domingo, 1 de mayo de 2016

El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)




LA RELACIÓN ENTRE LA MENTE Y EL CUERPO 

CAPITULO XV

La influencia de la Mente La máxima fundamental a comprender es que el cuerpo obedece a la mente; por lo tanto, el cuerpo tiende a manifestar lo que la mente cree.
La creencia puede sostenerse consciente o inconscientemente. Esta dictamen se desprende de la ley de la conciencia que afirma que: Sólo estamos sujetos a lo que mantenemos en la mente. El único poder que cualquier cosa tiene sobre nosotros es el poder de la fe que nosotros le damos. Por "poder", nos referimos a la energía y la voluntad de creer.
Si nos fijamos en el Mapa de la Conciencia (véase el Apéndice A), es fácil ver por qué la mente es más poderosa que el cuerpo. El campo de energía de la razón (que calibra 400), con sus creencias y conceptos de la mente, es más poderoso que el campo de energía del cuerpo físico (que calibra 200).
Por lo tanto, el cuerpo expresará las creencias mantenidas por la mente, consciente o inconscientemente. Nuestra propensión a aceptar las creencias negativas depende de cuanta negatividad estamos soportando en el primer lugar.
Una mente positiva, por ejemplo, se negará a aceptar los pensamientos negativos y simplemente los rechazará como falso por si mismos. Hay un rechazo a adquirir ideas negativas comúnmente aceptadas. Sabemos lo fácil que es venderle la auto-condena a una persona con sentimiento de culpa o alguna enfermedad a una persona temerosa. La idea, por ejemplo, de que "los resfriados se pillan" es un buen ejemplo.
La idea de que "todos se resfrían" será suscrita por una persona que tenga la suficiente culpa, miedo, e ingenuidad con respecto a las leyes de la conciencia. Por la culpa inconsciente, la persona siente inconscientemente que "merece" resfriarse.
El cuerpo obedece a la creencia de la mente de que los resfriados son causados por virus, que se "pillan" y nos contagian. Así, el cuerpo, que es controlado por las creencias de la mente, manifiesta el resfriado.
La personalidad que ha dejado las energías negativas subyacentes de la culpa y el miedo no tiene una mente temerosa que crea que "Me voy a resfriar; probablemente como todo el mundo". Esas son las dinámicas detrás de la enfermedad.
Los mecanismos que se llevan a cabo a través de las alteraciones inducidas por la mente en el flujo de energía del sistema de bio-energía y por la propagación de la energía reprimida en el sistema nervioso autónomo.
El pensamiento es poderoso porque tiene una elevada frecuencia de vibraciones. Un pensamiento es en realidad una cosa; tiene un patrón de energía. Cuanta más energía le damos, más poder tiende a manifestarse físicamente.
Esta es la paradoja de mucha de la llamada educación para la salud. El efecto paradójico es que los pensamientos de miedo se refuerza y se les da tanto poder que las epidemias son creadas en realidad por los medios de comunicación (por ejemplo, la gripe porcina). Las "advertencias" basadas en los miedos a los peligros para la salud en realidad configuran el entorno mental para que esa misma cosa que es temida se produzca. Superpuesto por todo el cuerpo físico hay un cuerpo de energía cuya forma es muy parecida a la del cuerpo físico y cuyos patrones controlan realmente al cuerpo físico. Este control es en el nivel del pensamiento o la intención.
La física cuántica subatómica avanzada ha demostrado, asimismo, que la observación influye en las partículas sub-atómicas de alta energía. El poder de la mente sobre el cuerpo ha sido demostrado por la investigación clínica.
Por ejemplo, en un estudio, a un grupo de mujeres se les dijo que se les daría una inyección de hormonas para provocar la menstruación dos semanas antes. En realidad, se les dio sólo una inyección de placebo con solución salina.
Sin embargo, más del 70% de las mujeres desarrollaron tensión premenstrual temprana con todos los síntomas físicos y psicológicos.
Otra clara demostración de esta ley de la conciencia se observa en las personas con trastornos de personalidad múltiple.
Una vez se pensó que era poco común, pero ahora se ha encontrado que el trastorno de personalidad múltiple es relativamente común; y por tanto, la investigación sobre el fenómeno se ha vuelto cada vez más prominente.
Se ha demostrado que las diferentes personalidades en el cuerpo tienen diferentes acompañamientos físicos.
Hay, por ejemplo, cambios en las ondas electro-encefalográficas cerebrales, así como cambios en su manejo y escritura, en el umbral del dolor, en la respuesta eléctrica de la piel, en el Cociente Intelectual, en los períodos menstruales, en la dominancia del hemisferio cerebral, en la capacidad del lenguaje, en el acento, y en la visión.
Así, cuando la personalidad que cree en las alergias está presente, la persona es alérgica; pero cuando la otra personalidad está presente en el cuerpo, desaparecen las alergias. Una personalidad puede necesitar gafas y la otra puede que no. Estas personalidades diferentes en realidad tienen diferencias notables en la presión intraocular y en otras mediciones fisiológicas.
Estos fenómenos físicos también cambian bajo la influencia de la hipnosis en personas normales. Las alergias pueden hacerse aparecer o desaparecer por simple sugestión. Las personas que reciben la sugestión de ser alérgicas a las rosas mientras están bajo hipnosis empezarán a estornudar al salir del estado hipnótico y detectar un jarrón de rosas en la mesa del doctor, aún si las rosas son artificiales.
Sir John Eccles, Premio Nobel, declaró que después de toda una vida de estudio era evidente que el cerebro no era el origen de la mente, como la ciencia y la medicina habían creído, sino al revés. La mente controla al cerebro, que actúa como una estación receptora (como una radio) en la que los pensamientos son similares a las ondas de radio y el cerebro es similar a un receptor. El cerebro es como un aparato receptor, un panel de control que recibe formas de pensamiento y luego las traduce en el funcionamiento neuronal y la memoria de almacenamiento.
Por ejemplo, hasta hace poco se creía que los movimientos voluntarios de los músculos se originaba en la corteza motora del cerebro. Pero ahora, como Eccles ha informado, la intención de moverse es registrada por el área motora suplementaria del cerebro al lado de la corteza motora.
El cerebro es, por tanto, activado por la intención de la mente y no viceversa. Esto lo vemos en los numerosos estudios de imágenes del cerebro realizados en personas en estados de meditación. Por ejemplo, la investigación del Dr. Richard Davidson durante la pasada década en la Universidad de Wisconsin (Madison) ha demostrado que la práctica en meditación de la compasión y la bondad amorosa estimula una mayor actividad en la corteza pre-frontal izquierda (la sede de emociones positivas tales como la felicidad) y la producción de una sincronía de ondas gamma de gran amplitud (signo de consciencia expandida, alerta, y visión).
Lo qué se mantiene en mente tiene el poder de alterar la actividad cerebral y la neuroanatomía. Estamos sujetos a todo tipo de efectos de las creencias inconscientes y conscientes que nuestra mente está manteniendo respecto a cualquiera de nuestros sistemas corporales. Esto incluye nuestras creencias sobre los supuestos efectos sobre distintos alimentos, los alérgenos, los trastornos de la menopausia y menstruales, las infecciones y todas las demás enfermedades que están asociadas a sistemas específicos de creencias, junto con la propensión subyacente al estrés debido a la presencia de sentimientos negativos suprimidos. Norman Cousins, editor en jefe de Saturday Review durante tres décadas, demostró este principio cuando se curó él mismo de una enfermedad física grave por medio de la risa. Él escribió Anatomy of an Illness- Anatomía de una enfermedad, un libro acerca de su experiencia de recuperación de una enfermedad artrítica paralizante por medio de grandes dosis de vitamina C y risa abdominal inducida por películas de los hermanos Marx.
Descubrió que la risa tenía un efecto anestésico que podría aliviar su dolor durante dos horas. La risa es un método de dejar ir. A través de la risa, Cousins siguió dejando ir la presión emocional subyacente y cancelando los pensamientos negativos. Esto dio lugar a cambios muy positivos y beneficiosos en su cuerpo y facilitó su recuperación finalmente.
Dr. David R Hawkins
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/

 

La Obra Creativa Hombre-Deva (V.B. Anglada )



V.B. Anglada
El Reino Dévico. III
 

* La Liberación del Ángel Solar.

La liberación constituye la más grande aportación humana al misterio de perpetuación de la vida, cuya expresión esencial es el movimiento incesante de renovación que está en la base de la evolución de la propia vida de Dios en todas y cada una de las formas creadas con la sustancia de los cuatro elementos. 

Queda un hecho principal a dilucidar con respecto a la vida del Ángel Solar, una vez el fuego de la liberación ha destruido el cuerpo causal que fue a través de las edades su morada transitoria.

