miércoles, 22 de abril de 2015

CHACRA BASE (Primera parte)

CHACRA BASE (Primera parte) 

Los 7 pilares de la sabiduría o los siete chakras tratan de compensar y armonizar todos los temas vitales. Ellos transportan energía entre el plano físico, psíquico y vocacional. Al hacer llegar mayor energía vital a los distintos chakras a través de los ejercicios, la energía en el sistema de los chakras se torna cada vez más vital. Así se alivia el proceso de toma de conciencia y se fomenta la transformación de todos los aspectos relativos a determinado tema.
El primer chakra se denomina Chakra de la Raíz y se ubica entre los genitales y el ano. Es el responsable de la supervivencia, la vitalidad, la sexualidad y asegura la posesión material.
Los 7 chakras nos representan 7 derechos que nos corresponden por nacimiento, derechos que en ocasiones las circunstancias de la vida hacen que se nos restrinjan, por ello debemos mantener nuestros CHAKRAS, abiertos y equilibrados.
1º Chakra Básico: “Derecho a tener”
Es el derecho a ESTAR AQUÍ, recibir lo necesario para la supervivencia, alimentos, ropa, vivienda, tolerancia, calor humano, contacto físico, etc.
1º Chakra Básico (MULADHARA): En términos energéticos este chacra canaliza la energía de la Tierra en sentido ascendente a través de los pies y las piernas con el fin de procesarla y estabilizarla.
La importancia del trabajo con los chakras inferiores y la especialidad del alma
Todos tenemos en mente que es parte del crecimiento y desarrollo personal de cada uno el trabajar en la apertura de los chakras superiores, quinto, sexto, séptimo, a veces pensando que funcionan de forma independiente, y que, los primeros chakras, no son tan importantes. De hecho, no hay nada más lejos de la realidad, ya que si existen bloqueos en los tres primeros chakras, hay mucha menos energía disponible para poder realizar “trabajo espiritual”.
Del cosmos a la planta de los pies
Dos energías principales entran por nuestro sistema energético. La primera, la energía del cosmos, irradiada por el Sol, por el espacio, hacia nuestro planeta. Esta energía es la energía de la Tierra, acumulada y anclada en el suelo que pisamos, y que entra en nuestro sistema energético por los pies, subiendo para unirse en el primer chakra y entrar al sistema energético. La energía mas importante para nosotros como seres humanos, para el vehículo físico que ocupamos, es este tipo de energía, que proviene de Gaia.
Esta energía inicia su camino ascendente por el primer chakra, donde, si no hay bloqueos importantes, realiza y cumple con todas las funciones que este chakra tiene asignadas tanto a nivel físico como a nivel de áreas de vida. Al mismo tiempo, esta energía pasa al segundo chakra, dónde, de nuevo, si no hay bloqueos que lo impidan, son transmutadas y usadas para las funciones de este segundo chakra. Otra vez más, la energía del planeta en su camino ascendente si los dos primeros chakras no la han bloqueado, permiten que la energía llegue al tercer chakra, y luego, si este de nuevo está libre de obstáculos, esta energía llega finalmente al cuarto chakra.
Este es el punto inicial de todo trabajo de crecimiento personal, a partir de un cuarto chakra funcionando, se expande el potencial para poder explorar las áreas de vida consideradas más “espirituales” o más “trascendentes”, cuando no llega el suficiente caudal energético al cuarto chakra, proveniente de los chakras inferiores, cual tubería de agua, la energía de la cual se nutre la parte superior del sistema energético es otra.
Otro caudal por el séptimo chakra
El otro tipo de energía, el segundo tipo de energía importante, es la que nos llega al sistema energético proveniente de la conexión con nuestro Yo Superior o la parte nuestra no encarnada, esa otra parte de la entidad que somos, y que entra por el séptimo chakra. Esta energía baja al sexto, al quinto, hasta el cuarto. Normalmente esta tendría que ser la configuración estándar, donde las dos energías, del “cielo” y de la “tierra”, por decirlo de forma poética, se encuentran, y dónde podemos entonces funcionar a plena potencia en todos los ámbitos de vida.
La especialidad del alma
