miércoles, 15 de julio de 2015

LA VIDA IMPERSONAL Joseph S. Benner. Capítulo VIII




MI IDEA
279. Se te ha dicho ya que la Tierra y todas las cosas que a ella pertenecen no son sino las diferentes manifestaciones tangibles de Mi Idea, la que está ahora dentro del proceso de ser pensada en expresión perfecta.
280. Se te ha mostrado cómo Mi Idea es la fuente original de donde han surgido y siguen surgiendo todas las cosas creadas y que Es, asimismo, la Causa y Razón de todas las manifestaciones, inclusive de ti mismo y de tus hermanos y
hermanas; todos, seres y cosas, a causa de haber sido pensados en existencia por Mí, el Pensador y Creador Uno y Original.
281. Bien, mas sigamos ahora el curso que ha seguido -esa Idea desde el principio, a través de sus diferentes etapas de expresión Terrenal, así como también el proceso de Mi pensar esa Idea hasta Su actual estado de manifestación.
282. Si cuidadosamente tomas buena nota de todo lo que sigue y dejas que Yo, desde tu interno, sea el que dirija todas tus meditaciones sobre el oculto significado de lo aquí está escrito, sabe que no solamente se te mostrará el método para crear por medio del pensamiento, cualquier cosa que tú elijas crear, sino también cómo viniste tú a Ser y a estar dentro de la etapa actual de manifestación en que te encuentras.
283. En el principio, después de un reposo de incalculables eones, cuando apuntaba un nuevo Día Cósmico, precisamente en el momento en que la conciencia del Mundo despertaba y la quietud de la Noche Cósmica aun prevalecía, Yo, EL PENSADOR, concebí Mi Idea.
284. Si, esta Mi Idea de Mí Mismo manifestándose en una nueva condición llamada expresión Terrenal, Yo la vi completamente retratada en el espejo de Mi Mente Omnisciente. En este espejo Yo vi a la Tierra, a la Tierra verdadera, brillando esplendorosa en el Cosmos, es decir, la vi siendo ya una Esfera perfecta, en la cual todas las Infinitas fases, atributos y poderes de Mi Naturaleza Divina hallaban campo propicio para expresarse perfectamente a través de Ángeles de Luz, Mensajeros vivientes de Mi Voluntad, Mi Verbo hecho Carne; todo tal como es en el Mundo Celestial de lo Eterno.
285. Yo me vi a Mí Mismo manifestándo-Me en lo material como Naturaleza, y a Mi Vida como el Principio vivifícador y desarrollador que preside toda Manifestación. Yo vi al Amor, al Divino Poder Creativo, como a la Fuerza animadora y vitalizante que rige toda Vida, y a Mi Deseo de dar perfecta expresión a ese Amor, como a la Causa y Razón Verdaderas y Potenciales del nacimiento de Mi Idea.
286. Todo esto Yo lo vi retratado en Mí Mente, que todo lo ve y todo lo sabe, la cual sólo podría ver y reflejar el Alma de las cosas, o sea, la Realidad de ellas. Así, pues, esto que Yo vi retratado en Mi Mente fue la Tierra Verdadera, o sea, su
principio, su concepción como entidad Cósmica.
287. Ahora bien, debo llamarte la atención al hecho de que Mi Conciencia es la íntima esencia de todo Espacio y de toda Vida. Es la Sustancia real de Mi Mente que penetra en Todo y abarca Todo, cuyo Centro modelador y vitalizador está en
todas partes y Su límite o circunferencia en ninguna. Dentro del Reino de Mi Mente tan sólo Yo vivo, Me muevo y tengo Mi Ser. Ella contiene en Sí y compenetra todas las cosas, y cada una de sus vibraciones y manifestaciones es la expresión de alguna fase de Mi Ser, o sea, Mi Ser-en ellas.
288. Así, pues, Ser o Ser-en es expresarse o hacer presión hacia lo externo. De tal manera que no podría concebirse el ser (en todas las cosas) sin expresar (las mismas cosas). Por tanto, Yo, Todo ser, SOY Quien expreso y estoy constante
y continuamente expresando.
289. ¿Expresando qué?
290. ¿Qué más podría Yo expresar, sino Mi Ser, YO que SOY todo SER?
291. Tú todavía no puedes ver o comprender a Mi Ser, a Mi Mismo, pero en cambio sí sabes cuándo es cuando te inspiro una Idea.
292. Así, pues, YO SOY Todo SER, esa Idea, que es directa de Mí, debe ser una fase o parte de Mi Ser en su actividad de Ser-en (todo) o expresar (todo).
