martes, 3 de mayo de 2016

El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)




TRANSFORMACIÓN
CAPITULO 17
Aunque el dejar ir parezca simple y fácil, sus efectos últimos son profundamente poderosos. Una pequeña y rápida entrega puede a veces irse de las manos y provocar un cambio importante en nuestra vida. Podemos imaginarlo parecido al timón de un barco. Si cambiamos en un grado la brújula del barco, notaremos una diferencia muy pequeña; pero a medida que el barco navegue hora tras hora por el mar, y día tras día, un cambio de un grado en la brújula terminará llevándonos a un lugar muy diferente y a muchas milla de a donde nos hubiera llevado el curso original. 
En este capítulo queremos ver el efecto que el mecanismo de la entrega tiene en las áreas de la vida que preocupan a la mayoría de la gente: salud, riqueza y felicidad. 
Discutiremos estas áreas como suelen ser experimentadas por la mayoría de la gente, y haremos un contraste con los cambios que se producirían a medida que la práctica del dejar ir fuera avanzando. Estos cambios son muy evidentes cuando vemos la vida de otras personas que utilizan la técnica. 
A ellos se les hará también evidente en su propia vida. 
A veces no te dará cuenta de ellos; por lo tanto, se sugiere que hagas una lista de objetivos y compruebes las ganancias a medida que se producen, de modo que permanezcas al tanto y consciente del progreso. 
Este paso auto-consciente circunvala una peculiaridad de la mente. Cuando nos decidimos por una técnica específica para mejorar nuestra vida, y se produce la mejoría, la mente tiene una tendencia peculiar a menospreciar la propia técnica que provocó el cambio. 
Es como si el ego de la mente fuera tan vanidoso que no quisiera concederle el mérito a lo que el mérito es debido.
Esta tendencia de la mente a descontar el progreso interior es a veces muy cómica. 
Por ejemplo, un hombre que había permanecido atrapado en el mismo puesto de trabajo durante 23 años comenzó a utilizar la técnica del dejar ir. En los siguientes 2 meses, de repente saltó a la posición de Vicepresidente y, a finales de año, era el presidente de la compañía. 
Cuando se le preguntó si estaba satisfecho respecto a lo que había logrado mediante el uso de la técnica de interior, su mente lo había descontado totalmente y había atribuido sus logros a los "cambios en los patrones del negocio". 
Su matrimonio también había mejorado y de nuevo, la mente, atribuyó las mejoras a razones externas: 
"La actitud de mi esposa finalmente había cambiado". 
La relación con su hijo también había mejorado, y de nuevo, la mente había eludido la transformación interior y dijo que era debido al hecho de que su hijo estaba "envejeciendo". 
En las discusiones que siguen, se observará que las transiciones de un estado a otro estado superior no son difíciles de hacer. Estas sólo pueden parecernos "difíciles" debido a las percepciones actuales. 
Es importante tener presente que, a medida que nos entreguemos, nuestra percepción cambiará. 
Nuestros objetivos automáticamente se elevarán. 
Lo que ahora parece imposible se convertirá en un sombrero viejo después de que hayamos estado practicando la técnica durante un tiempo. También nos daremos cuenta de que, a medida que la mente contrasta el nivel inferior de la vida con el nivel superior, se producirá a veces una resistencia peculiar para describir un nivel más alto de funcionamiento. 
La mente se volverá crítica y tratará de salvar la cara ridiculizando el estado superior. Esta es una oportunidad de oro, porque es la misma actitud que impide que una persona alcanzar ese estado de vida superior. 
El propio proceso de lectura de este material es incalculable, 
ya que revelará precisamente cuales son esos bloqueos y exactamente por qué estas metas son imposibles en el momento presente. A medida que aparecen las resistencias, las críticas y las denigraciones, podemos empezar a entregarlas y dejarlas ir ahora mismo mientras leemos acerca de ellas. 
Es una gran oportunidad identificar los bloqueos internos hacia el cumplimiento. Como dijo Pogo: "Hemos identificado al enemigo, y somos nosotros". Como psicoterapeuta y psiquiatra profesional con varias décadas de experiencia clínica y formación, estos niveles elevados de funcionamiento fueron considerados imposibles para la mayoría de la gente. 
Sin embargo, al aprender cómo funciona el mecanismo de la entrega a nivel práctico y al ver a cientos de familias, amigos, pacientes y ex-pacientes transformar sus vidas he cambiado totalmente esta opinión. 
Ahora, los niveles superiores de funcionamiento se ven automáticos, fáciles de conseguir, y disponibles para todo el mundo, a menudo en un período de tiempo sorprendentemente corto. Como una cuestión de hechos, algunos de estos niveles de éxito y felicidad parecerán imposibles, pero el nivel más elevado ya que se habrá producido en el momento en que haya terminado de leer este libro. 
Puede decirse en verdad desde el principio que estos altos niveles de funcionamiento no sólo son posibles, sino que son inherentes por derecho de nacimiento. 
Ellos son el estado natural del que has sido privado por toda la programación de la que la mente ha sido objeto desde su nacimiento. Antes de seguir leyendo, es aconsejable sentarse tranquilamente y tomar la decisión interior de dejar de resistir los niveles elevados de funcionamiento. 
Esto significa tomar la decisión de dejar de negarnos los niveles superiores a nosotros mismos, y tomar la decisión de dejar de lado todos los bloqueos hacia la felicidad, el éxito, la salud, la aceptación, el amor y la paz. De esta manera, la hazaña ya está hecha, porque ya has establecido toda la experiencia en un contexto que automáticamente comenzará a desarrollarse.
Salud. 
La personalidad media está preocupada por el cuerpo, su funcionamiento, rendimiento, apariencia y supervivencia. 
La mente media es acosada por las preocupaciones, el miedo a la enfermedad, el sufrimiento, la dolencia y la muerte; por lo tanto, la mente se dispone a defender el cuerpo en una gran variedad de formas. Esto conduce a un exceso de atención a la dieta, el peso, el ejercicio y la salubridad del entorno. 
Con tal tensión interior, al final del día la personalidad media a menudo se siente como una víctima: consumida, vaciada y agotada.
Una consecuencia de esta preocupación por el cuerpo es la autoconciencia. Dentro del campo de la consciencia, la presencia del cuerpo es importante, y hay una fijación mental con lo que está haciendo, su paradero y movimientos, su supervivencia, las actitudes y la aprobación de las otras personas al cuerpo, su apariencia y comportamiento. 
Detrás de toda esta preocupación está la ecuación inconsciente: "Soy un cuerpo." Este es un nivel muy limitado de conciencia. De hecho, en el mundo espiritual a esto se le llama "estar inconsciente". Debido a que es una falsa identificación debida a un marcado estrechamiento de la consciencia, es como llevar puestas unas orejeras. Es como tener un grano en la nariz y pensar que todo el mundo ahora gira en torno a ese grano, y pasar el día con ese grano como lo más importante de nuestra mente. 
Se consciente de la cantidad de energía que es consumida por esta constante preocupación por el cuerpo. 
