jueves, 7 de enero de 2016

Nada detendrá tu vuelo


Nada detendrá tu vuelo
(Por Julio Andrés Pagano)
Con la fuerza del espíritu que recorre este cálido mensaje se encenderá aún más tu corazón. Estas palabras traen a tu vida el resplandor puro de tu esencia. Tus acciones conscientes originan un presente más humano. El aire, el agua, la tierra y el fuego te acercan su bendición. La existencia te dice “Gracias”, esparciendo su potente luz en estas letras. Este es un testimonio físico del amor que sembraste. Nada detendrá tu vuelo.
Todo lo que hacemos genera vibraciones que trascienden la materia. Cada vez que extendiste tu mano para que otro se ponga de pie, una chispa divina fue lanzada al universo. Cada vez que tu sonrisa fue hacia un rostro ensombrecido, la vida tomó un color más intenso. Tus semillas han germinado en territorios de la inconsciencia. Muy pronto sus flores manifestarán un jardín que nació de tus entrañas, bajo el influjo divino.
¿Acaso suponías que tus acciones sensibles se habían perdido en el tiempo? En verdad te digo que no. Llorarías de felicidad si pudieses ver cómo la energía amorosa, que las propulsó desde tu centro, aún sigue viajando de corazón a corazón. Son ondas encantadas que encumbran y aclaran todo a su paso, creando campos de consciencia. Cada acto de amor es una hebra relumbrante que vivifica el escenario de una nueva humanidad.
Este texto porta el eco glorioso de tus buenas obras, para incentivarte a que no bajes los brazos. Cerrá los ojos. Tu pecho es ungido con el perfume sagrado que emana de la Fuente. Escuchá. La luz te llama a seguir andando. Todo tu ser lo siente y se conmueve. Viejas estructuras están cayendo a pedazos al no contar con tu energía. Ya no podrán amarrarte con la soga invisible de la manipulación y el engaño. Tu corazón te orienta.
Siempre que palpites que tu ánimo se desmorona, elevá tu mirada al cielo en busca del calor del Sol. Finos rayos, de sutil belleza, impregnarán tu alma para que cumplas con tu destino, confiando en tu voz interior. Donde quieras que vayas llevarás tu inestimable legado de amor y humanidad, como si fueses un eterno lucero. Más allá de los escollos que puedan presentarse en el camino, la vida te sonríe. Nada detendrá tu vuelo.
Julio Andres Pagano

Vine a reflejar tu luz


Vine a reflejar tu luz
(Por Julio Andrés Pagano)
Este mensaje tiene una bella misión. Fue concebido con el don de abrazar tu corazón, infundiéndole confianza. Sus letras son sonidos que recorren tus sentidos y les anuncian el retorno de la magia. Hoy ingresaremos a una flor, que de manera sencilla y pura se abrirá para mostrarte que el amor está llegando de maneras muy sutiles. Vas a recordar. Te vas a emocionar. Tus alas volverán a energizarse. Aquí estoy. Vine a reflejar tu luz.
Cada vez que tus ojos surcan el cielo en busca de una señal, un ángel es encomendado a que vivencies cuánto se te ama. Puede que no lo veas, pero lo podés sentir. Su radiante halo emite la frecuencia que ahora te contiene en la vibración armónica de estas suaves palabras. Ellas te guían hacia el centro de esta flor, que emergió a la vera de tu camino gracias a la clara luz de tu corazón, que se cristalizó en los pasos de tu ferviente entrega.
Esta profunda paz no te es ajena. Respirala. Disfrutala. Permití que todo tu Ser se relaje al percibir la cálida bienvenida que se te ofrenda en honor al brillante amor que infundís con tu servicio humanitario. ¿Ves cómo en sus delicados pétalos se traslucen las gotas de conciencia que nutrieron sus raíces? Mirá desde tu inocencia. Sentí con el alma. No hay división entre la flor y vos. Es la misma esencia divina palpitando en otras formas.
Su fragancia es dulce y refrescante, al igual que tus expresiones. Sus colores vibran, al igual que todas tus acciones. Ella se abre cada día, al igual que tu sabio corazón, con la mirada puesta en el Sol para embellecer su entorno sin esperar nada a cambio. Así es tu interior, pulcro y reluciente. Cuando mires hacia atrás y veas tu rastro florecido, sabrás que valió la pena caminar. El ángel ríe. Unge tu frente con la savia del amor y se retira.
La hermosa flor que has visitado está enraizada en la claridad de tus huellas, por eso esta diáfana energía te resultó tan cercana. Nada de lo que hacés es en vano. Ni siquiera un simple paso. Por eso te aliento a que sigas y sigas andando, pues así vas propagando las semillas del cambio que humanizan la Tierra. Una vez más te celebro, me inclino y te agradezco. Caminamos por la misma senda. Soy un peregrino. Vine a reflejar tu luz.



