Deterioro
La niebla enfría el cielo hacia lo gris,
Las noches llegan más temprano.
Todos conocen el deterioro,
Pero pocos disciernen su frontera.
Aunque es verano y hay varios meses cálidos por delante, es posible sentir que los cielos ya han comenzado a descender. Casi imperceptiblemente, la fruta está madurando en los árboles y las noches se están alargando una vez más. Es demasiado pronto para hablar de otoño, y sin embargo la próxima estación está en camino.
¿Por qué nunca nos preparamos para el deterioro? Todos nos damos cuenta de que es un fenómeno válido -sabemos sobre la caída de los imperios, del envejecimiento de los héroes, de la disminución de nuestra propia habilidad -pero no siempre estamos conscientes de que acerca. Con frecuencia nos damos cuenta demasiado tarde de que estamos en un período de declinación, y no estamos preparados. Se necesita de una persona sabia para percibir el momento en que las cosas comienzan a cambiar.
El verano no se desvanece en un día. Nuestras acciones deben estar en concordancia con los tiempos. Tal como la declinación del verano es gradual, nuestras acciones también deberían ser acordes al ritmo del cambio. Aunque la declinación pueda estar aproximándose, debemos calcular qué tan rápido o tan lento están sucediendo los eventos. Si somos demasiado precipitados -como quien nota la primera brisa fresca e inmediatamente se pone la ropa de invierno- estaremos reaccionando en forma exagerada. Es importante pensar en el deterioro como algo natural e inevitable. Por lo tanto no deberían haber valores emocionales comprometidos. Simplemente sucede, y eso es todo.
Poesía
Cualquier cosa es tema para un poema:
Un catálogo de equipo de boxeo, un collage de otros poemas,
El rastro serpentino del incienso, la piel de un ciervo, viejos zapatos puntiagudos patituertos,
El paisaje urbano de vidrio y acero, los ojos almendrados de un santo, el llanto de pequeñas flores,
La luz del sol sobre paredes blancas, la sombra azul de una mujer encorvada,
Una trampa para ratones que saltó, una gota de sangre en la cuneta,
El descenso en picada de una gaviota buscadora, la fría bahía cubierta de blanco, el aroma a eucalipto,
El verde pasto de briznas quebradas, los terrones de tierra fértil.
Cualquier cosa es tema para un poema.
Incluso al dormir, escribe un poema.
Cuando camines, escribe un poema.
Mientras ames, escribe un poema.
Incluso votando, escribe un poema.
Cuando estés enojado, escribe un poema.
Mientras sueñes, escribe un poema
Escape
Le dicen inútil
Y sin embargo la presionan por logros.
"Quiero un bebé."
Pelean entre ellos,
Y le reprochan por estar distante.
"Mis amigos se divierten tanto."
Se obsesionan con el dinero,
Y compran su lealtad.
"No puedo soportar esto cada día."
Ella es inocente.
Ellos tienen ambiciones.
Había una niña que era tanto una buena alumna como una buena atleta. Su familia no encontraba que eso fuera suficiente. La presionaban a pasar todo el tiempo estudiando o practicando para su próxima competencia deportiva. Finalmente, no pudo soportarlo más. Escapó.
Su familia estaba totalmente convencida de que era un secuestro. En tantas familias le dicen a una niña cuan inútil es. ¿Es de extrañarse que quede embarazada? A un niño le dicen cuan perezoso es. ¿Es de extrañarse que se rebele como un acto de individualidad?
Cuando los padres exigen sin comprensión, frustran el desarrollo. El forzar a los niños a satisfacer las ambiciones parentales destruye la individualidad. Antes de que los padres culpen a sus hijos, deberían primero mirar cómo fueron criados sus hijos e hijas.
Posesión
Un niño pequeño conduce
Cien patos hacia el lago
Con un palo borlado:
Una masa de excitado blanco.
Un niño pequeño puede comandar a una bandada entera de patos con un delgado palo. Los patos bajan contentos al lago a jugar en el barro. Al final, por supuesto, terminan como cena de alguien.
Obedecen al palo porque responden a su acondicionamiento. En realidad no necesitan obedecerlo. No necesitan ser la comida de alguien. Respecto del niño, él está haciendo su trabajo, pero no es el dueño de los patos en un sentido último. Ejerce su poder sobre ellos y ellos responden, sin embargo, ninguno se da cuenta de que su vínculo es provisorio.
Así mismo, la posesión de propiedad es sólo una construcción artificial. Si podemos recordar que la posesión es algo que existe sólo por definición, entonces podemos dejar la posesividad, el estar a la defensiva y la codicia. ¿Qué importa cuánto dinero o tierra dices que tienes? No puedes realmente poseerlos.