Siguiendo la luz purísima de las estrellas que cantan al unísono la gloria de la Divinidad, se hace referencia aquí a un ciclo especial de fuego regido por aspectos estelares desconocidos todavía por la ciencia astrológica actual. Ve nuevamente el ángel el camino que conduce a su verdadera morada, oye nuevamente la palabra paterna y lleno de amor indescriptible retorna al Nirvana. El Nirvana tiene un significado total de unión con Dios y es el estado típico de liberación. El Adepto, la Mónada y el Ángel Solar se hallan fundidos en este mar de fuego de liberación del cual no puede hablarse por carecer el lenguaje humano de formas posibles de transcripción.

Podríamos decir, sin embargo, que se trata del Corazón de Dios, de donde brotan las corrientes de amor que dan vida al Universo. Es precisamente del Corazón de Dios, del Nirvana divino, de donde proceden los Ángeles Solares, es también el Nirvana el estado de conciencia de los Adeptos, cuya Mónada o esencia espiritual tiene allí permanentemente su morada.

La actividad de los Ángeles Solares, de aquellos que edad tras edad se sacrifican en bien de todas las humanidades, y no solamente de la humanidad terrestre, constituye desde siempre el más apasionante y descriptivo testimonio de gracia de la Divinidad, que jamás deja huérfanos de ayuda a aquellos que suspiran por la liberación, (por) su retorno al hogar paterno una vez finalizada su misión de intermediarios entre los seres humanos y su vida espiritual más elevada; es decir, entre el pequeño punto de conciencia que es el alma en encarnación física que da vida a la personalidad en los tres mundos, y la Mónada espiritual, que es el nexo de la unión con Dios. 

No significa el descanso absoluto en el Nirvana sino únicamente la libertad de movimiento, cuyo gozo es indescriptible, producido por la rotura de los lazos que los mantenían unidos voluntariamente a la vida mística de los hombres, del Alma en los tres mundos. La actividad natural de los Ángeles Solares, y aun de muchos Adeptos de la cadena terrestre que alcanzaron la liberación en este universo actual, es perpetuar la gloria de Dios de ciclo en ciclo, inundando la vida oculta de la naturaleza con los radiantes estímulos y potentísimas energías que proceden del Corazón de Dios y son en nuestro universo el vehículo de liberación de todo su contenido. Un indicio de esta verdad es evidente cuando en algunos tratados místicos o religiosos se dice que sólo por el Amor será salvado o redimido el hombre. El Amor es el único agente de liberación en el universo en donde vivimos, nos movemos y tenemos el ser.

La actividad de todos los Rayos que evolucionan o se manifiestan cíclicamente en nuestro universo está condicionada por esta ley de Amor que constituye la esencia de nuestro Logos Solar. Son únicamente agentes de la razón principal que motivó un día el nacimiento del Universo, el Amor, y que continuará actuando como ley en tanto que el Universo perdure como tal. Una vez finalizado el Día de Brahma, cuando Dios sienta el sueño y penetre en el reposo a que este día de actividad le ha hecho acreedor, cuando la calma del Pralaya suma toda la creación en el silencio, en la nada, todavía en los profundos e ignorados repliegues de esta calma, de esta inactividad absoluta, el dinamismo del Amor continuará imperando, preparando todo el contenido memorial del extinguido Universo para otra obra de más elevadas y de más sutiles cualidades y proporciones que será realizada utilizando el marco siempre abierto de los espacios infinitos y el poder eternamente despierto de la voluntad creadora.


* Algunas consideraciones esotéricas.

El éter es la sangre de los dioses; a través del mismo y tal como puede leerse en el Libro de los Iniciados, los dioses cabalgan sobre unos rayos más rápidos que los de la luz. 

La luz, otro misterio a desarrollar, vinculada con la expresión de la energía ígnea que produce la vida entre los mundos, tiene otras dimensiones y adopta características distintas de acuerdo con la evolución de la vida y conciencia de aquellas gloriosas potestades que llenan el cosmos absoluto de sistemas planetarios en movimiento. El movimiento y la luz son inseparables. La velocidad, regida por el tiempo, llega a unos extremos límites en lo que a capacidad perceptiva del ser humano se refiere cuando rebasa la de la luz solar, pero si nos atenemos a nuestros estudios esotéricos y consideramos que nuestro Universo, con su Sol central, sus planetas y sus distintos planos de evolución sólo es el cuerpo físico de un Logos Cósmico, podremos imaginar empleando la analogía, la naturaleza de la luz tal como podría expresarse, por ejemplo, en el plano búdico del sistema cósmico.

Los seres privilegiados que han logrado experimentar la conciencia búdica correspondiente a nuestro pequeño esquema planetario y gozan del indescriptible sentimiento de unidad con el conjunto universal, podrían hablarnos del aspecto luz dentro de una medida, un esplendor y una irradiación que escapan a todo razonamiento, ya que la grandeza de la experiencia trasciende la capacidad descriptiva de nuestra pequeña mente. La naturaleza de la luz dentro de la conciencia búdica del cosmos, o cuerpo búdico del Logos Cósmico, que utiliza todo el conjunto universal en el que vivimos, nos movemos y tenemos el ser sólo como su cuerpo físico de expresión, ha de apelar forzosamente a la más exaltada imaginación que podamos desarrollar, y emplear luego la lógica de la analogía.

Luz, Amor y Poder, palabras claves del sistema planetario que nos sirve de morada, pueden adoptar ahora un nuevo significado. Este significado puede abrir ante nuestra mirada inquisitiva nuevos horizontes, nuevos hemisferios ocupados por nuevas y más esplendentes verdades. 

Por esta infinita panorámica, sin meta posible de culminación ni posible punto de llegada podremos un día vincularnos con el aspecto vida infundida en toda cosa creada. 
Participamos, entonces, pese a nuestra infinita pequeñez, del destino kármico de los dioses, y consideramos el sacrificio por el bien del conjunto como el único sentido de aquella vida cuyo fuego arde por doquier. En los extremos límite de tales tensiones, en las que oleadas cada vez más tumultuosas de vida penetran en nuestro ser, van sucediéndose dentro de nosotros las iniciaciones, es decir, conciencia cada vez más intensa y apercibida del movimiento de la vida.


Extracto de Conferencia
VICENTE BELTRÁN ANGLADA
Barcelona, 2 de Diciembre de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) el 21 de Agosto de 2006
 

La Obra Creativa Hombre-Deva (V.B. Anglada )




V.B. Anglada
El Reino Dévico. II
 

Paulatinamente se irá apreciando que la acción de los devas en sus múltiples cualidades y funciones forman parte consustancial de nuestra vida, cosa que hasta aquí no había entrado en el aspecto práctico de la investigación esotérica. Deberemos descender, sin duda, del elevado pedestal en que nuestros conocimientos esotéricos nos habían situado y empezar a reconocer humildemente la participación del mundo dévico y de la evolución angélica en cada uno de los hechos familiares, sociales y espirituales que ocurren en nuestro mundo y constituyen nuestro karma. 

Este reconocimiento humilde y agradecido a la actividad de los devas debe constituir para el esoterista, para el verdadero discípulo, la línea de acción principal para el futuro, ya sea en relación con el propio progreso individual como con todas y cada una de sus actividades en servicio de la humanidad de cuyo organismo vital debe sentirse cada vez más una pequeña aunque bien definida y organizada pieza. 
Comprenderán ustedes también que el conocimiento y la decisión que imparten los devas solares no puede ser adquirido a través de los libros y manuales esotéricos en uso, eso equivaldría a admitir que a cualquier irresponsable curioso dotado de una poderosa mente intelectual le es posible acceder al poder y al conocimiento implícitos en la Mente de Dios, cuya expresión es el fuego creador del cual todos los seres y todas las cosas poseen su pequeña parte.

Afortunadamente, las reglas que rigen el conocimiento divino son sabias, y absolutamente drásticas, analícese si no, a través de la historia, el peligro de aquellos que como verdaderos aprendices de brujo quisieron emplear el fuego del conocimiento y el poder de Dios sin estar debidamente preparados. Sodoma y Gomorra, Nínive y Babilonia, el drama de la Atlántida, etc., son ejemplos vivos o dramatización psicológica y social de aquel gran peligro al que todos estamos propensos. Los colaboradores que decidan trabajar en el plano mental para contribuir con su ayuda a la iluminación espiritual del planeta, se hallarán bajo la directa protección del Señor Buda y dentro del área de luz de los devas solares.

Me pregunto cuántos de ellos serán capaces, no obstante, de resistir la terrible presión de las energías ígneas que producen el aliento vivo de todo verdadero conocimiento y de toda profunda determinación, su apertura mental deberá ser en todo caso muy amplia así como muy exquisita y profunda su capacidad de silencio. En última instancia habrá de reconocerse que el valor efectivo del conocimiento no se mide por la capacidad intelectual de retener muchos y muy variados temas esotéricos sino que radica fundamentalmente en la limpidez, claridad y tersura de la mente. Considero pues muy interesante que dichos colaboradores dejen de preocuparse en demasía por el estudio esotérico, no digo que dejen de leer o de meditar, y empiecen a trabajar creativamente en sus mentes para producir en ellas aquella actividad natural de distensión que produce intuición y es la luminosa avenida por medio de la cual y, a manera de escalera de Jacob —he ahí otro símbolo altamente esotérico—, ascienden y descienden los devas solares.

