miércoles, 5 de octubre de 2016

Los Secretos Del Libro de La Naturaleza - Capitulo-4º (Primera Parte)


EL MATRIMONIO, SÍMBOLO UNIVERSAL-Capitulo 4
Tanto el cine como el teatro, las novelas, las canciones o la poesía, tratan siempre del amor.Del amor y del matrimonio. 
Sobre este tema no hay discusión: los hombres y las mujeres llegan a la tierra con la necesidad de amar y, además, la mayoría de ellos sienten la necesidad de unirse en matrimonio con la persona que aman. Evidentemente, amor y matrimonio no van siempre juntos;a veces hay amor sin matrimonio, y otras, matrimonio sin amor. 
Sin embargo, y de una manera general, un hombre y una mujer que se aman tienden a casarse para vivir siempre juntos y cuidarse mutuamente. 
Así pues, normalmente, los hombres y las mujeres se aman y se casan.
Ahora planteo esta pregunta: «Está claro que vuestra principal preocupación es el amor y el matrimonio, pero, ¿cómo lo habéis comprendido? ¿Porqué tenéis que casaros?.. O, más bien, sin tener en cuenta el matrimonio, ¿por qué pensáis que tenéis que establecer contacto con otro ser,uniros a él y, aunque sólo sea durante unos segundos, formar un solo ser con él?...» ¿Quién sabrá responder? 
Muy pocos. Pocos se plantean este dilema; ya que es así, no hay que romperse la cabeza. Pero, he aquí que los Iniciados, que tienen la costumbre de reflexionar sobre todas las manifestaciones de la existencia profundizando en ellas, han descubierto que esta tendencia tan natural y extendida de buscar a otro ser para unirse a él, encierra uno de los grandes secretos del universo. 
El hombre sería una divinidad si comprendiera el significado de esta tendencia y supiera utilizarla en sus trabajos espirituales.
La tradición nos enseña que en el origen el ser humano fue creado macho y hembra. Así pues,el hombre es al mismo tiempo hombre y mujer, y toda mujer es, a la vez, mujer y hombre. 
Ser hombre o ser mujer es solamente la mitad, y cada uno tiene que encontrar su otra mitad complementarla. ¿Dónde? Dentro de uno mismo, y esto es lo que ignoramos. Para cada hombre y para cada mujer, el verdadero matrimonio es la unión interna con la otra mitad de su ser, y no la unión externa con otra mujer u otro hombre. 
Este es el verdadero matrimonio: encontrar la otra mitad de sí mismo, atraerla, fusionarse con ella y convertirse finalmente en un ser completo para realizar el trabajo mágico.
La mayoría de matrimonios que se realizan en la tierra no son más que experiencias o ensayos con más o menos éxito, mientras estamos esperando poder realizar el verdadero matrimonio que es de orden espiritual. Este verdadero matrimonio está representado en la India mediante el símbolo del «lingam». Ya conocéis este símbolo, el cual nos enseña que los dos principios - el masculino representado por la línea vertical, y el femenino por la base horizontal - jamás deben estar separados en el ser humano. 
Cada hombre y cada mujer tienen que llegar a realizar interiormente la unión de estos dos principios. 
Naturalmente, ello es muy difícil y la mayoría de las veces, cuando el hombre y la mujer se unen físicamente, en realidad están separados: en su alma, en su cabeza, están separados. 
El hecho de que estén físicamente separados no tiene importancia; lo importante es que cada uno realice en símismo el matrimonio de los principios masculino y femenino.
Si sois capaces de comprender los misterios del matrimonio, comprenderéis todos los secretos de la vida. El matrimonio está muy extendido, pero muy pocos conocen su sentido profundo. 
La gente se casa para distraerse, porque se aburre, porque ansía placeres, porque es pobre y desea enriquecerse, o porque es incapaz de desenvolverse en la vida cotidiana y necesita una criada o una ayuda de cámara que le asista. ¿En qué han convertido los seres humanos el matrimonio? Es mejor olvidarlo. 
Para mí el matrimonio es un acto tan sublime que no estoy muy seguro de haberlo profundizado totalmente. Lo que sí sé es que el matrimonio espiritual permite realizar grandes cosas. 
El hombre posee la fuerza y la quintaesencia, pero mientras no esté casado internamente,
no puede condensar esta quintaesencia para hacerla visible, tangible y real en el campo físico: le falta el factor capaz de proporcionar la materia para realizar las cosas, el principio femenino. 
Y la mujer que tiene todos los materiales, si no está casada interiormente, no tiene la llama, la chispa capaz de abrasarlo todo; por mucha materia que posea, si no le prende fuego está muerta y estancada, pues le falta el espíritu. Esto no lo olvidéis nunca.
Continua....
(Omraam Mikhaël Aïvanhov) 
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/

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