miércoles, 7 de octubre de 2015

EN LA SALUD Y EN LA ENFERMEDAD



EN LA SALUD Y EN LA ENFERMEDAD
Publicado por Julieta Herrera en Universo Espiritual Comunidad.
http://universo-espiritual.ning.com/
El compromiso de mantenerte AQUÍ, sin importar lo que suceda, sin importar cuán salvajemente ruja la tormenta de vida, hace que dejes de ser una víctima. Dejas de ser pasivo, de estar a merced de los elementos, separado de la vida misma, desalineado del potencial creativo de este momento. En tu SÍ, te conviertes en el agente creativo, en calma yfirmeza, alineado con la vida, exactamente en el lugar en donde necesitas estar, fundado en la fuente de tu verdadero poder… en este momento presente. Este es el único gran compromiso que habrás de establecer - el compromiso con el Ahora, el verdadero compromiso del corazón.
Y desde este gran compromiso, toda acción creativa, inteligente y compasiva fluirá naturalmente, espontáneamente.
- Jeff Foster

martes, 6 de octubre de 2015

Eckhart Tolle: La Infelicidad de Fondo y el Secreto de la Felicidad

The “Art” of Meditation: How to Meditate While Drawing:
El ego crea separación, y la separación crea sufrimiento. Por tanto el ego es claramente patológico. Aparte de las formas más obvias como la ira, el odio y demás, hay otras formas de negatividad más sutiles que al ser tan comunes usualmente no se las reconoce como tales, por ejemplo, la impaciencia, la irritación, el nerviosismo, el estar “hastiado”.
Estas constituyen la infelicidad de fondo que es el estado interior predominante de muchas personas. Necesitas estar extremadamente alerta y absolutamente presente para poder detectarlas. Cada vez que lo haces, es un momento de despertar, de des-identificación de la mente. El siguiente es uno de los estados negativos más comunes que fácilmente pasa desapercibido, precisamente por ser tan común, tan normal. Seguramente estarás familiarizado con él. ¿Sueles experimentar una sensación de descontento que podría describir mejor como una especie de resentimiento en segundo plano? Puede ser específico o inespecífico. Muchas personas pasan gran parte de sus vidas en ese estado. Están tan identificados con él que no pueden tomar distancia para reconocerlo. Por debajo de esa sensación subyacen sostenidas ciertas creencias inconscientes, es decir, ciertos pensamientos. Pensamos estos pensamientos de la misma manera en que soñamos nuestros sueños cuando estamos dormidos. En otras palabras, no sabes que estás pensando esos pensamientos, tal como el soñador no sabe que está soñando.
Estas son historias creadas por el ego para convencernos de que no podemos estar en paz ahora o que no podemos ser nosotros mismos de forma total ahora. Estar en paz y ser quien eres, o sea, ser tú mismo, es una misma cosa. El ego dice: quizás en algún momento en el futuro podré estar en paz - si esto, aquello o lo otro sucede, o si obtengo aquello o me convierto en aquello. O dice: no podré estar en paz jamás por causa de algo que sucedió en el pasado. Escuchen las historias de la gente y todas ellas podrían titularse "Por Qué No Puedo Estar En Paz Ahora". El ego no sabe que tu única oportunidad para estar en paz es ahora. O quizás sí lo sabe, y tiene miedo de que lo descubras. La paz, después de todo, es el fin del ego. ¿Cómo estar en paz ahora? Haciendo la paz con el momento presente. El momento presente es el campo en el cual sucede el juego de la vida. No puede jugarse en ningún otro lugar.
Una vez que has hecho las paces con el momento presente, observa lo que sucede, lo que puedes hacer o elegir hacer, o más bien lo que la vida hace a través tuyo. Hay cuatro palabras que expresan el secreto del arte de vivir, el secreto de todo éxito y felicidad: Uno Con La Vida. Ser uno con la vida es ser uno con el Ahora. Entonces descubres que tu no vives tu vida, sino que la vida te vive. La vida es la bailarina, y tu eres la danza.
Extraído de Una Nueva Tierra, de Eckhart Tolle, páginas 113-115
© derechos de autor 2008-2015. Eckhart Tolle. Todos los derechos reservados.http://www.eckharttolle.com. Traducción: Marcela Borean
Difusión: El Manantial del Caduceo

