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viernes, 5 de junio de 2015

Yo estoy a cargo de mi propio Ser.



El mundo exterior no me afecta. Yo estoy a cargo de mi propio Ser. Resguardo mi mundo interior, porque es ahí donde creo mi mundo. Hago todo lo necesario para mantener mi mundo interior en paz.
La paz interior es esencial para mi salud y bienestar. Entro en mí y encuentro ese espacio donde todo es silencioso y sereno. Puedo verlo como un profundo estanque, callado y pacífico, rodeado por el verdor de la hierba y por árboles altos y silenciosos. Puedo sentirlo como nubes blancas y ondulantes en las que me recuesto para ser acariciado.
Puedo oírlo como una música suave y deliciosa que me calma los sentidos. De cualquier manera que decida experimentar mi espacio interior, en él encuentro paz. En ese centro de paz estoy yo.
Soy la pureza y la quietud del centro de mi proceso creativo. En paz creo, vivo, me muevo y experimento la vida. Porque me mantengo centrado en mi paz interior, tengo paz en mi mundo exterior. Aunque otras personas vivan en la discordia y el caos, eso a mí no me afecta, porque para mí mismo proclamo la paz. Aun cuando pueda estar rodeado de locura, yo sigo estando calmado y en paz. El Universo es un lugar ordenado y tranquilo, y yo lo reflejo en cada momento de mi vida.
Las estrellas y los planetas no necesitan preocuparse ni asustarse para mantener su órbita celeste. Tampoco el pensamiento caótico contribuye a que mi existencia sea pacífica. Escojo expresar tranquilidad, porque soy paz. Y así es.
-Louise L. Hay-

UN DÍA CUALQUIERA



Te levantas un día cualquiera. Todo parece rutinario, organizado, sin sobresaltos y… sin embargo, un instante, un segundo, ¡todo ha cambiado! Ya no habrá más rutina, todo lo que estaba construido se ha desmoronado como un castillo de naipes, quedan las cartas… caídas, que hay que recomponer una a una, pero ya nada será igual. La Vida te acaba de mostrar, puede que de una forma brusca, que lo pasado es eso, pasado. A partir de ahora hay que empezar de cero, aunque con la memoria de una “vida pasada” en esta misma existencia.
"Me he quedado sin el trabajo por el que me esforcé tantos años en conseguir…" "El camión que se quedó sin frenos acabó estrellándose contra el banco, en el que casualmente me encontraba esperando el bus que me llevaría a casa a descansar un día más…" "Me ha abandonado aquella persona que creía sería quien me acompañaría toda la vida…" "Perdí todo el dinero que había atesorado debido a una desacertada decisión…" "Comprendí…"
Sea como sea, la Vida hoy es diferente. Me ha llevado a estar cara a cara ante mí, desnudo, sin adornos, ni siquiera un objetivo… ¡vacío de cuerpo y alma! ¿Y ahora qué? ¿Aún espero algo o tiro la toalla? Ahora soy como un niño, sin edad, con la mirada expectante ante un incierto futuro, viniendo de un pasado que se me escapa por segundos, son vagos los recuerdos… y a cada segundo se desvanecen aún más.
Este instante que ahora vives es el que te has regalado para sentir la Vida de un modo que nunca imaginaste, ser consciente de aquello que pasó de refilón anteriormente y dejaste escapar. Ahora puedes abrir los ojos al verdadero ser que eres y que esperaba, en silencio, el momento en que pudieras mirarte cara a cara, ya sin miedos irracionales, sin posesiones efímeras… Como un recién nacido, tienes toda una vida por delante, una oportunidad de oro que no has de despreciar.
Un día cualquiera ya no serás quien fuiste: despertarás de un largo letargo, de sueños que se esfuman cada amanecer. Un día cualquiera saldrás, cual mariposa, del capullo en el que te encerraste. Morirás al pasado y saldrás volando, conociendo de primera mano una dimensión que te llevará a explorar al ser que eres, siempre fuiste y serás.

Fortalece tu autoestima



No te critiques. Cuando te criticas, tus cambios son negativos. Cuando te aceptas, tus cambios son positivos. Las críticas nunca cambian nada. Acéptate exactamente como eres ahora.
✔No te des miedo a ti mismo. Deja de asustarte con tus propios pensamientos. Esa es una manera terrible de vivir. Busca una imagen mental que te guste y sustituye tu pensamiento aterrador por una imagen de placer.
✔Sé amable y paciente contigo mismo. Sé delicado y amable contigo mismo. Ten paciencia mientras aprendes nuevas formas de pensar y cambias viejos hábitos de conducta. Trátate como si fueras alguien a quien realmente quieres.
✔Sé amable con tu mente. El odio hacia uno mismo es sólo odio a los propios pensamientos. No te odies ni te hagas daño por tener esos pensamientos, ámate a ti mismo cambiándolos suavemente.