Nos referiremos brevemente, también, ya que el objeto principal es resaltar las vinculaciones dévicas con nuestro trabajo, a los devas del plano astral. Hallamos los devas del plano astral en cada uno de los siete subplanos que constituyen este plano, y naturalmente, estas huestes dévicas constituyen distintas gradaciones o jerarquías que se extienden desde el mundo del deseo más material al sentimiento de integración más elevado. Se comprenderá también que su vinculación con nuestra obra de servicio dependerá mayormente de la calidad de nuestras intenciones y de la buena voluntad depositada en el trabajo. La mayoría de los devas del plano astral responden al aspecto devocional y debo hacer resaltar de nuevo el hecho de que actualmente toda la jerarquía dévica del plano emocional se halla regida por un poderoso deva del 2º Rayo cuya misión apreciable, según la ordenación jerárquica del Plan para la Nueva Era, es sublimizar y dignificar el deseo humano y enaltecer hasta las más elevadas cúspides espirituales el aspecto sentimiento de la humanidad.

Su participación como impulsor de las leyes que regulan la evolución planetaria en la naturaleza se hace sentir también en el reino vegetal, el reino más avanzado en nuestro planeta, con el cual está estrechamente vinculado el mundo emocional de los hombres. Hago estas referencias, que serán ampliadas más adelante, para estímulo de todos aquellos trabajadores que por predisposición natural hayan decidido trabajar específicamente en el mundo psíquico e instaurar en el mismo la armonía y el equilibrio psicológico de los seres humanos. Los devas del plano astral trabajan por medio de sonidos inaudibles y de colores invisibles, una aparente paradoja para nosotros que forzosamente debemos atenernos todavía a reglas concretas de objetividad, pero en estas frases se halla un nuevo desafío para el inteligente investigador espiritual, quien deberá sutilizar constantemente sus sentidos perceptivos para poder captar las sutilísimas vibraciones provenientes de ciertos subplanos del plano astral.

He dicho en alguna parte de mis escritos, y voy a repetirlo ahora, que existen ciertos devas, conocidos esotéricamente bajo el nombre de “ángeles del silencio”, que acuden solícitos allí donde un ser humano da evidentes pruebas de sutilización de los vehículos a través de los cuales su alma se expresa, así tendrán explicado de nuevo el hecho de la participación dévica en todo intento del ser humano de purificación y perfección. 

En lo sucesivo, y ya como una enseñanza esotérica para la Nueva Era, habrá que contar con el mundo dévico en todos y cada uno de nuestros intentos de llegar a Dios. Los devas del plano astral, a partir del cuarto subplano, tienen la misión de contrabalancear las actitudes humanas con los móviles divinos. Se les llama pues, los ángeles del equilibrio, y son precisamente ese tipo de devas los que invocamos en nuestra actividad de servicio en el plano astral. Cuando el equilibrio es perfecto y hay una perfecta armonía entre la actitud humana y el móvil o plan divino, surge como expresión natural la música. 
La música es la más elevada expresión del equilibrio cósmico; pero, para el esoterista, o para el discípulo, no existe otro tipo de música que la que proviene de ciertos discípulos exaltados, tales como: Mozart, Wagner, Beethoven, Bach, etc. 
No se considera música el ruido discordante de la llamada música moderna, que en su mayor parte es una regresión histórica a la vida primitiva y no constituye mensaje dévico alguno para la humanidad. 
Pasando por alto estas consideraciones, hay que afirmar el hecho de que sutilidad es una palabra clave que para nosotros deberá tener cada vez más un valor de síntesis. 
No podemos invocar a los devas del equilibrio sin haber sutilizado hasta cierto punto nuestro sentido devocional y sin estar henchidos de grandes ideales en favor de la humanidad. El hecho de que parte de ustedes se haya adherido con buena voluntad a esa tarea de equilibrar psicológicamente a las personas que tienen dificultades en el aspecto astral o psíquico, es una garantía de que ya están en cierta medida conectados o han atraído ya la atención de los devas del equilibrio, el efecto subsiguiente ha de ser paz e integridad. No hay mejor yoga, evidentemente, que el espíritu de servicio y hay que reconocer y afirmar que practicar el yoga, de la clase que sea, pensando sólo en la propia perfección o liberación, es separarse del camino espiritual cuya sutilidad y transparencia se basan en la iinntteeggrriiddaadd ddee pprriinncciippiiooss,, eenn llaa ssoolliiddeezz ddeell pprrooppóóssiittoo yy ((eenn)) eell mmááss aabbssoolluuttoo ddeessiinntteerrééss.. EEstas tres reglas constituyen el sendero de servicio y en su luminoso recorrido nos acompañarán siempre nuestros hermanos los devas.

Como ustedes se habrán apercibido, mis referencias sobre el mundo dévico en relación con nuestro trabajo son de orden universal, y no es necesario penetrar en el mundo particular o del detalle para que sea comprensible cuál ha de ser nuestra actitud invocativa. Lo que se intenta mayormente es el estímulo que estas referencias puedan aportar en el ánimo de los colaboradores, como predisposición del alma hacia el equilibrio natural de la naturaleza dévica. Hay que practicar la distensión y el silencio. De ambas actividades, que constituyen una base de armonía, se eleva un sutilísimo clamor que llega a los atentos oídos de los devas del equilibrio, ellos responden inmediatamente al mismo con generosa adhesión y exquisita simpatía. El color preponderante que surge del alma en silencio es el verde pálido, brillante, y los devas del equilibrio responden al mismo con su vibración de armonía de color amarillo intensísimo y claro, con un tono que no tiene ninguna medida, no tiene ningún apoyo ni ninguna comparación con los colores que nosotros conocemos en el mundo físico, pero en la base de ese color, junto con el verde que se eleva del alma silenciosa, existe la garantía absoluta de la curación psíquica de la raza.

Vamos a hablar de los devas del plano etérico-físico. Ellos constituyen en su totalidad aquello que esotéricamente llamamos Prana, se mueven en éteres físicos de distintas densidades y su vida constituye, tal como dije anteriormente, la expresión de los cuatro elementos conocidos: el fuego, el agua, la tierra y el aire, tal como podemos percibirlos físicamente a través de nuestros cinco sentidos corrientes hay que decir que cada plano del Sistema Solar está constituido también por esos cuatro elementos, aunque en unas expresiones de increíble sutilidad, que es más pura conforme se va ascendiendo o profundizando, de subplano en subplano desde el plano físico al monádico.

Las características de los devas del plano físico en sus distintas densidades o evoluciones son innombrables, pero responden invariablemente a las leyes de actividad con la naturaleza física; tenemos así a los devas de la tierra, del agua, del aire y del fuego, y en una síntesis de actividad tenemos a los devas más sutiles del subplano atómico, cuya belleza es realmente indescriptible, así como indescriptiblemente poderosa es su participación en la vida oculta de la naturaleza y en la vida espiritual del hombre.

Como no es mi objetivo extenderme mucho sobre estas existencias dévicas por cuanto el interés principal radica en el estímulo creador y no en las curiosas descripciones dévicas que serán tratadas más adelante, nos referiremos aquí a nuestro inteligente contacto con los devas que pueden más fácilmente ayudarnos en nuestra actividad de servicio de curación física. En cierta ocasión, el Maestro nos dijo que la curación física de las enfermedades es un asunto puramente mental y está relacionado con un empleo inteligente de los éteres. Esto quiere significar que nuestras invocaciones de los devas que constituyen los éteres sutiles del plano físico, la más potente expresión de prana, tienen una importancia trascendente en nuestros trabajos de curación física. No podemos acercarnos, esotéricamente hablando, al problema de la curación partiendo de los viejos principios o de las atávicas tradiciones que utilizaban pócimas, ungüentos o medicinas, aunque todavía tengan su validez. La curación podría ser directa a través del éter sutil o prana, operando directamente sobre la causa de la enfermedad que siempre puede ser localizada en el cuerpo etérico de los seres humanos. La comprensión de este hecho nos inducirá seguramente a trabajar con renovada fuerza en pro de la redención física de la humanidad, cuyas viejas enfermedades provenientes como fatal herencia de las primitivas razas, nos mueven a compasión y son el acicate al más noble de nuestros empeños. He hablado de compasión, es el más grande de los elementos invocativos para la curación física, es el poder máximo de la humanidad en el aspecto servicio y la más elevada muestra de fraternidad humana. La más elevada forma de virtud. Hay que tratar de sentir compasión si queremos atraer a los agentes dévicos, señores de la curación universal, no podemos invocar su fuerza si nuestro corazón está reseco y son áridas las avenidas de nuestros sentimientos en favor de los demás.