Fuimos convocados a religar


Fuimos convocados a religar
(Por Julio Andrés Pagano)
Respondiendo a tu sutil llamado, estas sentidas palabras acuden por amor a fortalecer tu seguridad en las decisiones tomadas. Cada letra es una delicada gota de energía pristina que derramará su gracia divina al entrar en contacto con tu alma, de modo que el brillo de tus ojos siga anunciando que podemos ser más humanos. Al verte pasar, una majestuosa mariposa azul abre sus alas, te invita a continuar volando. Fuimos convocados a religar.
Las infinitas huellas en tu claro sendero revelan que el intenso proceso de ascensión te humanizó. Sus delineados contornos denotan el equilibrio alcanzado. Muy lejos quedó en el recuerdo el coraje necesario para dar el primer paso que te transformó, haciéndote salir del reino de tu mente para ingresar a tu corazón. Cada lágrima sincera perforó tu coraza interna, así tu espíritu afloró y manifestó, con firmeza, su ancestral sabiduría compasiva.
Ahora sentís. Emitís paz interior. Las vivencias te hicieron saber que descendiendo se trasciende el apego a la cima, y que no hacía falta correr en busca de claridad, porque la luz brota desde dentro. ¿Recordás? Saltar te hizo consciente de tus alas. Volar abrió tu mágico mundo interior. Mirándote en el fiel espejo de quienes supusiste enemigos viste reflejadas tus partes más oscura. Aprendiste. Internalizaste que al ser Uno, si cambiás todo cambia.
Necesito agradecerte. Fui testigo de tu transmutación, que también fue la mía al entender que no hay divisiones. Me ayudaste a levantar. Me alentaste a seguir. A tu lado supe que creer es crear y que lo externo estaba ahí para evolucionar, dándonos la gran oportunidad de plasmar nuestra esencia en el plano de la materia. Caminamos un extenso trecho y hoy quiero volver a decirte gracias. Mi corazón se siente bendecido por tu lumínica presencia.
Hay una trama invisible a la mente, pero sensible al corazón, que con sus destellos afirma que cada paso estuvo bien dado. Con nuestras decisiones conscientes crecimos en la Unidad. Estamos aprendiendo. Fluimos en el amor de una frecuencia dorada que nos sabe indivisibles. Soy tu reflejo. Sos mi espejo. Vamos, la bella mariposa nos espera. Volemos alto, aprovechemos el fuerte viento transformador del caos. Fuimos convocados a religar.
Julio Andres Pagano

Leales al corazón


Leales al corazón
(Por Julio Andrés Pagano) Este mensaje se puede sentir. Fue escrito en medio del caos para expandir la cálida y armónica frecuencia de un nuevo y deslumbrante amanecer, que desde adentro sopla para encumbrar la ardiente llama que enciende en los rostros el brillo, la alegría y el color, y abre paso para que la energía del amor recorra con pasión todas las calles. Seamos leales al corazón. Potenciemos el maravilloso espíritu de este claro despertar, haciendo que los valores humanos resplandezcan.
Ser leales al corazón implica no traicionar lo que sentimos. Es confirmar y honrar con hechos lo que decimos. Es abrirnos y confiar en nuestra sabia voz interior, que sutilmente se expresa por medio de la intuición, y hace que le prestemos atención a las señales que orientan cada uno de nuestros pasos por el camino en donde no se oculta el Sol. Luminosa es la tarea que asumimos realizar, por eso se nos recuerda irradiar bien alto y fuerte, generando entornos de amor y paz.
Para sumarnos y ayudar a embellecer la creciente luz de este nuevo amanecer, no es necesario realizar grandes obras ni ocupar puestos de poder. Sólo basta con Ser cada día más sensibles y humanos, para que los valores que portamos puedan aflorar. La manera más simple y efectiva de hacerlo es sintiendo, pues si nos damos el permiso de sentir, volveremos a ver relucir, entre otros valores, al respeto, la bondad, la solidaridad, la honestidad, la coherencia y la franqueza.
Durante largo tiempo fuimos adormecidos por formas densas de vibrar. Sistemáticamente nos condicionaron a pensar y desear en entornos opresivos, dominados por la culpa, el miedo y el dolor. Ahora el contexto vibratorio está comenzando a cambiar, por eso el corazón se vuelve a activar en la medida en que sentimos, y al alinearnos con nuestra verdadera esencia hacemos latir la compasión, la tolerancia, la empatía, la libertad, la amistad, la humildad y la excelencia.
No más desconexión, no más deshumanización. Que nuestra llama interna relumbre para que podamos perdonar y sanar, aprendiendo a develar las enseñanzas ocultas de lo vivido. Seamos conscientes de que en el golpe por golpe vence la desunión, y se ciega al corazón. Vibremos en unidad. Son los valores humanos los que nos hacen sentir como hermanos, así que hagámoslos brillar. Seamos leales al corazón, para que en este nuevo amanecer la cálida luz del amor reine.
Julio Andres Pagano

