SEGUIMOS APRENDIENDO
DEL TAOISMO SIGLOS DESPUES
La sabiduría del Tao Te
Ching de Lao Tsé, uno de los libros más bellos, sigue vigente: desde la
estética zen hasta la filosofía del "no hacer" o wu-wei.
Tao: yin yang
· "El Tao que
puede ser expresado, no es el verdadero Tao. El nombre que se le puede dar, no
es su verdadero nombre". Así comienza uno de los libros más enigmáticos y
sugerentes de UNSPLASH
"El Tao que puede
la historia de la humanidad: el Tao Te Ching, de Lao Tsé.
Si bien el taoísmo
aparece como doctrina alrededor del siglo vi antes de nuestra era, el propio
Lao Tsé no pretendía ser original y redactar una obra personal, sino que se
hacía heredero de una tradición inmemorial.
Existen numerosas
traducciones y ediciones del Tao Te Ching. Destacan la traducción del chino
realizada por Onorio Ferrero (editada por Ignacio Prado) y la publicada por
RBA.
Escrito en caracteres
ideográficos, constituye la esencia del llamado taoísmo, una doctrina
espiritual que –junto al confucianismo– ha impregnado la vida y cultura chinas
hasta la llegada de la barbarie maoísta en el siglo XX: todos los viajeros
europeos resaltaban en sus crónicas que la China antigua se caracterizaba por
la armonía que se desprendía de su arte, arquitectura, cocina e incluso vida
social.
Y si los criterios y
máximas de Confucio ordenaban la sociedad en cuanto a leyes y formas de
comportamiento, Lao Tsé y sus discípulos expresaban el ideal taoísta, alejados
de ciertos convencionalismos y en busca de la verdad interior.
No se consideraba
contradictorio que una misma persona pudiera ser confuciana de día, siguiendo
la etiqueta palaciega o de los funcionarios, y taoísta de noche, meditando en
silencio o escribiendo poemas de insondable belleza.
Daniel Bonet
Fuente: CUERPOMENTE
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