viernes, 29 de abril de 2016

El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)


REDUCIR EL ESTRÉS Y LA ENFERMEDAD FÍSICA
CAPITULO XIV (Tercer Escrito)



Técnica de Prueba Kinesiológica. 
El sujeto está de pie con un brazo extendido hacia un lado y levantado a la altura del hombro. La segunda persona actúa como probador. Usando dos dedos, el probador presiona hacia abajo rápidamente durante unos segundos la parte posterior de la muñeca del probador para lograr sentir la fortaleza del músculo. Al mismo tiempo que el probador presiona hacia abajo, le pide al sujeto de prueba que resista con toda sus fuerzas. 
Es importante que al hacer esto el probador no sonría al sujeto, y no deberían haber conversaciones o música en ese momento. Lo mejor es ver al sujeto de la prueba como un objeto neutro, como una pared en blanco o cerrar los ojos. 
Después de varios intentos, el probador conseguirá sentir la fortaleza de los músculos del sujeto. Para una demostración, basta con que el sujeto piensa en una situación emocionalmente desagradable o retenga en la mente a una persona desagradable. 
Mientras el sujeto retiene ese pensamiento desagradable en la mente, el probador presiona hacia abajo de nuevo unos segundos para poner a prueba la fortaleza del brazo del sujeto, que se encuentra extendido en sentido horizontal. 
Al mismo tiempo, el sujeto de la prueba de nuevo resiste con toda su fuerza. Se observará dramáticamente que hay un repentino e importante debilitamiento del músculo deltoides que, con la prueba, indicará una pérdida de alrededor del 50% de la fuerza muscular. 
Ahora que el sujeto piense en alguien que ama y que vuelva a probar. 
Al instante se fortalecerá. Este es un fenómeno dramático y de gran valor a experimentar y presenciar. La prueba puede ser repetida con diferentes objetos negativos mantenidos en la otra mano del sujeto, en su boca, o colocado en la coronilla de su cabeza o en el plexo solar. 
Para ello, el sujeto ha de buscar una luz fluorescente o un anuncio de televisión en el momento de la prueba, o probar la diferencia entre el efecto de la música clásica frente al heavy metal o la música rap; el pan hecho en casa frente al pan hecho por máquinas; el azúcar frente a la miel; las fibras sintéticas frente al algodón, la lana o la seda; la comida basura frente a la comida sana y orgánica; la vitamina C sintética frente a la vitamina C orgánica. 
Se pueden hacer pruebas adicionales a las reacciones individuales a los refrescos de dieta, los cigarrillos, los jabones, la comida favorita, y otros objetos con los que entremos en contacto frecuente. 
A medida que varios objetos y los efectos de los pensamientos y sentimientos sean probados, pronto se hace evidente que todo en el universo tiene una vibración y que la vibración tiene un efecto de fortalecimiento o debilitamiento. 
Por ejemplo, para demostrar el efecto de debilitante de un alimento con energía negativa como los edulcorantes artificiales, no es necesario colocar el alimento en la boca. Tendremos el mismo efecto de debilitamiento si lo colocamos con la otra mano en la parte superior de la cabeza. 
Cuando una persona utiliza el mecanismo de la entrega y deja un sentimiento negativo, la prueba muscular que hemos descrito cambiará de débil a fuerte. 
A medida que los pensamientos negativos o sistemas de creencias sean entregados, ya no tienen el poder de agotar nuestra energía. Esta es una ley básica de la conciencia: Estamos sujetos únicamente a lo que mantenemos en mente.
El cuerpo responderá a lo que creamos. 
Si creemos que una cierta sustancia es mala para nosotros, entonces por lo general se probará su debilidad en la prueba muscular. La misma sustancia hará fortalecerse a otras personas que crean que es buena para ellos. 
Lo que es estresante para nosotros, por tanto, es principalmente subjetivo. 
La prueba muscular es responsable del sistemas de creencias inconsciente y también del consciente. Las pruebas a menudo revelan que una persona inconscientemente siente o cree lo contrario de lo que conscientemente piensan que creen. 
La persona, por ejemplo, puede creer conscientemente que quiere curarse pero, inconscientemente se apega a las recompensas de la enfermedad. 
Una simple prueba muscular revela la verdad de la cuestión. 
La Relación de la Conciencia con el Estrés y la Enfermedad Como hemos visto, la tendencia al estrés y la vulnerabilidad está directamente relacionada con nuestro nivel general de funcionamiento emocional. 
Cuanto más elevados estemos en la escala de la conciencia, menos respondemos con reacciones de estrés. 
Podemos tomar un simple incidente de la vida cotidiana e ilustrar las diferencias en la reactividad. 
Digamos, por ejemplo, que hemos aparcado el coche y, justo al salir, el coche aparcado frente a nosotros da marcha atrás y nos da un golpe seco. Nuestro parachoques y la parte frontal del guardabarros se abolla. Así es como los diferentes niveles de conciencia podrían sonar: Vergüenza: "Qué embarazoso. 
Soy un pésimo conductor ni siquiera puedo aparcar un coche. Nunca llegaré a nada". Culpa: "Tenía que verlo venir. ¡Qué estúpido soy! Debería haber aparcado mejor". Apatía: "¿De qué sirve? Estas cosas siempre me pasan a mí. 
Probablemente no cobraré del seguro de todos modos. 
No sirve de nada hablar con el chico. Él sólo me demandará a mi. La vida apesta". Sufrimiento: "El coche está ahora estropeado. Nunca será el mismo. La vida es triste. Probablemente voy a perder mucho dinero en esto". Miedo: "Este chico está probablemente furioso. Temo que vaya a golpearme. Me preocupa tener que volver a hablar con él. Probablemente me demandará. 
Probablemente nunca conseguiré arreglar otra vez el coche. 
La gente que ha de repararme el coche siempre me estafa. 
La compañía de seguros probablemente se va a escapar de esta, y yo seré el único que me quedaré en la estacada". Deseo: "Puedo hacer un dineral con esto. Creo que voy a agarrarme del cuello y darme un latigazo cervical falso. Mi cuñado es abogado. Demandaremos a este idiota hasta bajarle los pantalones. Conseguiré un acuerdo por la estimación más alta y lograré arreglarlo en el lugar más barato". Ira: "¡Maldito idiota! Creo que voy a enseñarle a este chico una lección. Merece un buen puñetazo en la nariz. Le demandaré hasta por sus pantalones y le haré sufrir. Me hiere la sangre. 
Estoy enfadado, no respondo. ¡Podría matar a ese bastardo!". Orgullo: "¡Mira por donde vas, tonto! ¡Oh Dios! ¡El mundo está lleno de torpes idiotas! ¡Cómo se atreve a dañar mi coche nuevo! ¿Quién demonios se cree que es? Probablemente tiene un seguro barato; gracias a Dios el mío es el mejor". Coraje: "Oh, bueno, los dos tenemos seguro. Tomaremos los datos y lo gestionaremos bien. Una molestia, pero puedo hacerlo. 
Hablaré con el conductor y conseguiré un acuerdo sin juicio". Neutralidad: "Estas cosas pasan en la vida. No puedes conducir 30.000 Km al año sin doblar un guardabarros". Voluntad: "¿Cómo puedo ayudar a tranquilizar al chico? No tiene por qué sentirse molesto por ello. Tan solo intercambiaremos la información necesaria para el seguro y todo irá bien". Aceptación: "Podría haber sido peor. Por lo menos nadie está herido. Sólo es dinero de todos modos. La compañía de seguros se hará cargo de ello. Supongo el malestar del chico. Es natural. Esas cosas simplemente no tienen remedio. Gracias a Dios no estoy a cargo de este universo. Es sólo una molestia menor". Razón: "Seamos prácticos aquí. Me gustaría encargarme de esto lo antes posible para poder seguir adelante con las actividades del día ¿Cuál es la forma más eficiente de resolver nuestro problema?" Amor: "Espero que el chico no se sienta mal. Voy a calmarlo. (Le dice al otro conductor), “Relájate. Todo está bien. Ambos tenemos seguro. Se como fue. 
Me sucedió a mi lo mismo. Era una abolladura leve y me lo arreglaron en el mismo día. No te preocupes, -no lo informaremos si no quieres. Probablemente podremos deducirlo y evitar un aumento en el prima de seguro. No hay nada por lo que enfadarse” (Tranquiliza al conductor, pasándole el brazo por el hombro como signo de camaradería humana al prójimo.) Paz: "Bueno, ¿no es casualidad? Tenía ruidos, de todos modos, y el guardabarros ya tenía una abolladura pequeña. Así que ahora voy a conseguir que me lo arreglen gratis. “Dime, ¿verdad que eres mi cuñado George? Eres justo el chico que quería ver. Tengo un buen negocio que creo que podrías gestionar por mí. Ambos nos beneficiaremos. Pareces la persona adecuada para hacerlo. ¿Qué tal una taza de café y lo hablamos? Por cierto, aquí está mi tarjeta del seguro. Diles que es la misma compañía de seguros que el tuyo. 
Qué casualidad. Todo está funcionando a la perfección. 
Sin problemas". (se aleja tatareando con su nuevo amigo, el incidente ya está olvidado).
Lo anterior ilustra todo lo que hemos estado diciendo. 

