miércoles, 27 de abril de 2016

El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)



PAZ

CAPITULO 13 (Segundo Escrito)
Había una profunda familiaridad con la consciencia. 
Era como si uno siempre lo hubiera sabido, como si uno estuviera en casa al fin. No hubieron emociones ni sentimientos. Hubo inconsciencia de las sensaciones. 
Incluso a pesar de que parecían no terminar, ya no eran personales o algo por lo que preocuparse. 
A modo de experimento, un pensamiento se mantuvo durante una fracción de segundo para ver qué pasaba. 
Casi al instante hubo un efecto en el mundo físico. 
El pensamiento de mantequilla o café, por ejemplo, dio lugar a que el camarero viniera de inmediato con los artículos, y sin embargo no había sido pronunciada palabra alguna. 
Ninguna palabra parecía ser necesaria. 
La comunicación se producía con cualquiera en el nivel del silencio. El cuerpo condujo el coche a una reunión esa noche donde nadie notó nada diferente. 
Todo el mundo parecía estar intensamente vivo. 
Su vitalidad se mostraba por la esencia de su Ser, y el Ser, que era el mismo para todos, brillaba a través de sus ojos. 
El cuerpo hablaba con los demás, de forma espontánea llevaba a cabo conversaciones normales y se comportaba de forma habitual. En ese momento, el cuerpo parecía un juguete de cuerda kármico cuyo funcionamiento corría a cargo de todos sus patrones acostumbrados y programas, que no necesitaba ninguna atención en absoluto. 
Parecía saber lo que debía hacer y lo hizo de manera muy eficaz y sin esfuerzo. 
Todas las conversaciones e interacciones fueron simplemente presenciadas como fenómenos, no dirigidas. 
Parecía una extraña vanidad haber creído una vez que había habido un pequeño yo autor de las acciones del cuerpo. 
En realidad, el cuerpo estaba en el efecto del universo, y nunca había sido un hacedor de sus acciones. 
Los fenómenos eran como vibraciones de la mente que no tenían existencia separada o realidad. Había sólo Totalidad. Sólo esa auténtica Unidad existió. 
La tarde siguiente, un pensamiento surgió. 
Ahora que el camino hacia la Realidad había sido revelado, podría haber un retorno a la conciencia del ser de la persona individual, que antes había sido aceptado como real. 
Al igual que el aire de la habitación no experimenta los contenidos de la habitación, ya no hubo más un "Yo" que experimentara "mi propia existencia." En ese espacio, ya no hubo un "Yo" para experimentar el "Yo soy". 
Retornar a la conciencia individual significaba que debería hacerse una elección. En realidad, la elección se hizo por sí misma porque no había ningún "Yo" que tomara la decisión. 
El deseo de sentir al yo individual se volvería a re-activar por sí mismo. 
La opción de dejarlo ir estaba presente, pero regresaron a la memoria las cosas que todavía no se habían terminado en el mundo. A medida que el sentido de "yo-idad" retornaba, las elecciones eran observadas, no activamente decididas. 
El proceso de retorno estaba teniendo lugar. 
Podría ser permitido o podría dejarse ir. 
Fue permitido, y de ese modo continuó el proceso de retorno. Cuando amaneció a la mañana siguiente, el retorno estaba completado, pero ahora con una sensación diferente respecto a la identidad personal. La verdad del Ser había sido revelada. La responsabilidad por haber elegido experimentar la vida una vez más como individuo fue aceptada, aún sin estar en el efecto de la creencia en una existencia individual. De hecho, mediante la elección consciente, hubo completa responsabilidad por ello. Por experiencia, todo esto ocurrió autónomamente. 
Hubo un tiempo en el que los estados de conciencia anteriores, fueron considerados únicamente la región del místico. 
En la actualidad, sin embargo, la investigación de estos estados, y la información obtenida de ella, es considerada la vanguardia de la ciencia, especialmente la rama de la física relacionada con la mecánica cuántica y las partículas subatómica de alta energía. 
Las investigaciones de estas partículas indican que no son cosas en el sentido habitual, sino que son en realidad acontecimientos que se producen como resultado de las frecuencias de energía. Ahora, la ciencia postula una frecuencia trascendente más allá del espacio y el tiempo. 
Un cuerpo impresionante de investigaciones en muchos laboratorios ha demostrado que el cerebro percibe por medio de sofisticados análisis matemáticos de patrones de frecuencia. Estos hallazgos se han traducido en el paradigma llamado holográfico, que afirma que todo en el universo está conectado con todo lo demás, incluida la mente humana. 
En el holograma, cada parte contiene la totalidad. 
En consecuencia, cada mente individual es capaz de reflejar todo el universo. Esta relación entre la conciencia y la ciencia constituye todo un campo en el que está creciendo rápidamente el interés, como lo indica la publicación de libros tales como El Paradigma Holográfico, Wholeness and the Implicate Order- La totalidad y el orden implicado, El Tao de la Física, The Dancing Wu- Li Masters- El baile de los Maestros Wu-Li, Mindful Universe- Universo Consciente, Psychoenergetic Science- Ciencia Psicoenergética y la publicación de artículos con títulos tales como " Field Consciousness and the New Perspective on Reality -El Campo de Conciencia y la Nueva Perspectiva de la Realidad", " The Enfolding-Unfolding Universe -Universo en Contracción y Expansión", " The Holographic Model -El Modelo Holográfico", " Physics and Mysticism -Física y Mística", y " The Medium, the Mystic, and the Physicist -El Medium, el Místico, y el Físico". 
Liderando a estos investigadores está el neuro-científico
Carl Pribram de la Universidad de Stanford y el fallecido físico David Bohm, de la Universidad de Londres, cuyas teorías se pueden resumir en: 
Nuestros cerebros construyen matemáticamente la realidad concreta interpretando frecuencias de otra dimensión, un mundo de significados, modelando, una realidad primaria que trasciende el tiempo y el espacio. 
El cerebro es, por lo tanto, un holograma interpretando un universo holográfico. Es interesante que las teorías de la física teórica avanzada, que son producto de las denominadas actividades del cerebro izquierdo, ahora requieran un nuevo contexto a fin de ser comprendidas. El contexto que se está desarrollando a partir de estos investigadores científicos de cerebro izquierdo coincide con la Realidad observada por el místico, que representa la función cerebral derecha. 
Por lo tanto, por cualquiera de las laderas de la montaña que decidamos escalar, terminaremos en el mismo punto: la cima. Una tercera manera de subir la montaña es a través del mecanismo de la entrega, y cada uno de nosotros, por tanto, tiene la oportunidad de comprobar por si mismo la naturaleza última de la Realidad, que es la misma que la que fue revelada por el místico o el físico. Podemos visualizar que con todas y cada una de las entregas, damos otro paso hacia arriba por la ladera de la montaña. Algunos de nosotros subiremos hasta que la vista sea mejor y  elegiremos detenernos ahí. 
Otros irán aún más alto. Y, entonces, habrán algunos de nosotros que no estaremos satisfechos hasta que hayamos alcanzado la mismísima Cima y la hayamos verificado por nosotros mismos, si bien, llegados a ese punto, ya no hay una persona individual que verifique nada, porque ha sido entregada completamente.
Dr. David R Hawkins
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/

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