✔Elógiate. La crítica destruye el espíritu y la energía interna. El elogio y la valoración lo construyen. Elógiate todo lo que puedas. Reconoce lo que estás haciendo bien en cada pequeña cosa.
✔Date apoyo. Encuentra formas de apoyarte a ti mismo. Busca amigos y permite que te ayuden. Ser fuerte es saber pedir ayuda cuando se necesita. Aprende a pedir para que los demás puedan aprender.
✔Ama tu negatividad. Reconoce que la has creado para cubrir una necesidad. Ahora estás encontrando nuevas y positivas maneras de cubrir estas necesidades. Por lo tanto, puedes dejar marchar, con amor, tus viejos patrones negativos.
✔Cuida tu cuerpo. Aprende sobre nutrición. ¿Qué clase de alimentos necesita tu cuerpo para tener el máximo de energía y vitalidad? Aprende sobre ejercicio. ¿Qué clase de ejercicio puedes disfrutar? Ofrécete tiempo para descansar, aprende a relajarte física y mentalmente. Ama el templo en el que vives.
✔Utiliza el espejo. Mira a menudo al interior de tus ojos. Expresa tu creciente sentimiento de amor hacía ti mismo mirándote en el espejo. Habla a tus padres mirándote en el espejo. Perdónales también. Al menos una vez al día dí: “Te quiero, te quiero tal como eres”.
✔Ámate, ¡hazlo ahora! No esperes a que las cosas te vayan mejor, te encuentres bien, tengas pareja, trabajo o hayas adelgazado. Empieza ahora y hazlo lo mejor que puedas!!!.
-Louise L. Hay-

LIBRO Desde el Otro Plano ((Paul Éluard) CAPITULO II





LIBRO Desde el Otro Plano ((Paul Éluard) CAPITULO II

Hoy os dejo el Segundo Capítulo de este relato, Desde el Otro Plano, dedicado a aquellos de mente abierta, capaces de cuestionarse hasta sus creencias más queridas, que estén dispuestos a descubrir sus condicionamientos y, tal vez, tener otra visión de lo que siempre ha sido tomado por cierto, o de aquello que quieren que nos tomemos por cierto (el siguiente capítulo el viernes próximo).

Capitulo 2
No estamos aquí porque seamos libres,
si estamos aquí es porque no lo somos.
(Matrix Reloaded)

− ¿Cómo va Saha? Preguntó abreviando el nombre.
− Calmado y tranquilo.
− Yo creo que todavía no está preparado para volver, hay que darle más tiempo para descansar y recuperarse. ¿Crees que con el dolor que sufrió en su última existencia está preparado para regresar? ¿Ya vuelves a tener hambre de su energía, de sus emociones, sus luchas y sus experiencias…?
Arakik hizo ademán de decir algo pero Amfas le calló.
− El problema con un alma especialmente fuerte e intensa es que proporciona una energía también más fuerte e intensa, porque su lucha es exactamente eso, más fuerte e intensa, incluso sus cuerpos son más energéticos por contagiarse de la energía de su alma, alcanzando sus experiencias un despliegue de emociones que vibran a unos niveles muy superiores, pero te vuelves mucho más dependiente de ellas como le pasa a Arakik.
Arakik sabía que le estaban reprochando haberse adjudicado esa alma que, dado su carácter y su origen, estaba destinada a pertenecer a un hermano del rango de Amfas.
− ¿Te ha contado Arakik de donde viene el alma que le alimenta?
− No señor.
− Creemos que viene de una región del espacio que llamamos Darkata, donde hay una civilización de Sembradores de Mundos sobre la que no tenemos acceso. Hace tiempo perdieron este mundo y, por esa razón, a lo largo del tiempo algunos de entre ellos han pasado a otros planos intentando desde ahí influir en los receptáculos de almas, buscan por esta puerta trasera romper nuestro equilibrio. Deberían haber aprendido que eso no es posible pero, de tarde en tarde, aparece alguno creyendo que puede hacer algo para cambiar el orden establecido, así apareció Sahaxanan, o Saha como prefiero llamarlo.
Y, al pronunciar interiormente la palabra Saha, sentí que Aganan notaba como lo hacía con un sentimiento de odio o repugnancia y que eso no era casual, quería que conociera como sentía. Cambiando el tono y la emoción, que se hizo más frío, Amfas prosiguió:
− O sea que quieres que Saha vuelva a encarnar… Supongo que habrás encontrado un buen plan para su alma para convencerlo de que le interesa hacerlo.
− Así es, creo que va a ser fácil que comprenda el interés para su evolución de ese plan y volver en este momento.
− El interés en su evolución… —Repitió Amfas con ironía— Menos mal que no sabe cual es el interés real de su evolución… Explícanos, Arakik cuantas vidas lleva Saha en este planeta.