Somos nosotros mismos los que creamos reacciones de estrés como consecuencia de lo que está teniendo lugar en nosotros. Los sentimientos suprimidos determinan nuestros sistemas de creencias y nuestra percepción de nosotros mismos y de los demás. Estos, a su vez, literalmente, crean los acontecimientos e incidentes en el mundo, los acontecimientos a los que luego, les damos la vuelta y culpamos por nuestras reacciones. 
Este es un sistema de autorefuerzo de las ilusiones. 
Esto es lo que los sabios iluminados quieren decir cuando dicen: "Todos vivimos en una ilusión". Todo lo que experimentamos son nuestros propios pensamientos, sentimientos y creencias proyectados en el mundo, causando realmente lo que vemos suceder. La mayoría de las personas han experimentado todos los diferentes niveles de conciencia en un momento u otro, pero, en general, tienden a operar principalmente en un nivel u otro durante largos períodos de tiempo. La mayoría de la gente está preocupada con la supervivencia en todas sus formas sutiles, por lo que reflejan principalmente miedo, ira y deseo por la ganancia. No han aprendido que el estado del amor es la más poderosa de todas las herramientas de supervivencia. Curiosamente, como dijimos en un capítulo anterior, tener un perro mascota puede alargar una vida humana 10 años. 
El amor, el afecto, el cuidar de otro ser, y el compañerismo que acompaña el tener un perro mitiga los efectos negativos del estrés. El amor estimula las endorfinas y la energía vital, llevando un bálsamo curativo a las vidas propensas al estrés. 
Dr. David R Hawkins
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/

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