lunes, 23 de marzo de 2015

EL CAMINO UNILATERAL



EL CAMINO UNILATERAL
(Llave de Oro / Siete Portales.)

Paz, esperanza y amor sobre todos los seres.
En la grandiosidad del silencio es donde resuena el concierto de
las almas entregadas a la Divinidad y vuestros amigos del mundo
espiritual recogen vuestro pensamiento y sentimiento para formar la bóveda psíquica que os protegerá.
Os haré el relato sobre el dolor que sufrieron otros, antes que
vosotros, para realizar una obra como ésta.
Después de la muerte violenta de su Maestro, el discípulo que lo
amaba, precipitadamente reunió en una maleta los escritos que tenía,recogió el manto de su Maestro y huyó en el primer barco. Dakthylos iba con aquellos escritos que formaban el archivo del Gran Antulio de la prehistoria y fue en Ática donde desembarcó sin más compañía que su maleta y el manto. Sin saber qué camino tomar, se internó por un vericueto de la montaña donde escondió su tesoro.
Era Dakthylos el discípulo que había sido su secretario íntimo y
que siempre preguntaba: “Señor, ¿qué quieres de mí?”. De pronto,
escuchó el llanto de un niño detrás de una maleza y dirigiéndose hacia ella encontró un niño harapiento y hambriento que lloraba desesperadamente.
Supo por él que era hijo de esclavos y que había otros refugiados
en las cavernas de la montaña. Fue reuniéndolos y se encontró con cinco niños más o menos de igual procedencia, aunque no todos eran hijos de esclavos. Y Dakthylos pensó: “Todos estos niños abandonados es la respuesta que me da el Maestro”.
Ese fue el origen de los Dakthylos del Ática prehistórica, origen
de la Grecia actual ya en decadencia; de la Grecia que dio ejemplo al mundo entero en la ciencia y en las artes.
Os he narrado este relato para que veáis cómo comenzaron las
grandes obras de Dios.
A diferencia de Dakthylos, vosotros sabéis qué es lo que de vosotros se espera. Todos sentís una fuerza oculta que os impulsa y dice: la obra se cimienta sobre los seres, como sobre columnas fuertes y firmes.
No tenéis otra brújula que el amor al Cristo. Yo os aseguro que es
una brújula que no os hará naufragar.
Yo os dicté los Siete Portales. El primero, el del amor fraternal,
ya lo tenéis realizado. El segundo portal es el de la castidad, o sea, el dominio del espíritu sobre la materia.
No es a fuerza de maceraciones que lo realizaréis. La materia
dada por Dios es como un auxiliar del espíritu. No se la domina por brutalidades, se la domina con la grandeza del espíritu, con la inteligencia puesta al servicio de la obra de Dios. Pero nada de ayunos, ni maceraciones que puedan perjudicarla.
Es la oración, la meditación, el huir de sitios y lugares donde los
sentimientos se excitan, el huir de las lecturas perniciosas, eróticas,que enardecen al espíritu llevándolo a desear lo que está prohibido.
Es por la lectura seria y buenas compañías las que le ayudan a llegar a Dios.
Éstos son los medios que se han de tomar para dominar la materia.
No queráis suponer aquí que la Ley Divina sea como lo dicen
las iglesias. La materia, en determinados seres, necesita realizar sus funciones.
Tened en cuenta para juzgar vuestra conducta “no hagas a tu her-
mano lo que no quieres que se haga contigo”, y así en este asunto del que debo hablar veladamente, tened por norma esta frase.
Los que seguimos el camino espiritual de la vida contemplativa,
en escuelas destinadas al cultivo interno del alma, hemos comprendido que nuestro camino es unilateral, como lo llevó el Cristo, desde el comienzo hasta el fin: la fraternidad universal, el amor fraterno por sobre todo las cosas; ese fue el camino del Maestro.
Algunos hacen de los signos del zodíaco la guía de sus fuerzas
espirituales, que toman relacionadas con la humanidad, y están equivocados. Si se preguntaran: ¿Quién soy? ¿Para qué he venido a este mundo?, estarían más acertados.
¿Qué tienen que ver los signos del zodíaco con el cultivo interno
de las almas? Lo mismo sucede con el plenilunio, que tiene influencia sobre la materia pero no sobre el espíritu. Estos conceptos erróneos están desviando casi todas las escuelas, grandes o pequeñas.
Debéis seguir el camino unilateral, para dar lugar a que se cumpla
en vosotros la promesa divina: “Si os amáis los unos a los otros como yo os amo, mi Padre y Yo vendremos a vuestro corazón y haremos en él nuestra morada”.
Ésta es la fuerza que ciertos espíritus han adquirido mediante su
entrega a la Divinidad para acallar los gritos de la materia y también para ayudar a los demás. Por ese camino debéis caminar vosotros.
Nosotros seguimos el camino unilateral en esta Tierra, que va a
ser habitada por seres que ya comprenden la Ley del Amor.
Tened en cuenta que el alma es débil mientras está en la materia.
En la oración buscaréis el conocimiento de vosotros mismos y daréis cumplimiento al segundo portal. En esto quiero que tengáis toda tranquilidad. A las faltas por debilidad en la materia, la Ley Divina no las tiene en cuenta, sólo las tiene en cuenta la propia alma porque ve que retarda el desposorio con la Divinidad y la adquisición de poderes para anular enfermedades, anular las pestes de las plantas, etcétera.
Que mis palabras puedan daros la fe y la confianza de que realizáis una obra de Dios. La realizaréis por el amor al prójimo y el cultivo de vuestro huerto interior.
Hasta siempre.

Llave de Oro/Siete Portales/Los Maestros/
Josefa Rosalía Luque Álvarez
http://universo-espiritual.ning.com/

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