− Dieciséis, con esta serían diecisiete,
− Son pocas, realmente pocas… ¿Pero cuantas ha podido tener antes sin alimentar a ningún tipo de predador, existencias despiertas y conscientes, conservando sus recuerdos vida tras vida sin que nadie ni nada los borrara y viviendo existencias que aquí serían de cientos y cientos de ciclos?
− Nadie lo sabe… Sin embargo, por ciertos indicios, podría haber tenido las suficientes para que, de ser uno de los nuestros, su color energético fuera de un azul profundo, casi a un paso del índigo o a punto de serlo.
− Saha, es un alma cuyo verdadero nombre ignoramos, pero que cuando llegó aquí se hizo llamar Axnati, si ahora le hemos llamado Sahaxanan es para eliminar cualquier lazo con su anterior existencia que pudiera llevarle a recordar quién o qué fue, y cual fue el propósito que le trajo hasta nosotros. Cuando llegó aquí lo hizo con un color energético verde esmeralda, carecía de un origen claro, pero no le hicimos muchas preguntas dado su rango y porque observamos como con prontitud y maestría captó un alma por si mismo y empezó a guiarla. Buscó para esa alma planes y desafíos duros, complejos, esos que les llevan a vivir experiencias que generan una enorme energía en su lucha por la supervivencia o para, simplemente, alcanzar cierta felicidad, hasta ahí su trabajo era admirable pero… Sigue tú Arakik.
− Al observar ese alma me sorprendió que, con muy pocas existencias, había abierto muchas puertas a su verdadera consciencia que deberían haber seguido cerradas. Lo cual en el ambiente en que vivía su receptáculo con mucha escasez y dureza no era lógico, porque como sabes eso dificulta el despertar de la consciencia. Así que con cuidado y discreción analicé esa alma, pero no detecté en ella ninguna fuerza especial, ningún origen que indicara nada diferente al resto de los miles de millones que están a nuestra disposición, ¿por qué esta estaba despertando a esta velocidad? Cuando no observé en esa alma razón alguna para ese desarrollo miré en su entorno, pero tampoco había nada ni nadie especial que pudiera estarle influyendo, así que sólo quedaba mirar donde era menos lógico: En su maestro, su guía. Llevaba ya cierto tiempo con nosotros y rastrear su origen era difícil, interrogarle impensable, además de porque no sabía con quién me habría tenido que enfrentar porque me hubiese descubierto…
− Y no quería pedir ayuda a sus hermanos mayores porque quería ese alma para él, interrumpió Amfas con una marcada emoción de reproche.
Como inclinándose en señal de sumisión siguió:
− Así que estuve atento y observé que, cuando llegó el momento de muerte del cuerpo que albergaba el alma que guiaba no dejó que ese alma se detuviera junto al cuerpo, que tuviera las dudas y preguntas normales, la ansiedad, la culpa, la sensación de pérdida y todo lo demás que sienten en ese momento las almas al darse cuenta de cuanto les quedó por experimentar, por vivir… No dejó que contemplara lo que había dejado, que se quedará apegado a las cosas de la vida a través de sus condicionamientos, sus deseos, temores o frustraciones y que se lanzara a él en el momento de mayor zozobra, acogiéndolo con su luz y fortaleciendo los lazos que debían unirle con su maestro, no hizo nada de eso que es lo estipulado y debido, sino que tiró de él con fuerza para alejarlo de allí y liberarlo… Eso me permitió capturar a Saha.
− ¿Cómo sucedió? Interrumpió Aganan.
− Cuando salió del plano energético de este mundo, con ese alma prácticamente liberada, le intercepté junto con otros hermanos a los que había prevenido de mis dudas. Le pregunté por qué había hecho eso, pero cuando se dio cuenta que había sido descubierto sucedió algo sorprendente, en vez de buscar eludir la responsabilidad directamente reconoció lo que había hecho y dijo desafiante que quería ver qué sucedía cuando un alma se liberaba. Le pregunté si se daba cuenta del perjuicio que había causado a nuestra comunidad, que eso tenía un precio que debería de pagar y más porque estaba demostrando un orgullo ridículo, que no correspondía con lo que había hecho y debía ser castigado con las reglas de la comunidad: Perder su rango energético y como su falta había sido especialmente grave someterse a encarnar en un cuerpo físico. Si no sabía vivir como guía y experimentar la existencia a través de otros, debería sufrirla en primera persona.
− Con esto Saha tuvo una elección y la posibilidad de escapar de lo que tendría que haber sucedido, encerrarlo en una jaula energética hasta el fin de los tiempos, así quizás hubiésemos podido aprender de él, pero no lo hiciste porque querías ese alma para ti, para vivir sus experiencias y tomar su energía, y por eso le permitiste seguir fingiendo que era parte de nuestra comunidad. ¿No fue por eso por lo que te hiciste acompañar de otros de tu nivel, para poderlo capturar si se enfrentaba a ti?