domingo, 4 de octubre de 2015

LIBRO EL SENDERO DEL TAO (OSHO) Capitulo-IV




Capitulo 4
Es Mejor Estar Quieto, Es mejor estar Vacio

Alguien le preguntó a Lieh Tzu:
¿Por qué le das valor al vacío? 
En el vacío no hay valoración.
Lieh Tzu dijo:
A eso no se le puede llamar valor. 
Lo mejor es estar quieto, lo mejor es estar vacío.
En la quietud y en la vacuidad encontramos una morada; al dar y recibir perdemos el sitio.
La verdad es una; no puede ser de otra forma porque la existencia es un universo, no es un “multiverso”. 
Es uno.  Es un aglutinamiento.  Es una unión.  Es un cosmos.  Aquello que aglutina al universo es lo que llamamos Verdad, o Tao, o Dios.  El Tao no es una persona; tampoco es Dios una persona, sino la unión que lo recorre todo, como un hilo a través de una guirnalda.  El universo no es un montón de cosas separadas, y una especie de hilo lo mantiene unido… 
No se está deshaciendo. A eso que lo mantiene unido es lo que llamamos Dios, Tao.
No obstante, el ser humano puede enfocar esta verdad de dos maneras. Estas dos maneras deben ser comprendidas. 
La verdad es una, pero los caminos son dos. El primer camino es vía afirmativa, el camino positivo, el camino de “los que dicen sí”, el camino del devoto.  Jesús, Mahoma y Krishna han seguido el camino de la afirmación. 
El camino de la afirmación parece ser una camino de esfuerzo, de mucho esfuerzo: uno está tratando de llegar a Dios, tiene que hacer todo el esfuerzo posible, tiene que hacer lo máximo, tiene que jugárselo todo.  En los tiempos modernos, Gurdjieff y Ramakrishna siguieron el camino de la afirmación, la vía afirmativa.
El otro camino es la vía negativa, a través de la negación a través del “no”.  Lao Tzu, el Buda y Nagarjuna siguieron el camino de la negación. En los tiempos modernos, Ramana Maharshi y Krishnamurti han seguido el camino del “no”.
Estos dos caminos se tienen que entender tan claramente como sea posible, porque es mucho lo que de ello depende; tú tendrás que elegir tarde o temprano.  Los dos se mueven en dimensiones diferentes; llegan al mismo fin, pero se mueven en dimensiones diferentes.
El camino positivo es un enfoque positivo respecto a Dios, un llegar a Dios, una búsqueda, una indagación. 
El camino negativo es un esperar a Dios, no una búsqueda.  El camino negativo consiste en mantener la puerta abierta, no en ir a buscar, no en indagar, sólo en ser receptivo, como un útero.  El primero es yang, el segundo es yin.  El primero es un camino de tendencia masculina; el segundo es un camino de tendencia femenina.  En el segundo uno tiene que abandonarse simplemente: no hay voluntad sino entrega.  Sólo se tiene que permitir que Dios sea.  No llegues a él; deja que él  llegue a ti.  Permanece simplemente en silencio, vacío.  Deja un espacio, de tal forma que si viene tú estés dispuesto; tú te mantienes dispuesto.
En el camino de la voluntad tendrás mucho que hacer; en el camino de la entrega no tienes nada que hacer, exactamente nada que hacer, solamente nada que hacer.  Estos caminos se pueden nombrar también de forma diferente.
El primer camino puede decirse que es el camino del asceta.  La palabra “asceta” viene de la raíz griega ascesis, que quiere decir “ejercicio”. 
Muchos métodos –muchos ejercicios, metodologías, yoga, técnicas- son factibles.  El segundo camino puede llamarse el camino del místico: no hay ejercicios, no hay métodos, no hay tecnología.
En el primer camino, el tiempo es una necesidad. 
Tú no te puedes iluminar inmediatamente. 
Los métodos requieren tiempo, los ejercicios requieren tiempo, la preparación requiere tiempo, y tú tendrás que esperar por muchas vidas. 
La iluminación será gradual, no puede ser súbita. 
En el camino negativo, la iluminación puede ser completamente súbita, puede suceder en este mismo momento.  El tiempo no es necesario porque el ejercicio no es necesario.  Tú no tienes que ir a sitio alguno; simplemente tienes que sentarte en silencio, simplemente tienes que abandonarte. 
No necesitas esperar.
El camino del místico es misterioso, no se puede explicar.  El camino del asceta se puede explicar: es muy científico, muy lógico. 
Se puede explicar paso a paso; se puede analizar, dividir en pasos sencillos.  Los pasos se pueden hacer tan pequeños que todo el mundo puede darlos, incluso un niño.  Pero el camino del místico es muy misterioso, de ahí que se le llame el camino místico.  No existe la posibilidad de grados, de pequeños pasos, sino de un salto cuántico, de un salto a lo desconocido, súbito, como un alumbramiento. 
Naturalmente, no puede ser explicado de forma lógica.
La mente lógica se encontrará perdida.  Es necesaria una gran comprensión, no basada en la lógica sino en la intuición.  Se necesita una mente ilógica, aventurera, que pueda sobrepasar todos los pasos, que esté dispuesta a ir hacia lo desconocido, que tenga el valor suficiente para dar el salto.
En el primer camino vas paso a paso, moviéndote hacia arriba.  En el segundo camino, tú simplemente das un salto al abismo.  El abismo no tiene fondo, está vacío, es la nada absoluta.  Tú desapareces.
Estos dos son los caminos, y cada persona tiene que decidir en lo más profundo de su ser cuál le atrae más. 
Es difícil decidir, pero hay que decidirse, de otra forma tú puedes seguir haciendo cosas que no van a tener significado alguno.  Si puedes dar el salto, entonces no hay necesidad de que practiques el yoga.  Si no puedes dar el salto, entonces no tiene sentido que solamente te quedes a la espera.
En el primer camino, el mayor peligro viene del ego, porque tienes que hacer mucho, y si eres muy egoísta te volverás un hacedor y el ego se convertirá en tu barrera.  Uno tiene que hacer pero sin fortalecer el ego.  En el segundo camino, el aletargamiento es el problema.  No tienes que hacer nada; uno se puede aletargar, uno se puede volver apagado o muerto. 
Ese es el peligro, muy natural: te sientas en silencio, no haces nada, poco a poco caes en una pesadez, en una especie de falta de inteligencia.  Pierdes agudeza, pierdes vitalidad, te vuelves idiota.  Esto es posible; uno tiene que estar muy consciente de ello.
En el primer camino uno tiene que observar para que el ego no surja.  En el segundo camino uno tiene que observar para no acostumbrarse al aletargamiento. 
Si se evitan estas dos trampas entonces tú puedes llegar por ambos caminos, el afirmativo y el negativo.  Hay gente que ha llegado a través de los dos, así que no es un asunto de llegar, sino de cuál va a ser más fácil, más adecuado a tu naturaleza interior; elige ese.
Hay que entender algunas cosas sobre el camino de la nada, porque Lieh Tzu sigue ese camino –el camino de la vía negativa- el camino del místico.  En el camino místico tienes que estar solo, no hay posibilidad de un “estar juntos”.  Es una inactividad profunda, tan profunda que la misma idea de acción se tiene que dejar, renunciando a ella.  No hay deseos, no hay acción; uno simplemente tiene que ser.  La soledad se tiene que experimentar, la reclusión se tiene que experimentar.
En el camino de la afirmación, Dios está siempre contigo, tú no estás solo.  Siempre puedes hablar con Dios, siempre puedes orarle, siempre puedes esperar que él esté contigo. 
Él está alrededor, te sostiene la mano.  Él está mucho en el camino de la afirmación.  Su mano está casi en tus manos. 
No es sólo imaginación, recuérdalo, no es una alucinación; es así.  Cuando has hecho todo lo que puedes hacer, súbitamente él se vuelve accesible.  Tú no puedes hacer más, no te has contenido, has hecho todo lo que puedes hacer, te has dado completamente al trabajo, has llegado a lo óptimo; a partir de ahí Dios se hace cargo, pero tienes que hacer lo óptimo; menos que eso no ayuda.  Tienes que hervir a cien grados; entonces, súbitamente, hay evaporación.
En el camino del asceta, Dios está siempre contigo; nunca estás solo, siempre puedes rezar.  Pero en el camino negativo rezar no es posible, no está permitido rezar.  La oración es un obstáculo.  Recuerda esto también: una cosa puede servir de ayuda en un camino y convertirse en un obstáculo en el otro camino.  Rezar es un obstáculo.  Si le preguntas al seguidor del camino negativo, él te dirá: “Orar implica que aún no eres capaz de estar solo; aún estás dependiendo del otro”. 
Tú puedes haber dejado tu dependencia de la esposa, del marido, de los hijos, de los amigos, de la sociedad, pero ahora has proyectado un dios y necesitas su compañía; no puedes estar solo.  Orar implica que tú todavía tienes miedo de estar solo, así que creas un puente con el otro.  Buscas al otro. 
Orar implica simplemente que si estás solo, no estás solitario sino aislado: extrañas al otro. En el camino de lo negativo, la soledad es simplemente el mayor esplendor que existe.
Si le preguntas al místico, él dirá que estar aislado es sólo una fase.  Estar en soledad es una condición fundamental.  Estar aislado o acompañado es accidental; estar solo es esencial.  Estar aislado implica una evolución o continuidad de la experiencia, mientras que estar en soledad implica un cambio radical, total, de ciento ochenta grados, una mutación, una metanoia.  Estar aislado es una forma de retornar a los otros; siempre que te sientes aislado estás buscando al otro de una u otra forma.  Estar aislado es una forma de retornar a los otros.  Estar solo es un camino de retorno a uno mismo.
Esto se tiene que recordar.  Por eso, en el camino negativo, la meditación tiene más importancia que la oración. 
La meditación es una ayuda.  La oración es un obstáculo. 
En el camino de la afirmación, la oración es una ayuda, no se habla en absoluto de la meditación.  Por eso, en el cristianismo, en el islamismo, en el judaísmo, en el hinduismo, la meditación no se ha desarrollado. La meditación ha sido profundamente desarrollada por los budistas y los taoístas; es una clave secreta.
Tú puedes dividir todas las religiones en dos: hinduismo, islamismo, judaísmo, cristianismo; todas ellas están en la vía afirmativa.  El budismo y el taoísmo son básicamente negativos, están en la vía negativa.  El hinduismo y el islamismo han florecido al máximo en el sufismo.  
Los hindúes y los mahometanos se han encontrado y ha surgido una hermosa flor del encuentro, un injerto: el sufismo.  Es superior a cualquier expresión del hinduismo y es superior a cualquier expresión del islamismo; es superior a ambos, ha trascendido a los dos padres.  El hijo es más hermoso que el padre y la madre; tiene que serlo, porque tanto el padre como la madre se han disuelto en él.  Por tanto, el sufismo es la cumbre de lo afirmativo.  También el budismo y el taoísmo se han encontrado y dado nacimiento al zen: lo óptimo en el camino de la meditación.  De nuevo, más hermoso que el budismo y el taoísmo, mejor que sus dos padres, de nuevo un injerto.
En el encuentro del islamismo y el hinduismo se produjo en India.  El islamismo vino a la India, se encontró con el hinduismo y nación un hermoso niño.  El encuentro entre el taoísmo y el budismo se produjo en China.  El budismo fue a China, se encontró con el taoísmo y nació un hermoso niño, el zen.  Si todas las cosas desaparecieran del mundo y sólo pudieran quedar dos, el sufismo y el zen, nada se perdería.  Son los crescendos máximos, pero de dos caminos diferentes. 
El sufismo no es más que oración pura, zikr, el recuerdo de Dios y el zen no es nada más que meditación.