Nuestra mente ha sido conscientemente programada con una innumerable variedad de sistemas de creencias sobre el cuerpo: lo que necesita, lo que será bueno para él, y su infinito número de vulnerabilidades. Esto conduce a constantes preocupaciones por todo tipo de medidas preventivas de salud, incluidas las modas de los alimentos saludables, las interminables lecturas 
de las etiquetas con los ingredientes potencialmente tóxicos, el miedo a estar cerca de alguien que fuma un cigarrillo, el miedo al polvo y a los pólenes y a todos los supuestos contaminantes del medio ambiente. 
Hay una obsesión por compensar todos esos "peligros" con diversas contramedidas. 
Como hemos visto en anteriores discusiones, estas vulnerabilidades no son más que el producto de la mente, y el cuerpo reaccionará a lo que es mantenido en la mente. 
Esto quedó demostrado en nuestro análisis de las personalidades múltiples, donde el cuerpo reflejó en cada instante lo que cada personalidad y mente particular creyó. 
Al comenzar a dejar ir todos estos temores, cancelamos los sistemas de creencias y reafirmamos que nuestro verdadero
Ser es Infinito y no está sujeto a limitaciones, nos movemos en un estado más elevado de salud, bienestar y energía vital. 
Una manera útil de expresar esto para nosotros mismos es: "Soy un Ser Infinito, no sujeto a_____________". 
Ponemos en el espacio en blanco cualquier enfermedad o sustancia con que la mente haya sido programada para verla como un posible "peligro" para nosotros. 
Después de dejar ir la interminable variedad de miedos y preocupaciones del cuerpo y los sistemas de creencias, las enfermedades físicas empezarán a resolverse automáticamente. Hay un aumento de la sensación de estar vivos y de libertad personal. En el estado de total entrega, el cuerpo apenas es percibido en absoluto. 
Está sólo periféricamente en la consciencia, y no hay preocupación por el. 
Funciona sin esfuerzo, sin problemas, y con muy poca atención. Una persona entregada puede comer de todo o ir a cualquier lugar y ya no está sujeta al miedo a los contaminantes, la polución, los gérmenes, las frecuencias electromagnéticas, las alfombras, los humos, el polvo, la caspa los de animales, la hiedra venenosa, el polen, o los colorantes alimenticios. 
Nuestra percepción del cuerpo cambia, y ahora parece ser como una marioneta o una mascota. Este cambio de percepción es de "soy el cuerpo" a "tengo un cuerpo".
Se vuelve progresivamente obvio que el cuerpo no se está experimentando por si mismo en absoluto. Por el contrario, es la mente la que está experimentando el cuerpo. 
Sin la mente, el cuerpo no podría ser percibido en absoluto. 
El brazo no puede experimentar su brazo-idad. Sólo la mente puede experimentar la brazo-idad. Esto, por supuesto, es la propia base de la anestesia. Cuando la mente está inconsciente, el cuerpo no tiene ninguna sensación. 
Poco a poco caemos en la cuenta de que, de hecho, el cuerpo no tiene ninguna sensación; sólo la mente es capaz de esa función. Este es un cambio muy importante de conciencia, porque ahora la preocupación no está en el cuerpo ni en como defenderlo. 
El foco de atención se traslada ahora a la mente, que es donde se encuentra un mayor poder. 
A medida que cambiamos nuestros pensamientos, sentimientos y percepciones, empezamos a notar que el cuerpo sigue su ejemplo. 
Reconocemos que la gente no está realmente respondiendo en absoluto a nuestro cuerpo, sino a nuestras actitudes interiores, a nuestro estado de energía, y a nuestro nivel de consciencia. Un día te das cuenta de que todos y todo en el mundo está respondiendo a nuestro nivel de conciencia, nuestra intención, 
y al sentimiento interior que tenemos sobre ellos. 
Certificamos el magnetismo de personas santas como la Madre Teresa, el Dalai Lama y Mahatma Gandhi. 
Vemos que no son amados por su apariencia física, sino por la radiación interior de amor y paz que emanan. 
El cambio de enfoque del nivel físico al nivel de la conciencia comienza a dar resultados rápidos. La entrega persistente de los sentimientos y actitudes negativas significa que la culpa asociada también está siendo constantemente abandonada. 
Una conciencia que no tiene sentimiento de culpa ya no tiende 
a atraer la enfermedad. En la inconsciencia, la culpa requiere castigo y enfermedad, con su acompañamiento de dolor y sufrimiento, como medios de auto-represalias más frecuentes de la mente. Estas auto-represalias pueden tomar la forma de un accidente, un resfriado, el ataque de gripe, una artritis o alguna de las múltiples dolencias que la mente ha inventado. 
Estas dolencias adoptan formas de epidemia debido a la televisión y la publicidad en los medios. 
Cuando se distribuye al público algún cuadro prominente de enfermedad grave, hay un salto repentino en la incidencia de esa enfermedad. El inconsciente se apodera de una dolencia y la utiliza para ajustar las cuentas. Con la entrega constante de la culpa interior, hay menos y menos cuenta que liquidar. 
Por lo tanto, una persona que esté libre de negatividad y culpa tiende a estar libre de la enfermedad y el sufrimiento. 
La curación puede ser dramática. 
Este fue el caso, por ejemplo, de la editora de una revista que estaba en un estado desesperado de esclerosis múltiple avanzada. La profesión médica había hecho por ella lo que podía y había dado el caso por terminal y perdido. 
En ese momento, se topó con una técnica de renuncia a la culpa al estudiar el "Libro de ejercicios" de Un Curso de Milagros. Al trabajar con este curso autodidacta, que consiste en meditar exactamente una breve lección al día durante 365 días, ella empezó a deshacer toda su culpa y resentimiento a través del mecanismo del perdón. Al perdonar constantemente y deshacer los sentimientos negativos, y por lo tanto deshacer su culpa interior, la enfermedad de la esclerosis múltiple revirtió por sí misma. 
Al escribir estas líneas, ella ha estado recuperada durante muchos años y goza de una salud radiante y espléndida, y es feliz con su vida.
La salud y el bienestar, por tanto, son generalmente la consecuencia automática de dejar ir la culpa y las otras negatividades, así como también de dejar ir nuestra resistencia a los estados positivos de la salud y el bienestar. 
A través del mecanismo de la entrega, toda la gama de patologías pueden resolverse en el bienestar. 
Como se dijo antes, pueden haber casos poco comunes en los que la enfermedad o la deficiencia física no haya disminuido debido a factores desconocidos, como inclinaciones kármicas. La entrega continua trae la curación al nivel del ser interior para que, aun cuando el cuerpo parece sufrir limitación y los demás puedan verlo como "trágico", la persona está en paz 
e irradia un bienestar interior que eleva a los demás. 
A través de la entrega a gran profundidad, tales personas han dejado la auto- compasión, la culpa, y la resistencia a las circunstancias de la vida. Han trascendido la visión de que su enfermedad es un obstáculo para la felicidad personal y la ven como un vehículo para la bendición de los demás. 
En los últimos años, los ejemplos públicos de este fenómeno han incluido al fallecido Papa Juan Pablo II, quien se aproximó a su irremediable enfermedad de Parkinson como una oportunidad espiritual para convertirse en uno con, e incluso asumir el sufrimiento de los demás.
Dr. David R Hawkins
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/