Sin embargo, esto no siempre es así. Primero, este punto de unión no es el mismo para todas las personas. Hay algunas personas cuyo lugar de encuentro de estas dos corrientes o fuerzas está en el quinto chakra, otros en el sexto, otros en el séptimo, y otros, en menor medida que yo haya visto, en alguno de los tres primeros chakras. Cuando este punto de encuentro varia hacia un chakra predeterminado, proporciona a la persona un filtro concreto sobre como ve la realidad o sobre como navega y trabaja con su vida, sus lecciones, su misión, sus experiencias, etc. A esto le llamamos la “especialidad” del alma, también por llamarlo de alguna forma, y no es otra cosa que el filtro del chakra principal que colorea la percepción global del alma para esta encarnación. Así, personas cuyo punto de unión energético entre las corrientes de la Tierra y del Yo Superior se unan en el séptimo chakra, por ejemplo, añadirán un filtro “espiritual” a toda experiencia que tengan, aquellos cuyo punto de unión se encuentre en el primer chakra, tendrán una percepción más “terrenal” de las mismas experiencias.
Esta especialidad del alma no se puede cambiar en una encarnación, al menos tal y como yo lo entiendo, pero es parcialmente variable ya que este punto de unión puede moverse ligeramente entre dos chakras adyacentes, y es importante no pensar que, porque nuestra especialidad esté en los chakras superiores, los inferiores dejan de ser importantes. Cuando los tres primeros chakras están parcialmente bloqueados y la tubería que lleva la energía al cuarto chakra suministra solo una pequeña parte de la energía que podría suministrar, los chakras superiores se resienten, pues la energía del Yo Superior no es la energía principal que usamos para hacer funcionar nuestro sistema energético, sino solo un complemento.
Limpiar y mantener los chakras en buen estado
Así, para poder trabajar en temas “espirituales”, es recomendable tener bien desbloqueados los temas terrenales, los temas sexuales, los temas de relación con uno mismo y con otras personas, los temas de poder, voluntad, etc. Cuando estos tres chakras no presentan distorsiones significativas, el cuarto chakra está recibiendo entonces un caudal impresionante de energía que puede usar para abrirse y expandirse enormemente, dando lugar al desarrollo personal en áreas como las relaciones con otros, el amor, la introspección, la comunicación, la sabiduría, la conexión con otros planos, el desarrollo de las habilidades intuitivas, extrasensoriales, etc.
Personalmente, cuando he tenido mi cuarto chakra más bloqueado, la energía hacia cosas raras por mi cuerpo, a veces puenteando el cuarto chakra para pasar del tercero al quinto por canales secundarios, a veces quedándose estancada en los primeros chakras, a veces forzando a los chakras superiores a trabajar solo con la energía de mi Yo Superior, etc. Este tipo de cosas sucede bastante a menudo, la energía no se queda “parada”, intenta fluir, en la medida de lo posible, tampoco es que la presión del caudal que entra por la planta de los pies nos vaya a hacer reventar las cañerías, simplemente si la energía no sube del primer o del segundo chakra, no absorbemos más de la que podemos procesar.
Pero la cantidad de energía que podemos procesar depende solo de nosotros, a más abiertos y limpios están todos los canales, mayor potencial podemos absorber del planeta y por supuesto del universo por el séptimo chakra. Es cuestión de trabajar todo a la vez, empezando por la parte inferior, para que el chorro llegue a los chakras de arriba donde, entonces si, podemos hacer todo el trabajo espiritual o personal que queramos a plena potencia.
Por David Topí
Muladhara
Muladhara o Chakra Raíz o Fundamental se relaciona con el instinto, seguridad, supervivencia y al potencial básico humano. Se localiza en el periné (la región entre los genitales y el ano). Aunque no hay una glándula endocrina aquí, se relaciona con las glándulas adrenales internas, la médula adrenal. En esta región se localiza el músculo pubococcígeno que causa la eyaculación en el acto sexual. Simbolizado por un loto de cuatro pétalos, de color rojo.
Chakra Sol-Tierra o Centro Coccígeo (Chakra Muladhara)
