miércoles, 10 de junio de 2015

LIBRO EL CAMINO DEL BUSCADOR




EL DESPERTAR DE NUESTRA HUMANIDAD (V PARTE)
LA LEY DE LA COMPRENSIÓN
 El Universo no nos juzga; sólo nos provee de consecuencias, de lecciones y de oportunidades para equilibrarnos y aprender a través de la Ley de la causa y el efecto.

La Comprensión nace del reconocimiento que cada uno de nosotros lo estamos haciendo tan bien como podemos dentro de los límites de nuestras creencias y capacidades actuales.

Que yo alimente a los hambrientos, perdone un insulto, y ame al enemigo – Estas son grandes virtudes.

Pero si tuviera que descubrir que los más pobres entre los mendigos y el más imprudente entre los ofensores

están todos dentro de mí, y que yo sobrevivo necesitando de las limosnas de mi propia caridad; que yo mismo soy el enemigo que tiene que ser amado – ¿Entonces qué?

Había amanecido y a nuestro alrededor, allí en medio de la naturaleza, solo se sentía paz y armonía Todo se siente tan vivo, Dije. Y lo está, contestó él, Extiende tu mente mucho más allá de los barrancos, continuó el. Alcanza y atraviesa los océanos, los glaciares, los volcanes, los arrecifes, las grandes montañas por encima y por debajo de los océanos, siente todo lleno de vida, todo – la carne y los huesos, la sangre y el Espíritu de la Tierra, nuestra madre. El acercó su dedo para mostrarme una pequeña pulga, la cual saltó y desapareció. Si fueras una pulga, dijo, y estuvieras en la espalda de un elefante, sólo verías un bosque de pelos grises creciendo alrededor de ti, sin ninguna idea de donde estas. Pero si saltas muy arriba en el aire y miras atrás, veras que de hecho vives en la piel de una criatura viviente. Esto es lo que les pasó a los primeros astronautas en el espacio: partieron de la tierra como científicos y pilotos y regresaron como místicos, porque vieron un único, maravilloso, blanco, azul y verde planeta vivo respirando. La visión trae humildad, y con ella, un sentido de extrañeza y comprensión que es trasladado a los problemas de la vida ordinaria. Miré al cielo estrellado. No creo que sea tan compasivo. ¿No te das mucho a ti mismo, verdad? preguntó el gentilmente. No, supongo que no. Le conteste Debes tener siempre presente que; cuanto más te ames – a ti mismo, más podrás dar a los demás. El tiempo ha llegado, buscador, para que te veas a ti mismo y a los demás de una nueva forma, libre de juicios y expectativas que aparecen entre ti y el mundo. El tiempo ha llegado para entender que todos nosotros – amigos y adversarios – actuamos en la vida lo mejor que podemos dentro de nuestras capacidades y límites con las herramientas que nos han sido dadas. "Rumi, la poeta, una vez escribió, “Mucho más allá de las ideas de lo que está mal y de lo que está bien, hay un lugar. Te conoceré allí. Cuando el Alma esté estirada en esa hierba, el mundo estará demasiado lleno para hablar sobre él.' Rumi pudo escribir esas palabras porque entendió que los juicios son una invención humana – que la Energía Creadora no está aquí para juzgarnos, sino para proporcionarnos los medios que necesitamos para aprender de nuestros errores y de esa forma crecer y evolucionar. El maestro se giró hacia mí y me preguntó, ¿Si puedes aceptar que esa Energía Creadora no te juzga? ¿Por qué deberías juzgar tú a los demás?" Procuro no juzgar a los demás, dije, pero, ¿qué hay sobre la gente violenta o cruel? La Ley de la Comprensión no es arbitraria o condicional, dijo el. Sabemos que gente profundamente problemática y destructiva existe en este mundo, y que las personas molestadas tienden a molestar a otros. La comprensión no significa dejar que esa gente te pise o que continúe con ese comportamiento destructivo; algunos individuos necesitan ser separados de la sociedad. Pero uno puede tener comprensión a lo diabólico sin sucumbir a ello. En una lucha puedes comprender lo que motiva a tus adversarios, incluso cuando la