La palabra “zen” viene de la raíz sánscrita dhyana.  Primero, la palabra dhyana se convirtió en jhana, porque el Buda solía hablar en pali; dhyana es jhana en pali.  Luego, de jhana pasó a ch’an en China.  Más tarde se convirtió en zen cuando llegó a Japón.  Pero es dhyana, es esencialmente dhyana: estar solo, simplemente, absolutamente solo; ni siquiera en la compañía de un pensamiento, uno es sólo un espacio, puro, transparente. 
En esa pureza uno lo consigue, Dios penetra interiormente.  Cuando tú estás preparado para estar tan vacío, Dios se adentra.  El sufí busca a Dios; el discípulo zen espera, Dios viene.

LISTO PARA VIVIR



LISTO PARA VIVIR
Publicado por Julieta Herrera en Universo Espiritual Comunidad.
Hacer, o no hacer… Pero nunca estarás listo. Nadie está nunca listo. Tendrías que esperar una eternidad para estar listo. Estar listo es una mentira.
Nunca estuviste listo para nacer. Fuiste lanzado inesperadamente al caos y lloraste por tu vida. Terror y agobio, respirando, sí, el impacto y el asombro ante la luz, pero no estabas listo. Y nunca estuviste listo para tu primer día de escuela. Los miedos, la sensación de nauseas en tu estómago, un nuevo mundo abriéndose, un viejo mundo agonizando, pero nunca estuviste listo. Y la muerte de tu padre, quizás prevista, quizás ya te habías preparado para ella, pero nunca estuviste listo. Olas de angustia, culpa, tal vez, alegría, tal vez, pero, ¿cómo diablos ibas a estar listo? Nunca lo estuviste, pero sí que estabas vivo, y tú podías respirar cuando él ya no, y todo lo acogiste en tu antiguo corazón. El diagnóstico de cáncer, la pérdida de tu empleo, una noticia inesperada. No estabas listo. Pero te abriste. Y seguiste adelante.
Te tropezaste, caíste, te lastimaste. Te pusiste de pie. Perdiste tu camino. Pero nunca estuviste listo. ¿Listo para qué? ¿Para una vida sin dolor? ¿Sin obstáculos? ¿Listo para recibir la respuesta? ¿Para obtener una guía? ¿Para seguir a una autoridad? Siempre supiste que eso no era vida en absoluto.
Te enamoraste de los tropiezos, de las dudas, de los errores, de decir lo equivocado, de orquestar todo un lío. Te reíste mientras tus sueños se convertían en polvo.
Sólo empieza de nuevo, hoy, aunque no sepas cómo hacerlo. Esparce la pintura por todas partes. Cubre el lienzo con vida. Equivócate, y siéntete muuuy bien.
Podrías no estar listo, pero estás listo para intentarlo, para fallar, para entregarte a todo este caos.
- Jeff Foster

VIDA: EL PRECIO DE ADMISIÓN



VIDA: EL PRECIO DE ADMISIÓN
Publicado por Julieta Herrera en Universo Espiritual Comunidad.
http://universo-espiritual.ning.com/
Emergerás ensangrentado, destrozado, maltratado, pero vivo.
Te dirán que estás en un planeta llamado Tierra. 
Te darán un nombre. El nombre de alguien más.
Te enseñarán lo que ellos creen que es cierto.
Hablarás un idioma en particular, no de tu elección.
Te enseñarán las creencias, los valores, los códigos de conducta de tu familia. (No tomes esto como la verdad absoluta, es sólo su versión de la verdad.)
Te alabarán o culparán. Te apoyarán o no.
Te darán obsequios o te los quitarán.
Te llamarán falso, malo, egoísta, desafortunado.
Te dirán que eres el mejor, maravilloso, un genio, su salvador.
No te creas sus calificativos, sus juicios, buenos o malos.
Tú estás vivo. No puedes ser contenido o controlado. O definido por palabras.
Amarás y perderás el amor. Tu corazón se romperá, a menudo.
Tocarás el mayor éxtasis, las profundidades de la melancolía.
Aquellos que amas morirán. Te cuestionarás tu realidad.
A veces sentirás que no puedes seguir adelante. Seguirás adelante.
Te preguntarás acerca de tu propósito. Hallarás un propósito, lo perderás.
Cumplirás con un rol. Lo cambiarás. Confiarás en alguien, y la confianza será traicionada.
O permanecerá intacta. O caerás de rodillas.
Y te levantarás. Y caerás. Y te volverás a poner de pie. Y seguirás adelante.
Saborearás todo de la vida, la oscuridad y la luz.
Toda la vida surgirá a través tuyo, la alegría y la tristeza,
el aburrimiento y la felicidad, la certeza y la duda,
grandes emociones y los terrores de las profundidades.
Tocarás a los demás, y serás tocado a cambio.
Bailarás y cantarás y te desmoronarás en la desesperación.
Llorarás y reirás y caerás en el Misterio.
Y al final gritarás:
¡HE VIVIDO!
¡HE VIVIDO!
- Jeff Foster