− Es cierto que temía las consecuencias si eso llegaba a suceder, pero no lo hizo y se sometió a encarnar, y como yo había descubierto su falta por nuestras reglas tenía el derecho sobre él, a ser su maestro, procediendo según lo establecido: Buscar un receptáculo para que encarnara y reducir su consciencia para hacerle olvidar.
Se detuvo, como si al recordar le costara seguir.
− Y entonces, cuando eliminábamos su memoria y mientras caía en la inconsciencia se hizo evidente que no era uno de los nuestros, en ese momento su energía se liberó y expandió como una gran luz de un azul muy oscuro e intenso que desapareció en el espacio, eso no hubiese pasado con ninguno de nosotros. Además, junto con ese estallido de luz y mientras se desvanecía su memoria, aparecieron una sucesión de imágenes imprecisas pero muy brillantes que nos mostraron lo que creemos era su origen, de donde venía, no sabemos por qué sucedió eso, por qué al final hizo algo que le delató, pero es posible que fuera un impulso para intentar conservar esos recuerdos, o despedirse de ellos ante el dolor o el terror de darse cuenta de la realidad en la que iba a sumergirse.
− ¿No pudisteis averiguar más de él?
− Esto no es algo que suceda a menudo, es extraordinariamente raro, no es algo sobre lo que hayamos aprendido lo suficiente para controlarlo.
− Y con comportamientos como los tuyos es menos posible que aprendamos nunca, añadió con emoción amenazadora Amfas.
− Nunca antes había tenido constancia de una caída de nivel energético como esta, sabía que sucedía pero, ¿es suficiente con eliminar su memoria para que no tenga ya poder alguno? Intervino Aganan.
− Hay quien tiene la estúpida creencia de que todo lo que se ha experimentado a lo largo de existencias, aunque no se recuerde, tiene algún valor, no dándose cuenta de que es como tener una enorme biblioteca de la cual no tienes la llave, aquello que no recuerdas no existe, las almas encarnadas, como nosotros o cualquier entidad o es memoria o no es nada, sin memoria no se es nada y con cada vida en la que un alma encarna, al no recordar, tiene que volver a empezar de nuevo.
− Pero sabemos que una marca energética les va quedando.
− Sólo si no hemos sabido dosificar debidamente las experiencias que queremos que experimenten, sino volverán y volverán sin siquiera un rasguño en su alma, sin una sola marca. Además, en realidad eso tampoco les ayuda demasiado, cuando más profunda es esa marca menos capacidad tienen para integrarse en el mundo y más para sufrir. Por esa razón, para evitar que alguna despierte debemos alternar vidas sencillas y fáciles, aburridas para nosotros pero con felicidad accesible y suficiente para ellas, con vidas que aporten los desafíos y luchas que más experiencias de vida y energía nos proporcionan.
− ¿Y por qué aceptaría encarnar? Preguntó Aganan.
− Supongo que es porque ese tipo de almas están convencidas de que pueden cambiar las cosas, tienen esa esperanza, e imagino que al no lograrlo como se había propuesto creyó que podría hacerlo encarnando, así que en vez de huir o enfrentarse aceptó seguir intentándolo desde dentro, por decirlo de alguna forma.
− Y de alguna forma lo está logrando, ¿no le cuentas cual ha sido el resultado hasta el momento? Intervino Amfas.
Sentí la incomodidad de Arakik al tener que contestar.
− No lleva ni veinte vidas, nada para un alma que con ese tipo de cuerpo físico puede volver miles de veces sin acercarse siquiera a la mínima consciencia, y cada vez que se le ha presentado la oportunidad ha roto el orden establecido, ha desafiado las jerarquías asentadas, se ha enfrentado con quién estuviera en el poder y todo no para, como debería ser, obtener su propia seguridad y tener una mejor existencia, sino para proporcionar mejores vidas a los que le rodean, así como desvelar cosas que debían mantener ocultas…
− En otras palabras y como era de esperar —interrumpió Amfas—, no acepta las reglas que nuestros Aliados han asentado. A las almas que tiene a su alrededor no sólo las libera de cargas, de experiencias de dolor, sufrimiento, sino que las ayuda incluso a deshacer sus condicionamientos sin ser siquiera consciente de que lo hace. Arakik obtiene muchas satisfacciones, porque Saha con sus luchas por la supervivencia y su empeño en salirse de los límites establecidos le proporciona una energía muy elevada, pero aliviando la carga de quienes le rodean sólo provoca problemas, no hago más que recibir quejas de otros muchos que piden que se tomen medidas más drásticas, que no se deje a Saha reencarnar hasta que no sepamos que no va a volver a interferir.
− Espero que eso no vuelva a suceder, el plan que he preparado no deja margen para ello.
