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miércoles, 16 de marzo de 2016

Meditación en la Luz


Meditación en la Luz
Indicaciones para su práctica
Siéntate con la columna erguida, los ojos cerrados, y comienza a respirar lenta y profundamente por la nariz, enviando el aire a la parte baja de los pulmones. Siente en su abdomen el movimiento del aire.
Piensa en cada parte de su cuerpo, una a una, y vaya relajándolas conscientemente comenzando por los pies hasta llegar a la cabeza.
Luego, concéntrate en el punto que se encuentra entre tus ojos, el entrecejo, y allí visualiza una luz. Si no logras visualizar la luz facilmente, puedes ayudarte con una vela. Mira fijamente la luz de la vela encendida, y luego al cerrar los ojos, la imagen de la luz quedará allí.
Comienza por llevar esta luz hacia el centro de tu cabeza, ilumina tu mente para que tus pensamientos sean siempre puros y bellos.
Lleva la luz hacia tus oídos para siempre escuchar lo bueno, luego llévala a tus ojos y piensa en ver siempre solo lo bueno en las personas, en las situaciones, en la vida.
Lleva ahora esta luz a tu boca, para que todas las palabras que de ella salgan sean siempre sagradas y puras, piensa en que nunca una palabra tuya dañará o hará sentir mal a otro.
Luego lleva la luz a tu nariz, respira profundo, siente que inhalas luz, tus pulmones se llenan de luz, y que de ahora en más cada vez que respires, vas a purificar y sanar tu cuerpo.
Llena toda tu cabeza de luz, cada parte, por dentro y por fuera, y luego comienza a bajar hacia el cuello, llena el cuello y hombros de luz, siente como se relajan aún más.
Continúa bajando esta luz por los brazos y manos. Visualízalos llenos de luz y pide que todo lo que hagan tus manos sea para servir a los demás, que nunca dañen, sino que ayuden.
Lleva la luz ahora hacia las piernas y pies, y visualízalos llenos de luz, y pide que siempre te lleven donde te necesiten, donde puedas servir.
Trae ahora la luz a tu abdomen, y visualiza cada órgano que allí se encuentra, lleno de luz. Una luz sanadora y purificadora.
Por ultimo, lleva la luz al centro del pecho y llena de luz tu corazón, que al llenarse de luz, se llena de más y más amor. Y comienza a expandir este amor desde el corazón, a tus seres queridos, visualízalos llenos de luz, y envíales todo el amor.
Luego llena de luz toda tu casa y luego a toda la ciudad. Visualiza todo el país lleno de luz, y luego todo el mundo como una gran bola de luz.
Por último visualiza todo el Universo lleno de luz, siéntete parte de él, ya no hay diferencia entre tu y el Universo entero, Todo es luz, todo es Amor, Todo es Uno.
Claudio María Domínguez
Espitualidad diaria

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