miércoles, 23 de marzo de 2016

LAS 9 CARTAS VERSIÓN DEFINITIVA (CRISTO VUELVE)



CRISTO VUELVE, Revela la verdad sobrecogedora
Tercera Carta de Cristo (Segundo Escrito)
Mientras grabo para ti en las siguientes páginas la sencilla Verdad que hablé hace dos milenios, recuerda que esta Verdad permanece constante y consistente.
Por tanto, sólo es posible profundizar en tu comprensión de la Verdad, no cambiarla. ¿Te has dado cuenta, mientras has leído las primeras dos CARTAS, que todo lo que hablaba a la gente de Palestina fue una consecuencia directa de haber percibido la ‘realidad de la existencia’ en el desierto – de que nada era sólido? ¿Has recordado que, en mi estado trascendente, al mirar a las rocas, arena, montañas y agua abajo en el Mar Muerto, todo parecía ser como un ‘titileo de motas’? La roca, arena, montañas y agua se diferenciaron lo uno de lo otro, simplemente por la diferencia en la intensidad del ‘titileo de motas’ y por la aparente densidad de motas dentro del destello.
No hay otra manera en que pueda describir lo que vi cuando estaba en la tierra para transmitir los hechos referentes a la verdadera sustancia de la ‘materia’, el tejido y la construcción aparentemente sólida del mundo. En el habla moderna, probablemente se llamaría al ‘titileo de motas’ una vibración de partículas. Quizás se podrían combinar los dos términos y describir a la ‘realidad’ visible más fundamental, como un ‘destello de partículas.
Éste transmite el sentido de la ‘incandescencia luminosa’ en la cual vi ‘bailar’ a las partículas. Habiendo dicho todo lo anteriormente mencionado como introducción para el informe de mis actividades en Palestina, permíteme llevarte a otro día hace dos mil años, cuando brilló el sol y el cielo estaba raso, azul claro, y empecé a subir las colinas con mis discípulos, en un intento por retirarnos a descansar, meditar y orar. Pero eso no iba a suceder.
Habíamos pensado en escaparnos, pero a pesar de contar a la gente nuestras intenciones, primero nos siguieron unos pocos quienes luego avisaron a otros diciéndoles que íbamos a los montes. Aunque les rogamos que volvieran a sus hogares, los pocos luego aumentaron en una gran concurrencia de gente siguiéndonos a cierta distancia. Insistían en que hablara con ellos.
Quizás te preguntes por qué estaban tan deseosos de escucharme. Por intuición, sabían que les hablaba palabras de VIDA. Siempre les mostré la actividad del ‘Padre’ a su alrededor y esto les dio esperanza y les ayudó a ver el mundo con una nueva visión.
Les hablé del AMOR y se sintieron reconfortados. Fue por esto que pude decirles, sabiendo que me entenderían y que estarían de acuerdo conmigo: -‘Ven a mí tú que estás cansado y agobiado y te daré descanso. Mi yugo es llevadero y mi carga ligera.’ Sabían que cuando pronunciaba estas palabras, como lo hacía con frecuencia, estaba comparando las reglas y leyes de los líderes judíos con la Verdad que presentaba al pueblo.
Así fue que, cuando fui implorado por la gente para que les enseñara, qué podría hacer sino sentarme sobre una roca más arriba de ellos – a enseñar. Estaba decidido que, si habían venido tan lejos para oírme, escucharían algo que recordarían y posiblemente hablarían de ello toda la vida. Sabía que a pesar de todo lo que les había dicho acerca del ‘Padre’ y el ‘Amor del Padre’ todavía seguían temerosos de que Dios los rechazara.