CAMBIAR NUESTRO PROPIO MUNDO



Si alguien muy amado por vosotros...en un momento mágico, cogiéndoos de las manos y mirándoos fijamente a los ojos con inmensa ternura, os preguntase: "¿Deseas que este mundo cambie...que esta humanidad se llene de Luz?"
¿Cual sería vuestra respuesta?
La vuestra , como la mía, sería rotunda, y también miles las alternativas para conseguir el cambio.
Sin embargo hay una, auténtica por su simplicidad, pero compleja por la dificultad de asimilarla, creerla y tener la fe absoluta, la convicción, de que puede hacerse, desde tu interior.
La realidad en la que vivimos, es una más de las miles en las que vivimos a la vez, y en dimensiones paralelas, a lo largo, ancho, alto y profundo de la dimensión del SER.
Cada una de estas realidades tiene su propia vibración, su nivel de consciencia.
En todas experimentamos a la vez, aunque solo somos conscientes de ésta. 

Sin embargo, cuando dormimos y soñamos...en realidad lo que hacemos es recordar vivencias en otras dimensiones y realidades en las que estamos experimentando. 
Por ello tenemos a veces sueños que los sentimos como pesadillas (realidades de bajo nivel vibracional), y sueños que son verdaderamente maravillosos, llenos de plenitud, alegría y luz (realidades en las que estamos experimentando con un alto nivel vibracional).
En esta realidad, cada vez que tomas una decisión, que das un paso, tu situación, tu vibración cambia, y según sea esa vibración, instantáneamente vas a una dimensión o a otra, y lo curioso es que no te das cuenta, porque tu entorno es siempre el mismo...solo cambian las circunstancias...la vibración, tu felicidad o desdicha, tu sufrimiento en el crecer, o tu plenitud 

e ilusión por seguir recordando.
El amor no conoce el error. El AMOR es el AMOR, nuestro Padre-Madre es AMOR. Son vibración...energía...Luz...
Solo en esta dimensión de la que somos conscientes ahora, existe el error. 

Pero en realidad solo existen las "decisiones", las "acciones" y sus consecuencias.
No existe ni el premio ni el castigo...porque todo es vibración. 

Y según sea tu vibración en cada instante de tu vida, irás a una o a otra.
El Planeta Tierra no está en peligro. Es un maravilloso SER CELESTE lleno de dimensiones, de realidades paralelas. 

Está lleno de escenarios, donde se representan distintos guiones e historias, que son vividos y experimentados por espectadores de distintas vibraciones y niveles de evolución.
Hay realidades en este planeta, que en el pasado desaparecieron y es porque sencillamente cambiaron de dimensión.
Ahora no estamos viviendo un solo Guión y Drama, sino millones...uno por cada ser humano que hay en esta realidad. Depende de la vibración de nuestro Corazón, de nuestra consciencia, iremos cambiando circunstancias, alternativas...y poco a poco vamos ascendiendo hacia otras realidades.
El mundo es el gran escenario donde nosotros somos los observadores...donde nos vemos reflejados a nosotros mismos, porque en realidad, el mundo es un reflejo nuestro. 

Nosotros estamos proyectando el mundo en el que vivimos.
Si tú cambias...tu mundo cambia, porque has subido de peldaño.
Si quieres cambiar el mundo en el que estás ahora y del que eres consciente, cambia tu internamente...eleva tu vibración...

se convincente en lo que haces, en lo que quieres conseguir, y la MAGIA SE ACTIVARA. 
Podrás comprobar que tu mundo va cambiando a mejor...
que lo que tu siempre has deseado, añorado y anhelado para esta humanidad, se va haciendo realidad, y en verdad, que habrás sido tu mismo, el que con tu cambio, lo has hecho.
El mundo es un simple escenario, que nos ha sido dado para comprobar cómo íbamos avanzando o retrocediendo en nuestro interior. 

No hay que dejarse arrastrar por él y buscar y trabajar en ningún sitio que no sea nuestro interior.
Esa es la ascensión. Muchos hermanos a los que ahora llamamos Maestros, cambiaron ellos mismos y subieron de peldaño, y lo hicieron con su propio mundo, ya que ellos lo recuperaron y redimieron.
Jesús, un hermano nuestro que nos enseñó este misterio, nos dijo muy claro: "Si tuvierais la fe de un grano de mostaza, seríais capaces de mover montañas y de crear mundos".
Y así es, hermanos. 

Todos deseamos que el dolor y el sufrimiento desaparezcan de esta dimensión. Trabajemos en nosotros mismos. 
Dios, el AMOR, el Paraíso, el Nirvana...está en nuestro interior.
Somos Dioses Creadores de nuestra realidad. Que no está fuera de nosotros.
Un abrazo, hermanos.
¡¡CAMBIEMOS NUESTRO MUNDO!!
Mabel.

http://universo-espiritual.ning.com/

PARA EL CORAZON NO EXITE EL TIEMPO



Vivencias de un Corazón Peregrino
Testimonio de vida de una hermana nuestra, que se define a sí misma como "La peregrina pelirroja".
Experiencia personal cuyo único objetivo es ser un regalo para vuestros corazones.