− Lo único que espero es que sea una existencia amable, feliz y fácil, porque sabes por experiencia que ha sido ya capaz de torcer alguno de tus planes en el pasado cuando le has forzado demasiado.
− Eso era algo que nunca antes me había sucedido con ningún alma.
− Eso era lo lógico, pero no en este caso. Espero que hayas respetado la regla de alternar planes que originen vidas fáciles con complejas y en este caso sea fácil y feliz, que no le dé de qué pensar demasiado, si les das un premio de vez en cuando siempre vuelven a por más, si sufren en exceso empiezan a pensar en abandonar, y eso no podemos permitirlo.
− Quizás sería bueno que lo revisaras para aprobarlo antes de presentárselo a Saha.
Amfas se tomó su tiempo antes de responder, pude sentir cómo Arakik se tensaba y que lo percibía y disfrutaba de ello. No, no te daré esa satisfacción −sentí que pensaba para sí−, tú mismo serás el que tengas que asumir tus errores.
− No creo que sea necesario, lo único que debe ser necesario es que sepas que ahora mismo tienes dos opciones: La primera, dejar más tiempo a Saha para descansar, tal como yo desearía hicieras y creo que se merece y nos conviene… La segunda, seguir adelante con el plan que has elaborado para su alma, pero entonces hay una condición: Si te vuelves a equivocar y da un sólo problema más, o se acerca mínimamente a la posibilidad de darse cuenta, o hacer que otros despierten o lo que sea que se salga de lo que esperamos que debe de suceder… Entonces perderás tu guía sobre Saha.
Esta vez fue Arakik quien guardó silencio, como si meditara pesadamente la respuesta, no podía haber nada físico en ese ser de energía, pero si lo hubiese habido hubiese dicho que tragaba saliva.
− Creo que ha llegado el momento para Saha.

LIBRO Desde el Otro Plano ((Paul Éluard) CAPITULO I



Capitulo 1
Nuestra lucha no es contra la carne ni contra la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del mal que están en las alturas.
(San Pablo – Epístola a la Efesios. 6,12)

Arakik entró en la vasta sala circular llamada la Sala de Observación y se detuvo, hasta que no se lo indicaran no debía acercarse. A cierta distancia le seguía Aganan, eran sólo siluetas de energía. En el centro de la sala se alzaba, integrada en la propia estructura, lo que semejaba algo como una gran mesa circular hacia la cual fijaba su atención Amfas, una entidad luminosa de primer rango, un poderoso jerarca entre los suyos.
Amfas tenía un color que se movía entre un azul oscuro que se iluminaba a veces de unas lineas índigo, lo que demostraba su rango y poder. Arakik a veces podía tornarse azul de cierta intensidad, pero nunca oscuro, todavía le faltaba tiempo para alcanzar el poder energético para lograrlo, Aganan apenas era un amarillo de cierta intensidad.
Tras un momento, con mucha calma y solemnidad, Amfas pareció enderezarse y levantó lo que podría decirse era su mirada y con un destello le indicó que se acercara. Se comunicaban con pensamientos, pero podía entender lo que entre ellos comunicaban:
− ¿Qué puedo ofrecerte Arakik?
Se acercó seguido a la misma constante distancia por Aganan y con una leve pero marcada reverencia le respondió:
− Quiero tomar las medidas necesarias para la partida de Sahaxanan, ya he preparado un plan para su alma y quería que Aganagan estuviera presente, ha llegado hace poco de Zagan que como sabes ha sido destruido y quería que se familiarizara con nuestro mundo, porque además el alma que guiaba se perdió en el estallido del sol de ese mundo.
Amfas sabía que no había el menor interés en que Aganan se familiarizara con nada, no era necesario para eso reunirse con él, pero una de las normas que tenían era presentar a un superior jerárquico todo recién llegado en sus circunstancias, porque una cosa era que un maestro se desplazara a este espacio guiando un alma y otra que este llegara sin más ni más; algunos indeseados se habían infiltrado así en el pasado y era necesario extremar las precauciones, por más que sabía que si alguna entidad de dimensiones suficientemente poderosas quería hacerlo podría también engañarle a él, por lo menos por un tiempo… Sin embargo, ¿por qué aprovechaba esta situación para, al mismo tiempo, presentarle el nuevo plan del alma para Saha? Seguramente porque sabría cual sería su reacción de no estar presente alguien más. Eso le contrarió, pero con amabilidad se dirigió al recién llegado:
− Estoy al corriente de lo que pasó en Zagan, sé bienvenido.
− Gracias Maestro.
− ¿Has visto alguna vez este mundo desde un Observatorio? Preguntó Amfas.
− Hasta ahora no he tenido esa oportunidad.
− Acércate.
Se acercó, era como si fuera una especie de balcón circular sobre ese mundo detrás del cual se proyectaba el espacio, al prestar atención fue como si se acercara la imagen del mismo y pudiera ver con más detalle hasta el nivel de su superficie. Observó especialmente los receptáculos de almas y sus campos energéticos, así como los lazos de las almas con sus guía, algo que sentí que siempre podía percibir con facilidad, pero desde aquí que era como si estuviera amplificado.
