Estás a punto de descubrir el Amor incondicional en tu vida si has puesto en práctica todo lo que es esencial a los ojos de tu corazón. Estás a punto de recrearte pues en la inmensidad de tu Ser si has alcanzado la mirada clave. Estás a punto en verdad de anunciarte tu reino que no es de este mundo. Y todo, porque hay un todo superior que Eres Tú. Porque sin ningún por qué has encajado que no existe un antes en espera de un después.
Ni un quiero lo que no me daré.
Estas abriendo las manos de tu Ser entre lo que es y no es.
Has abierto la hamaca entre dos árboles y te has tumbado sin finanzas por saber que te acompaña la vida. Por saber que en tu proceso, subes y bajas para concretar que el enfado no eres Tú. Y por fin, sin dolor físico, te has despreocupado del confort y del enfoque enfermizo, aclarando, liberando miedos y sabiendo cuidar a quien te cuida que no es otro más que tú, más que yo, más que todos, más que Uno. Así, has visto las nubes disponibles para que deje de resistirse la persistencia, que ya no puedes elegir entre vivir o sobrevivir con la carta de ternura que te ha quedado entre las manos y la vitalidad que hace el arqueo de caja, dando formato, creando vida, siempre creando las piedras básicas en el silencio que es sólo para atrevidos. Y así visto, como si estuvieran a punto de cerrar el cine, en tu nueva cartelera... presentas lo que creas en dos partes para recordar que no hay dualidad cuando llamas al otro igual que a ti mismo/a, con o sin tabla cuántica de sanación, con mantenimiento o sin él para dar un paso más en tu gráfico de sanación. Atrás quedan las mentiras inconscientes, el ver a Dios como religioso y por tanto humano, las preocupaciones... para convertirte en una luz sin sombras, un por adentro todo es siempre para que sólo quedes Tú.
Este párrafo anterior (en donde se encuentran todos los títulos de este libro excepto el último) era para decirte que ya leíste todos los títulos de tu vida sin necesidad de dar prioridad a este libro. Porque este libro no es nada sin ti, sólo muestra un camino que alguien recorrió, un no hay nada repetido, ni un copo de nieve puede ser igual a otro. Así Eres Tú, único e irrepetible para dar paso a Todo lo que Es cuando la ausencia de miedo hace gala por el centro. Un estoy dentro de ti (principio) y un estás dentro de mi (principio). Por el centro de ti mismo/a estás en el centro de todo. Cuando la muerte inventada vuela a ningún lugar para desaparecer y toda sombra no pueda levantar la mano para seguirle el juego a la ilusión. Queremos poner por ello como broche final a este libro algo que siempre va mas allá sin saber cómo lo vamos a hacer. Tal vez porque no hay nada que hacer. Tal vez porque el libro necesitaba de ti para nacer o renacer el Ser que se perdió sin saberlo. Llega la verdadera resurrección que nunca entendimos y los árboles se agitan con el viento de tu magia. Todo fue un teatro, por supuesto, sin supuestos, sin mascaras y con todas ellas. Así te hemos amado siempre, y lo único, lo único que hacía la diferencia, es que no lo sabíamos. Pedimos por ello disculpas muy sentidas, por no haber sabido amarte antes, cuando nosotros pretendíamos a la ilusión. Entre un antes y un después, sólo quedas Tú, ahora. Es ahora la palabra sin palabras para verte entrar desnudo de otros trajes.