Era un viernes, por la tarde, y el sábado era festivo. 
Me encuentro en el casco viejo de la eterna ciudad de Jerusalen. Con motivo de mi treinta cumpleaños, mi abuelo me regaló este viaje tan deseado. A pesar de las dificultades y la problemática de la zona, el ir con los franciscanos, que desde hace décadas realizan estas peregrinaciones con mucha frecuencia, me tranquilizaba. Era mucho más fuerte la ilusión que todo lo demás. En este viaje me acompañó una amiga de toda la vida. Son las cinco de la tarde, y ya la festividad del pueblo judío se notaba en sus calles. Ibamos las dos paseando por las viejas calles de Jerusalen, cuando de repente, y ante nuestra perplejidad, apareció delante nuestro un hombre sentado en el suelo con las manos abiertas y las palmas hacia arriba. Conforme nos acercábamos a él, le iba examinando detenidamente. 
Era un hombre de unos treinta y cinco años, moreno, pelo castaño oscuro y un poco rizado con una corta melena. 
Parecía por su ropaje, un mendigo, pero su limpieza y pulcritud eran tan exquisitas, que me extrañó muchísimo. 
No sabía si rezaba o pedía limosna. Mi impulso fue ir donde él y hablarle, pero era tanta mi timidez , que lo único que fui capaz de hacer fue intentar pasar de largo pero mirándole de reojo.
Mi impresión fue tremenda cuando inesperadamente él clavó sus ojos en los míos, me sonrió y apresuré mi paso. 
Mi amiga me seguía sin entender nada. Cuando ya llevaba unos pocos metros de despavorida huída, me paré y pensé que mi actitud era ridícula. 
Mi amiga tiraba de mi brazo para proseguir la marcha, pero retrocedí, quería volver donde el , saber... Pero cual fue mi sorpresa, cuando ví que aquél sitio estaba vacío, no había ni rastro de él. No se por qué, pero volví al hotel llorando, con el corazón partido y muy triste. ¡Y todo por un simple mendigo...!, me repetía a mí misma una y otra vez. 
No lo entendía. Esa misma noche me retiré pronto a mi habitación, llorosa y rabiosa, pero el sueño me fue ganando poco a poco. Y ocurrió...,¡me fui...o me llevó él...!.Todavía no lo sé. El caso es que me vi en un gran salón cuadrado. 
El suelo estaba cubierto con alfombras artesanales algo desgastadas por el continuo roce. Las paredes eran blancas, al menos así me lo pareció, pues lo que predominaba era la luz de la veintena de velones repartidos por todo el recinto. 
En uno de los lados, había una gran mesa rectangular, a poca altura del suelo. Había varios hombres y mujeres sentados en unos cojines alrededor. No me paré a contarlos, pues mi atención estaba concentrada en él, en Jhasua.
El estaba allí, en medio de ellos. Hubo un momento en el que a mi derecha sentí una fuerte descarga. Y miré, y me vi de frente con una mujer joven, de unos veinte años y vestida de romana. Ella me miró y yo la miré, y durante unos segundos tanto ella como yo nos balanceamos, como si fuéramos a perder el conocimiento. Enseguida intuí que aquélla joven era yo, solo que con un traje diferente. Reaccioné y me alejé de ella enseguida. 
Aparentemente solo ella se había percatado de mi presencia, y me seguía con la mirada. Y se hizo el gran silencio. 
Aquéllos hombres y mujeres dejaron de hablar. 
Algunos lloraban, otros cerraban sus puños con fuerza y la mayoría miraba a Jhasua con cara de no comprender nada. 
Me dio la impresión de que tanto los unos como los otros se sentían impotentes. Y Jhasua comenzó a hablar, despacio, con cierto cansancio en su alma, pero con su corazón a flor de piel. Sus ojos también estaban húmedos y miraba con infinita ternura a cada uno de los allí presentes, incluida a la joven romana. Yo me moría de ganas porque él también me mirase a mí, pero por lo visto, yo solo era visible para ella. 
Comenzó a hablar, y aunque los demás no parecían escuchar, intenté que se grabaran en mi alma a fuego aquéllas palabras:
"En esta noche tan dura para mí, pero tan hermosa también, os he invitado a mi mesa. He querido celebrar con vosotros, queridos amigos y hermanos, la Pascua, brindar por la vida y compartir estos últimos momentos. Pero al hablaros de mi futuro inmediato, vuestros corazones se han desgarrado, y el denso velo de la oscuridad y la desesperación empieza a posarse sobre vuestras almas. 
Sé que algunos de vosotros vendríais conmigo hacia la muerte sin vacilar. En verdad sé que me amáis, pero no habéis comprendido todavía. Si pudierais entender el verdadero sentido de mi entrega final, a pesar de vuestro serio semblante por la partida de vuestro amigo, vuestros corazones estarían embriagados de alegría, de aceptación, de felicidad y plenitud. Porque no solo me entrego yo. El Amor lo hace a través de mí, y vosotros también estáis en EL.
Pero la única embriaguez que experimentáis ahora es la que provoca este delicioso y reparador vino que estamos compartiendo, y que ya empieza a adormecer vuestras mentes. Mejor así, queridos míos, porque os amo con todo mi Ser, y no deseo que sufráis por mí, porque ahora sólo seríais capaces de sentir mi dolor, y no la plenitud de mi corazón y el deseo de mi alma de entregarse como alimento a esta humanidad. 
Porque no comprendéis todavía, no podéis seguirme ahora.
Llegará el día, y todo hombre tendrá su momento, en que lo comprenderéis porque viviréis el Amor, y entonces os acordaréis de mí, me amaréis más que nunca, porque vuestro corazón y el mío serán Un solo corazón, y habréis descubierto por fin vuestra verdadera identidad. 
Entonces, solo entonces, podremos caminar juntos con la cruz de la humanidad, e ir con paso firme y decidido y corazón abierto hacia el Calvario del mundo, y dejar que claven allí, en ella, todas nuestras ataduras, nuestros egos, miedos, egoísmos. Juntos entregaremos nuestra alma al Padre Amor, y así podremos resucitar y renacer de nuevo a la Vida verdadera del Espíritu, nuestra Casa de siempre.
La ignorancia del mundo es como un animal herido y hambriento que todavía necesita alimentarse de hombres, de vida robada. Es por ello que yo, vuestro amigo, que os ama y estará con vosotros hasta el final de esta aventura, habiendo ido hacia el Amor, he regresado de nuevo a vosotros para recordaros el camino de regreso. 
El AMOR lo da todo, y yo entrego al mundo mi cuerpo para que sacie su hambre, mi sangre para que calme su sed, y mi corazón para que nunca os sintáis solos. 
La oscuridad y la ignorancia de esta humanidad ya ha tendido su velo sobre mí, pero yo la amo y le abro mi corazón. 
No temo a sus zarpazos y tampoco a sus dentelladas. 
Ella me devorará, pero en cada desgarro, en cada incisión, en cada bocado de mi cuerpo y en cada sorbo de mi sangre,
ingerirá Luz, porque yo soy la Luz y la Vida, y una vez saciada me digiera y salga de su sopor tras el gran festín, despertará de un sueño pesado de dos veces mil años y entonces comprobará y experimentará que todo en ella ha cambiado. 
Dentro de dos veces mil años, estas mis palabras seguirán grabadas en vuestros corazones."
Los allí presentes parecía que no habían entendido nada. Seguían sumidos en su dolor y con las cabezas inclinadas. 
Mi rostro estaba inundado de lágrimas. Quería avanzar hacia él, pero sabía que yo allí era una intrusa, y decidí quedarme donde estaba. Pero de repente, de nuevo se hizo el silencio. Jhasua se levantó de su sitio y vino hacia mí, hasta el lado opuesto de la habitación. Parecía que los demás no se enteraban de sus movimientos. 
Cuando estuvo delante de mí, me quedé paralizada. 
Fue él quien me abrazó intensamente y me ofreció un trago del vino que llevaba en su copa. Me miró, sonrió y siguió diciendo: "Aquí me tenéis de nuevo, más vivo que nunca, pero esta vez sin lágrimas, sin despedidas. Sí, tu eres esa joven romana. 
Ella tampoco comprendió, pero tú sí. Tú has venido a mí, tú eres el momento del futuro. Durante siglos habéis estado celebrando esta cena sin comer el verdadero manjar. 
Me habéis tenido agonizando clavado en la cruz durante dos mil años, sufriendo por mí cuando yo ya estaba en la Luz. Después de todo este tiempo veo que parte de mis hermanos me han olvidado, que para una gran mayoría soy un personaje que hizo historia y que pertenece al pasado. Otros muchos aseguran que incluso fui un mito. Para otros soy el Hijo de Dios que viene a hacer justicia, a llevarse a los suyos y condenar a los otros. Muchos me aman, realmente me aman, pero siguen sin entender. Han ido buscando durante siglos mi grial para beber de él y conseguir la salvación eterna, y no saben todavía que ellos, vosotros, sois cálices que han de ser colmados hasta rebosar. 
Me aman más que a su propia vida, pero siguen necesitando verme sufriente en la cruz constantemente para sentirse más cerca de mí. No han comprendido, no habéis comprendido todavía que es el momento en el que tenéis que vivir, experimentar y gozar vuestra propia crucifixión, entrega final. El viejo espíritu que albergáis en vuestra alma tiene que inmolarse para que ese Niño-Amor con pies de gigante que hay en vuestros corazones, pueda nacer al mundo del Espíritu y del Amor. Pertenecemos a esta humanidad por propia voluntad, pero no somos de este mundo. Estamos aquí para hacer florecer el Reino del Amor en este planeta y en esta dimensión. 
Hace dos mil años, unos instantes para nuestro corazón, yo comencé una misión de Amor, de consciencia, pero hay que llevarla a cabo, y yo solo no puedo. ¡Os necesito, hay mucho trabajo por hacer! Hay que empezar primero a ayudar a los que me guardan en su corazón, ayudarles a morir y a recibir al nuevo Ser que nacerá de ellos. Después, con todos estos soles renacidos, iremos juntos a aquellos que creen en mí pero me temen y esperan mi juicio final. Habrá que decirles que yo soy su hermano y les amo, y que el juicio no vendrá del Amor. 
Son ellos los que esperan el juicio final los verdaderos jueces y verdugos para sí mismos y sus hermanos. Habrá que hacerles comprender que no habrá Juicio Final, sino Triunfo Final, y no solo para unos cuantos, sino para toda la humanidad.
Y luego habrá que ir hacia los que creen que soy un personaje del Nuevo Testamento ya caducado ¿y qué si lo creen así...?. A mí no me importa. 
A ellos hay que decirles que lo verdaderamente importante son ellos mismos, que no son historia, sino que la hacen, y que si no creen en mí, tampoco es importante. ¡Que crean en ellos mismos, en su origen, en su verdadera identidad divina! 
Porque cuando lo consigan, ya no hará falta que crean o no crean... sencillamente "serán" y el Amor les habrá devuelto lo que un día perdieron, y entonces creerán en mí. 
Como ves querida hermana, queridos hermanos míos, se sigue acumulando el trabajo. 
Soy consciente de que en esta humanidad impera todavía la ley del más fuerte en poder y dominio, pero siempre he apostado por el Amor y la Vida, lo sigo haciendo y lo haré siempre cueste lo que cueste. Pueden ser otros mil, dos mil o cuatro mil años más, incluso si es necesario me partiré en cachitos todas las veces que haga falta. Para el Amor no hay barreras ni desaliento. Es y será difícil el camino, pero nunca imposible. ¡Os necesito amigos, esta vez sí que os invito a compartirlo todo conmigo!¿Estáis dispuestos a entregarlo todo? Si es así, amigos míos, yo os traigo esta vez vuestro propio cáliz. 
¡Bebed y comed de vuestro propio cáliz. Comed y bebed de vuestro propio Corazón y entregaros a este mundo conmigo.! ¡Vayamos a por todas, hermanos míos, en esta generación hay mucho Amor, y juntos lo conseguiremos! "
http://universo-espiritual.ning.com/group/al-encuentro-con-el-maestro