Es la Rueda situada en el cóccix , es nuestro nivel terrestre planetario, correspondiendo al cuerpo vital y físico en todas sus vertientes vegetativas que forman y mantienen el Cuerpo Físico. Para abrirlo y despertar sus poderes en meditación pronunciar el mantram en una exhalación completa SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS suavemente como si fuera un silbido hasta que sintamos que la Rueda gira con naturalidad.
PRIMER CHAKRA
Fundamental -Muladhara
Elemento: La tierra
Asociado a: La vitalidad
Sentido: Olfato
Percepción: La nariz
Acción: Por los pies
Mantra: Lam
Color: Rojo
Mineral: Agatá, rubí y coral
Estimulantes: Cedro, pimienta y clavo
El funcionamiento de este chakra determinará nuestra conexión con la tierra y la materia. Se encuentra en la base de la espina dorsal entre el ano y los genitales.
Suele llamárselo como el ancla del espíritu. Está relacionado con una sustancia (ubicada a lo largo de la columna vertebral) que mantiene al cuerpo en forma y cuando no funciona bien se presentan las enfermedades y el cuerpo empieza un proceso de deterioro.
Este chakra está asociado con el sexo. Es también el lugar donde más intensa energía hay en el cuerpo humano, aquella energía que nos permite generar vida, posee una fuerza primaria, que irradia cuatro rayos o pétalos de fuego. Cuando se activa alcanza un rojo anaranjado fuerte, correspondiendo a la corriente de vitalidad roja oscura que le llega del centro distribuidor de la energía Solar. El Fuego Serpentino que junto con la PRANA o energía vital y la electricidad provienen del Sol. Reside en el centro de la base de la columna vertebral. Mediante un determinado y persistente trabajo, los rayos se pueden enviar hacia el cerebro transmutándose estos colores en poder intelectual y percepción espiritual.
Contiene nuestras raíces, incluyendo valores, creencias y herencia familiar, sentimientos originales acerca de nosotros mismos, nuestro derecho a existir, nuestro derecho a ocupar espacio, nuestro derecho a ser amado, nuestro derecho a que nuestras necesidades se vean satisfechas. La programación que afecta a nuestras necesidades básicas, incluyendo la necesidad de dinero, amor/ser amado, sexo, alimento, aire, agua, vivienda, energía material para alcanzar el propósito en la vida.
Es en este chakra en donde ocurre la primera prueba de concientizacion. Es en donde, cada uno de nosotros en ultima instancia defiende el sentido de su ser o el dejarse absorver por las normas culturales que rigen en ese momento. Todos estamos sometidos, de manera directa o indirecta, a condicionamientos culturales. Las expectativas de la familia, la escuela, la iglesia, los amigos y los compañeros de trabajo proporcionan un fuerte mensaje sobre cuan acorde deberíamos estar con los demás.
Entonces ¿actuaremos con fe o temor acerca de los asuntos de supervivencia?, en verdad esa es la prueba. El temor nos conduce a una sensación de separación. La fe nos lleva lejos de la separación y hacia la conciencia del flujo de la vida que es mas grande que nosotros mismos.
El primer Chakra, es el foco llamado Kundalini o fuego serpentino, situado en la parte inferior de la columna dorsal, este fuego serpentino existe en todos los planos. Mediante la estimulación de la Kundalini se puede ir despertando todos los Chakras, aunque el Kundalini, posee una fuerza extraordinaria que puede elevar al individuo hasta lo más alto o puede asimismo sumergirlo en lo más profundo. Por ello, no se debe intentar su despertar completo si no se está debidamente preparado, a pesar de que en ocasiones se despierta, espontánea o accidentalmente, provocando serios problemas en el ser humano, el despertar en algunas personas de esta energía ha provocado, experimentación de fenómenos paranormales, sueños premonitorios, videncia etc., en otros ha sido todo lo contrario, los ha sometido a toda clase de vicios acabando con su vida lentamente. Emocional del individuo, cuando se produce el aludido desajuste entre el físico y el etéreo surgen síntomas o efectos que se manifiestan, pero cuya causa generalmente permanece oculta, llegando a hacerse una patología “crónica”.
UN PRIMER CHAKRA PLENAMENTE FUNCIONAL DE ESTA CONCIENCIA, NOS DICE:
“YO ESTOY”
Continuará...
Conciencia de Ser