lucha es a muerte. Pero, ¿por qué intentar comprender a la gente cruel o despiadada? ¿Por qué no simplemente odiar lo que es odioso? Esta es una pregunta importante, y se merece una respuesta clara – una respuesta que has de encontrar por ti mismo. Pero considera esto: El odio y la comprensión son diferentes tipos de energía; ¿con cuál quieres llenar tu vida y la vida de tus semejantes? No puedo discutir tu buena voluntad, respondí, pero todavía encuentro muy difícil ser amable con los obstinados o aquellos que hacen daño a los demás. ¡Nunca dije que la comprensión fuera fácil! dijo él. Pero fácil o no, la Ley te dirige a actuar con amor y entendimiento en vez de odio o ignorancia. Para hacerlo se requiere un gran salto de perspectiva – ser consciente que vives en un universo tan justo como misterioso. Esta profundidad de entendimiento fluye de la intuición perspicaz a la inteligencia innata del Universo, (la Inteligencia Espiritual). Que tú obtengas ese entendimiento a través de la observación, la razón, o de tu propia intuición, revela, finalmente, que en el mundo natural no tienes amigos, no tienes enemigos. Sólo tienes profesores. Parece que uno tiene que ser un santo para practicar esta Ley. Sonriendo, el contestó, La Ley de la Comprensión requiere una necesidad de amor que trasciende nuestras limitadas perspectivas. Esto puede parecer demasiado difícil a veces. Por tanto recuerda que la comprensión comienza con uno mismo. Sé gentil y ten paciencia. Todos nosotros tenemos muchos pensamientos y sentimientos, positivos y negativos, que salen de la mente y del corazón. No tienes que ser un santo, pero en vez de creer o resistir los pensamientos negativos, deja que la comprensión los equilibre, en una acción de amor y entendimiento. Todavía me parece muy santurrón. El maestro se levantó y descansó unos momentos antes de girarse para encararme. ¿Puedes recordar un momento en tu vida donde estabas metido en medio de una discusión calurosa – cuando te sentiste ofendido, envidioso, o engañado? Sí, dije. Vuelve a uno de esos momentos, dijo él y siente el dolor y el enfado. De acuerdo, los siento. Ahora imagina, en medio de esa calurosa discusión, que la persona con la que estás discutiendo de repente se agarra a su corazón, da un grito, y cae muerta a tus pies. Dios mío, dije, visualizando lo que me había pedido. ¿Dónde está tu enfado ahora? ¿Dónde está tu envidia o celos, tu ofensa y tu dolor? Esos sentimientos han desaparecido, contesté. Pero ¿qué ocurriría si estuviera contento de que hubiera muerto? ¿Si no lo pudiera perdonar? Entonces debes perdonarte a ti mismo por no poder perdonarle a él. Y en ese perdón encontrarás la comprensión que cura el dolor de ser humano en este mundo. Para pedir ese perdón cuando lo necesitas, añadió, imagina a tu mejor amigo, o adversario, muerto a tus pies como un día lo estarás tú a los pies del Gran Espíritu. Entonces verás a través de unos ojos diferentes, porque la muerte es el gran igualador. Todos vamos a dejar este mundo y dejar a aquellos que queremos. Todos sentimos esperanza y desesperación; todos compartimos sueños y pérdidas. Todos estamos unidos sin saber por qué, en el misterio de la vida, haciéndolo lo mejor que podemos. Pero antes de dar como finalizado el conocimiento de la comprensión, te dejaré dos reflexiones, para que trabajes con ellas.
1.- La incomprensión es una forma de ceguera, pero si comprendemos y no queremos ver, es negarse uno mismo a evolucionar
.2.- En tu vida si te guía el interés, intentarás comprender, si te guía el amor no solo intentaras comprender, si no también aceptar, pero ten en cuenta buscador, que no siempre que se comprende se acepta, ni siempre que se acepta ha sido comprendido…….solo cuando hay amor ambos conceptos van unidos.
Dicho esto el maestro me invito a sentarme junto a él, para descansar un rato.

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