sábado, 3 de octubre de 2015

Libro La Voz Interior : Ésta es la primavera de la Nueva Era por Eileen Caddy (21-30) de Septiembre 2015)





Septiembre, 21
Mi plan para ti es perfecto y encajará en el tiempo justo. Nunca intentes apresurar nada; mira, sin embargo, cómo surge y se desarrolla. Si la vida parece transcurrir con mucha lentitud, no te impacientes. Aprende a esperar en Mí con absoluta fe y confianza, sabiendo que en el momento justo sucederán todas las cosas, porque ciertamente hay un tiempo y una estación para cada cosa. Recuerda, tú no puedes cambiar las estaciones del año; tú no puedes cambiar el movimiento de los cielos ni el de las mareas. El universo está en Mis manos y nadie puede causarle daño alguno. Ve adelante con fe y confianza completas, dejando que se desarrollen Mis maravillas y Mis glorias. No temas nada; ten, antes bien, fuerza y valentía. Cuando estés en perfecta paz en tu interior, podrás soportar el estrés y las presiones externas. Así pues, deja que Mi paz y Mi amor te llenen y te rodeen, y permanece en paz perfecta al hacer Mi voluntad.
Septiembre, 22
No pierdas el tiempo con pensamientos y cháchara vanos. Usa cada momento del tiempo con palabras y pensamientos de amor, positivos y constructivos.
Date cuenta que los pensamientos que proyectas pueden ayudar u obstaculizar; por tanto, sé dueña de tus palabras y pensamientos y no su esclava. ¿Por qué no gozar de la vida al máximo? Sólo puedes hacerlo cuando das lo mejor de ti en tiempo, palabras y hechos. Abre tus ojos y tu corazón, y mira y siente lo mejor en todas las cosas y en todas las personas que te rodean. Si tienes alguna dificultad en encontrar lo mejor, sencillamente continúa buscando hasta encontrarlo; está ahí esperándote. Hay muchas cosas maravillosas en el mundo. ¿Por qué no tomas tiempo para concentrarte en ellas y llenar tu vida con ellas, y hacer así que las cosas desagradables, tristes y discordantes no encuentren lugar en tu vida? La vida es lo que haces de ella. ¿Qué estás haciendo de la tuya?
Septiembre, 23
No puedes jugar al tenis quedándote plantada con una raqueta y una pelota en tus manos. Tienes que levantar la raqueta y golpear la pelota hasta que pase la red. Tienes que entrar en acción. Así también con la fe. Tienes que hacer algo para demostrarte a ti misma que funciona y que vives según ella. Cuanto más lo intentes y te des cuenta de que funciona, más confianza ganarás hasta que estés dispuesta a dar cualquier paso con fe, sin vacilación, al saber que lo estamos dando juntos, y cualquier cosa es posible cuando estés dispuesta a obrar así. Tienes que tener fe en tu capacidad de nadar antes de sumergirte en aguas profundas con completa confianza; de otro modo te ahogarías. Tienes que tener fe en tu capacidad de vivir según la fe antes de poder hacerlo. La fe engendra fe. ¿Cómo puedes saber si puedes confiar en Mí si no lo intentas y compruebas si es así?
Septiembre, 24
Estos son tiempos cruciales y cada alma es necesaria en su lugar justo. Es como cuando se recompone un vasto rompecabezas: hay un lugar para cada pieza. ¿Estás en tu lugar justo? Sólo tú lo sabrás. ¿Sientes que encajas a la perfección en el conjunto y que no creas ninguna nota desapacible o discordante? La paz, la armonía y la tranquilidad deben hallarse en tu interior para estabilizarte y ponerte en consonancia con todo lo que está a punto de ocurrir. Por tanto, es necesario permanecer muy queda y encontrar esa paz interior para que nada ni nadie puedan perturbarla. Sé como un ancla, firme y segura, de modo que ninguna tormenta pueda afectarte o desplazarte de tu lugar justo. Ten firmeza, pues has de saber que todo está muy, muy bien y que todo está sucediendo según Mi plan perfecto. Que tu corazón no entre en conflicto; deposita toda tu confianza, tu fe y tu seguridad en Mí.
Septiembre, 25
En la medida en que aprendas a dar, recibirás. Abre tu corazón y da todos los dones que te han sido dados a ti. Da tu amor, tu sabiduría, tu comprensión.
Da lo intangible así como lo tangible. De hecho, da y sigue dando cada vez más sin pensamiento alguno del yo, sin pensamiento alguno del costo o del beneficio.
Tu donación ha de ser gozosa y de todo corazón; verás, entonces, que el mismo acto de dar te trae un gozo y felicidad indecibles. Todas las almas tienen algo que dar, así pues, averigua que es lo que tienes que dar tú, y dalo. Nunca olvides que hay muchos niveles en los que se puede dar. No te limites a dar lo que resulta fácil, sino hazlo aunque duela, y crece y expándete al hacerlo, pues tan sólo lo mejor podrá resultar de tu donación.
Septiembre, 26
Relájate al saber que hay tiempo para todo.
Todo el mundo dispone de la misma cantidad de tiempo, pero lo que importa es el uso que se le dé. ¿Lo usas al máximo y disfrutas cada momento, o lo disipas olvidando poner lo prioritario en primer lugar? Deja de ser una esclava del tiempo. ¿Por qué, en lugar de eso, no hacer que él te sirva a ti? Así nunca te gobernará, sino que tú lo gobernarás. Acepta que tan sólo puedes hacer una cosa cada vez, hazla a la perfección y después continúa con la siguiente. Nunca intentes anticipar demasiado. Tan sólo puedes vivir un momento cada vez. Si intentas planificar con mucha antelación, quizá te sientas decepcionada cuando las cosas no resulten tal y como habías planeado. Pueden suceder muchos cambios y al planificar tú no puedes contar con ellos. Lo mejor es vivir plenamente el momento y dejar que el futuro cuide de sí.
Septiembre, 27
Nunca pierdas tiempo ni energía pensando que te gustaría estar en otra parte, haciendo algo distinto. Acepta tu situación y date cuenta de que estás donde estás, haciendo lo que estás haciendo, por una razón muy específica. Date cuenta de que nada es por casualidad, de que tienes ciertas lecciones que aprender y de que la situación en la que te encuentras se te ha dado para permitirte aprender esas lecciones de la forma más rápida posible, para que puedas proseguir adelante en este camino espiritual. Sin duda no querrás quedarte atrapada en un carril, por muy seguro que éste te resulte. Piensa lo aburrida y poco interesante que sería la vida si ésa fuera tu elección. La vida está llena de emoción y de un sentido de expectativa siempre que estés dispuesta a avanzar sin temor en lo desconocido y a dar el siguiente paso con absoluta fe y confianza conmigo como tu guía y compañero. No temas, YO ESTOY contigo siempre.
Septiembre, 28
Recuerda siempre que puedes hacer algo respecto a la situación del mundo mediante un cambio completo de corazón, mente y espíritu. Cuando te des cuenta de eso, cuando asumas tus responsabilidades y hagas algo al respecto, los cambios se producirán; al principio de forma muy pequeña, si bien después se extenderán hasta incluirlo todo. Considera lo maravilloso, lo estimulante que es saber que puedes hacer algo para rectificar el estado del mundo cambiando desde dentro, y reflejando de esa manera esos cambios en el exterior. Benditos los que están dispuestos y abiertos, los que ven la necesidad de cambiar y hacen algo a ese respecto; pues ellos son como la levadura en la masa que permite que el pan crezca. Sin la levadura la masa no crecería. Sin cambio todo permanecería estático, se quedaría estancado y moriría. Así pues, expándete con auténtico gozo y gratitud, y da gracias por poder hacerlo; y entra en acción ahora.
Septiembre, 29
Muchas veces has oído estas palabras: "La vida es lo que haces de ella", pero, ¿qué has hecho tú a ese respecto? ¿Te das cuenta de que controlas tu vida, tu felicidad, tu éxito, tus gozos y tus penas? La vida puede ser maravillosa, emocionante y gloriosa, pero depende de ti que así sea al esperar lo mejor. Vive un día cada vez y vívelo plenamente. Nunca pierdas el tiempo preocupándote por lo que el mañana pueda traer, ni te permitas sentirte deprimida al tener la impresión de que no puedes afrontar alguna cosa. Mira siempre la cara luminosa de la vida y concéntrate en ella, en el ahora sempiterno. El hecho de que ayer no transcurriera con fluidez no quiere decir que hoy haya de ser igual. Deja atrás el ayer; aprende de él, pero no consientas que estropee el día de hoy. El día de hoy está ante ti, intocado e inmaculado. ¿Qué vas a hacer con él?
Septiembre, 30
Es importante tener una meta en la vida y continuar dirigiéndose hacia ella. Hay un plan y un propósito reales en tu vida, aunque no siempre seas capaz de ver la meta con claridad, pues cuando bajas por un valle o el camino hace revueltas, no siempre se puede ver el siguiente tramo. Comprobarás que de tanto en tanto se te dará una experiencia espiritual estimulante que llevarás contigo a través de los lugares más difíciles, y que te ayudará a seguir, te enfrentes a lo que te enfrentes. Aspira alto, cuanto más alto mejor. De esa forma tendrás que continuar caminando, creciendo y expandiéndote para llegar allí. No puedes quedarte sentada sintiéndote satisfecha contigo misma; no puedes permanecer estática. Siempre has de aspirar al siguiente peldaño en la escalera de la vida, y sabes que ese peldaño te aproxima a la meta, por muy lejos que ésta se encuentre. Así pues, continúa adelante, y nunca te rindas.