Aunque había intentado ayudarles a comprender que el ‘Padre’ de quien hablaba, no era el ‘Dios’ personalizado al cual rendían culto. Sabía muy bien que estaban confundidos. Aunque les había dicho una y otra vez que el ‘Padre’ estaba en su interior, seguían preocupados de que podrían incurrir en castigo desde lo alto por creer en mis palabras. ¿Qué debería enseñarles aquel día? pregunté al ‘Padre.’ Luego me fijé en las cabras y ovejas que estaban pastando en la colina bajo el cuidado vigilante de su pastor, y entró en mi mente el mensaje para ese día. Me puse de pie y grité para que se oyera mi voz hasta atrás en la multitud: - Ve estas ovejas y cabras pastando en las colinas. Las ovejas están en un sitio y las cabras en otro. - Considera las ovejas. Son pacientes y pacíficas entre sí, incluso cuando están apretadas en un rincón del redil. Pastan tranquilamente, nunca reclaman el terreno que no es suyo, dejan el pasto corto pero no dañado, dejan que la hierba se recobre después de pasar por encima de ella. Lo que es más importante, escuchan la voz del pastor. Por consiguiente él las cuida. Las guía hacia los mejores pastos y duerme con ellas de noche para que no estén amenazadas o atacadas por los perros o los ladrones. -
Mira las cabras, cómo pelean y saltan sobre las rocas y se meten en lugares difíciles o peligrosos. Jalan las zarzas y el follaje de los árboles. Si no fuese por su utilidad para el hombre, no habría lugar para ellas que no fuera estar atadas todo el día o ser desterradas al desierto. - Os miro ahí abajo, y sé que entre vosotros hay muchas ovejas – y que también entre vosotros hay muchas cabras.
Había unos murmullos de enfado pero, en general, la gente se dio empujones y tomaron del cabello los unos a los otros amablemente, señalando a las ‘cabras’, riéndose y asintiendo con la cabeza. Era bueno verles reír y así continué: - Se conoce a las ovejas por sus hogares, la forma en que se tratan con los vecinos y cómo son vistos por toda la comunidad. Así también se conoce a las cabras - ¿es posible que tengan muchos amigos? Hubo un fuerte clamor de la multitud: - ¡No – o – o! - Seguido por mucha risa. -¿El pastor sigue a las cabras para cuidarlas – o deben cuidarse y llegar a casa a solas de noche para que las ordeñen? De nuevo la multitud reía y respondía de maneras distintas, algunas muy graciosas e ingeniosas. -Y así es con aquellos que son ovejas y aquellos que son cabras;- reciben la protección del ‘Padre’ los que son ovejas; y los que son cabras no, porque ellos van obstinadamente siguiendo sus propios deseos todos los días y posiblemente dejando un rastro de destrucción detrás. Díme - ¿El ‘Padre’ puede proteger a aquel que es cabra? La multitud estaba en silencio pero escuchando atentamente. - ¿Dirás, entonces, que el ‘Padre’ está enfadado con las cabras y no quiere protegerlas, o dirás más bien que así como el pastor cuida a sus ovejas y cuidaría a las cabras si se lo permitieran, El ‘Padre’ ama a las ovejas y a las cabras por igual, pero no puede protegerlas por igual a causa del ‘comportamiento’ natural de las cabras. -También considera los hábitos de alimentación de las ovejas y las cabras. Las ovejas se contentan con comer solamente la hierba para la cual están perfectamente diseñados sus estómagos, pero las cabras comen cualquier cosa que encuentran sin respetar de ninguna manera su constitución.
Así es con la gente que no respeta el alimento de sus mentes, puesto que no tiene ninguna meta fija, o propósito claro.
Como las cabras, no reconocen cuando el alimento mental es dañino o que les está llevando donde no deben ir en sus vidas diarias, o si les dirige hacia un mito dañino o una falacia peligrosa. Van, sin rumbo, recogiendo el equivalente mental de zarzas, zapatos viejos, trozos de tela, hojas, cardos o malas hierbas, porque les falta sentido común. Un hombre me gritó: - Maestro, y si una persona es una oveja, comete un error y se ve un embrollo, ¿el ‘Padre’ le abandonará? Le respondí con una pregunta: - ¿Qué hace el pastor si una de sus ovejas cae en un hoyo, o por un acantilado, o si se ve atrapada en unas zarzas? Te lo diré. El pastor deja el rebaño y rápidamente va en búsqueda de la oveja perdida y no la dejará hasta traerle de vuelta sana y salva.