Ni siquiera posees tu cuerpo. La posesión última significaría control total. Nunca envejecerías. Podrías hacerlo tan bello como quisieras. Nunca sufrirías accidentes. Pero el hecho es que todos estamos atrapados en carne que envejece, que se deteriora, que se enferma, y que puede ser destruida por accidentes bastante menores. No posees tu cuerpo. Vives en una cáscara prestada. ¿Por qué no buscar la verdad que va más allá del cuerpo?
Compostura
Aunque puede que tenga que matar
O sufrir ella misma la muerte,
Una persona con compostura permanece desapasionada.
Nada es nunca destruido,
Nada es nunca creado.
Todo es infinito.
Para la mayoría de la gente, matar es una abominación. Si tuvieran que matar, estarían horrorizados y sus emociones serían incontrolables. Del mismo modo, si fueran amenazados de muerte, tendrían miedo y lucharían por mantenerse vivos.
Estas dos situaciones suponen un apego extremo a lo que conocemos y a cómo quisiéramos permanecer. Ambas situaciones indican una visión fundamentalmente limitada del mundo. Asumimos que estamos verdaderamente destruyendo a alguien. Pero aunque este cuerpo pueda ser asesinado, el alma no puede ser asesinada. Cada alma no es sino una parte de una infinita alma cósmica.
Puedes sustraer numerosas almas del mundo, y el número de almas no sería disminuido. Numerosas almas pueden nacer, y el número de almas no sería aumentado. Nada es verdaderamente destruido, y nada nace verdaderamente. Sólo cambian las apariencias.
Por lo tanto, la gente con compostura ve las transformaciones del mundo con calma. No se alarman con las diferentes permutaciones de los fenómenos. Saben que esas son todas meras manifestaciones externas de una indefinible, ilimitada e infinita realidad.
Umbral
¿Por qué llorar por un capullo
Cuando la mariposa ha salido volando?
La muerte es una de las pocas cosas dadas en la vida, y sin embargo le tememos. Negamos su presencia o con inmadurez rehusamos tomarla en cuenta. En la vida, en que tan pocas cosas son lo suficientemente estables para servirnos como verdaderos puntos de referencia, la muerte es una de nuestras pocas seguridades.
La muerte no es un final. Es una transformación. Lo que muere es sólo nuestro sentido de identidad, el que era falso para empezar. La muerte es el umbral de esta vida. Más allá de él hay algo más, algún misterio. Sólo podemos estar seguros de que es distinto a esta vida.
Que no nos avergüence admitir que nadie conoce la muerte definitivamente. Lo más cerca a lo que podríamos llegar es a una experiencia supuestamente cercana a la muerte, la cual, por definición, no puede ser la muerte en si misma. Alternativamente, podemos examinar a otras personas que han muerto. Podemos mirar un cadáver. Cuando lo hacemos, vemos que sea lo que fuese lo que animaba ese cuerpo ya no está en acción. ¿Es ese cuerpo nuestro querido amigo? No. Lo que sea que haya sido lo que era la persona que conocimos, se ha ido. ¿Qué sentido tiene el llorar sobre una cáscara sin vida en un ataúd?
La muerte define los límites de la vida. Entre esos límites, hay una estructura sobre la cual basar las propias decisiones. Cuando uno estime que la propia vida ha sido completa, uno puede usar la muerte como el portal para salir de esta existencia.
No Dualidad
No contemples
Como mera actividad.
Se vacío contemplando vacío.
Una vez que uno comprende que la naturaleza última de esta existencia es el vacío, uno entiende que estar vacío es el único verdadero modo de meditación. Nótese que el vacío no es el objeto de la meditación -el formar la pareja meditador y objeto crea una relación dualística entre el yo y el entorno que lleva a que uno se pierda.
En la meditación estamos buscando unidad. Necesitamos algo que nos saque de los modos dualísticos normales que son el origen de todas nuestras dificultades. Por lo tanto, la única meditación verdadera es una que no nos ponga en una relación de observador y objeto. Cualquier objeto, no importa qué tan sagrado, sigue reforzando la ilusión de que hay una realidad fuera de nosotros. Lo que estamos tratando de obtener es la verdadera visión interior: No hay diferencia entre nuestra realidad interna y externa.
La meditación suprema es el darse cuenta de que nosotros mismos estamos vacíos de distinciones, de que nuestro sentido de identidad es sólo el resultado de apegos dualísticos. Junto con eso, deberíamos comprender que realmente no hay nada que contemplar, nada sobre lo que pensar.
Deng Ming Dao.
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