293. Una vez nacida cualquiera Idea en el reino de Mi Mente, según se te ha mostrado, inmediatamente se convierte en Realidad, porque en la Eternidad de Mi Ser no hay Tiempo. Tratándose de ti, en cambio, la Idea hace surgir primero el
Deseo, el deseo de expresarla; y, después, el Deseo obliga a Pensar; el Pensar motiva la Acción; y la Acción produce los resultados, es decir, ya la Idea en plena manifestación externa y palpable.
294. Yo en Realidad no tengo Deseo, porque YO SOY el ser de Todas las Cosas y Todas las Cosas son de Mí. Yo no necesito más que pensar y Hablar la Palabra, para producir resultados.
295. Sin embargo, ese Deseo que tú sientes en ti proviene de Mí, porque nació de Mí Idea, la cual fue implantada por Mí en tu mente, sólo con el fin de que llegara a expresarse por tu conducto. Pero más claramente hablando te diré que
siempre que experimentas un deseo, eso no es sino Yo que llamo a las puertas de tu mente, anunciándote en esa forma Mi Propósito de manifestar Mi Ser en ti o a través de ti, y en la particular forma indicada por el Deseo.
296. Lo que se llama Deseo en las personalidades humanas no es sino la necesaria acción de Mi Voluntad que está impulsando la expresión de Mi Idea a la manifestación externa o a Ser (en aquello que deseas).
297. Lo que a ti podría parecerte un deseo de expresión en Mí, no es sino la Necesidad de Mi Idea de Mí Mismo para Ser (en todo) o Expresarse por Sí Misma.
298. Así, pues, sabe que todo deseo verdadero que experimentes, es decir, todo deseo surgido desde lo íntimo de tu Corazón, proviene de Mí, y, por ello, forzosamente deberá cumplirse en más o menos tiempo y en una forma o en otra.
299. Pero como Yo no tengo Deseo alguno, puesto que YO SOY el Ser de Todas las Cosas, una vez que nació la Idea de expresar Mí Ser en la nueva condición, no tuve sino que pensar, es decir, concentrar o enfocar Mi Atención sobre Mi Idea y Querer que se expresara, o como se te dijo en Mi otra Revelación, Hablar la Palabra o Verbo Creador, y, desde luego, las Fuerzas Cósmicas de Mi SER-en (todo) fueron puestas en actividad, es decir, vibraron al influjo de la concentración de Mi Voluntad, procediendo a traer de la inagotable Fuente de Abasto que es Mi Mente todos los elementos necesarios, los que, teniendo como núcleo
central a Mi Idea, se combinaron entre sí para ir tomando forma y moldeándose alrededor de Ella, hasta lograr producir lo que se llama la forma-pensamiento de un planeta, a la cual llenaron con Mi Substancia Vida -Mi Conciencia-, dotándola
de todas las potencialidades de Mi Ser.
300. Mas este. acto de pensar produjo sólo la forma-pensamiento, vitalizada, del planeta, y, en consecuencia, su manifestación se hallaba aún en estado de nebulosa dentro del reino del pensamiento.
301. Sin embargo, el poder vivificador de Mi Idea, desde lo interno de la forma-pensamiento, contando con Mi Voluntad enfocada sobre Ella, procedió a moldear, conformar y solidificar gradualmente a los diversos elementos de la Sustancia- Vida, hasta que Mi Idea, por fin, brilló esplendorosa en manifestación material en el mundo de las formas, haciéndose aparecer como el planeta Tierra,
es decir, el medio apropiado para la expresión viviente y ya capaz, tanto de contenerMe como de expresarMe.
302. Este fue, sin embargo, el cuerpo material preparado por Mi Pensamiento, en el cual ya moraba toda la naturaleza potencial de Mi Ser, por razón de contener en su interno el poder director de Mi Idea.
303. La siguiente etapa era la del desenvolvimiento y preparación de los conductos o medios a través de los cuales Yo pudiera expresar las múltiples fases,
posibilidades y poderes de Mi Idea.
304. La evidencia tangible de esto fue y es lo que hasta hoy sigue conociéndose como reinos mineral, vegetal y animal, cada uno de los cuales, a su turno, y a medida que iban manifestándose, fue siendo campo propicio para que
se desarrollaran, dentro de sí mismos, estados de conciencia más elevados y más complejos, los que, a su vez, fueron ampliando la posibilidad de que Yo expresara más y más claramente las infinitas fases y variedades de Mi Naturaleza.
305. Fue entonces, en esta etapa, cuando Yo miré sobre Mi Creación, según se asienta en Mi otra Revelación y vi que era buena.
306. Pero aun faltaba el último medio de expresión que habría de hacer culminar la obra.
307. Hasta este momento, si bien es cierto que cada uno los medios o conductos ya existentes expresaba perfectamente algunas fases de Mi Naturaleza, sin embargo todos ellos eran inconscientes de Mí y puede decirse que sólo eran medios de expresión, como lo es un alambre para la conducción de
energía eléctrica.