viernes, 2 de octubre de 2015

LIBRO EL SENDERO DEL TAO (OSHO) Capitulo-III ( II Escrito)





Capitulo 3.  (II Escrito) 
No Hay descanso para los vivos
Mira simplemente a los árboles.  No hay un árbol que esté tratando de sacrificarse por otro árbol; consecuentemente, tienen verdor.  Si empiezan a sacrificarse, ningún árbol tendrá verdor, ningún árbol florecerá jamás.  Mira las estrellas. 
Se ocupan de sí mismas: brillan para sí mismas, no se sacrifican.  De otra manera la existencia se volvería fea y oscura.  El ocuparse de uno mismo es natural.  Y ese “sí mismo” que estoy enseñando es lo que define el Tao: tu naturaleza.  Escúchala, síguela. Tu naturaleza te está diciendo: “Se feliz”.

Si este mismo Tzu Kung hubiese preguntado a Lao Tzu, él habría dicho: “Muchas felicidades.  ¿Estás cansado de tus estudios?  Muy bien.  Deja entonces todo pensamiento, ahora medita.  ¿Quieres descansar?  Ahora mismo es posible”. 
Lao Tzu no habría dicho: “Lograrás”.  El futuro no tiene sentido, es un truco, un truco para consolarte en el sentido de que, aunque no lo tienes ahora, lo lograrás.  Puedes tener esperanzas, y con esas esperanzas puedes envenenar todo tu ser.

El cura y el político quieren que te conviertas en mártir, y los mártires no son buenas personas porque están muy enojados; es natural.  Los has forzado a destruir su vida, los has persuadido, los has sobornado para destruir su vida; ¿cómo van a estar felices?  ¿Y cómo van a ser capaces alguna vez de perdonarte?  Imposible.

Vive para ti mismo y vivirás para todos los demás, pero éste no es un sacrificio.  Vive para ti mismo.  Se real, auténticamente dedicado a ti mismo; ese es el proceder de la naturaleza. 
Cuida de tu felicidad, de tu descanso, de tu vida, y te sorprenderás de que cuando te sientes feliz ayudas a otros a sentirse felices, porque entiendes, poco a poco, que si los otros se sientes felices tú te sentirás más feliz.  La felicidad sólo puede existir en un océano de felicidad.  No puede existir sola.

