sábado, 16 de mayo de 2015

ERES IMPARABLE AHORA



Publicado por Julieta Herrera en Universo Espiritual Comunidad.
http://universo-espiritual.ning.com/
El amor no se supone que deba sentirse siempre 'seguro.' Una supernova no siempre se siente 'segura.' El amor no es el producto engañoso que nos presenta la televisión o las películas. El amor no es una tarjeta del día de San Valentín, ni todas esas caras sonrientes y promesas que no somos capaces de mantener todo el tiempo.
El amor es un horno, es destrucción, y es implacable. Consumirá todo a su paso. Sin ser sentimental, reduce a cenizas lo irreal, la pretensión, las mentiras, las verdades a medias, todo lo que no sea inmediato, lo que no esté vivo, todo lo que no sea de primera mano, lo que no sea palpable. El amor aplasta todo concepto externo de amor, los cuentos de hadas que tanto deseábamos creer. Al amor no le interesan nuestras esperanzas, fantasías, planes. Todos es combustible. Todo es aprovechado.
La inmensidad del amor no puede reducirse a un sistema nervioso excitado, a mariposas en el estómago, a besos robados y a la alegría de estar juntos. El amor también abriga en su antiguo corazón el furioso sentido de soledad, el corazón desgarrado incapaz de ser reparado; este amor acoge a quien se siente abandonado, perdido, nunca tomado en cuenta. El amor es capaz de aceptar el pánico más crudo en sus entrañas, una ola de horror en medio de la noche cuando los niños están durmiendo, el tedio más profundo apareciendo de la nada. El amor es incertidumbre también. Amor es sentirte tan inseguro como cuando fuiste arrojado por vez primera a este mundo incontrolable, cuando te arrancaron la seguridad del útero, completamente exhausto, pero respirando por tu cuenta, por primera vez, victorioso.
Olvida tus fantasías acerca del amor, amigo. El amor vendrá por ti allí en la cruz. Bajo el árbol de Bodhi. En las sucias calles de Calcuta. En la prisión que dicen nunca dejarás. En la mesa de operaciones. En los campos de la muerte. El amor no puede ser destruido, sin embargo destruye los sueños de la mente. El amor no se puede perder, no se puede quitar, sin embargo, también permite la pérdida, sobrevive a todo lo que no es tú. El amor no es un sentimiento porque los sentimientos vienen y van, y el amor no, si no, no sería amor.
Y aún así, esto no es verdad. Porque el amor también tomaría la forma de todo lo que no es amor; su ingeniosa invitación. Incluso lo condicional es un movimiento de lo incondicional, porque aquí nada es rechazado, incluyendo el rechazo.
¿Sabes qué tan inmenso es tu corazón? ¿Cómo tu corazón se formó con todos esos otros corazones en un punto de fuerza alucinante en el núcleo de una estrella agónica? ¿Cómo tu corazón está hecho de la misma materia que mi corazón, el corazón de cada ser vivo? El del dinosaurio, el molusco, la ballena, las criaturas de la oscuridad que se arrastran en las profundidades del océano. El del santo y el pecador. Cómo es que se trata realmente del mismo corazón, palpitando, el latido de un universo, expansión, contracción, ganancia, pérdida, nacimiento, muerte, renacimiento, un ciclo tan antiguo como la vida misma, reinventándose a sí mismo en cada momento. ¿Conoces un amor tan grande capaz de extenderse a sí mismo como un cosmos entero, ardiendo, ardiendo, muriendo por sí mismo, devorándose a sí mismo, persiguiéndose a sí mismo, buscándose a sí mismo, lanzando señales, arrastrándose, destruyendo todo lo que no es, y sin embargo creando eso también, y deleitándose en esa creación? ¿Un amor absolutamente destructivo, infinitamente creativo al que puedes sentir latiendo en ti cada momento? ¿Un amor que no te permite que te conformes con menos?
La abuela desapareció en él. Todos lo hicieron. Los miles de millones que estuvieron antes. Aquellos que ya se fueron. Aquellos que intentaste olvidar. Todos han vuelto a tu corazón, nutriéndote.
Tu corazón se desborda; tu camino es claro; eres imparable ahora.
- Jeff Foster

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