Este párrafo anterior (en donde se encuentran todos los títulos de este libro excepto el último) era para decirte que ya leíste todos los títulos de tu vida sin necesidad de dar prioridad a este libro. Porque este libro no es nada sin ti, sólo muestra un camino que alguien recorrió, un no hay nada repetido, ni un copo de nieve puede ser igual a otro. Así Eres Tú, único e irrepetible para dar paso a Todo lo que Es cuando la ausencia de miedo hace gala por el centro. Un estoy dentro de ti (principio) y un estás dentro de mi (principio). Por el centro de ti mismo/a estás en el centro de todo. Cuando la muerte inventada vuela a ningún lugar para desaparecer y toda sombra no pueda levantar la mano para seguirle el juego a la ilusión. Queremos poner por ello como broche final a este libro algo que siempre va mas allá sin saber cómo lo vamos a hacer. Tal vez porque no hay nada que hacer. Tal vez porque el libro necesitaba de ti para nacer o renacer el Ser que se perdió sin saberlo. Llega la verdadera resurrección que nunca entendimos y los árboles se agitan con el viento de tu magia. Todo fue un teatro, por supuesto, sin supuestos, sin mascaras y con todas ellas. Así te hemos amado siempre, y lo único, lo único que hacía la diferencia, es que no lo sabíamos. Pedimos por ello disculpas muy sentidas, por no haber sabido amarte antes, cuando nosotros pretendíamos a la ilusión. Entre un antes y un después, sólo quedas Tú, ahora. Es ahora la palabra sin palabras para verte entrar desnudo de otros trajes.
Los que han seguido este libro se han seguido a sí mismos/as. Nada está antes ni después. Ni el libro por corresponder a otras experiencias ajenas a ti, ni Tú recogiendo aquello que te resuena. Es por esto que siempre nos mantuvimos en algo que va más allá de una idea, me refiero a la experiencia de querer que no me creas. Porque si me crees a mi o al libro, caes en la distorsión de engancharte a otra cosa más, y no caes en ti. Y lo que queremos, si queremos algo, es que te quedes en ti y sólo en ti. Así, nada es primero ni último y todo respeta a todo. Esta es la magia real de la vida, la que siempre nos sigue sin ningún seguimiento privado, sino un estar por Ser. De esta manera, cuando decimos que sólo quedas Tú, ya sabes que nos referimos a tu recuerdo completo de ti. Y no puedes vivir de otra forma para vivir de verdad. Y tú sabes lo que decimos. Y entre éstas, tus palabras que resuenan en ti y que no quisieran presentarse como eso sólo, como palabras, está la única petición que sí te hacemos y de la que queremos seguir hablando desde la última página hasta la primera. Seguimos rompiendo esquemas sin proponérnoslo, con tu ayuda. Con un único fin nada perseguido: que seas feliz. Esta es nuestra propuesta.
La Verdad en la Vida no importa ahora, sólo importas Tú. Esa es la Verdad. Por esto mismo decimos que no importa el sentido que se le esté dando a cualquier aspecto que sea cierto o a cualquier parte de este escrito. Cuando ya has encajado de qué Tú hablamos, de quién es el verdadero Tú al que nos referimos, es cuando se puede comprender lo que quiero decir. Y te lo puedo decir de muchas formas para siempre hablar de lo mismo, para siempre “llevarte” a ti, a aquello que Eres por naturaleza invariable. Entonces, es al final de todos los finales que puedas imaginar, que siempre estás al principio. Tú, Eres, el principio de todas las cosas. Nada en todo el universo (y no nos quedamos en el universo material, en la piel del universo, sino en el profundo también) se puede mover sin ti. Esto es lo que queremos decir cuando afirmamos que Tú Eres el principio de todas las cosas. Es esto otra forma de decirte que cuando uno toma conciencia de uno mismo, toda ilusión queda atrás y empieza la verdadera responsabilidad basada en la felicidad. Y llegado hasta aquí, sabes que no desechamos nada. La única diferencia entre la ilusión y lo que harás, es que serás consciente de ella para vivir de verdad. El plan sin plan es elevado. Pues eso y siempre más Eres Tú. De la misma manera has encajado que no puedes ni podrás vivir por otro, ya que en lo profundo no existe eso de otro, y también encajaste que Quien Realmente Eres no es la superficie. Es la profundidad, Tú, quien puede manejar toda superficie sin ser ella. No podemos seguir manejando términos, sin antes reconocer que las palabras, ni alcanzan ni jamás alcanzaran lo que queremos transmitirte. Y si en tu caso, recuperaste mucho recuerdo de ti mismo/a, también tienes ese conocimiento. Que se acaban las palabras muchas veces para que aparezca el silencio del Amor que Eres.
TODO ERES TÚ
Nuestro abrazo.
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