LOS CHAKRAS Y LOS CUERPOS ENERGÉTICOS DEL HOMBRE

LOS CHAKRAS Y LOS CUERPOS ENERGÉTICOS DEL HOMBRE

PRÁCTICAMENTE a todos nos asaltan alguna vez en la vida estas preguntas: «¿Quién
soy?» «¿Cuáles son las fuerzas que actúan en mí?» «¿Qué capacidades hay ocultas en
mi?» «¿Cómo puedo explotar al máximo todo mi potencial de felicidad y creatividad?»
Pensamos que ningún otro ámbito del saber puede contestar estas preguntas de forma tan
amplia como el conocimiento de los centros energéticos del hombre. Cuando comprendemos
la misión y los modos de funcionamiento de los chakras en todo su alcance, se esboza ante
nosotros una imagen del hombre tan fascinante y sublime en su perfección potencial que
volvemos a quedarnos asombrados ante el milagro de la creación.
Para trabajar eficazmente con los chakras no necesitas ser clarividente ni tener
clarividencia táctil. Sin embargo, notarás que, al trabajar con ellos, aumenta
considerablemente tu sensitividad para los planos no
materiales. También se te abrirán intuiciones sobre
relaciones que aúnan de forma inteligible muchas
fracciones del conocimiento y la experiencia para
conformar un todo armónico.
La activación y armonización de los chakras es
realmente tan sencilla que, a veces, hemos pensado
que en el pasado su conocimiento sólo ha tenido una
envoltura tan complicada para que los hombres no
menospreciaran su valor interior y para que los
iniciados pudieran custodiarlo de generación en generación. Tal vez sea también resultado
de un paso evolutivo reciente el hecho de que actualmente este gran tesoro del saber sea
comprensible y accesible a muchas personas.
El sistema energético y los cuerpos
no materiales del hombre
LA mayoría de las personas consideran el mundo de la materia y, por tanto, también el
cuerpo físico como la única realidad, pues es el único que pueden percibir a través de los
sentidos físicos y captar con el raciocinio. Sin embargo, al ojo clarividente que mira a una
persona se le abre un sinfín de estructuras energéticas, movimientos energéticos, formas y
colores, que se hacen visibles dentro y alrededor del cuerpo físico.
Si tú te encuentras entre esas personas que sólo pueden aceptar como realidad el cuerpo
material, piensa en todo lo que sucede con la energía, con la fuerza vital que da vida a un
cuerpo físico y que le proporciona sensaciones y capacidad de expresión, cuando ese cuerpo
muere. Una ley física afirma que, en el universo, la energía no se destruye, sino que
únicamente puede transformarse en otras formas de energía. La energía que actúa detrás de
la manifestación material del cuerpo y sus funciones y capacidades está compuesta por un
sistema energético complejo sin el cual no podría existir el cuerpo físico. Este sistema
energético está formado por tres componentes fundamentales:
1 ) Los cuerpos no materiales o cuerpos energéticos.
2) Los chakras o centros energéticos.
3) Los nadis o canales energéticos.
En este sistema los nadis constituyen una especie de arterias intangibles. La palabra
«nadi» procede del sánscrito y significa aproximadamente «tubo», «vaso» o «arteria». Su
función consiste en conducir el «prana» o energía vital a través del sistema energético no
material.
La palabra sánscrita «prana» puede traducirse por «energía absoluta». En el ámbito
cultural chino y japonés esta fuerza vital universal se denomina «chi» o «ki». Representa la
fuente original de todas las formas energéticas y se manifiesta en diferentes áreas
existenciales mediante frecuencias distintas. Una de sus manifestaciones es la respiración,
una de las formas por las que podemos absorber «prana» dentro de nosotros.