Así es con el ‘Padre’ – ni siquiera una oveja puede evitar equivocarse de alguna manera u otra, - pero ten la seguridad de que el ‘Padre’ enseguida responderá a su balar y le rescatará. Y si una cabra empezara a comportarse como una oveja y atiende la voz del pastor, entonces ella también estará bajo la protección del pastor y será cuidada igual que las ovejas. -Así es contigo y el Reino del Cielo – el Reino de Dios. Se oyeron varias voces, pidiéndome que les contara el significado del – ‘Reino de Dios.’ Lo que te estoy diciendo, no es como lo que has oído de cualquier profeta en cualquier tiempo. - No intentes entender lo que te digo pensando en lo que te han dicho tus Maestros. Solamente pueden repetir lo de las Escrituras y no tienen ningún conocimiento personal del Reino de Dios o del Cielo. - Dios no está contenido en ningún lugar sino que está en todas partes como lo están los cielos y el aire que está encima de ti. - La Santa Palabra habló la verdad cuando dijo ‘en Dios vives, te mueves y tienes tu ser.’ Puesto que el Reino de Dios está por encima, alrededor y también dentro de ti - y puedes entrar en el Reino de Dios. La gente clamaba con impaciencia: - Pero, ¿qué es eso? - Es un estado de mente y de corazón, el cual está plenamente poseído por ‘Dios’ – tu ‘Padre.’ Cuando estás en ese estado, el ‘Padre’ es la cabeza de tu cuerpo y dirige todo lo que haces y toda tu vida. Unas personas decían refunfuñando, -
¿Cómo puede ser eso? - Es posible estar tan vacío de ego -de deseos egoístas, de enemistades, de enojos, de celos, de codicia, de deseos de venganza, que sólo quede ‘Dios’ en control, dentro de tu mente y de tu corazón. -¿Y luego qué ocurre? preguntó una mujer. -
Luego entras en el ‘Estado del Ser’ que es ‘estar dirigido por Dios.’ Es totalmente hermoso y glorioso. Es amor, es generosidad, es cuidar de los demás como te cuidas a ti mismo, es no juzgar pues aceptas a los demás tal como son por saber que también son ‘hijos de ‘Dios’ y que están igualmente bajo el cuidado de Dios.
Es felicidad sin medida, imposible de describir, es sentir alegría por la belleza del mundo, es vida sin límite y energía incrementada, es salud y es la satisfacción de cada una de tus necesidades aún antes de tenerlas. - ¿Por qué los Rabinos no nos cuentan estas cosas? decían varias personas quejándose. -
Porque sólo yo he visto al ‘PADRE,’ tan sólo yo sé cómo se hizo el mundo y las Leyes de la Existencia. Y porque yo sé todas estas cosas, simplemente ven a mí y pregúntame y yo te revelaré todo lo que se me ha dado. Te digo de verdad - si crees y comprendes – e intentas poner mi palabra en práctica cada día – serás salvado de la tribulación que soporta la humanidad. Sufres porque no entiendes cómo has sido creado, ni los verdaderos propósitos para los cuales naciste. - Naciste para ser hijo y heredero del ‘Padre.’ Pero vuelves la espalda a toda la gloria del Reino e intentas encontrar el placer en las cosas terrenales. Mientras hagas esto nunca encontrarás el Reino de Dios, no entrarás en el Reino de los Cielos. -
¿Cómo entraremos en el Reino? -Ya te lo he dicho. Entrarás en el Reino de los Cielos cuando te arrepientas de todo lo que eres en tu corazón y mente. Cuando lleves tu maldad al ‘PADRE’ y pidas perdón y pidas la fuerza para ser limpiado de tus pensamientos, palabras y actos malignos y finalmente para que te deshagas de ellos; entonces podrás estar seguro de que estás a punto de encontrar el Reino de los Cielos.