A Veces...


A veces me sorprendo a mí misma cuando siento deslizarse por mi mejilla una lágrima contemplando un amanecer, cuando la gran mente ruidosa, distorsionadora y asfixiante de esta realidad, permanece dormida.
A veces esa lágrima es amarga, silenciosa, que provoca un fuerte dolor en mi alma, en mi corazón, al contemplar la realidad que comparto con el resto de la humanidad. 

Una realidad donde la manipulación y la indignidad es una constante. Una realidad donde el más fuerte, el que más tiene, triunfa. 
Nos hemos acostumbrado tanto al dolor y al sufrimiento propio y ajeno, que nos hemos vuelto indolentes. 
La excusa que está más de moda es que todo está en un perfecto orden divino, que Dios es Todo, que todos somos UNO, y así queda justificado. Los que sufren, los que mueren de hambre, los que son desheredados, a los que se les usurpa la dignidad que por derecho divino les corresponde, es porque así lo han elegido, es su aprendizaje, su karma, etc...
Pero todavía me entristece más cuando oigo a hermanos y amigos que trabajan para la LUz, que se autoproclaman guerreros de la Luz, que si este mundo no cambia es porque el hombre es egoísta y le domina el ego.
Si al ser humano le domina el ego, es porque está sumido en la ignorancia. Al ser humano, desde siempre, se le ha censurado el conocimiento real de su origen, no así cuentos e historietas que tranquilizaban su mente, sus ansias de saber, y que le sumían todavía más en la más profunda ignorancia de sí mismo.
El hombre, en su ignorancia, no puede ejercer el libre albedrío.
Esta realidad está enferma, bloqueada, da vueltas como un disco rayado. 

Siempre son los mismos los que dominan, manipulan, extorsionan, violan y esclavizan. 
Esta realidad tiene sus propios guardianes.
No me siento de este mundo. Para nada. Pero sin embargo estoy aquí, aprendiendo sobre todo a saber que el Padre Amor no tiene nada que ver con ella.
Estoy en este mundo intentando mejorarlo, amando a los que sufren, despertando a mis hermanos gritándoles que nada de ésto es real, que nada de lo que ven tiene que ver con el Amor.
Aceptamos que el Padre/Madre es Amor, del más puro Amor, que no es muerte, sino Vida, y sin embargo no dudamos en aceptar que EL consiente toda la atrocidad de este dimensión para que sus hijos aprendan y crezcan.
¿Qué padres consentirían que sus hijos aprendieran a base de dolor, de sufrimiento, quitándoles la comida de la boca y el techo que les resguarda?
El Amor no actúa así. Dios es todo...pero no todo lo que se hace, no todo lo que existe, sale de su Corazón.
No somos de este mundo. Conocemos a nuestro Padre-Madre, son puro Amor, entonces...¡¡despertemos de una vez, démonos cuenta de que este mundo es irreal y está enfermo. 

Miremos a nuestro alrededor y contemplemos bien lo que sucede. Es conveniente que nos miremos al espejo del alma, y veamos hasta qué punto el cáncer de este realidad enferma nos ha contagiado.
No somos de este mundo, pero estamos en éste para crear vida, para embellecerla, y no para dejarnos arrastrar por una proyección virtual de una Gran Mente Enferma que como en una noria nos somete a dar vueltas y vueltas desde hace eones.
Hay que parar esa noria, y contemplar con los ojos bien abiertos, donde estamos, y cuando sintamos que ésto no es lo que queremos, solo entonces podemos empezar a sanar, y a transformar o diluir esta realidad.
Porque este hermoso planeta, este gran Ser Vivo Celeste, tiene muchas dimensiones y realidades que nos están esperando. 