En ese momento, mientras Aganan observaba, sentí en mi interior que me hablaba quién me había llevado hasta allí:
− Hace eones llegaron a este planeta los Sembradores de Mundos, organizaron la incipiente vida que tenía y trajeron los primeros receptáculos de almas. Luego, de las fronteras más lejanas del espacio conocido aparecieron los Destructores, una raza desconocida que se interpuso iniciando una guerra que incendió mundos enteros. A pesar de jugar con la sorpresa inicial los Destructores estaban perdiendo, así que tomaron una decisión definitiva: Dieron a elegir a los Sembradores de Mundos, o retirarse o la aniquilación total de este lugar y otros similares, no sólo la superficial como había sucedido varias veces hasta entonces y ha vuelto a suceder varias veces desde aquel momento, sino la total y absoluta. Así, los Sembradores de Mundos para evitar toda esa destrucción se retiraron, tuvieron que abandonarlo, aunque nunca olvidaron ni tampoco renunciaron… A esos Destructores aquí los llaman sus Aliados.
− Tengo que explicarte —dijo Amfas— que los receptáculos de almas que tenemos a nuestra disposición son físicamente casi perfectos, las modificaciones que nuestros Aliados han implantado sobre la simiente que dejaron los Sembradores de Mundos han dado lugar a unos cuerpos muy débiles físicamente, con una vida muy corta, lo cual les impide aprender y experimentar lo suficiente antes de morir para darse cuenta, despertar, porque cuando podrían empezar a profundizar en el conocimiento el debilitamiento de la edad lo impide. Entonces, la mayoría con lo poco que les queda de claridad, si alguna vez la tuvieron y si su mente no enferma, se quedan con la sensación de las oportunidades perdidas y los errores que creen cometieron, imaginando que hubiese podido ser de otra forma y luchando contra la realidad en vez de ponerse en paz con ella; darían cualquier cosa por volver a intentarlo y desde luego terminan dándolo… O sea, algo muy beneficioso para nosotros porque, como sabes, esos deseos y apegos son el mayor acicate para volver una y otra vez. Además, cuando vuelven no tienen memoria alguna de lo que antes experimentaron, así que tienen que empezar cada vez de nada, y si alguna vez recuerdan es más bien un recuerdo doloroso que les atormentan porque no comprenden la realidad en la que existen.
− Realmente es admirable.
− Nos llevó mucho tiempo, decenas de intentos y fracasos, muchas destrucciones y vuelta a empezar, no fue fácil, pero gracias a ello hoy apenas pueden soportar ciertas dificultades físicas, tanto que tuvimos que inspirar a nuestros Aliados para que les proporcionaran animales vinculados a ellos para protegerles y alimentarles, había que garantizarles unos mínimos para su supervivencia.
− En Zagan la especie humana era físicamente muy fuerte, alimentándose de lo mínimo, como raíces, plantas y frutas tenía cuerpos muy fuertes, nada parecido a lo que aquí he visto sucede.
− Así eran también sus cuerpos en un principio, antes de aplicarles el proceso de adaptación, además de tener una longevidad que hoy considerarían inimaginable, pero no sólo hemos logrado hacerles mucho más débiles, también hemos bloqueado los recursos de percepción que como almas  tenían originalmente, por tanto sólo ven lo que sus ojos les muestran y oyen lo que sus oídos pueden oír, aunque en realidad están ciegos y sordos, porque también esos sentidos han sido limitados, tanto que hasta los animales que les rodean tienen más capacidades en esos aspectos que ellos, cuando originalmente era al revés. Es irónico que nuestros Aliados hayan logrado convencerles de que son la cima de la evolución, no se dan ni cuenta que es una contradicción con su debilidad física y sus limitados recursos para percibir el mundo que les rodea. Será cosa de lo que ha terminado siendo su natural soberbia y estupidez, debido seguramente a que también nuestros Aliados les dejaron justo las capacidades necesarias para cumplir con los objetivos que interesara cumplieran.
− ¿Hay alguna oportunidad de que alcancen la comprensión que les falta?
− No son cuerpos perfectos, algunas veces a algunos se les despiertan capacidades especiales, pero aparte de estas y algunas almas como las que han sufrido demasiado emocionalmente y que pierden todo interés por volver es difícil. Cuando estas empiezan a hacerse preguntas que no deberían pueden llegar a algunas respuestas indeseadas e, incluso, a algún tipo de toma de consciencia si perseveran lo suficiente, pero es raro. Es curioso lo delicado de la parte emocional porque, por ejemplo, el dolor físico tiene el efecto opuesto, cuando mayor es el sufrimiento físico más les aleja aún de darse cuenta, pero a veces algunos receptáculos a raíz de un accidente, en vez de perder la memoria o facultades físicas que es lo propio de la debilidad implantada en ellos, resulta que se les rompe ese fuerte bloqueo a sus capacidades potenciales y, de pronto, son capaces de ver y oír lo que no deberían ver ni oír, es como si recuperaran parte del potencial de su alma, de lo que una vez tuvieron como habilidades normales. Como digo, no son todavía cuerpos perfectos, aunque les falta poco.