El plano de la consciencia de toda forma viva depende de las frecuencias del «prana» que
puede absorber y almacenar. Así, por ejemplo, en los animales encontramos gamas de
frecuencia más bajas que en el hombre, y en los hombres desarrollados hallamos
frecuencias superiores a las que encontramos en personas que se encuentran al principio de
su desarrollo.
A través de los chakras, los nadis de un cuerpo energético están unidos con los nadis del
cuerpo energético vecino. Algunos textos indios y tibetanos antiguos mencionan el número
de 72.000 nadis; otros escritos históricos hablan de 350.000 nadis. Los canales energéticos
más importantes son: «sushumna», «ida» y «pingala», sobre los que profundizaremos en el
capítulo siguiente. Los chinos y japoneses conocen un sistema similar de canales
energéticos que denominan meridianos (del conocimiento de estos meridianos se desarrolló
la acupuntura).
En el sistema energético del hombre los chakras sirven de estaciones receptoras,
transformadoras y distribuidoras de las diferentes frecuencias del «prana». Absorben,
directamente o a través de los nadis, las energías vitales de los cuerpos energéticos no
materiales del hombre, de su entorno, del cosmos y de las fuentes que son el fundamento de cualquier manifestación, la transforman en las frecuencias que necesitan las diferentes áreas
del cuerpo físico o de los cuerpos inmateriales para su conservación y desarrollo, y la
retransmiten a través de los canales energéticos. Además, irradian energías al entorno.
Mediante este sistema energético, el hombre efectúa un intercambio con las fuerzas que
actúan en los diferentes planos del ser en su entorno, en el universo y en la base de la
creación.
Dado que los chakras mantienen una interrelación muy estrecha con los cuerpos
energéticos, en este capítulo nos gustaría describir primeramente la apariencia externa y las
funciones de estos cuerpos. En el capítulo siguiente se incluye una descripción general de
los chakras, y en los siete capítulos dedicados a cada uno de los chakras se encuentra una
exposición detallada de las funciones de cada uno de estos centros energéticos.
En general, se distinguen cuatro cuerpos energéticos:
1 ) El cuerpo etérico.
2) El cuerpo emocional o astral.
3) El cuerpo mental.
4) El cuerpo espiritual o causal.
Cada uno de estos cuerpos no materiales posee su propia frecuencia de vibración
fundamental. El cuerpo etérico, que es el más cercano al cuerpo físico, vibra con la
frecuencia más baja. Los cuerpos astral y mental poseen a su vez frecuencias mayores, y en
el cuerpo causal podemos encontrar representados los índices de vibración máximos.
Cada uno de estos cuerpos se asemeja a un baile de energías dentro de su propia gama
de vibraciones, en el cual las frecuencias aumentan constantemente a lo largo del desarrollo
y perfeccionamiento de una persona. Los cuerpos energéticos representan portadores de
conciencia en determinados planos de vibración, y cuando su índice de vibración aumenta transmiten al hombre energías vitales, sensaciones y conocimientos superiores dentro de su
ámbito de funciones específico.
Sin embargo, los diferentes cuerpos energéticos no están totalmente separados entre sí.
Se interpenetran mutuamente mientras cada uno vibra dentro de su propia gama de
frecuencias, de forma que incluso un clarividente sólo podrá distinguirlos ajustando su
capacidad de clarividencia a la esfera correspondiente. Por ejemplo, para poder observar el
cuerpo astral tendrá que dirigir su mirada clarividente a la esfera astral; si desea percibir el
cuerpo mental, debe ajustarse a la esfera mental, etcétera.