Triunfamos


Triunfamos
(Por Julio Andrés Pagano) ¿Qué estabas haciendo? ¿Me querés acompañar? Si mirás dentro de las palabras, me verás venir en un caballo alado a infundirte coraje. Hoy jugaré a ser un noble caballero de la orden sagrada del divino corazón, que por amor acude a tu encuentro para que viajemos. Este vuelo alquímico te ayudará a recordar. Le devolverá a tus ojos el brillo de tu espíritu guerrero. Sos luz. De pie, que falta muy poco. Internamente sabés que este juego ya lo jugamos. También sabés que triunfamos abriendo el corazón para sentir.
¿Te sorprende ver que siendo un caballero ya no lleve espada ni armadura? Es tiempo de paz. Este es el momento en donde fluir, en vez de resistir, se convierte en la mejor estrategia para que la magia de la vida nos eleve con sus destellos dorados. Somos las hebras que conforman la trama por donde viaja la luz. Ya no más batallas, no más peleas. Conscientes de que el amor todo lo puede, es hora de sentir que estamos religados en la unidad del espíritu. Somos hermanos. Dame la mano, subí. Daremos un paseo.
¿Acaso ves que los árboles sostengan banderas? ¿Hay algún río que se ufane de ser frontera? Tampoco observamos que el viento lleve pasaporte ni escuchamos a las montañas decir: "Somos de tal país". La naturaleza se expresa de manera unificada. El hombre no lo hace porque al cerrar su corazón quedó preso de la ilusión que lo muestra separado. ¿Querés ayudarme? En este viaje alado rociaremos las ciudades con la esencia de los corazones que han despertado y han recordado que vibramos en unidad.
En aquellas zonas en donde hay tristeza, esparciremos flores de loto -a modo de inspiración- para que nadie olvide que incluso en el barro se puede florecer sin perder la pureza. Prometimos ayudar y eso es lo que seguimos haciendo al infundir aliento centrados en nuestro interior. La vibración del amor debe expandirse para llegar a los rincones en donde existan corazones que sientan el llamado a despertar. Vinimos a co-crear el cielo en la Tierra y así volver a celebrar la grandiosa alegría de sentirnos libres.
No hay límites en nuestro mundo interno, de ahí que hoy te haya visitado en este fantástico caballo alado para que mantengas vivo el sentido de nuestra tarea humanitaria. Por amor vinimos, por amor vivimos, por amor elegimos impulsar el ancestral recuerdo de sabernos Uno. Confiá, queda muy poco. Celebro porque tenés el temple necesario para seguir iluminando desde tu paz interior. Sólo debemos fluir. Sabés que este juego ya lo jugamos, también sabés que triunfamos abriendo el corazón para sentir.