Cuando hayas conseguido eso, verás que tus actitudes hacía los demás cambian, puesto que el ‘Padre’ está haciendo su Obra de Amor en tu interior. - Estarás libre de las cadenas y ataduras de deseos y actos malignos que previamente te ataban y te hacían cautivo en el mundo. Más que eso, comprenderás que el ‘Padre’ satisface todas tus necesidades.
Una mujer gritó: - Tengo una necesidad ahora mismo Maestro, tengo hambre. La gente se reía, pero luego varias voces se unieron a la suya, diciendo: Hemos estado contigo muchas horas, nos has hecho andar y andar antes de consentir en enseñarnos. Te hemos demostrado que somos buenas ovejas. ¿No nos ayudarás a satisfacer nuestra hambre? Me di cuenta de que decían la verdad y sentí una profunda compasión hacia ellos. Me habían seguido no sólo para la sanación sino porque anhelaban saber la Verdad como me había sido dada por el ‘Padre.’ Les había dicho que el ‘Padre’ satisfacía todas sus necesidades. Esta sería una oportunidad para demostrarles el poder de la fe, y el Poder que es ‘DIOS.’
Les demostraría que nada es imposible cuando realmente crees como yo creía y percibía. Llamé a mis discípulos para que se acercaran y les pedí que comprobaran si había alguien presente que tuviera alimento. Encontraron un niño con pan y peces y me los trajeron. Me aparté un poco de la multitud tranquilamente contemplando el pan y los peces, sabiendo que no eran más que el ‘Dios,’ Poder – Mente’ la sustancia de toda materia, hecha visible. Sabía que ‘Dios,’ Poder – Mente’ era ilimitado y poderosamente activo dentro de mi consciencia. Sabía que la naturaleza del ‘Padre’ es la satisfacción de la necesidad. Mientras bendecía el alimento, sentía el PODER fluir íntegramente a través de mi mente, cuerpo y manos y sabía que el hambre de la gente sería saciada. No sabía de qué manera, simplemente sabía que sí. Luego llevé los cestos de comida y les dije a los discípulos que la repartieran, sintiéndome absolutamente seguro de que todo el mundo tendría tanta comida como necesitaran.
Mientras se partía y se pasaba el alimento, así se multiplicaba hasta que toda la multitud fue alimentada y saciada.
Sobraron varios cestos de sobras. Y así demostré que: < ‘La materia’ – todo lo que es visible en el universo – es mente/consciencia hecha visible a través de la vibración de las motas (las cuales la ciencia llama partículas.) < Cambios en la ‘vibración de las motas’, y por consiguiente cambios en la ‘materia’, toman lugar como consecuencia de las imágenes/movimento poderosamente dirigidas, disciplinadas, enfocadas por la energía de la mente/consciencia. 
Cuando uno actúa puramente desde la ‘consciencia amorosa’ para hacer el bien a los demás, los únicos límites de la Obra Amorosa del ‘PADRE’ dentro del mundo, SON LOS LÍMITES QUE LA MENTE del HOMBRE PONE en AQUELLA OBRA.
Tales cambios en la ‘materia’ sólo pueden suceder cuando la consciencia del hombre está en perfecta armonía y unida a la ‘Consciencia Universal del Padre.’ Aunque hubiera asombro entre la gente y mis discípulos, cuando la gente recibió alimento de esta manera, ninguno de ellos comprendió cómo se llevó a cabo tal cosa. Tan sólo pudieron concluir que esto era el milagro más grande que habían visto. También les confirmó su creencia de que Yo era el Hijo de Dios.
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Igual te resuena e igual no te resuena la verdad de alguien o el mensaje de alguien, está perfecto lo importante es el mensaje y no el mensajero....y repitiendo si te resuena tómalo si no déjalo pasar... no es para ti... mas también justo es a esto que se nos invita a no tener ningún ídolo, ningún Avatar, nadie a quien seguir... solo sigue tu propio corazón… justo de esto habla de los falsos profetas marcando a alguien en particular... pues todos somos maestros y alumnos a la vez y no en si el vehículo llamado cuerpo, y no la personalidad, sino el mensaje que llega a través nuestro o a través de los otros.

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