Recuerden ustedes que Cristo no curaba con pócimas ni medicamentos sino simplemente con la imposición de manos y con el más elevado sentimiento de compasión universal. Tratemos de imitarle en ese sentido si de veras queremos curar, los elevados devas que acudían a su pura invocación también acudirán a nosotros, nosotros debemos realizar aquellas cosas más grandes a las que Él se refirió: vamos a tratar de curar con prana puro, utilizando la esencia de los devas que habitan en las más elevadas regiones. Me pregunto si se darán cuenta de la oportunidad cíclica a nuestro alcance, al incidir sobre todos los éteres planetarios la augusta potencia del Señor de Acuario: es más fácil, dada está divina situación, que podamos sentir compasión y fraternidad, cosa que resultaba realmente difícil, casi inaccesible, en los tiempos de Jesús de Nazaret. Tenemos a nuestro alcance la promesa de Cristo y en nuestras manos un tremendo poder que podemos utilizar conscientemente, el de los devas. Seamos pues consecuentes y tratemos de aprovechar hasta máximo el privilegio a nuestra oportunidad cíclica. Nuestra tarea en orden al trabajo de curación física de enfermedades es puramente radioactiva, empleando aquí la conocida expresión científica que define nuestros tiempos, y en la medida que podamos rasgar los éteres con nuestros luminosos intentos de curación, nos será posible constatar éxitos apreciables en orden a nuestro trabajo. Aconsejé visualizar el color dorado, símbolo del sol, al tratar a los enfermos, porque este color en distintos y muy variados matices es el color etérico del prana, y pueden a través de éste color ser invocados los devas que en ellos viven y realizan su evolución. El éxito final para el buen practicante es así seguro, pero no depende como ustedes comprenderán, del tiempo y del resultado inmediato sino de la persistencia en una actitud que unida a muchas otras puede preparar eficazmente el campo, el cuerpo físico de los seres humanos, para convertirlos en verdaderos tabernáculos del Espíritu Santo.

Como habrán podido apreciar, he seguido en la conversación de hoy una técnica precisa y premeditadamente estructurada de estímulo y de cordialidad de relaciones humanas, y he hablado así de los devas de tres planos definidos, del plano mental que deben producir comprensión espiritual; del astral que infundirán armonía y equilibrio psíquico; y del físico, cuya sutilización creciente determinará la curación de todas las enfermedades físicas de la raza humana. Comprendan ustedes que no se trata de forzar a nadie a seguir determinada regla de conducta tendiente a la noble expresión de los fines expuestos, mi aportación al trabajo de invocación de energías es sencilla y humilde, tal como pueden serlo las actitudes de cada uno de ustedes, pero estoy seguro de que la suma de nuestros esfuerzos y voluntades puede crear algo realmente grande para un próximo futuro, tal es al menos mi pleno convencimiento y el renovado estímulo de mi oración constante.


Extracto de Conferencia
VICENTE BELTRÁN ANGLADA
Barcelona, 2 de Diciembre de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) el 21 de Agosto de 2006
 

viernes, 29 de abril de 2016

La Obra Creativa Hombre-Deva (V.B. Anglada )




La Obra Creativa Hombre-Deva
El Reino Dévico. I
Vicente.- En nuestra actividad de servicio, la obra de los devas, de los agentes creadores en los mundos invisibles, actúa por doquier. Bastaría decir que constituyen no sólo el alma en la vida de los cuatro elementos de la naturaleza, por medio de los cuales se estructura toda forma objetiva de no importa qué plano o nivel dentro del Universo, sino que además y, esencialmente, son la fuerza viva que anima el éter, esta sustancia sutil en la cual vivimos sumergidos y de la cual extraemos el propio principio de vida en todas sus posibles densidades y cualidades.

A medida que la evolución avance y el hombre vaya siendo consciente de los niveles subjetivos del plano etérico, del plano emocional y del plano mental, la obra de los devas será reconocida como el aspecto complementario de la vida de los seres humanos en la ruta gloriosa de la evolución.

En una de mis conversaciones pasadas había afirmado que la vida de los devas estaba tan entrañablemente unida a la nuestra como el sistema nervioso y el sanguíneo lo estaban dentro del organismo humano. Ambas evoluciones la dévica y la humana, vienen a constituir, miradas con la visión de un gran Adepto, como el corazón y la mente del Ser planetario que rige los destinos de nuestro mundo. En un aspecto más elevado, tienen idéntica misión las gloriosas potestades dévicas y las altamente evolucionadas humanidades de otros mundos dentro de nuestro Sistema Solar, en relación con el Dios del Universo. 

Justificadas están pues, sobradamente, una atención especial del aspirante espiritual de nuestra época y un profundo estudio acerca de las relaciones humano-dévicas cada vez más conscientes e imperiosas a medida que nuestro planeta vaya adentrándose por la luminosa franja de los cielos donde se proyecta la energía de la Constelación de Acuario. Evidentemente, (hoy por hoy) no puede hablarse de un verdadero equilibrio de la mente y el corazón de un ser humano, sin el cual no puede hablarse del verdadero tipo de inteligencia para la cual está programado el hombre desde las alturas, a menos que haya realizado éste un definido contacto con el mundo dévico en uno u otro nivel de su constitución psicológica, (a menos que este) se haya configurado de una manera que constituye la clave del contacto dévico y es de esperar que la moderna psicología dirija sus atenciones hacia el mundo invisible que rodea constantemente al ser humano y trate de descubrir allí el misterio oculto que constituye la causa de todo conflicto, problema o complejo individual y social.

No puede existir un tipo radical de solución a la crisis psicológica de la humanidad, de la índole y en el nivel que sea, sin haberse logrado como grupo una aproximación consciente al mundo de los devas. 

El estudio científico de la llamada cuarta dimensión, con la constatación actual de la existencia del cuerpo etérico el doble etérico de los ocultistas, y que científicamente se le denomina ya el cuerpo bioplásmico, va aproximando progresivamente la humanidad al mundo etérico, y desde el centro de luz de la Jerarquía son tomadas ya eficaces medidas y resoluciones para que ese contacto sea no sólo efectivo, como un reconocimiento previo a una visión de más profundas y extensas perspectivas, sino también absolutamente práctico a fin de que la humanidad pueda solucionar algunos de los grandes problemas que siempre le han aquejado: la enfermedad física, el desequilibrio emocional y la falta de visión mental.

Vean ustedes cómo progresivamente nos hemos ido acercando al tema de base, el que constituye la materia principal de nuestro estudio acerca de los devas, o sea, el proceso de curación y redención que desde hace unos meses constituye la preocupación y el esfuerzo de muchos y leales estudiantes que desde un buen principio iniciaban los trabajos preliminares del contacto dévico a través de las sentidas invocaciones de luz, de fuerza y de energía, que provenientes de las alturas celestiales de nuestra resolución transmitimos a nuestros hermanos los devas. 

Dense cuenta también, que una obra como la que conjuntamente hemos emprendido tiene una máxima justificación de acuerdo con el valor esencial del momento que estamos viviendo, no sólo porque Acuario, el gran escrutador de los cielos, nos está ya observando desde su elevado trono sino porque a ello nos inclina nuestra propia condición de seres humanos conscientes, que de una manera u otra queremos ayudar al Señor en su obra de redención universal. 
Esto es lo que hicieron Buda, Cristo y todos los elevados seres de la Jerarquía, y esto es lo que realizan todas las potestades cósmicas que rigen el proceso de la evolución y el cumplimiento del karma.

Al hablarles, pues, de los devas en relación con nuestro trabajo, no voy a fundamentarles argumentos en inútiles teorías sino en verdades esencialmente prácticas que tienen su analogía en un solo y definido punto o centro de atención: Ccoolaabooraaciióónn ccoonnsscciieennttee ccoonn llaa OObbrraa ddee DDiiooss. ¿Se dan cuenta ustedes de las amplias perspectivas abiertas ante nosotros en relación con nuestro trabajo, con nuestro decidido empeño de hacer y de realizar? 

Se trata, como decimos, de un desafío absoluto a nuestra mente y a nuestro corazón. El resultado de aceptar este desafío con la absoluta honradez que caracteriza al discípulo y con el inmenso sentido de responsabilidad que esta obra desentraña es simplemente voluntad, el poder resolutivo que rige toda expresión de vida en el Universo. 
Así, progresivamente, y a través de las sencillas prácticas de invocación de las entidades dévicas que cooperan en nuestro trabajo y a través del cual pueden establecer contacto con nosotros, vamos adentrándonos sin darnos cuenta en zonas de vida ocupadas por la voluntad dinámica del Señor, y empezamos también a ser grandes pese a nuestra aparente pequeñez en el sentido interno. Les hablo de servicio, de servicio como norma de vida del discípulo, con esta parte consustancial de su progreso en el sendero y como el principio y el fin de todo su noble intento de vida espiritual. 
Es a través del servicio que nos hacemos grandes y empezamos a avizorar las elevadas cumbres donde moran aquellos que nos precedieron en el intento y en la búsqueda. Pese a su aparente sencillez de procedimiento, que no exige virtudes apreciables sino simplemente buena voluntad, nuestro trabajo puede acercarnos un poco más a la meta presentida y a hacernos sensibles a la influencia superior.