El Planeta no está enfermo. Es nuestra realidad, y nosotros, los que estamos agonizando de cáncer.
Dios Padre Madre es AMOR, Vida, Transformación, Expansión...todo lo demás...es producto de una Mente Enferma.
Abro mi corazón. No pretendo que mi verdad sea la vuestra, tan solo he querido compartir con vosotros ese momento en el que la lágrima se ha dejado deslizar por mi mejilla, contemplando el amanecer. 

¡COMENCEMOS A CREAR, A PINTAR EN NUESTRA MENTE COSMICA, UNA NUEVA REALIDAD!
MABEL

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Viaje a La Luz


"Testimonio vivencial de una hermana. 

Es una experiencia muy personal, por ello invito a todos a que disfrutéis de ella, y escuchar y sentir a vuestro Corazón"

Testimonio dado por "Una peregrina pelirroja de camino a Santiago".

Me siento absorbida por una fuerza superior a través de una suave espiral llena de luz, de frescura. La luz acaricia mi piel, me provoca un placentero calor dentro de mi pecho y a la vez alivia mis ardientes pies, manos y rostro. 

Dentro de la espiral avanzo dando vueltas suaves, que no llegan a marearme, pero sí me provocan una sensación de balanceo, como cuando te acunan cuando eres un bebé. En mi mente y en mi corazón solo está EL. Sé que aquello es cosa suya, y no tengo miedo. Sé que no me estoy muriendo. Tampoco lo deseo. 
Busco en mi corazón, y el único lazo que me ata a mi existencia terrenal, son mis amigos. Nada más. También pienso que quizás ellos ya no me necesiten y entonces...,¿por qué no podría estar muriéndome? ¿Y qué...?. Sé que El me está esperando, y cuando le vea, le voy a dar semejante abrazo que ninguna fuerza podrá separarme de su Corazón. Todo esto iba pensando mientras era llevada en esa espiral de luz. 
Estaba totalmente consciente, lo mismo que momentos antes de la experiencia. Conforme voy avanzando, el calor de mi pecho se hace más intenso. Noto que se me agranda por dentro y que pide más sitio. Estaba a punto de reventar. 
Llega un momento en el que siento cómo mi cuerpo se abre debido a una fuerte explosión. No hay dolor. Me siento libre, ligera. La velocidad va amainando. Ahora floto y me quedo quieta. He llegado a una especie de espacio abierto. 
Solo hay luz, pero no como la que conocemos. Es densa, suave, acogedora, acariciante. Cuando extiendo las manos hacia delante es como si pudiera tocarla. De hecho lo hago. 
Noto una suave masa entre mis manos, la moldeo, y cuanto más la acaricio y la amaso, más forma va tomando. 
En aquéllos momentos la imagen del Ser Amado sigue estando dentro de mí, y por una magia incomprensible para mí, de entre mis manos, de aquella masa de color azul-blanco se va formando su rostro. Me sobresalto y retiro con brusquedad las manos, y aquélla imagen se disuelve. Sigo andando o flotando, no lo sé. No estoy sola. Siento varias presencias y mucho amor. De repente, y sin pensarlo de antemano, unas palabras salen de mi interior, y no digo de mi boca porque no tengo cuerpo. 
Yo también soy luz, soy parte de aquélla vivificante masa que me rodea.
-¡Aquí estoy...!. ¿Quiénes sois? No hay respuesta. Ahora pienso en mis amigos. ¡Cuanto deseo en estos momentos tenerles a mi lado, compartir la experiencia con ellos...! Los visualizo uno a uno, y a cada imagen, un golpe de amor acaricia mi corazón.
-¡"Somos nosotros"!. Yo no veo a nadie y vuelvo a preguntar: ¡No os veo...!.¿Quienes sois?.
-¡Tus amigos! Y en aquél instante fueron formándose de entre la luz los rostros de aquéllos seres tan amados por mí.
-¿Pero es que vosotros también estáis aquí?
-¡Siempre hemos estado, y tú también...!. ¡Fíjate bien! 

Y aquéllos rostros desaparecieron en la luz y volvieron a formarse otros tantos más uno. Pero no eran los suyos, sino distintos, muy hermosos, sí..., pero no eran ellos. 
Además, todos eran iguales. Sin embargo lo que yo percibía de ellos, el amor que me daban, y el que descaradamente salía de mí hacia ellos, me convencieron de lo contrario. Eran ellos, sí..., pero no entendía nada.
-¡Sí, somos nosotros, pero en el futuro, en tu futuro, en el que vivimos ahora pero que tú desconoces todavía. Porque la luz no se mide con vuestro tiempo. En tu mente y en tu corazón están los amigos, nosotros, pero los que conviven contigo en tu momento. Cuando ese momento sea consciente, ya no habrá para ti tiempo ni momentos. Será siempre el Presente. 

Has venido al Eterno Presente, tu futuro y nuestro presente en este momento. Somos nosotros una vez concluida la evolución y la ascensión del alma. Somos luz, y aunque veas estos rostros, ya no tenemos un cuerpo denso. Somos pensamiento, armonía, amor, color, vibración, luz creadora, expansión. 
Tú también estás aquí, ¿no te reconoces?
-No, no me identifico. No sé quien de vosotros, bueno, de nosotros, soy yo. 

Es como cuando estamos juntos en mi realidad. En ningún momento me identifico como yo, ni tampoco a los demás. 
Sólo siento, experimento el amor, la amistad, la entrega, un compartir más que la vida. Me pasa exactamente lo mismo aquí y ahora. No sé quien es quien. Con vosotros experimento la esencia.
-¡El núcleo, querida hermana! Ya sabes quienes somos. 

Ahora prescindiremos de las formas y nos verás, te verás tal y como somos y hemos sido siempre: energía, luz y corazón. 
Y aquéllos rostros volvieron a disolverse. Y sólo quedó la luz. 
A lo largo de esta experiencia, según fuera el tema, mejor dicho, las vibraciones resultantes de nuestro intercambio, la luz cambiaba de tonalidad. Tonos rosas, azules, dorados, violetas ,pero el que más predominaba era el rosa.
-¡Y en este núcleo de luz no solo estamos nosotros, sino muchos más. Somos cientos de almas afines que desde siempre hemos compartido una misma esencia. 

Nuestros ideales, aspiraciones, objetivos, vivencias ,han sido las mismas. Todas estas almas afines te conocen, y tú las conoces a ellas una por una. A lo largo y ancho de tu experiencia como ser humano, las has amado, y en lo que te queda de recorrido, todavía conocerás a más y también las amarás, las sentirás profundamente en tu corazón, en tu alma. 
Porque todos ellos forman parte de ti, y tú formas parte de cada uno de ellos. Ahora solo nos identificamos ante ti este pequeño grupo, el que está contigo en tu momento, en tu presente, para que comprendas lo que queremos decirte. Nosotros formamos un núcleo de luz. Nuestra esencia es el amor, que compartimos en igualdad con otros núcleos de luz, pero cada uno con su propia identidad, su propia esencia. 
La nuestra es la entrega incondicional y plena. 
Somos los ajustadores, los sanadores y cuidadores de la Vida y de todos nuestros hermanos en la Luz.
-¿Entrega incondicional? Esto me suena familiar. ¿Pero en que consiste esta definición?
-No es ninguna definición, hermana, sino un hecho. 