− Me sorprende todo lo que puedo observo desde aquí, es mucho más de lo que podía imaginar.
− Eso está bien, pero quiero que observes algo más.
Amfas parecía que tocaba el borde del Observatorio y, en ese momento, la imagen cambió totalmente, al principio parecía una maraña de líneas de energía, una confusión imposible de desentrañar pero, poco a poco, me pareció poder comprender algo de lo que veía, eran los campos vibratorios de ese planeta y su propia estructura energética, su imbricación e inclusión en otros campos de energía que abarcaban mucho más allá de lo imaginable, como si fuera un enorme conjunto de esferas o jaulas de energía unas dentro de otras. En realidad en esa imagen no había nada físico o material, todo era vibración, energía. La visión duró sólo fue un instante, como un relámpago, porque Amfas se retiró y la imagen volvió a su estado anterior, donde todo era mucho más claro, simple y sencillo. Era la energía, el poder y el conocimiento de Amfas lo que permitía transformar la información que ofrecía el Observatorio en algo mucho más complejo, pero mucho más revelador.
− ¿Puedo preguntarte sobre alguna de las cosas que he observado?
− Puedes preguntar.
− He visto que algunas de las almas que están en esos cuerpos no sólo están unidas a nosotros, sino a otras entidades, ¿qué son?
− Muchas son simples parásitos, más o menos inteligentes o capaces, incluso también almas humanas cuyos cuerpos murieron y se han quedado ahí, todas se alimentan de la energía de las almas que están en los receptáculos. Otras pocas, muy pocas, son entidades que nunca vienen de buen grado a este plano energético, a menos que algún alma se alinee con su energía, muy diferente a la de las demás porque son las únicas que no necesitan tomar la suya.
− ¿Pueden adentrarse en nuestro espacio?
− Nuestros Aliados y nosotros nos ocupamos de que los humanos no puedan facilitárselo, que tengan muchas creencias, visiones o lo que sea necesario que más que acercarles a ellas en realidad les ciñan más a nosotros. Sin embargo, a veces, algunas de esas almas como las que antes te comentaba pueden lograrlo, especialmente las que desconfían de toda creencia y hacen su propia búsqueda, eso puede provocar en ellas una diferente vibración que es percibida por esas entidades. Aunque en realidad sólo se acercan por un sentimiento de deber, no les agrada ese acercamiento porque conocen sus debilidades y saben que propicia que nosotros, a la menor caída energética de ese alma, o a la menor duda o dificultad en ese cuerpo que altere esa vibración usurpemos su lugar y, desde luego, saben que nos vamos a ocupar de que eso suceda porque es fácil… No hay receptáculo que no tenga debilidades del tipo que sea que no puedan ser utilizadas.
− ¿No son capaces de distinguir entre una energía de ese orden y otra diferente?
− Podrían si se atuvieran a los hechos, pero les gusta más atenerse a sus emociones, y estas les engañan, porque como ya te he dicho apenas ven, escuchan o sienten en realidad, sólo creen hacerlo  y se deslumbran ante cualquier juguete brillante o luminoso que les des, ¿cómo iban así poder distinguir con quién tratan verdaderamente? De todas formas, hay otras que vienen de otros espacios que también buscan en los humanos su propia cosecha, son nuestros competidores si quieres, pero no nos estorban porque no hacen más que crear más problemas a los receptáculos de almas, lo cual siempre termina siendo bueno para nosotros.
− ¿Y esos cuerpos vacíos?
− Como sabes, cuando un cuerpo está a punto de morir el alma suelen abandonarlo antes de que llegue a su final, instintivamente sabe que ya no tiene sentido seguir ahí, aquí pasa algo que podemos comparar con esta situación: Por un parte, receptáculos que realmente nunca quisieron ser habitados y, por otra, otros cuyo sufrimiento es tan grande que las almas destinadas a los mismos tampoco viven realmente en ellos, son como carcasas vacías, tanto que ni siquiera esos parásitos o esas entidades de otros espacios que buscan lo que un alma puede proporcionarles se acercan a ellos porque no hay nada que obtener.
− Pero, ¡qué terrible desperdicio! ¿Cómo un alma puede rechazar un cuerpo si experimentar la existencia es su mayor ambición y deseo?