26 - TU HERMANO



26 - TU HERMANO
Los días pasan.
Largo el trecho por andar,
corta la travesía recorrida en compañía, 
en soledad.
Mis pasos ya torpes.
Busco descansar.
La parca me llama,
ya siento sus pisadas acercándose más y más.
¡Bienvenida hermana!
Ya no necesito mi cayado,
tu mano le sustituirá por largo,
largo tiempo
en este viaje sin final.
¡Al fin sé quién eres, Khai!
¡Mi hermano!
¡Sé quién soy, Khai!
¡Tu hermano y… mucho más!
Muero porque no muero…
una vez más.

Angel Hache.

25 - EL CAMINO DEL CORAZÓN



25 - EL CAMINO DEL CORAZÓN
–¿Cuándo seré como tú? –Le preguntó el niño al anciano.
El anciano, sentado sobre una roca, giraba un bastón haciendo círculos en la arena. Parecía no escucharle. 
El niño le volvió a repetir la pregunta. El anciano no se inmutó.
–¿Cuándo seré como tú? –Por tercera vez el niño le insistió. 
El anciano se volvió hacia él. Con una leve sonrisa  le contestó: 
–Cuando nada desees para ti y sigas el camino de tu corazón y no el mío, entonces Khai será una realidad en tu vida.
Angel Hache.

http://escrito-en-el-viento.blogspot.com.es/

24 - TODO



Luce el Sol,
no me quema,
al contrario,
siento su manso calor envolviendo mi ser.
Paz.
Serenidad.
Confianza…

Presente, 
TODO se vuelve presente.
Es todo lo que tengo, 
es todo lo que soy.
En mi pecho, 
en mi alma, 
luce el Sol…
Khai.
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" Tu yo sagrado"

" Tu yo sagrado"


Sé que en cada momento soy libre para decidir.
La penetración psicológica más importante que puede tener es darse cuenta de que ha estado mirando en la dirección errónea durante la mayor parte de su vida.

Tómese un momento, ahora mismo, para comprender lo que quiero decir. Imagínese en cualquier postura que le apetezca. De pie, sentado, echado, la que le resulte más fácil de imaginar. Ahora observe la representación mental de usted mismo. Lo que ve es alguien está siempre mirando hacia otra parte,
no hacia sí mismo. Siempre mirando fuera de usted. ¡Está mirando en la dirección equivocada!
Ahora imagínese que es capaz de darse la vuelta y mirar en la dirección opuesta. Si de alguna forma pudiese hacer eso, estaría mirando hacia su interior.
Esto no es una forma de gimnasia mental en la que meramente uno se imagina volviéndose y mirando hacia su interior. Estoy sugiriéndole una manera de conocer su identidad espiritual. Estoy sugiriéndole que acepte el reto y tome el sendero de su búsqueda trascendental. A todos nos han enseñado a mirar al exterior en busca de sustento: mirar más allá de nosotros mismos en busca de fuerza, amor, prosperidad, salud, felicidad y satisfacción espiritual. Se nos ha condicionado para creer que recibimos la gracia de la vida de algún punto externo a nosotros. Pero es posible invertir la dirección de nuestros ojos de fuera hacia dentro. Y cuando lo hacemos, encontramos una energía que habíamos percibido pero no identificado.
ENERGÍA DIVINA