Durante mucho tiempo hemos sido individuos, seres humanos, seres de luz experimentando el mundo de la materia. 
La luz tenía que penetrar en la oscuridad, mezclarse con ella, fundirse, ponerse al rojo vivo para luego enfriarse y volverse materia pesada. La luz quedó prisionera en la piedra, y durante eones ha intentado liberarse de ella y volver de nuevo a Casa, a la Fuente. Y lo conseguimos. Liberamos la Luz y aquí estamos, todos sin excepción. Ese sueño que floreció en tu corazón hace ya tanto tiempo y que has defendido hasta el final, ya se ha cumplido.
Aquélla revelación me alegró el alma. Al final mi sueño y el de muchos se habia hecho realidad. El Amor había triunfado. 

Pero ellos habían guardado silencio. Sentí que no habían dicho todo. Tuve la sensación de que aquél final feliz había requerido un alto precio.
-¿Hay algo más verdad...?.¿Por qué si todo es tan hermoso y perfecto, hemos guardado este silencio.¿Qué más debo saber?
-¡Liberamos la Luz, pero destruyendo la materia, la piedra. 

La luz vino a la Luz, pero la materia quedó destruida y calcinada y perdida en el planeta y en esa dimensión. 
La luz vino intacta, pero con las manos casi vacías. 
Nuestro propósito, nuestra entrega incondicional, no se llevó a cabo.
-¿Pero cómo es posible? Si somos seres de luz, evolucionados, ¿cómo es posible que no lo hayamos conseguido?. ¡No lo entiendo!
-Desde la Luz todo se ve claro y hermoso. Todo es sencillo, perfecto. Desde la Luz planeamos transformar la materia, y aunque se intuye el riesgo, se desconoce. Forma parte de la experimentación. Cuando la Luz se ve prisionera en un cuerpo tan denso y pesado, siente la asfixia de la ignorancia, del olvido, de la desunión con la Fuente. 

Solo se ve oscuridad en su interior y alrededor. 
Muy grande y fuerte en el Amor tiene que ser un corazón humano, para entregarse a su mundo, a su materia, sin esperar tan siquiera su ascenso, para no pensar en su liberación, sino es con su propia cárcel, con su proyección en la materia, con su Sombra. 
La entrega incondicional es esa. Entrar voluntariamente en esa cárcel humana, en la piedra pesada y amarla...y ser luz,siempre luz. Entregar la esencia, la fuerza, la vida, la sangre, y amando...siempre amando. 
Mientras aquéllas voces hablaban, en mi mente y en mi corazón latía la imagen de EL. No sé por qué, pero sabía que esto último tenía mucho que ver con él. 
Y era curioso, pues habría asegurado que en todo momento había estado presente allí, pero no se había manifestado. 
Sentía su presencia, y tenía unas ganas enormes de abrazarme a él, de fundirme para siempre con él. Quería volver a mi mundo, a mi cárcel voluntaria personal y experimental, pero con EL. Hacer todas las locuras del mundo, lo pensable e impensable, pero con EL. En aquél momento me vinieron a la memoria unas palabras que uno de mis amigos de mi actual realidad, en un momento de acaloramiento espiritual, me dijo: ¡Si tanto le amas, tráelo de nuevo! Y yo le contesté: ¡Si pudiera hacerlo...,ahora mismo lo haría!.
-¡¡Sí que puedes!! Me respondieron ellos.
-¿Pero cómo?
-Está deseando volver contigo, ¡llévatelo!
En ningún momento pensé que estaban bromeando conmigo. Sabía que si lo decían así es porque era posible, pero seguía sin comprender, no entendía nada. -¿Bien...,y dónde está?
-¿Quien es EL para ti?. Buena pregunta, sí señor.... Nunca me la había hecho a mí misma. Sólo sentía. El había sido y lo era todo para mí. Le amaba con toda mi alma, con todo mi Ser. Sentía en mí su corazón, sabía de su mente, de sus pensamientos, de sus sentimientos, de su dolor, de su alegría. Me sentía parte de él, y le sentía muy dentro de mí. 

Era tal la compenetración, que cuando pensaba en él, sólo sentía fuego en mi interior. ¿Que quien era EL para mí...?. 
Fui consciente de mi ignorancia, y con la humildad de un niño contesté:
¡Aunque es el ser que más amo, no sé quien es!. De nuevo el silencio. Unos minutos después se oyeron de nuevo las voces.
-¡EL eres tú misma!.
Ante aquélla respuesta enmudecí. ¡¡No es posible!, gritaba mi mente. ¡¡Cálmate, escucha y siente!! gritaba mi corazón.
-EL eres tú, somos nosotros, los cientos de espíritus afines, ahora núcleo de luz, cuya identidad es la entrega absoluta e incondicional al Amor y a la Vida, y por lo tanto, a la Humanidad. 

Como te hemos dicho antes, el Plan de la Ascensión ha concluido. Todo aquello que era luz, ha vuelto a la Fuente, pero la materia quedó destruida. Nosotros vemos que los resultados pueden cambiar y mejorar, llegar a ser perfectos, y para ello debemos cambiar muchas cosas. Tenemos que intervenir en vuestro pasado y presente, que es el nuestro también, y crear nuevas alternativas, nuevos senderos que nos lleven a potenciar más la luz en la materia. Hacer lo imposible para que no sólo ascienda el espíritu, sino también la piedra después de haberse fundido con ella.
-¿Pero ya se puede intervenir y alterar el proceso evolutivo?
-Puede cambiarse, pero solo podemos intervenir en nosotros mismos, en nadie más. Establecemos contacto con todas las individualidades que nos han pertenecido, en las que nos hemos proyectado en Luz y en espíritu. 

No siempre lo hemos conseguido. Dependía de nuestro nivel evolutivo en aquél momento determinado. 
En muchas ocasiones, para nosotros mismos, hemos sido en el contacto dioses, profetas, angeles, entes sobrenaturales... Hemos podido, en esas circunstancias, alterar y cambiar algunas cosas en nosotros mismos, pero no se ha conseguido todo. 
Se puede hacer más.
-¿Como qué...?.
-Se necesitaría que en ese contacto, nosotros fuésemos conscientes de que esos dioses o ángeles somos nosotros mismos, de quiénes somos realmente, de que somos los verdaderos artífices de la Vida, de lo que sus Seres Evolucionados quieren hacer a través de ellos, de nosotros, para cambiar las cosas. Sólo entonces podríamos proyectar, además de la Luz, el Eterno Presente en el ser humano y en el mundo. 

