis hacia donde os dirigiréis —nos dijo el
enigmático anfitrión.
Sin más se despidió.
Le agradecimos lo que hacía por nosotros e inmediatamente nos
introdujimos en el vehículo.
Unos segundos de silencio y un sobre que encerraba nuestro
próximo destino nos quemaba en las manos. Así pues, sin dudar
más Meryem le abrió, dentro un mapa y un nombre: Rennes-le-
Château.
Nos esperaba una larga jornada en carretera hasta alcanzar el
sudeste francés.
Llegamos a Carcassonne al atardecer. Paseamos por sus viejas
murallas llenas de historia, una triste historia que algunos desean
que permanezca en el olvido. Y sin embargo, anclada en el
subconsciente resurge una vez más para cerrar viejas heridas que
no acaban de cicatrizar.
Recordaba la historia vivida en estas tierras tiempo atrás…
Los cátaros no aceptaban la autoridad de reyes, obispos, ni del
Papa. Vivían en la austeridad y entregados por completo con sus
semejantes rechazando los bienes materiales, se ganaban el pan
con su sudor al contrario de los sacerdotes católicos de la época.
Para ellos, hombres y mujeres eran iguales en todo. Todo un
peligro para un cristianismo venido de Roma que esclavizaba a
los pueblos y discriminaba cuando no negaba a la mujer.
Rechazaban la violencia, y en una Europa hastiada de ésta y del
autoritarismo sus adeptos fueron creciendo convirtiéndose en un
peligro real para el “orden” establecido.

El enfrentamiento con la iglesia de la época debido a las
profundas diferencias entre ella y los cátaros hizo que estos
últimos fueran exterminados, masacrados, en nombre de un
cristianismo que nada tenía que ver con el mensaje de Jesús de
Amor y Verdad y sí mucho con el poder terrenal…
Amanecía en Carcassonne, la primavera se sentía en todo su
esplendor y el nuevo día prometía ser cuanto menos singular.
Salimos hacia Rennes-le-Château temprano, poco más de media
hora de carretera y la colina en que se asienta este pequeño pueblo
se abría ante nosotros. Un enclave privilegiado para contemplar
un hermoso panorama con las altas montañas pirenaicas al Sur.
Llegamos a la cumbre del monte y paseamos por sus calles
llegando a la iglesia consagrada a María Magdalena que tanta
controversia genera hoy en día. Pero mejor que las leyendas…
impregnarnos del lugar. Después de observarla con detenimiento
nos sentamos en un banco, pues el silencio que reinaba nos
invitaba al recogimiento.

Una suave música comenzamos a percibir. Meryem y yo, de
pronto, nos encontramos en un lugar diferente y atemporal. Ante
nosotros una potente luz que nos deslumbraba sin dañar se fue
acercando hasta cubrirnos por completo y una Voz nos habló:
«Yo soy la Luz y vosotros el Cáliz.
Estoy en vosotros como vosotros estáis en Mí. Somos un solo
Ser, como fue, es y será por la eternidad.
La Sangre Real es hoy la Luz que ilumina los corazones y las
mentes de quienes buscan la Verdad.
Mi linaje se perpetua en aquellos que aman y mi Luz os guiará
en todos los pasos que deis. Nada debéis de temer pues la
oscuridad nada es, su realidad sólo vive en las almas cubiertas con
corazas, las cuales están cayendo por momentos y quedando
desnudas ante sí mismas.
Estoy en cada uno y todos los seres. Escuchaos y me oiréis.

Amo por igual a ricos y pobres; a los que me adoran y me
niegan; a quienes me conocen y repudian; a quienes me aman y
me odian.
Poco a poco me encontraréis en vuestro interior, pues no hay
uno solo de vosotros que no anhele la liberación y cuando llame a
mi puerta se dará cuenta que siempre estuvo abierta para él.
Mi Hijo pródigo volverá a su Hogar cuando así lo desee. Cuando
comprenda que el mundo ilusorio ya no le satisfaga sus deseos,
entonces las palabras: “Yo Soy la Verdad, el Camino y la Vida”
resonaran en su mente y en su corazón. Un hermano suyo guiará
sus primeros pasos como el padre guía las de su pequeño hijo para después dejarle que él elija su camino: senda de iluminación y liberación.
Y mi Luz les colmará como hoy es una realidad en vosotros.
Y recordad siempre que el Amor consiste en DAR, pues sólo el
que da puede recibir. Dad, compartid mi Luz y ésta se
multiplicará y entonces conoceréis. Y aquello que pidiereis de
corazón, lo recibiréis.

Así, este mundo se elevará a sí mismo cuando la rosa esté a
punto de abrirse. Seguid regándola y dándole vuestra Luz,
entonces la trasplantaré a mi jardín y a vosotros con ella. Aún hay
tiempo.»
La Luz no se fue de nosotros, se hizo una con nosotros. Nos
miramos y comprendimos el misterio del Santo Grial, el Cáliz
Sagrado.
El Grial buscado desde hace siglos. ¡Cuántos lo buscan y que
pocos lo encuentran!
La Voz enmudeció y nos encontramos otra vez sentados. La
iglesia se había llenado de feligreses y curiosos, cada uno
buscando posiblemente su propio camino de regreso al Hogar.
Salimos y contemplamos en la lejanía cómo las nieves perpetuas
cubrían las más altas montañas reflejando el Sol de la mañana.

EL ANCIANO JUAN

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...