Recuerda la lógica, la profunda lógica del ocuparse de sí mismo.  La felicidad no puede existir como una isla, no. 
Si todos los que te rodean fueran infelices, te sería muy difícil ser feliz, casi imposible, porque ese océano de infelicidad que te rodearía por todas partes, seguiría estrellándose en tus orillas. La infelicidad de alrededor te afectaría, penetraría en tu ser. Por tanto, una persona feliz poco a poco empieza a entender la ley básica, fundamental, que dice: “Si quiero ser feliz, es bueno hacer feliz a la gente que me rodea”.  Pero no está sirviendo a otros, recuérdalo.  No se sacrifica.  Se ocupa simplemente de sí mismo.  Quiere sonreír, entonces te ayuda a sonreír a ti, porque una sola sonrisa no puede existir; parecerá muy absurda. Piénsalo, simplemente: estás sentado en medio de un salón lleno de gente; sólo una persona sonríe y todos los demás están serios.  Se sentirá un poco avergonzada, empezará a sentirse culpable; ¿por qué sonrío cuando nadie más está sonriendo? Hay algo que no está bien.  La próxima vez será más cuidadosa; se lo pensará dos veces.

Ahora bien, cuando todos se ríen, entonces es muy simple reír; el todo crea la posibilidad de reír.  Dependemos del todo, somos parte del todo.

Al ser feliz, tú creas la posibilidad de que otros sean felices. 
Y éste es un servicio real, no es un sacrificio en absoluto; no te estás convirtiendo en un mártir.  La madre es feliz; por eso ama al hijo.  Ella es tan feliz que quiere compartir su felicidad con el hijo.  Ella no tendrá nunca resentimiento alguno.  En realidad, ella se sentirá agradecida con el niño, porque gracias a él tuvo muchos momentos hermosos.  Siempre se sentirá agradecida con el hijo.  “Gracias a que viniste a mí, gracias a que me elegiste como tu madre, a que elegiste mi vientre, me has hecho tan feliz, me has dado momentos tan hermosos que no habrían sido posibles sin ti.  Me siento agradecida”.  Y el hijo se sentirá agradecido hacia una madre que está agradecida con él, y nunca irá en contra de la madre o en contra del padre; será muy difícil.  Es raro encontrarse con alguien que no esté en contra de la madre o en contra del padre.  Es muy raro.

Gurdjieff solía decir a sus discípulos: “Hasta que no hayáis perdonado a vuestros padres y a vuestras madres, no podréis crecer”.  Tú dirás: “¡Qué tontería! ¿Qué está diciendo?  Hasta que no perdones…”.  Él lo tenía escrito en su puerta: “Hasta que no hayas perdonado a tu padre y a tu madre no entres aquí”.  No obstante, nadie ha sido capaz de perdonar a su padre y a su madre, porque el padre y la madre se han sacrificado demasiado.

El padre y la madre han sido tan desgraciados debido a los hijos.  Y continúan diciendo lo mucho que se han sufrido. Ninguna madre dice: “He disfrutado mucho al tenerte como hijo”.  Ningún padre dice: “Al venir a nuestra casa nos has traído luz, nos has traído amor”.  Si esto sucediese los hijos serían capaces no sólo de perdonar, sino de amar, de sentirse agradecidos.

Una vez se haya entendido el Tao, todo el negocio del psicoanálisis desaparecerá, porque todo el negocio del psicoanálisis se basa en el hecho de que tú no puedes perdonar a tu padre y a tu madre.  ¿Qué haces cuando yaces en el diván del psicoanalista?  Simplemente te enojas con tu padre y con tu madre.  ¿Qué haces en la terapia primal?  Janov carecerá de significado si se entiende el Tao.  ¿Qué es lo que haces cuando pataleas y gritas en una terapia primal?  ¿A quiénes estás dando puntapiés? A tu padre y a tu madre.

Si escuchas a un paciente en el diván del psiquiatra, el noventa por ciento de todo lo que habla está relacionado con su madre.  “Madre” parece ser el problema.  Lo es, pero la razón de ello está en que el político y el cura han contaminado la mente de la humanidad.  Ellos siempre dicen: “Lo conseguirás.  Mira hacia delante.  Serás feliz en el futuro”.

El momento presente es todo lo que tienes.  Utilízalo inteligentemente, no te dejes engañar por cualquiera.

Confucio dice: “Anhelarás el noble y arqueado montículo de tu tumba…”.

Una tumba es una tumba; no importa cómo la construyas, es una cosa fea.  Puedes hacerla de mármol y escribir el nombre con letras de oro, pero no engaña a nadie, no tiene sentido. Dentro sólo está la muerte y una muerte fea porque es de una vida no vivida.  Una vida que nunca se ha vivido, es fea.  Una vida que se pospone es fea; una vida que se vive es hermosa. 
Y hay muy pocas personas que viven sus vidas; sólo esas personas tienen una muerte hermosa.  Entonces la muerte también es hermosa, porque ellos son tan capaces de vivir que un día empiezan también a vivir su muerte.  Viven su vida, luego viven su muerte.

Una vida no vivida no te puede llevar a una muerte hermosa. Sí, puedes construir una tumba de mármol y escribir el nombre con letras de oro y grabar sobre ella una hermosa poesía. Puedes además alumbrarla con velas y colocar flores, pero todo eso es falso.  ¿A quién estás tratando de engañar?  A pesar de todo ese mármol y letras de oro y flores y velas, la persona no puede vivir; la persona está muerta.  Además, nunca se le permitió vivir, debido a ti.  Mira esta peligrosa frase de Confucio: “Anhelarás el noble y arqueado montículo de tu tumba y sabrás dónde encontrarás descanso”.

Si el descanso no se logra en la vida, no se podrá conseguir con la muerte.  Permite que ésta sea una regla absoluta: todo lo que logres en la vida podrás mantenerlo en tu muerte; no al revés. Si has logrado meditar, entonces tu muerte será meditativa. 
Si has logrado el amor, tu muerte estará llena de energía de amor.  Si has logrado la divinidad, tu muerte será divina.

Pero recuerda: la muerte no puede lograr cosa alguna, el logro viene a través de la vida.  La muerte es sólo el reconocimiento final, el juicio final.  Si la persona fue un gran amante y amó, amó incondicionalmente, y su vida fue una llama de amor, una luz de amor, entonces la muerte cerrará el capítulo con esta llama ardiendo brillantemente.  Pero si la muerte cierra tu vida, y ésta fue mísera y nada más –sólo una esperanza por el futuro, nunca una experiencia auténtica-, entonces morirás de forma fútil.  Gurdjieff la llama “la muerte del perro”. 
Entonces tú simplemente mueres, pero no logras cosa alguna; no hay nada.

Nadie logra algo en la muerte a menos que lo haya logrado en vida.  La muerte sucede en un solo momento.  ¿Qué puedes conseguir en un solo momento?  ¿Desperdicias una vida durante setenta y ocho años y esperas lograr algo en un solo momento?  Durante ochenta años viviste inconscientemente, en confusión, en la locura, en medio de pesadillas ¿y súbitamente vas a descansar en la muerte?  No, señor, te revolverás en la tumba, no encontrarás descanso.