Algunas veces, realmente muy pocas, lo hemos conseguido. 
Ha habido parte de nosotros a través del tiempo que se ha hecho consciente de su verdadera identidad. A través de esa individualidad hemos podido actuar según nuestra evolución de ahora. Hemos sido realmente nosotros los que hemos vivido y actuado a través de ella. Un ejemplo muy claro es el de nuestro hermano Jhasua, como tú le recuerdas. 
El fué una individualidad como lo fuiste tú y otros más de nosotros en aquélla época. Había fuertes sentimientos porque había afinidad. Pero El, cuando conectó con nuestro núcleo, cuando se hizo consciente de la Luz que había dentro de él, de su verdadera identidad, la dejó hacer en él, se entregó incondicionalmente a ella y fue el instrumento más preciso y puro del Plan de Amor y de Recuperación. 
Jhasua os hizo partícipes a los que más podríais entenderle de su toma de conciencia. No le entendisteis, era nuestra evolución entonces. Pero aun así, el Plan comenzó su andadura. 
Ha habido muchas tomas de consciencia desde entonces. 
Lo que le ocurrió a Jhasua, te está sucediendo a ti ahora y a muchos más. Por ello te sientes tan identificada con él, por ello muchos de vosotros os sentís atraídos y compenetrados por nuestro hermano, porque esa misma Luz, esa misma esencia que le tomó entonces, está ahora dentro de vosotros, en muchos corazones. Dices que le sientes aquí...¡Jhasua somos todos nosotros! El, como hombre, como individualidad en este Eterno presente, se ha fundido con el núcleo, y tú también estás en él. Por ello le sientes, eres tú misma, somos nosotros, los amigos a los que amas en tu momento y que conocerás en un futuro. 
Sed conscientes de quienes sois, de quienes somos ahora y siempre, de lo que queremos hacer y cambiar, y entregaros a la humanidad, al mundo, sin condiciones. 
Amad, sentid, comprended, moldead con cariño y complacencia al mundo de la materia. Es un hijo del Amor, y el amor, aún con sus limitaciones, responde al Amor. 
No penséis en vuestra ascensión, porque ya estamos ascendidos. No esperéis a ningún mesías, a ningún salvador de la humanidad. 
Nosotros somos sus salvadores, que conscientemente y a lo largo y ancho de toda nuestra existencia, nos hemos propuesto llevar con nosotros de regreso a Casa a lo más querido, a nuestro mundo, a nuestro Hijo. ¡Vuelve al mundo de la materia, hermana, y deja que el núcleo de nuestro Ser actúe a través de ti, que nuestra Luz brille en el mundo, que nuestro Amor abrace a toda la humanidad. Deja que la rosa de tu corazón se abra para siempre a la Vida. 
Deja que tus manos y tu pensamiento moldeen la materia. Mírala con ojos de amor y transmítele vida. 
Transforma nuestra realidad, y que el Presente Eterno y el Amor reinen en tu vida y en tu corazón. ¡¡Llévate a Jhasua contigo! Sé consciente, déjate hacer por el Corazón y permite que el Amor te moldee y se haga tu siervo. 
Y resucitarás a Jhasua en tu propia persona, y ayudarás, nos ayudarás a recuperar lo que tanto amamos, y que un día en el que el Gran Sol lloró, dejamos perdido y olvidado entre las cenizas!
Y aquí terminó la experiencia. 

Cuando me levanto a la mañana, una gran conmoción se había adueñado de mí. Lloraba con ganas. Era un alivio. Emoción, una inmensa ternura, un profundo e intenso amor, un fuego abrasador en mi pecho y garganta. 
Aquél llanto era un bálsamo. Algo había cambiado en mí. 
No era la misma. Me siento bien, en calma, llena, muy llena de amor. Siento mi cabeza diez veces más grande, con un gran universo sin explorar. Me siento hermosa, grande, pero sobre todo colmada. Cuando mis ojos llorosos y emocionados se dirigen hacia la mesita de noche, veo la imagen de Jhasua que con tanto cariño moldeé y pinte cuando niña. 
Y entonces comprendí que es lo que había cambiado. 
Mi deseo ya no era sentirme digna de El, de su amor. 
¡Me parecía ya tan pobre ese anhelo...!. Ahora quería ser como él, andar a su lado, al mismo paso, compartiendo destino, trabajo, esfuerzo y todo lo demás. Y me sentía capaz de ello. Ahora comprendía muchas cosas. Jhasua era yo, era todos aquéllos que descubren su verdadera identidad divina y a través de ella se entregan al mundo. Son Luz, somos Luz y Amor, para eso existimos y también hemos nacido y renacido tantas veces en el Presente Eterno. Miro la imagen y sonrío. 
Sé que Jhasua, como ser humano, nunca ha dejado esta dimensión ni esta existencia. Es uno más que intenta cambiar las cosas. ¡¡Sé que estás en este mundo, querido amigo...,es posible que alguna vez nos encontremos o quizás no, pero lo importante es que estamos todos unidos con el Corazón y que nunca nos sentiremos solos!
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LA FUERZA MAS PODEROSA

LA FUERZA MAS PODEROSA

La fuerza más poderosa que existe, está en un Corazón Inocente.

Qué bonito queda el mensaje...pero qué difícil es mantener la inocencia en nuestro Corazón.

De niños la Inocencia vive en él, y con él hace Magia con la Vida. La circunstancias, por muy adversas que sean, no son importantes. La Inocencia es expansión, es Luz, es Aceptación de la Vida tal cual, es Vivirla...

He viajado varias veces a países considerados tercer mundistas, y he observado la mirada y la sonrisa que hay siempre en los rostros de los niños cuando juegan. Sonrisa y mirada que en muy pocos niños de nuestro mundo aparentemente avanzado, se reflejan.

¿Por qué...? Todos venimos a este mundo inocentes, vírgenes. Es esta realidad y sus circunstancias, pero sobre todos su humanidad, la que poco a poco va arrancando esa inocencia de los niños.

Pero la Inocencia no se da por vencida. Permanece muda e inmóvil durante tiempo...pero siempre está incipiente, golpeando a su Corazón, reclamando su derecho.

A veces, su peor enemigo, la Mente, la intenta destruir con buenas palabras, aunque cargadas de ignorancia y de limitación, y por qué no... de miedos. Pero no puede con la Inocencia. Es más fuerte que ella, pues sus valores son distintos,

Seguimos siendo niños. Seguimos teniendo esa Magia del principio en nuestro interior. Pero tenemos que recuperar el valor perdido, el que nos ha usurpado la Mente y su mundo de las formas, volvernos un poco-mucho locos, la mejor vacuna contra la mente, ya que la mente, cuando no controla, se bloquea.

La inocencia es nuestra naturaleza. No la perdamos nunca. Pongamos en su sitio a la mente. Borremos a ese disco duro que tenemos en lo alto de nuestro templo de carne, y programémoslo de nuevo, al servicio de nuestro Corazón.

No es fácil, pues hay muchos troyanos, virus y jakers...pero son minucias para su Magia.

¡Recuperemos nuestra inocencia!

La sonrisa del Arcoiris
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