Yendo al aspecto práctico de nuestro trabajo, debemos ir reconociendo progresivamente que los devas en sus distintas jerarquías pueblan los éteres, desde el subplano gaseoso-físico del planeta hasta el más elevado plano del Sistema Solar. 

Su vida lo llena todo, y su acción más objetiva en relación con nuestros sentidos desarrollados de percepción se refleja en los cuatro elementos conocidos, anteriormente aludidos: el fuego, la tierra, el aire y el agua, constituyendo el cuaternario objetivo, que es la base o soporte de la estructura entera de la evolución universal. Hay que tener en cuenta también a los devas como agentes vinculativos dentro del cuerpo social de la humanidad. Ninguna reacción psicológica humana, desde la más leve actividad física hasta el más elevado pensamiento místico, está desligada de la actividad natural de los devas, por el motivo por todos los estudiantes de esoterismo reconocido y aceptado ya: por la comprobación científica, de que el éter es la sustancia que lo impregna todo y que sin él no existiría vinculación alguna entre Dios y su Universo. 
Por lo tanto, estamos invocando funciones dévicas cada vez que realizamos un acto o evocamos un sentimiento o formulamos pensamientos, ya que toda actividad física, emocional o mental, para ser reconocida como tal debe afectar los éteres, siendo la respuesta a estas impresiones la expresión psicológica o social de los devas como una respuesta a la necesidad humana. Debemos tener en cuenta también que el deva es, por su propia naturaleza etérica, un agente vinculativo dentro del cuerpo social de la humanidad que halla precisamente en los éteres el campo expresivo de cualquier actividad psicológica. 
Y si la acción del deva no es objetivamente percibida como tal dentro de un espacio vital que según la sabiduría esotérica contiene todas las dimensiones, es debido a la limitación de nuestros sentidos, encerrados en un estrecho marco que sólo contiene tres, y que desde allí, desde este reducido espacio, intentamos glosar la obra divina en su conjunto, perdiéndonos entonces constantemente en maravillosas hipótesis y 
descabelladas teorías que nos apartan cada vez más y más de la verdad esencial que por su carácter de absoluta sencillez contiene la medida de lo eterno.

El ser humano, programado desde un buen principio para ser receptor y transmisor de verdades eternas, contiene en sí la semilla infinita de las más elevadas percepciones, siendo una de las más inmediatas el reconocimiento del mundo dévico. Esotéricamente, se asegura que el ser humano vivió en un remoto pasado la gloria del contacto angélico, y que se apartó de sus hermanos, los devas, a medida que -de acuerdo a las leyes de involución que preceden siempre a las de evolución como las sombras preceden a la luz- fue densificando sus cuerpos sutiles hasta llegar al cuerpo más denso, el físico conocido, y que su misión en la ruta evolutiva es recobrar la sutilidad de percepción que haga posible en un nuevo y más elevado estado de conciencia, reconocer el mundo invisible de los devas y establecer contacto consciente con él. 

Esta afirmación contiene un tremendo desafío para el aspirante espiritual de nuestros días, a quien la evolución técnica de la vida ha privado de una considerable parte de sus dotes sutiles de observación y percepción. 
La evolución mental del hombre moderno debe tender forzosamente hacia nuevas áreas de luz o de entendimiento superior y reconocer que la evolución técnica es únicamente el soporte, o quizás sería mejor decir, el vehículo, de las verdades abstractas o arquetípicas que se agitan en el mundo superior de los significados y de las causas. La sutilización de la mente, el paso progresivo de lo concreto a lo abstracto, de lo intelectual a lo intuitivo, debe procurarle al hombre la sutilidad requerida para ver, oír y comprender en todos los planos posibles de su compleja constitución psicológica y espiritual, y a medida que ello se vaya realizando será consciente del mundo de los devas y adquirirá el poder de invocarlos para ultimar, de acuerdo con el gran programa cósmico, el proceso de evolución planetaria que conduce a la Fraternidad Universal.

No estoy formulando, pues, nuevas hipótesis que puedan servir de soporte para la fe de los creyentes o la fervorosa devoción de los místicos sino que estoy presentando el cuadro actual de una realidad presentida por todos los verdaderos videntes e intuitivos de la Raza. Me preguntarán ustedes por qué no fue dada en el pasado, durante el proceso de entrenamiento de los discípulos, una mayor información acerca de los devas, puedo decirles que siempre hubo información sobre los mismos y que hubo siempre discípulos más sensibilizados que los demás que contactaron aquel soberbio e indescriptible mundo y que dieron fe del mismo en sus obras poéticas o místicas, musicales o artísticas. Ahora bien, la presión o exigencia de los tiempos modernos, rigurosamente técnicos, debe presentar el mundo dévico dentro de los cánones estrictos exigidos por la ciencia, con lo cual, si bien se pierden algunos de los elementos místicos tan queridos y apreciados por los aspirantes de tipo devocional, se gana fuerza, solidez y objetividad realmente científica, es decir, (el mundo angélico) puede ser presentado ante la investigación rigurosa como un hecho que sucede aquí y ahora. Nadie se asombra evidentemente hoy día de esos descubrimientos científicos tan realmente prodigiosos como la desintegración del átomo, los aviones supersónicos, las computadoras electrónicas o la televisión en color, citando solamente algunos dentro de la gran profusión de los existentes, sin embargo, nos asombraríamos y hasta quizás dudaríamos, si se nos presentara a consideración la intervención de ciertos elevados devas que presiden la actividad oculta causa de tales descubrimientos. Afortunadamente, y siguiendo el proceso de la evolución, cuando la mente humana haya alcanzado cierto nivel de percepción superior, comprenderá la razón que guía la expresión del proceso técnico de la vida moderna y percibirá la actividad oculta que lo motiva. 

Los devas manipulan siempre la energía oculta que los hombres convierten en fuerza y movimiento a través de las actividades normales y corrientes de la vida cotidiana. 
Esta verdad, la primera y la última, sometida al profundo análisis esotérico, preside eternamente el drama de la evolución -desde la enunciación de la voz sagrada, el AUM, por parte de cualquier Logos creador, y cuyos ecos retumbando en el gran vacío cósmico ponen en actividad a las grandes jerarquías dévicas para crear las estructuras de los mundos, hasta la voz de liberación, el OM, que el Logos pronuncia al final del proceso objetivo del Universo, cuando retorna al indescriptible silencio del gran Pralaya- , es la que debe regir constantemente la razón de los verdaderos discípulos espirituales, pues esta verdad contiene en su esencia cuando es debidamente interpretada, la Gloria de la Iniciación.

Avizorando ya el ángulo esotérico pero absolutamente práctico de nuestro estudio, vemos que la objetividad de nuestro trabajo y la absoluta clave de su éxito reside en nuestro fervoroso sentimiento de buena voluntad y deseo de bien. 

A través del mismo invocamos tres tipos definidos de devas que cooperan en nuestra actividad de servicio: primero, ciertos poderosos devas del plano mental especialmente vinculados con la actividad de los Ángeles Solares; segundo, unos devas del plano emocional o astral, fuertemente polarizados con la energía de un glorioso deva planetario de 2º Rayo, cuya misión es reestablecer el equilibrio psicológico de los seres humanos y crear armonía en la naturaleza; tercero, hay finalmente la actividad de aquellos devas cuya sustancia constituye la energía etérica del plano físico y están dotados del poder de producir en los mismos ciertas radicales transformaciones.

De los devas del plano mental poco puedo decirles, salvo que su sustancia es de origen solar y están directamente relacionados con la evolución espiritual del hombre, incluida la actividad del fuego serpentino o de Kundalini. Trabajar con este grupo de devas exige una gran solidez de principios espirituales, una mente muy clara, sencilla y altamente flexible, el firme propósito de servicio y la indomable determinación de cooperar inteligentemente con el Plan de Dios que caracteriza la vida del discípulo, (estos aspectos) constituyen un punto de atención y de invocación con respecto a estos elevados devas. 

La misión de los mismos es esclarecer el camino, comunicar visión y evocar comprensión amorosa en la mente y corazón de aquellos que consiguen invocarles. Son, sin embargo, un peligro más grande de lo que la gran mayoría de aspirantes espirituales se figuran, si son invocados sin la debida preparación y sin una gran base de meditación o de experiencia espiritual. 
Siguiendo las líneas seguras del correcto sentido humano que desarrolla el verdadero discípulo, tales devas constituyen, con la sustancia de luz que irradian de su propia vida, el luminoso puente o Antakarana que va de la mente inferior, intelectual, o concreta del discípulo, hasta el más elevado nivel mental. 
El Yo Superior de cada ser humano, su Ángel Solar, que constituye el alma del proceso de la evolución humana, se halla en el centro mismo de esta actividad de los devas solares y del crecimiento espiritual de las almas en el sendero, y dirige conscientemente desde su alto lugar de observación el proceso conjunto de la voluntad del discípulo y de la actividad dévica. Es, pues, muy importante para aquellos que se sientan llamados o capacitados para trabajar en un nivel mental superior, o que estén debidamente entrenados en el proceso técnico de la meditación esotérica, tener muy en cuenta la participación de los devas solares en todos y cada uno de sus intentos de realización espiritual.