308. Sin embargo, las condiciones eran ya propicias para la producción de medios, a través de los cuales pudieran tener expresión consciente Mis Divinos Atributos; es decir, medios no sólo conscientes de su relación conMigo, sino de su
habilidad y poder para expresar Mi Idea.
309. Fue precisamente en este momento del tiempo cuando Tú y Tus Hermanos y Hermanas nacisteis a la existencia como expresiones humanas y entrasteis al plano de manifestación material, como efectivamente aconteció, en
forma similar a la de los otros medios, es decir, por efecto de Mi Pensamiento concentrado, en el cual Yo vi, como en un espejo, la infinita variedad de Mis Atributos en actual expresión, llevándola a cabo, no ya sólo a través de simples
formas sino de formas, sí, pero elevadas a la categoría de entidades, cada una de las cuales manifestando predominantemente alguna particular fase de Mi Ser y
cada una de ellas siendo consciente de Mí, su Creador y Expresador.
310. Si, Yo te vi a Ti en expresión perfecta, como Te sigo viendo ahora: perfecto; es decir, siendo el que Verdaderamente eres: un Atributo de Mí Mismo.
311. Porque debes saber que en Realidad Tú eres un Ángel de Luz, una Radiación de Mi Pensamiento, un Atributo de Mi Ser, que fue provisto de un Alma en donde morar dentro de las condiciones Terrenales, y sin llevar más propósito
(lo cual en realidad no es un propósito, sino una finalidad necesaria que abarca Mi Ser) que la final y completa expresión de Mi Idea.
312. En lo Eterno, debes saber, no hay Tiempo, ni Espacio, ni
Individualidades; sólo a causa del fenómeno que se produce al nacer el Pensamiento, del seno de Mi Mente al mundo de la Materia, es por lo que ocurren las ilusiones de Tiempo, Espacio e Individualidades, y entonces también el Pensamiento, o Creatura, en este caso, adquiere la conciencia de separación de su Pensador o Creador.
313. Así fue cómo se inició entonces la tendencia en ti a pensarte separado de Mí. Aunque la completa conciencia de separación no llegó a establecerse sino hasta mucho después.
314. En el principio, cuando tú por primera vez entraste, según queda dicho, a la expresión Terrenal, obedeciendo al impulso dado por Mí a través de Mi Pensamiento concentrado. Tú, uno de Mis Atributos, te rodeaste o revestiste a Ti Mismo con Mi Idea de Mi Mismo, expresándose como el particular Atributo que Tú
representabas y siendo Tú, en este caso, la Fuerza animadora de esa Mi Idea.
315. En otras palabras: Mi Idea de Mí Mismo expresando ese particular Atributo, se convirtió entonces en el Alma de Tu particular expresión. Pero esa Idea o Alma no es Tú, tenlo presente, porque Tú, en realidad, eres una parte de
Mi, es decir, Yo Mismo en expresión por medio de ese particular Atributo.
316. Ya habiéndote vestido Tú Mismo con Mi Idea, entonces Ella comenzó, por causa de Su necesidad de ser-en (todo), a atraer hacia Sí Misma la Sustancia- Pensamiento necesaria y requerida para la expresión de tal particular Atributo, estructurándolo hasta formarlo a Mi Imagen y Semejanza. Así se convirtió en un Santo Templo lleno por completo de Mi Presencia viviente, puesto que lo habitabas Tú, uno de Mis Divinos Atributos.
317. Este Templo, por haber sido hecho a Mi Imagen y Semejanza y conformado con Mi Sustancia-Pensamiento y que rodea y reviste a Mi Idea, es, por consecuencia, tu cuerpo Verdadero. Es, por ello, indestructible, inmortal,
perfecto. Es Mi Pensamiento ya completo es decir, hecho imagen, el cual contiene Mi Esencia Viviente y está sólo en espera del momento propicio para expresarse en lo externo, en el mundo, en forma material.
318, Así entonces tenemos:
319. Primero, YO SOY, expresándome como Tú, uno de Mis Divinos Atributos;
320. Segundo, Mi Idea de Ti, uno de Mis Atributos, expresándose en condiciones Terrenales, o sea, Tu Alma; y
321. Tercero, Mi Pensamiento hecho imagen de Ti, formando el Templo de Tu Alma o el Cuerpo de Tu Alma, en el cual Tú moras.
322. Estos tres constituyen la parte Divina Impersonal de Ti, el Inmortal Trinoen- Uno, es decir, Tú, Mi pensamiento latente y a la vez ya completamente formulado, hecho a Mi Imagen y Semejan za, aunque todavía no revivificado, y,
por tanto, no teniendo aun contacto con tu personalidad humana, la cual, hasta el momento a que se refieren estas líneas, aun no había nacido.

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