Confucio está equivocado, absolutamente equivocado. 
Está dando un consuelo.  Esto es un crimen. Dar esta clase de consuelos  es un crimen contra la humanidad, porque puedes confundir a otros.  Y él consiguió confundir a su discípulo.

“¡Grande es la muerte!  ¡El caballero encuentra en ella descanso, el miserable se le somete!”, dijo el discípulo.

Confucio consiguió confundirlo.  El gran momento ha sido destruido.  Tzu Kung se ha acercado mucho a la puerta por la que hubiera podido escapar, pero Confucio lo tira hacia atrás. Y el discípulo empieza otra vez a hablar en términos de filosofía, de dogma, de estudios.  Eso es lo que ha aprendido en las escrituras:  “¡Grande es la muerte!”.  Él no sabe. 
Ni siquiera sabe descansar; ¿cómo puede conocer la muerte? La muerte es el último descanso, el descanso absoluto…  Él no conoce siquiera el descanso relativo.  Él no sabe lo que es la vida, está confundido, dividido, y empieza a decir: “¡Grande es la muerte!”.  Al escuchar al maestro se vuelve a obnubilar con las palabras.

Confucio fue un gran gobernador, muy carismático; su impacto fue grande.  Él ha gobernado China durante siglos; aún es influyente, todavía domina.  En la India ha habido un hombre, Manu, que puede ser comparado con Confucio. 
Manu todavía domina en la India, y es el mismo tipo de persona, nada diferente.  La sociedad hindú se basa en las leyes de Manu y la sociedad china se basa en las leyes de Confucio. 
Y estos dos hombres han destruido ambos países.

“¡Grande es la muerte!”.

Al escuchar a su maestro, a su profesor, el discípulo se desconcierta otra vez; el carisma funciona, se le ha engañado. Él se olvida que ha dicho: “Quiero encontrar descanso y estoy harto de todos mis estudios”.  Él estaba justo en el punto de viraje en el que el estudiante puede convertirse en discípulo. 
Lo dejó pasar nuevamente.  Vuelve a caer en la vieja trampa, en la cual se cae siempre fácilmente, porque uno la conoce muy bien, resulta familiar. 
No sabiendo nada de la vida, no sabiendo nada del descanso, él pronuncia una verdad tan profunda: “Grande es la muerte”. 
Él debe haberlo leído.  Sí, en las escrituras se dice: “Grande es la muerte”.  Pero la muerte es grande cuando la vida es grande.

Recuerda, tu muerte es tu muerte; mi muerte es mi muerte. 
Mi muerte dependerá de mi vida, tu muerte dependerá de tu vida.  Si tu vida es grandiosa, tu muerte será grandiosa porque la muerte es la culminación de tu vida.  Si has vivido bien, totalmente, llegarás a una cumbre grandiosa. A una cumbre como la de los Himalayas. 
Pero si sólo has estado arrastrándote por el sueño, si no has vivido en absoluto, si has estado simplemente soñando y creyendo y deseando sin que nunca te haya llegado un solo momento de vida, ni un solo momento de autenticidad y tú has estado representando, ocultándote detrás de máscaras, si nunca fuiste una persona auténtica, si fuiste siempre falso, tu muerte va a ser falsa, no puede ser grandiosa. 
El final puede ser grande sólo si todo el recorrido ha sido grande.  Cada paso del recorrido contribuye al final.  Es algo simple, obvio.  Si has estado danzando en tu vida, tu muerte será una gran danza.  
Si sólo has estado llorando y lamentándote, tu muerte será sólo un lamento y un llanto: no puede ser de otra manera; es la conclusión de tu vida.

Así que recuérdalo: Cada uno vive su vida y cada uno muere su muerte.  Tan única y diferente es la muerte, como la vida es única y diferente.  Cuando el Buda muere, por supuesto, el Buda muere.  Cuando Lieh Tzu muere, por supuesto, Lieh Tzu muere.  Sus muertes tienen una gloria, una fragancia… es un florecimiento.  En un solo momento toda su vida alcanza la llama suprema.  Ellos han llegado, han llegado a casa. 
Tu muerte no es más que el comienzo de otra vida aburrida. Aquí mueres, allí has nacido.  Entras por una puerta, por otra puerta vuelves otra vez a la vida y sigues, por supuesto, la misma ruta; la misma rueda se mueve.

“¡Grande es la muerte!”, pero no en los labios de Tzu Kung.  Sí, si lo estuviera diciendo Lao Tzu, estaría bien.  Ni siquiera en los labios de Confucio la muerte es grande, porque todo el enfoque está equivocado.

“El caballero encuentra en ella descanso…”.

Recuerda esta palabra, caballero.  Éste es el valor más elevado en la ética confuciana, el caballero.  ¿Y quién es un caballero? Una persona falsa.  ¿Quién es un caballero?  Un hipócrita. ¿Quién es un caballero?  Uno que está enmascarado en las maneras, la etiqueta, el carácter, uno que es convencional, tradicional.  Un caballero no es un individuo, sólo es un miembro de la sociedad.  Él no existe por sí mismo, no tiene vida propia.  Él existe sólo como una parte de la sociedad; por tanto, lo que permite la sociedad conforma su vida y lo que la sociedad no permite él se lo deniega.  Él elige la sociedad en lugar de la naturaleza.  Eso es lo que hace un caballero: elige las leyes hechas por el hombre contra las leyes de la naturaleza. Un caballero es alguien que ha traicionado la existencia, un caballero es alguien que ha elegido la sociedad.  Y  la sociedad está neurótica, la sociedad está enferma, la sociedad no es normal en absoluto.  Todavía no ha existido una sociedad normal sobre la tierra.  Sólo ocasionalmente unos pocos individuos han sido normales.

La sociedad es anormal, una gran multitud de personas dementes.  El caballero es alguien que sigue a esta multitud. 
Un caballero no tiene alma.  Por supuesto, la sociedad le respeta tremendamente.  La sociedad tiene que respetar a esta persona, la sociedad le llama mahatma, el “santo”, el “sabio”. La sociedad le respeta porque ha sacrificado su vida por ella.

El hombre real es rebelde.  Un hombre real no le da importancia a la respetabilidad, un hombre real vive su vida naturalmente.  A él no le importa lo que la sociedad dice o no dice.  La sociedad no es una consideración para el hombre real. Si quieres ser falso, entonces la sociedad se tiene que considerar a cada paso: qué decir, cómo decirlo, cuándo decirlo, cuándo no decirlo, cómo vivir, cómo no vivir. 
La sociedad lo ha determinado todo.  Tú sólo tienes que encajar, tú sólo tienes que ser un diente en el engranaje. 
Un hombre real no es respetado.  ¿Cómo puede respetar la sociedad a un hombre real?  De ahí que Jesús sea crucificado, de ahí que el Buda sea apedreado, de ahí que Sócrates sea envenenado.