En los seres humanos palpita una energía divina. El poder de esta energía impregna todo nuestro ser y nos permite realizar todas las funciones del vasto repertorio de los pensamientos y conductas humanas. En esta energía divina existen dos aspectos. El aspecto externo hace que el corazón lata, los pulmones se hinchen y los sentidos funcionen: en esencia, mantiene vivos nuestros cuerpos. El aspecto interno de esa energía está dormido, pero podemos despertarlo. Este universo interno es más vasto que el externo. El júbilo interior hace que todo el júbilo que se experimenta en el mundo de los sentidos parezca carente de significado. Cuando se experimenta esa luz interna, añade a la vida una brillantez que no se parece a nada que puedan describir las palabras.
Cuando uno descubre su yo más sublime, experimenta esa energía interior y permite que guíe su vida. El adjetivo más corriente para describir esta fuerza interna es “espiritual”. Cuando hablo de espiritualidad y de ser espiritual, describo una actitud hacia Dios, un viaje interior de iluminación. Hablo de desarrollar las cualidades divinas de amor, perdón, bondad y éxtasis que tenemos dentro. Según mi interpretación, la espiritualidad no es cuestión de dogmas ni de reglas. Es luz, júbilo y concentración en la experiencia del amor y el éxtasis internos, y transmitir esas cualidades al exterior. Al viaje destinado a descubrir su yo más sublime lo llamo “Búsqueda sagrada"
DEFINICIÓN DE SU BÚSQUEDA SAGRADA
La energía esencial que le ha alimentado durante toda su vida es la energía exterior. Ésta energía exterior mantiene la vida, pero no proporciona la sensación de éxtasis y plenitud que anhelamos.
En su libro Mistery of the Mind (El misterio de la mente), Swami Muktananda describe la experiencia de la energía divina:
Un día, esa luz explotará y lo verá todo. Verá que el universo entero existe dentro de ella. La luz divina de la Conciencia comenzará a inundarle los ojos y entonces la verá dondequiera que mire. Verá su luminosidad en la gente, en los árboles, las rocas y los edificios. Verá la misma Conciencia alzándose en
cada pensamiento y sentirá que pasa por su mente; adondequiera que vaya su mente, encontrará su propia Conciencia interior, el creador del mundo. Verá que la totalidad del universo está contenida en usted mismo.
Sabrá que todo –todas las infinitas formas del mundo- no son más que emanaciones de su existencia. Se dará cuenta de que es usted quien se refleja en todas partes, y que es su propio reflejo el que pasa ante sus ojos. Usted tiene dentro de sí este poder de trascendencia sobre la vida dominadas por el ego. Puede darse la vuelta y mirar hacia el interior, descubrir su naturaleza espiritual. Entonces podrá vivir cada uno de sus días, con independencia de lo que pueda estar haciendo, con la sensación de éxtasis que se deriva de hallarse en el sendero de la búsqueda sagrada. Hacer explotar esa luz implica entender quién es uno y qué está haciendo aquí, en esta cosa llamada cuerpo, en este lugar llamado mundo, en este momento de su vida.
Wayne Dyer Parte