Extracto de Conferencia
VICENTE BELTRÁN ANGLADA
Barcelona, 2 de Diciembre de 1975
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias (G.T.C.) el 21 de Agosto de 2006
 


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El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)


REDUCIR EL ESTRÉS Y LA ENFERMEDAD FÍSICA
CAPITULO XIV (Tercer Escrito)



Técnica de Prueba Kinesiológica. 
El sujeto está de pie con un brazo extendido hacia un lado y levantado a la altura del hombro. La segunda persona actúa como probador. Usando dos dedos, el probador presiona hacia abajo rápidamente durante unos segundos la parte posterior de la muñeca del probador para lograr sentir la fortaleza del músculo. Al mismo tiempo que el probador presiona hacia abajo, le pide al sujeto de prueba que resista con toda sus fuerzas. 
Es importante que al hacer esto el probador no sonría al sujeto, y no deberían haber conversaciones o música en ese momento. Lo mejor es ver al sujeto de la prueba como un objeto neutro, como una pared en blanco o cerrar los ojos. 
Después de varios intentos, el probador conseguirá sentir la fortaleza de los músculos del sujeto. Para una demostración, basta con que el sujeto piensa en una situación emocionalmente desagradable o retenga en la mente a una persona desagradable. 
Mientras el sujeto retiene ese pensamiento desagradable en la mente, el probador presiona hacia abajo de nuevo unos segundos para poner a prueba la fortaleza del brazo del sujeto, que se encuentra extendido en sentido horizontal. 
Al mismo tiempo, el sujeto de la prueba de nuevo resiste con toda su fuerza. Se observará dramáticamente que hay un repentino e importante debilitamiento del músculo deltoides que, con la prueba, indicará una pérdida de alrededor del 50% de la fuerza muscular. 
Ahora que el sujeto piense en alguien que ama y que vuelva a probar. 
Al instante se fortalecerá. Este es un fenómeno dramático y de gran valor a experimentar y presenciar. La prueba puede ser repetida con diferentes objetos negativos mantenidos en la otra mano del sujeto, en su boca, o colocado en la coronilla de su cabeza o en el plexo solar. 
Para ello, el sujeto ha de buscar una luz fluorescente o un anuncio de televisión en el momento de la prueba, o probar la diferencia entre el efecto de la música clásica frente al heavy metal o la música rap; el pan hecho en casa frente al pan hecho por máquinas; el azúcar frente a la miel; las fibras sintéticas frente al algodón, la lana o la seda; la comida basura frente a la comida sana y orgánica; la vitamina C sintética frente a la vitamina C orgánica. 
Se pueden hacer pruebas adicionales a las reacciones individuales a los refrescos de dieta, los cigarrillos, los jabones, la comida favorita, y otros objetos con los que entremos en contacto frecuente. 
A medida que varios objetos y los efectos de los pensamientos y sentimientos sean probados, pronto se hace evidente que todo en el universo tiene una vibración y que la vibración tiene un efecto de fortalecimiento o debilitamiento. 
Por ejemplo, para demostrar el efecto de debilitante de un alimento con energía negativa como los edulcorantes artificiales, no es necesario colocar el alimento en la boca. Tendremos el mismo efecto de debilitamiento si lo colocamos con la otra mano en la parte superior de la cabeza. 
Cuando una persona utiliza el mecanismo de la entrega y deja un sentimiento negativo, la prueba muscular que hemos descrito cambiará de débil a fuerte. 
A medida que los pensamientos negativos o sistemas de creencias sean entregados, ya no tienen el poder de agotar nuestra energía. Esta es una ley básica de la conciencia: Estamos sujetos únicamente a lo que mantenemos en mente.
El cuerpo responderá a lo que creamos. 
Si creemos que una cierta sustancia es mala para nosotros, entonces por lo general se probará su debilidad en la prueba muscular. La misma sustancia hará fortalecerse a otras personas que crean que es buena para ellos. 
Lo que es estresante para nosotros, por tanto, es principalmente subjetivo. 
La prueba muscular es responsable del sistemas de creencias inconsciente y también del consciente. Las pruebas a menudo revelan que una persona inconscientemente siente o cree lo contrario de lo que conscientemente piensan que creen. 
La persona, por ejemplo, puede creer conscientemente que quiere curarse pero, inconscientemente se apega a las recompensas de la enfermedad. 
Una simple prueba muscular revela la verdad de la cuestión. 
La Relación de la Conciencia con el Estrés y la Enfermedad Como hemos visto, la tendencia al estrés y la vulnerabilidad está directamente relacionada con nuestro nivel general de funcionamiento emocional. 
Cuanto más elevados estemos en la escala de la conciencia, menos respondemos con reacciones de estrés. 
Podemos tomar un simple incidente de la vida cotidiana e ilustrar las diferencias en la reactividad. 
Digamos, por ejemplo, que hemos aparcado el coche y, justo al salir, el coche aparcado frente a nosotros da marcha atrás y nos da un golpe seco. Nuestro parachoques y la parte frontal del guardabarros se abolla. Así es como los diferentes niveles de conciencia podrían sonar: Vergüenza: "Qué embarazoso. 
Soy un pésimo conductor ni siquiera puedo aparcar un coche. Nunca llegaré a nada". Culpa: "Tenía que verlo venir. ¡Qué estúpido soy! Debería haber aparcado mejor". Apatía: "¿De qué sirve? Estas cosas siempre me pasan a mí. 
Probablemente no cobraré del seguro de todos modos. 
No sirve de nada hablar con el chico. Él sólo me demandará a mi. La vida apesta". Sufrimiento: "El coche está ahora estropeado. Nunca será el mismo. La vida es triste. Probablemente voy a perder mucho dinero en esto". Miedo: "Este chico está probablemente furioso. Temo que vaya a golpearme. Me preocupa tener que volver a hablar con él. Probablemente me demandará. 
Probablemente nunca conseguiré arreglar otra vez el coche. 
La gente que ha de repararme el coche siempre me estafa. 
La compañía de seguros probablemente se va a escapar de esta, y yo seré el único que me quedaré en la estacada". Deseo: "Puedo hacer un dineral con esto. Creo que voy a agarrarme del cuello y darme un latigazo cervical falso. Mi cuñado es abogado. Demandaremos a este idiota hasta bajarle los pantalones. Conseguiré un acuerdo por la estimación más alta y lograré arreglarlo en el lugar más barato". Ira: "¡Maldito idiota! Creo que voy a enseñarle a este chico una lección. Merece un buen puñetazo en la nariz. Le demandaré hasta por sus pantalones y le haré sufrir. Me hiere la sangre. 
Estoy enfadado, no respondo. ¡Podría matar a ese bastardo!". Orgullo: "¡Mira por donde vas, tonto! ¡Oh Dios! ¡El mundo está lleno de torpes idiotas! ¡Cómo se atreve a dañar mi coche nuevo! ¿Quién demonios se cree que es? Probablemente tiene un seguro barato; gracias a Dios el mío es el mejor". Coraje: "Oh, bueno, los dos tenemos seguro. Tomaremos los datos y lo gestionaremos bien. Una molestia, pero puedo hacerlo. 
Hablaré con el conductor y conseguiré un acuerdo sin juicio". Neutralidad: "Estas cosas pasan en la vida. No puedes conducir 30.000 Km al año sin doblar un guardabarros". Voluntad: "¿Cómo puedo ayudar a tranquilizar al chico? No tiene por qué sentirse molesto por ello. Tan solo intercambiaremos la información necesaria para el seguro y todo irá bien". Aceptación: "Podría haber sido peor. Por lo menos nadie está herido. Sólo es dinero de todos modos. La compañía de seguros se hará cargo de ello. Supongo el malestar del chico. Es natural. Esas cosas simplemente no tienen remedio. Gracias a Dios no estoy a cargo de este universo. Es sólo una molestia menor". Razón: "Seamos prácticos aquí. Me gustaría encargarme de esto lo antes posible para poder seguir adelante con las actividades del día ¿Cuál es la forma más eficiente de resolver nuestro problema?" Amor: "Espero que el chico no se sienta mal. Voy a calmarlo. (Le dice al otro conductor), “Relájate. Todo está bien. Ambos tenemos seguro. Se como fue. 
Me sucedió a mi lo mismo. Era una abolladura leve y me lo arreglaron en el mismo día. No te preocupes, -no lo informaremos si no quieres. Probablemente podremos deducirlo y evitar un aumento en el prima de seguro. No hay nada por lo que enfadarse” (Tranquiliza al conductor, pasándole el brazo por el hombro como signo de camaradería humana al prójimo.) Paz: "Bueno, ¿no es casualidad? Tenía ruidos, de todos modos, y el guardabarros ya tenía una abolladura pequeña. Así que ahora voy a conseguir que me lo arreglen gratis. “Dime, ¿verdad que eres mi cuñado George? Eres justo el chico que quería ver. Tengo un buen negocio que creo que podrías gestionar por mí. Ambos nos beneficiaremos. Pareces la persona adecuada para hacerlo. ¿Qué tal una taza de café y lo hablamos? Por cierto, aquí está mi tarjeta del seguro. Diles que es la misma compañía de seguros que el tuyo. 
Qué casualidad. Todo está funcionando a la perfección. 
Sin problemas". (se aleja tatareando con su nuevo amigo, el incidente ya está olvidado).
Lo anterior ilustra todo lo que hemos estado diciendo. 

