viernes, 8 de mayo de 2015

LIBRO 33 PASOS PARA RECLAMAR TU PODER INTERIOR (AUTOR: STUART WILDE) (PASO-1)



PASO 1: YO SOY DIOS
El primero de los 33 pasos se llama Yo soy dios.
Puede que te estés preguntando ¿Quién se cree que es este bobo diciendo “yo soy Dios”? Lo que quiero decir es que tienes que aceptar la idea de que la Fuerza de Dios está en tu interior.
Obviamente, si la Fuerza de Dios está en todos los sitios, debe estar dentro de tí. Pero la mayoría de la gente no tiene ni idea de qué significa “Dios” o lo externalizan creando un Dios fuera de sí mismos. Al usar el intelecto para comprender a Dios, proyectan la idea en el exterior. Así, dicen: “Esta persona es Dios, esas ideas son Dios, el dinero es Dios, el glamour es Dios”, o cualquier otra cosa.
La Fuerza de Dios está dentro. Internaliza y acepta que está fluyendo a través de tí. Cuando percibes a Dios como una fuerza fuera de tí, no puedes usar su energía apropiadamente. Una vez que interiorices la fuerza y deje de ser un vago concepto intelectual, entonces puedes avanzar hacia sentirla realmente dentro de tí. En este punto, un asombroso poder de percepción y bondad penetrará en tu vida.
Hay un método guiado para este viaje nuestro; no es tan improvisado como la mayoría piensa. Yo creo que el “tú infinito”, que es la morada de más alta energía dentro de tu ser, tenía una vision de lo que te iba a ocurrir en esta vida. No creo que vinieras aquí por accidente, que simplemente te dejaras caer dentro de un pañal y pensaras: ¿Qué diablos hago aquí?. Creo que tu evolución aquí en el plano terrestre es tan poderosa y sagrada, tan espiritualmente dinámica y especial, que el infinito dentro de tí tenía un plan.(……)
Tu primer punto de poder es abrazar el concepto de “Yo soy Dios”. A primera vista, la idea parece egoísta. Pero no estás acogiendo esta idea para hablar de ella, ni para mostrarla y conseguir admiración por tus cualidades divinas. Estás interiorizando la idea silenciosamente, aceptando que la fuerza de Dios está en tí como un sentimiento espiritual.
Si acostumbrabas a tener un concepto de Dios fuera de tí mismo, entonces invita a Dios a casa. Permitirlo traerá un enorme poder a tu corazón. Incluso puede que no lo sientas aún, pero por lo menos puedes imaginarlo, visualizarlo ahí.
Esta idea no trasciende ninguna fe. Puedes aún ser un buen cristiano y creer en Jesucristo y a la vez en una energía crística en tu interior, más que fuera de tí. Un concepto intelectual de Dios fuera de tí te merma poder, porque lo que estás diciendo es, “No tengo poder sobre mi destino”. Esto significa que no cres que puedas crear energía y hacer diferencias. No puedes entrar en acción y orientar y cambiar tu destino. No puedes creer en prosperidad, actuar enérgica y sabiamente, y conseguir más dinero…
El segundo movimiento en este proceso es respetar el punto de evolución en que te encuentras, lo que significa aceptar el lugar en que estás. Luchar contra las circunstancias o quejarse de ellas, diciendo que no eres tan privilegiado como los demás, disgustarte porque no tienes toda la fuerza física o el conocimiento que necesitarías, todo eso es un malgasto de energía y una falta de respeto a tu yo espiritual es algo sin propósito, autoindulgente y débil.
Si te vas a convertir en un guerrero espiritual y a honrar la fuerza divina en tí, estarás de acuerdo en aceptar las circunstancias tal y como te las encuentras, recordando por supuesto, que casi todo puede mejorarse y que las cosas cambian. Lo que no puedas cambiar, probablemente no necesitas cambiarlo. Puedes simplemente ir más allá de preocuparte por ello.
Dí “el infinito dentro de mí, esa parte mía que es Dios, ama y respeta esta evolución humana mía. ama y respeta donde me encuentro y mis actuales circunstancias, así que yo haré lo mismo, incluso si mis circunstancias no son las mejores. Todo esto es parte de mi evolución. Puedo trascenderlo e ir más allá.”
Si estás rodeado de un grupo de gente negativa y desagradable, a veces llamados parientes, o quizás amigos, o compañeros de trabajo, o lo que quiera que sean, mejor que luchar contra esa fealdad alrededor de tí y verla como una desgracia, ámala. Mira a la gente, al trabajo, a tus circunstancias, la familia, la tribu, tu casa, y dí, “Gracias , Dios, gracias por enviarme estos maestros. Ellos me están volviendo loco, me están enseñando a no reaccionar. Me fortalecen enseñándome a transmutar las energías negativas en positivas. Usando a estas gentes, convertiré mi enfado, odio y reacción en , por lo menos, una energía neutral, de pasividad o, si me es posible, en amor. Estos necios son mis venerados maestros. Estoy agradecido a Dios por enviarme tantos necios. Gracias por permitirme estar en este plano terrestre. ¡qué experiencia tan increíble. Es fantástico, y casi gratis, estoy rodeado por 55 necios que están enseñándome un montón acerca de mí mismo!!.
Si quieres reclamar tu infinito poder querrás ir más allá de las rígidas definiciones del ego. Y, afrontémoslo, el ego es autoindulgente, ¿verdad?. quiere que todo sea perfecto, quiere que seas reconocido, que la vida esté garantizada, quiere que todo sea confortable, que le paguen más de lo que vale.
Quiere un montón de cosas que no son razonables. Para ser libre y activar el Infinito Ser en tí, tiene que estar de acuerdo con abandonar el dogma del ego por un punto de vista más fluido y abierto. De otro modo, estarás perpetuamente atascado en la agonía del ego.
Lo primero es, al menos, tomar una posición neutral, dándose cuenta de que las circunstancias no son ni buenas ni malas. La gente que te vuelve loco no son ni buenos ni malos. Tus circunstancias puede que no sean confortables pero no son ni buenas ni malas. Sólamente SON. Incluso si fueran desagradables, desde la definición del Ser Infinito, todo es parte de tu aprendizaje, de tu desafío. Es parte de estar aquí.
Segundo, tienes que aceptar que eres tú el que crea la mayor arte de tu realidad y tu destino. O.K., parte de tu destino fue preescrito cuando viniste aquí, en tu código genético y herencia tribal, y luego modelado por tu educación. Pero la mayoría de ello puede ser cambiado, adaptado y modificado para mejor. Así que interiorizando la fuerza de dios, empiezas a entender que puedes manifestarla fuera, que puedes dirigir la fuerza del espíritu en la dirección que quieras, para cambiar tu vida para mejor.
Se te ha dado el poder. No está en ningún otro lugar, en la cima de una montaña, en un edificio, o en un pequeño cojín. Está aquí, en tu corazón. Y no eres una personita sin poder ni voluntad ni capacidad. Una vez que la fuerza de Dios está en tí, y puedes aceptar el infinito dentro, tu poder crece. Sino tendrías que confiar sólo en el poder de tu intelecto y en las percepciones del mundo del ego, y tendrías que competir con otras mentes y egos en el mercado de la vida. Una triste manera de vivir.
Eres la fuerza de Dios dentro de tí. Afírmalo varias veces al día. Dí, “Soy la fuerza de Dios en mí. Puede que aún no la sienta, pero mientras la imagino”. Este es el primer paso para reclamar tu poder.
Publicado por: Manuel Bermudo en Universo Espiritual Comunidad.
http://universo-espiritual.ning.com/

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