¿QUÉ SIGNIFICA SER EL ESPECTADOR?

¿QUÉ SIGNIFICA SER EL ESPECTADOR?

Tómese un momento para reflexionar sobre cómo se ve a sí mismo. Mientras lo hace, piense en lo que significa decir: “Estaba diciéndome a mí mismo que...” Descubrirá que la frase da a entender que usted es dos personas. Una persona es el “yo” que estaba diciendo. La otra es el que recibía las palabras del que hablaba. El yo le hablaba al mí mismo cosa que, cuando uno examina sus diálogos internos, se hace centenares de veces al día. Cuando se cultiva la condición de espectador uno se aparta tanto de la posición del yo como de la del mí mismo. Aquí desde un espacio invisible, ajeno a su cuerpo físico, el espectador se desprende de todas las emociones, sentimientos y comportamientos. Desde ahí, el espectador observa amorosamente el acontecer de toda su vida.
Hace varios años traté un caso en el que la paciente sufría lo que ella llamaba tristeza terminal. Estaba siempre deprimida. Describía sus sentimientos con frases como: “Todas las partes de mi ser están deprimidas. Estoy deprimida cada día, en todo momento. Me despierto deprimida y me voy a dormir deprimida. Al parecer no puedo librarme de esta terrible sensación de depresión”.
Un día le formulé una pregunta que se convirtió en el punto de inflexión de su tristeza. Dígame –le pedí-. ¿hay estado advirtiendo esta depresión con mayor frecuencia en las últimas semanas? Ella respondió: Sí, he advertido que cada vez se expande más. Ahora piense con cuidado antes de responder –proseguí yo- ¿La persona que advierte eso está deprimida? –Ella me pidió que repitiera la pregunta-. ¿La persona que advierte eso está deprimida? –repetí. Quedó demasiado desconcertada como para responder. Pero por primera vez fue capaz de contemplar que existía otro aspecto de ella misma aparte de la depresión.
Ese aspecto era la parte de ella misma que advertía la depresión. Esta que la advertía era la testigo, la observadora, que no había sido atrapada por la depresión.
Esa entidad invisible, sin fronteras, era su yo espiritual. Antes de aquella sesión, la mujer nunca había conocido esa parte de sí misma. Pasé meses enseñándole a dejar de identificarse con los pensamientos y sentimientos deprimentes. Aprendió a desprenderse de ellos y observarlos desde la posición del espectador comprensivo, con independencia de sus pensamientos y de su cuerpo físico. Convertirse en espectador supone un acto de amor. Nos saca del mundo de fronteras y formas y nos permite entrar en un espacio de amor puro. Así pues, comience ahora a advertir realidades de su vida.
Advierta lo plácido que se siente, o cuánta ansiedad tiene. Advierta su apariencia física. Cuánto pesa, lo en forma que se siente y el grado de fatiga. Advierta cuánto tiempo quiere pasar con su familia, en su trabajo, viajando, jugando y rezando. Déjese penetrar por todo lo suyo. ¡Sus uñas, sus hábitos de conducción, su jardín! Ahora examine el número de veces que he usado la palabra “advierte”. Recuerde que existe una actividad llamada advertir, y que incluye al que advierte y al que es advertido. Entonces, concéntrese en ser el que advierte y acostúmbrese a acudir a ese lugar de su conciencia durante su vida cotidiana.
¿POR QUÉ DARLE LA BIENVENIDA A LA CONDICIÓN DE ESPECTADOR? “En mi mundo, nunca nada va mal”. Estas palabras fueron pronunciadas por Nisargadatta Maharaj en respuesta a una entrevistadora que, exasperada, le pidió a Maharaj que hablara de los problemas de su vida.
Para mí, es la afirmación de mayor fuerza que haya oído jamás. La tengo presente cada día de mi vida y he hecho colgar una reproducción de la misma en un lugar estratégico de mi despacho como recordatorio de su supremo valor. La entrevistadora insistió en que Nisargadatta tenía que tener problemas como todos los otros seres humanos. Nisargadatta le dijo: Usted no tienen ningún problema, sólo su cuerpo tiene problemas... en su mundo, nada perdura; en el mío, nada cambia. ¿Por qué diría este iluminado maestro que en su mundo nada iba nunca mal? Yo creo que se debía a que estaba hablando desde la posición del espectador comprensivo. Dentro de todos nosotros existe la dimensión eterna e inmutable de nuestro yo espiritual. Éste es el yo invisible que le habla al yo físico.
Es el pensador de los pensamientos. Este observador comprensivo no se revela con instrumentos científicos y no aparece en las autopsias. Cuando uno es realmente capaz de creer en el dominio espiritual del espectador, entonces nada va mal porque el mal no carece de sentido para el observador. Todo tiene su orden. Nada se cuestiona desde esa perspectiva. Es como vivir en el paraíso, donde están a eternidad y el alma, al tiempo que uno se encuentra en el cuerpo físico. Pero en este espacio, el cuerpo no es el centro de la existencia. No estoy sugiriéndole que se retire y se deshaga de todas sus posesiones materiales con el fin de hallar esa clave para la conciencia superior, aunque, desde luego, es una posibilidad. En cambio, quiero que considere cómo estas palabras de “nunca nada va mal”, de “no tener problemas” y de “vivir en el mundo de lo inmutable pueden aplicarse a su despertar espiritual.
Hay muchísimo que aprender de estas ideas. Cultivar la condición de espectador le pondrá en el sendero donde su yo superior comienza a influir sobre su ego físico en lugar de que suceda lo contrario. Como dice Maharaj: “Dedícale toda tu atención, examínalo con amoroso cuidado, y descubrirás alturas y profundidades del ser con las que no has soñado, absorto como estás en la insignificante imagen de ti mismo”.
WAINE W. DYER TU YO SAGRADO
FOTOGRAFIA: TOMASZ ALEN KOPERA
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