Somos nosotros mismos los que creamos reacciones de estrés como consecuencia de lo que está teniendo lugar en nosotros. Los sentimientos suprimidos determinan nuestros sistemas de creencias y nuestra percepción de nosotros mismos y de los demás. Estos, a su vez, literalmente, crean los acontecimientos e incidentes en el mundo, los acontecimientos a los que luego, les damos la vuelta y culpamos por nuestras reacciones. 
Este es un sistema de autorefuerzo de las ilusiones. 
Esto es lo que los sabios iluminados quieren decir cuando dicen: "Todos vivimos en una ilusión". Todo lo que experimentamos son nuestros propios pensamientos, sentimientos y creencias proyectados en el mundo, causando realmente lo que vemos suceder. La mayoría de las personas han experimentado todos los diferentes niveles de conciencia en un momento u otro, pero, en general, tienden a operar principalmente en un nivel u otro durante largos períodos de tiempo. La mayoría de la gente está preocupada con la supervivencia en todas sus formas sutiles, por lo que reflejan principalmente miedo, ira y deseo por la ganancia. No han aprendido que el estado del amor es la más poderosa de todas las herramientas de supervivencia. Curiosamente, como dijimos en un capítulo anterior, tener un perro mascota puede alargar una vida humana 10 años. 
El amor, el afecto, el cuidar de otro ser, y el compañerismo que acompaña el tener un perro mitiga los efectos negativos del estrés. El amor estimula las endorfinas y la energía vital, llevando un bálsamo curativo a las vidas propensas al estrés. 
Dr. David R Hawkins
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El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)


REDUCIR EL ESTRÉS Y LA ENFERMEDAD FÍSICA
CAPITULO XIV (Segundo Escrito)




Respuesta del Sistema Energético al Estrés y al Sistema de la Acupuntura. 