La sociedad acepta a estas personas sólo cuando están muertas. Entonces no hay problema, porque un Jesús muerto no puede ser rebelde, un Sócrates muerto no puede ser rebelde, un Buda muerto se vuelve un avatar.  Un Buda vivo es peligroso, pero un Buda muerto puede ser venerado en un templo. 
Recuerda, cuando estas personas verdaderamente grandes mueren la gente las venera.  Cuando están vivas entonces la gente está muy en contra de ellas.  La misma gente que crucificó a Jesús se ha vuelto cristiana; la misma gente. 
La gente es la misma en todas partes.  Jesús era intolerable, pero un Jesús muerto está bien; ¿qué puede hacer él?  Un Jesús muerto está en tus manos.  Tú lo interpretas, tú construyes teorías sobre él; él no puede tener su propia expresión, tú hablas por él.  Siempre pasa esto.

Por tanto, si realmente quieres ser una persona auténtica, nunca te preocupes mucho por lo que la sociedad dice al respecto. No estoy diciendo que vayas contra la sociedad, no; eso no es rebelión, es reacción.  Tú sigue a tu naturaleza. 
Si ella encaja con la sociedad, totalmente de acuerdo, no hay necesidad de ir en contra.  Si ella no encaja con la sociedad, totalmente de acuerdo, no hay necesidad de que te adhieras a la sociedad.

Hay una diferencia entre la persona rebelde y el reaccionario. El reaccionario es alguien que va en contra de la sociedad en cualquier circunstancia.  Él ha decidido ir en contra de la sociedad incluso si la sociedad está en lo correcto.  Algunas veces la sociedad está en lo correcto, porque la sociedad no puede estar absolutamente equivocada…  Incluso una persona demente algunas veces está en lo correcto.  Incluso esta sociedad demente algunas veces está en lo correcto, de otra forma no existiría.  Para que exista, al menos alguna cosa tiene que estar en lo correcto, de otra forma la vida se volvería imposible.

Un reaccionario es precisamente la misma persona tradicional que se ha ido al otro extremo.  La persona tradicional se adhiere a la sociedad, acertada o errónea.  “Acertado o erróneo, éste es mi país.  
Acertada o errónea, ésta es mi religión.  Acertado o erróneo, éste es mi cura.  Acertadas o erróneas, éstas son mis escrituras. Así es el hombre tradicional.  Entonces, un día, alguien se pasa precisamente al otro extremo.  Dice: “Esté o no en lo cierto esta sociedad, no voy a apoyarla”.  Éste es el reaccionario.  Son la misma clase de gente, no hay diferencia.

¿Quién es una persona rebelde?  La persona rebelde es alguien que no se preocupa por la sociedad en absoluto.  Simplemente vive según su ser más profundo; es alguien que sigue su Tao. 
Si la sociedad encaja con este Tao interior, bien, ella se adhiere a la sociedad, no es reaccionaria.  Si la sociedad no encaja con su Tao interior, se queda sola.  No es una persona tradicional, convencional, honorable.  Su criterio depende de su alma interior.

Con la palabra “caballero” se designa a alguien que ha sido persuadido por la sociedad para que venda su ser auténtico y se apropie de una máscara falsa de la sociedad.

“¡Grande es la muerte!  ¡El caballero encuentra en ella descanso…”.   Ahora bien, ¿qué tiene que hacer un caballero con el descanso y la muerte?  ¡Un caballero no puede encontrar descanso ni siquiera en la vida!  El caballero está muy reprimido, el caballero no ha dejado que todo su ser juegue libremente.  Ha denegado mil y una cosas y ellas están bullendo en su interior, ¿cómo puede encontrar descanso?  Y si no puedes encontrar descanso en la vida, ¿cómo lo vas a encontrar en la muerte?  No te engañes; eso es opio.  Tú esperas que algo que nunca sucedió en la vida suceda en la muerte; estás bajo los efectos de una droga.

El caballero no ha amado nunca cuando ha querido amar, el caballero no se ha enojado nunca, el caballero no ha odiado a nadie; no es que no haya odiado, sino que no lo ha mostrado a nadie; no es que no haya odiado, sino que no lo ha mostrado. Todo lo que puede hacer el caballero es cambiar sus expresiones; el ser interior no cambia nunca.  La ira surge en él, pero no la muestra, la reprime. 
Entonces él sigue acumulando mil y una cosas en su interior que producen caos, que bullen por dentro.  Puede explotar en cualquier momento; un caballero es una persona con la que es peligroso vivir.  No vivas nunca con un caballero o con una dama.  Una mujer es hermosa, una dama es fea.  Una mujer es natural, una dama es fabricada.  El caballero y la dama son personas fabricadas, simplemente cultivadas, decoradas, falsas, deshonestas.  Cuando se enojan, sonríen; cuando te odian, te abrazan.  Tú nunca puedes fiarte de ellas, nunca puedes decidir cuándo están sonriendo realmente y cuándo están fingiendo. 
En realidad, después de una larga práctica, incluso ellos no pueden saber si estaban riéndose realmente o sólo fingiendo que reían, si realmente amaban a esa mujer o si sólo estaban fingiendo.

Muchas personas vienen a mí y dicen: “No podemos saber si hay amor realmente o no”.  Uno ha vivido en la mentira durante tanto tiempo, a lo mejor muchas vidas, que ha perdido el rastro.  Uno no puede sentir siquiera qué está bien y qué está mal, y qué es verdadero y qué no es verdadero. 
Sucede a diario.  Alguien viene y dice: “Estoy enamorado de esta mujer, pero no puedo saber si la amo realmente”.  ¿Qué muestra esto?  Que has perdido todo contacto con tu propio ser, que estás alienado. Te has convertido en un extraño para ti mismo.  Esto tendría que ser algo simple.  Es como si alguien dijera: “No puedo saber si esta rosa es una rosa real o pintada solamente.  No lo puedo saber”.  ¿Esto qué quiere decir?  “No puedo saber si estos árboles son verdes o si alguien ha tirado simplemente pintura verde sobre ellos”.  Pero estos árboles están fuera de ti.  Puede que algunas veces te puedas engañar –tal vez el árbol es falso o es de plástico-, pero ¿cómo no ver esto?  Esto demuestra simplemente que has olvidado el lenguaje de la verdad.  Has mentido durante tanto tiempo, tanto tiempo, que las mentiras casi se han convertido en tus verdades.


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