Julio Andres Pagano




Con las alas abiertas


Con las alas abiertas
(Por Julio Andrés Pagano) Con toda la fuerza que puedo irradiar, acudo a tu encuentro para que podamos generar una poderosa onda expansiva, luminosa y reluciente, que diluya la oscura barrera que a través del miedo procuran densificar, bloqueando los corazones que presienten que ya es momento de abrirse y despertar para poder humanizar. Sentí, esta es una incitación consciente a expandir la más cristalina y revolucionaria señal del cambio, sirviendo, por amor, con las alas abiertas.
Puede que te preguntes cómo haremos para desencadenar un pulsar que emita una energía tan vigorosa y brillante, sin embargo tu espíritu sonríe porque sabe la respuesta: nos vamos a vaciar. Daremos vuelta la bolsa para que caiga hasta la última semilla. Por amor, liberaremos todo lo aprendido. Vamos a compartir, sin restricciones, lo que hayamos podido generar. Así es como lograremos provocar una profunda e increíble eclosión que abra todos los corazones.
¿Podés imaginar la colosal ola de luz que gestaremos al transferir lo más apreciado que hemos creado? Visualizá, a modo de ejemplo, a miles de seres liberando las patentes de sus inventos, anulando los derechos de autor, ofreciendo sus descubrimientos y herramientas sanadoras por amor. ¿Sentís el alto impacto? Tuvimos que aprender para luego desaprender, recuperando la inocencia, ahora es el tiempo de vaciarse para volver a llenarse y experimentarse en plenitud.
Vaciarse implica desapegarse. La mente protestará, justificará su bronca en que nadie valorará el fruto del esfuerzo realizado. Ante esa situación, quien sienta su corazón sabrá que nada nos pertenece, y que si vinimos a servir debemos aprender a soltar, compartiendo lo más puro que tengamos. Ese dar sin esperar, esa ferviente entrega consciente, será un bello y luminoso acto de amor, que por dentro dejará el dulce sabor de la tarea cumplida. Somos ángeles humanos.
Que nuestra respuesta al miedo sea la plena confianza en que vibrando en el amor co-creamos una armónica realidad, en donde Ser luz no es una excepción, sino la más simple y cotidiana expresión de una sincera y humana convivencia. Hoy la existencia nos estimula a impulsar esta gran onda de amor para que los corazones se abran y sincronicen con su verdadera esencia. La Madre Tierra necesita de más seres despiertos que amen y honren la vida con las alas abiertas.
Julio Andres Pagano

Juguemos otro juego


Juguemos otro juego
(Por Julio Andrés Pagano) Este mensaje se siente. Es un mágico pulsar. Viene a movilizar tus fibras más sensibles. Esta es la frecuencia inmaculada que ilumina el santo grial de tu memoria cósmica. Su sabia luz lleva a que tus células rememoren el eterno espacio sin fronteras que sólo se vivencia vibrando en el amor. Todo está entrelazado. No existe separación, excepto en el atrapante juego de la ilusión que nos manifestó separados. Despertá. Sintiendo somos Uno. Sólo Uno. Juguemos otro juego.
La vibración de estas palabras te recuerda que lo que tus células experimentan es lo que siente el Universo. Todo se mueve en una sutil y eterna danza espiralada. Así como las células forman tu cuerpo, éste es una célula de la Madre Tierra. La Tierra, el Sol, los planetas y las estrellas son las células de nuestra galaxia (Vía Láctea), y las galaxias son las gigantes células del Universo. Al ser todo Uno, siempre hay algo mayor que sustenta, contiene y pulsa dentro de cada corazón.
Así como el agua juega a ser copos de nieve o hermosas nubes, dentro de las hojas está el Sol jugando a ser de color verde. Ante los ojos del alma, la vida se presenta como un deslumbrante juego donde todo se entrecruza. Mires por dónde mires, sólo verás Unidad. Contemplarás un majestuoso despliegue de incontenible energía que cambia de estado y fluye constantemente. Hay ciclos dentro de ciclos. El vacío está lleno. Somos como los peces que no advierten el agua. Vivimos en un mar de abundancia, pero aceptamos jugar a que lo que abunda es la escasez.
En cada latido, en cada respiración, el Universo se expande y se contrae, elevando y trayendo de regreso las pulsaciones. Sentimientos, pensamientos y palabras viajan desde las flores hacia las estrellas, regresando para que experimentemos la frecuencia del caos o la armonía con que fueron emanadas. No hay separación. Todo es Uno. En el juego de la ilusión, se necesita que el corazón permanezca bien cerrado, de lo contrario no hay manera de sentirnos fragmentados.
Despertá. Juguemos otro juego. Un juego que no excluya y tampoco nos lastime. Juguemos a celebrar. Juguemos a sanar. Despertando rememoramos que la energía femenina y la energía masculina son formas complementarias de vibrar, que desarrollan en el amor su equilibrio alquímico perfecto. ¿Acaso ya no estás muy cansado de este juego tan violento que llamamos "realidad"? Recordá. Liberá la gloriosa esencia de tu memoria cósmica y juguemos otro juego.
Julio Andres Pagano
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