El cuerpo tiene tres sistemas nerviosos:
1) La red voluntaria de nervios bajo el control consciente que se distribuye principalmente a los músculos voluntarios.
2) El sistema nervioso involuntario o autónomo (simpático y parasimpático), del que normalmente somos inconscientes y que controla los órganos del cuerpo y las funciones fisiológicas, tales como el latido del corazón, el flujo y distribución sanguíneo, la digestión y la química del cuerpo, y 3) el sistema de la acupuntura, que transmite la bio-energía a todas las estructuras del cuerpo y los órganos internos. 
Este tercer sistema es el menos conocido en la medicina occidental, pero es largamente comprendido por la medicina y la sociedad oriental. 
En el sistema de la acupuntura, se da el flujo de energía vital del cuerpo físico a través del cuerpo invisible de energía. 
Este sistema de energía se describe teniendo 12 canales principales sobre la superficie del cuerpo físico, estableciéndose los doce meridianos principales de la acupuntura. 
A partir de estos canales, hay muchos afluentes que conducen a los diferentes sistemas de órganos del cuerpo. 
La distribución anormal de la energía en estos meridianos deriva en la disfunción de los órganos afectados y, finalmente, la evolución del proceso de la enfermedad. 
Esta bio-energía vital es el flujo mismo de la propia vida. 
Es muy rápidamente reactiva al estrés. 
Esta bio-energía reacciona de instante a instante, debido a factores fluctuantes en nuestras vidas, que son los patrones cambiantes de nuestras percepciones, pensamientos y sentimientos. La medición convencional de las reacciones médicas del cuerpo es relativamente lenta. 
Un pensamiento fugaz, que puede ir acompañado de una punzada emocional, no produce un cambio medible en la presión arterial del cuerpo o en el impulsos; sin embargo, instantáneamente se registra en el sistema de la bio-energía donde una gran variedad de rápidos cambios pueden ser observados por métodos científicos, psíquicos y clínicos. 
El equilibrio global del sistema de energía de la acupuntura del cuerpo está regulado por la actividad de la glándula del timo. El sistema de la bio-energía está íntimamente conectado al sistema inmunológico del cuerpo a través de la glándula del timo. El estrés crónico debilita el sistema inmunitario del organismo, suprime la glándula del timo, y desequilibra el sistema de la bio-energía. 
Fortalecer la glándula del timo o tomar suplementos para el timo reequilibra el sistema de la bio-energía. 
Una amplia explicación de esto se encuentra en el libro Behavioral Kinesiology- Conducta Kinesiológica y Life Energy- La Energía de la Vida del Dr.John Diamond. 
Intervenciones para Aliviar el Estrés La investigación en el U.C.L.A. de Liebeskind y Shavit durante la década de los 1980 clarificó aún más la relación entre el estrés, la supresión del sistema inmune, y el desarrollo del cáncer, mostrando que el estrés interfiere en la liberación de los opiáceos del cerebro conocidos como endorfinas. 
El estrés en forma de shocks intermitentes suprime el sistema inmune. Cuando la respuesta inmune es de fortaleza, se liberan endorfinas en el cerebro, y las llamadas células anti-cáncer "asesinas" atacan y matan a las jóvenes células tumorales en crecimiento. Pero cuando la actividad inmune es suprimida y existe una reducida presencia de endorfinas, la actividad de las células anticáncer "asesinas" disminuye. 
El informe publicado en Science (223: 188-190) afirma: "Nuestros hallazgos apoyan la opinión de que el sistema nervioso central por la modulación de la función inmune ejerce en alguna medida el control de la creación y el desarrollo de la enfermedad." El informe continúa diciendo que un sentimiento de impotencia se ha relacionado con la reducción de la actividad de las células asesinas anti-cáncer y el aumento del crecimiento tumoral. La depresión en los animales, así como los seres humanos, reduce la respuesta inmune, y esta impotencia tiene que ver con la capacidad de control de la persona y el sentimiento que el animal tiene sobre los acontecimientos estresantes. 
Estos hallazgos ayudan a explicar por qué la depresión y el sentimiento de impotencia están asociados con el cáncer. 
La investigación adicional confirma que la respuesta al estrés resultó ser una condición previa principal de la enfermedad física en animales y humanos (Sapolsky, 2010). 
El efecto global del estrés sobre el sistema inmune deriva en el bloqueo de la producción de los propios anticuerpos del sistema inmune del cuerpo. Si estos propios anticuerpos se bloquean a si mismos, la función inmune se reanuda de nuevo. 
Por lo tanto, el bloqueo del sistema inmune es reversible. 
Por ejemplo, las investigaciones realizadas en el Instituto Pasteur de París han derivado en el suero llamado Bogomoletz que, cuando se inyecta por vía intradérmica, da como resultado la reactivación del sistema inmune. 
Este tratamiento se denomina I.B.R. (Siglas en inglés de Rejuvenecimiento Inmuno-Biológico). Una pequeña cantidad de suero se inyecta en la piel durante tres días sucesivos dando como resultado la rápida reactivación del sistema inmune. 
La reactivación de las respuestas del cuerpo favorables a la salud también se ve en intervenciones no médicas, como la correlación de la práctica de la meditación con la reducción del estrés y la depresión. 
Las investigaciones realizadas en estudiantes universitarios, por ejemplo, encontró que la meditación lleva a una disminución de la reacción al aumento del estrés, que fue relacionado con el alivio de su depresión. 
El estudio encontró que los estudiantes que participaron fielmente en un curso de meditación de seis semanas experimentaron una mejoría en el funcionamiento de su sistema inmunológico. Los estudiantes del grupo control, que recibieron sólo información educativa sobre el estrés y no la técnica interna, mostraron poca o ninguna mejoría fisiológica o psicológica (Pace et al, 2009). 
Estudios de investigación no publicados durante la década de los 1980, en los que serví como asesor clínico, mostraron una mayor efectividad de las técnicas de interiorización internas en contraste a los métodos puramente médicos de reducción del estrés. 
Los métodos médicos tales como la relajación progresiva tienen un efecto positivo; sin embargo, el efecto beneficioso sobre la frecuencia cardiaca y la presión arterial es mayor y más sostenido si los mecanismos internos son conscientemente aplicados. Estos resultados científicos no sorprenderán a las personas que han aprendido a utilizar las tecnologías internas tales como la técnica del dejar ir, que es un proceso de entrega interna que puede ser aplicado a cualquiera y todas las situaciones. Informan que son más capaces de manejar el estrés, ya que están más calmados en las situaciones difíciles después de aprender a dejar los sentimientos negativos a medida que estos sentimientos surgen.
La Pruebas Kinesiológica La kinesiología o prueba muscular es un tema gratificante para estudiar la relación directa entre la mente y el cuerpo. El procedimiento básico de la prueba es ahora relativamente conocido y es a la vez muy informativo y fácil de aprender. Los diagnosticadores utilizan los métodos kinesiológicos para probar el equilibrio del sistema de la acupuntura, los meridianos de la acupuntura, y el funcionamiento general del sistema de bio-energía del cuerpo. La kinesiología trata principalmente con pruebas musculares, dado que las repentinas caídas de la bio-energía se indican con un rápido debilitamiento de la musculatura del cuerpo. 
Esta respuesta puede ser provocada por cualquier energía negativa que entre en el aura (cercana) del sistema de la bio-energía. El estímulo puede ser físico, como edulcorantes artificiales, luces fluorescentes, alimentos sintéticos y tejidos, y ciertos ritmos producidos por grupos de heavy metal o de música rap. El estímulo más notable para nuestra comprensión es, sin embargo, el efecto de debilitamiento inmediato de un pensamiento o sentimiento negativo. 
Un pensamiento o sentimiento negativo al instante debilita el cuerpo y crea un desequilibrio en el flujo de energía del cuerpo. Debido a que este tipo de pruebas musculares ilustran tan bella y dramáticamente la conexión entre la mente y el cuerpo, vale la pena el esfuerzo de conocer el procedimiento y experimentarlo personalmente; por lo tanto, vamos a entrar en algunos detalles sobre el procedimiento en sí de la prueba, que es extremadamente simple y sólo requiere de dos personas. 
Es importante señalar que tanto el probador como quien esté siendo probado deben estar por encima del nivel de conciencia del coraje (calibrado en 200) a fin de obtener respuestas precisas del procedimiento de la prueba (véase el Apéndice B), esto es, a aquellos que están dedicados a la verdad se les muestra la verdad. 
Dr. David R Hawkins
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REDUCIR EL ESTRÉS Y LA ENFERMEDAD FÍSICA
CAPITULO XIV
Aspectos Psicológicos y Predisposición al Estrés Si bien está disponible para todos nosotros, el estado de paz se alcanza por muy pocas personas. La experiencia interior de la mayoría de la gente está marcada por el constante estrés. 
La mayor parte del estrés deriva en trastornos emocionales y físicos que en nuestra sociedad son de origen psicológico. Nuestra respuesta al estrés depende de nuestra "propensión al estrés" y, como hemos señalado anteriormente, esta es el resultado directo de la cantidad de sentimientos suprimidos y reprimidos que hayamos acumulado. 
Cuanta más presión emocional sea entregada y dejada, menos vulnerables somos a la respuesta de estrés y a las enfermedades relacionadas con el estrés. 
El principal estrés para la mayoría de nosotros la mayor parte del tiempo no se debe a los estímulos externos, sino a la presión de nuestras propias emociones suprimidas. 
Estas emociones suprimidas se convierten en el principal estresor, de modo que, incluso en un entorno externo tranquilo, todavía estamos sujetos al estrés crónico, interno. 
Podemos observar que los factores de estrés externos no son más que la pajita que finalmente rompe la joroba del camello. La carga principal de estrés la llevamos con nosotros todo el tiempo. La programación psicológica en nuestra sociedad es tan grande que, para la mayoría de la gente, incluso relajarse y disfrutar de unas vacaciones es un problema. (La culpa nos dice que "deberías" estar haciendo otra cosa.) 
Hay una decepción cuando relajación inmediata no se produce. 
Hay inquietud y la búsqueda interminable de actividades "divertidas" para evitar el dolor de enfrentarnos a nuestro propio yo interior. 
La mayoría de los ejecutivos ocupados buscan secretamente formas de volver al trabajo mientras están de vacaciones. 
Ellos aparentemente pueden quejarse de su pesada carga de trabajo, pero cuando vuelven a su rutina habitual, se sienten otra vez normales. 
Los efectos de la supresión y represión de los sentimientos, además de los factores desencadenantes del estrés son responsables de muchas enfermedades emocionales y físicas. Hay un componente emocionalpsicológico en todas las enfermedades y, debido a esto, es posible revertir el proceso de la enfermedad mediante la eliminación de los factores internos de estrés. 
Esto explica las numerosas recuperaciones, comunicadas a diario, de enfermedades graves y potencialmente mortales mediante el uso de técnicas emocionales y espirituales. 
Muchas curaciones tienen lugar después de que todos los métodos médicos hayan fracasado. Una razón es que, en esta etapa de "no hay nada más que podamos hacer", los pacientes dan por vencidos, y buscan y aceptan la verdadera naturaleza básica y causa de su enfermedad.
Reconocer y dejar progresivamente los sentimientos suprimidos reduce la propensión personal de uno al estrés, lo que reduce la vulnerabilidad frente a los problemas y las enfermedades relacionados con el estrés. La mayoría de las personas que aprenden y practican la técnica del dejar ir notan una mejora progresiva en su salud física y vitalidad.
Aspectos Médicos de estrés 
El estrés es nuestra respuesta a una amenaza percibida (real o imaginaria) para nuestra seguridad o equilibrio corporal. 
El estímulo puede ser interno o externo. 
Puede ser físico, mental o emocional. 
La investigación básica de la respuesta física del cuerpo al estrés fue realizada por el Dr. Hans Selye y el Dr. Walter Cannon. Selye describió lo que él llamó el "síndrome de adaptación general". 
En respuesta a un estímulo estresante, el cuerpo primero pasa por una reacción de alarma, y a continuación, en segundo lugar a un estado de resistencia, y si el estímulo continúa, puede derivar en la tercera etapa del síndrome de agotamiento. 
La reacción de alarma se produce por la vía del cortex cerebral hipotálamo (cerebro inferior) las glándulas suprarrenales el torrente sanguíneo (cortisol y adrenalina). 
Además, se produce la liberación de hormonas en el cerebro y la estimulación del sistema nervioso simpático del cuerpo. 
La adrenalina entonces pasa a todos los órganos del cuerpo y los prepara para luchar o huir. Muchas personas, sobre todo en las grandes ciudades, aprender a vivir con la adrenalina "alta" del constante desafío. La amenaza para la supervivencia de la intensa competencia mantiene el flujo de la adrenalina. 
Por lo general, se deprimen los fines de semana o en vacaciones. Son adictos a la excitación y la estimulación anormal. 
Se acostumbran a la semi- euforia inducida por los altos niveles de cortisol. 
La segunda etapa, la de la resistencia, es la del intento del cuerpo por restablecer el equilibrio homeostático. 
Implica cambios hormonales y cambios en el metabolismo y el equilibrio mineral. 
Comúnmente, hay sodio, acompañando la retención de agua en los tejidos. A algunos ejecutivos, por ejemplo, se les hinchan los tobillos a medida que pasa la semana, y luego en la noche del viernes tienen frecuentes micciones. 
Se quejan de una bajada debida a la disminución repentina del nivel de la hormona cortisol. Además de un efecto un tanto eufórico, el cortisol también tiene un efecto anestésico; por lo tanto, durante el período de bajada la producción de cortisol baja, en el fin de semana pueden observarse síntomas físicos que fueron ignorados durante la excitación del trabajo de la semana, y pueden quejarse de muchos achaques y dolores durante el fin de semana que no sentían en el trabajo. 
La tercera etapa es el agotamiento. 
Si el estrés continúa sin cesar más allá de la capacidad de los mecanismos de defensa del cuerpo, con el tiempo empiezan a fallar. El estado de agotamiento adrenal se establece. 
Las defensas del cuerpo se han vuelto demasiado débiles para contrarrestar los efectos del estrés. Se suprime el sistema inmune. Los órganos del cuerpo comienzan a mostrar cambios patológicos debido a la larga exposición a las hormonas del estrés. Las reservas de energía del cuerpo se han agotado, lo que conduce con el tiempo a la enfermedad, y finalmente a la muerte del organismo. 
Durante la reacción aguda de alarma, se detiene la motilidad del estómago, se detiene la digestión, y el suministro de sangre al revestimiento del estómago se reduce. A medida que el estrés continúa, debido al desequilibrio del sistema nervioso y a los cambios hormonales, se produce la hiperacidez y la sobre-producción de enzimas digestivas. El aumento exagerado de enzimas digestivas y ácido clorhídrico, actúa sobre la mucosa gastrointestinal debilitándola, derivando en úlcera, produciendo las úlceras por estrés. 
Por el estrés continuo, las úlceras pueden producir hemorragia o perforarse y precipitar una catástrofe médica. 
En otros casos, la reacción al estrés crónico o anormal puede ser insuficiente para producir ácido clorhídrico o enzimas, lo que deriva en indigestión crónica y mala nutrición. 
Además del tracto gastrointestinal, el sistema cardiovascular también reacciona al estrés por una reacción de alarma. 
A medida que el estrés se vuelve crónico, el corazón, los vasos sanguíneos, y los riñones pueden dañarse derivando en hipertensión y/o enfermedades coronaria. 
El estrés es finalmente responsable de derrames cerebrales, ataques cardíacos e hipertensión, que son en conjunto las principales causas de muerte en los Estados Unidos.
Dr. David R Hawkins
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/
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