− No cuando los recursos para la supervivencia son escasos o esa supervivencia es excesivamente dura, no cuando, a pesar del deseo intenso de volver a probar suerte en una nueva existencia, un alma percibe claramente que no va a tener ninguna oportunidad de realizar sus deseos, sus sueños. Y eso es para las que ni se lo piensan normalmente, que están desesperadas por volver y se introducen inconscientemente en el primer cuerpo disponible, pero para aquellas más conscientes que llegan aquí y tenemos que convencerlas de la necesidad de regresar menos aún. No hay forma de encontrar los argumentos suficientes para vidas como esas, un plan del alma que lo justifique. Es irónico que algunos que presumen de mayor iluminación dicen cínicamente, cuando están ahí abajo y ven esas vidas desde lejos, que es por un bien mayor y que esos cuerpos albergan almas más evolucionadas y cosas así, pero si se lo ofreces a ellos ni hablar de entrar ahí… Pocas practican lo que decían creer, en el fondo algo de iluminación si que les debe llegar cuando se dan cuenta del real horror de esas existencias.
− Perdona mi atrevimiento, ¿pero no es un error haber llevado las cosas a ese extremo?
− Lo es, pero nuestros Aliados no tienen la necesaria sensibilidad para darse cuenta de las consecuencias que ello puede acarrear, siempre les hemos insistimos en mantener el equilibrio para poder prolongar la mejor situación posible el máximo tiempo posible, pero ellos hace tiempo que ya no comparten la misma visión, el mismo propósito….
Se hizo el silencio y noté una vibración extraña, como si dudara en compartir algo, un conocimiento y como si ese conocimiento le perturbara, ¿qué podría perturbar a alguien tan poderoso?
− En fin, a ellos no les importa, porque en caso necesario y tal como hicieron otras veces provocaran otro cataclismo que acabe prácticamente con la vida en el planeta, devolviendo a la humanidad al punto de partida una vez más, eso si es que no llega antes uno de esos cíclicos desastres naturales y no hacen nada por evitarlo, o no pueden evitarlo.
− ¿Y esos otros cuerpos habitados por entidades que no emiten energía emocional alguna, son nuestros Aliados en este planeta?
− Algunos sí porque han decidido tomar ciertos cuerpos para sus propósitos, esos los distinguirás porque pueden adoptar diferentes apariencias, aunque sólo las podrás percibir a nivel energético, otros son simplemente energías de otros planos y que han venido atraídos aquí por la posibilidad de realizar sus deseos, para ellos también ese es el gran estímulo para vivir una existencia física.
− ¿No interfieren?
− Desde luego que lo hacen, pero en nuestro beneficio porque causan muchos problemas. Por ejemplo, entre ellas está un determinado tipo que los humanos no comprenden y que han dado por llamar psicópatas. Tienes que saber que nuestros Aliados crearon aquí un grupo de receptáculos de almas con una genética muy adecuada para la guerra, porque las almas tienen muchos frenos para lo que los Aliados consideran una de sus prácticas más apreciadas y esos receptáculos, al haber eliminado en ellos cualquier tipo de respuesta emocional, facilitan que puestos en las circunstancias adecuadas puedan hacer cualquier cosa,  incluso las más impensables para un alma normal y que si no están en esos cuerpos les crearían muchos conflictos internos el resto de su vida. Pero si no se dan esas circunstancias y la vida les resulta favorable no pasaran a ser especialmente violentos o peligrosos, aunque si son muy observadores se darán cuenta que no sienten como las demás.
− Eso es cuando lo ocupa un alma, ¿pero cuando lo ocupan esas entidades de mundos inferiores?
− Ahí está la maravilla, cuando ese tipo de receptáculo son ocupados por esas energías de otros planos inferiores son una auténtica plaga, por ello son muy apreciados por nuestros Aliado porque al igual que ellos son incapaces de empatía, compasión o piedad alguna. A estos no hace falta ponerles en circunstancia ninguna porque manifestarán su naturaleza despiadada incluso bajo las más favorables. Por esa razón los aprecian y ayudan a alcanzar posiciones de gran poder e influencia. Ahí donde hay poder, del tipo que sea, hay altas probabilidades de que haya un psicópata, si los receptáculos de almas no fueran tan influenciables les bastaría mirarles a los ojos para comprenderlo, porque están vacíos de expresión ya que no sienten, no hay vida ni nada dentro de ellos. Además, en sus actos podrían reconocerlos, porque no sienten la menor culpabilidad por nada, pero como te he dicho antes prefieren juzgar por sus emociones más que por los hechos y ni se dan cuenta hasta que es demasiado tarde.
− También me ha parecido ver como otras humanidades o seres de otros lugares.
− Te ha dado tiempo a ver mucho… Efectivamente, pero no creas que todas esas entidades están autorizadas a estar aquí, incluso a veces aparecen algunas enemigas de nuestros Aliados, la ventaja es que no intervienen apenas, si lo hacen es en algún lugar remoto con alguna población con poca comunicación.
− ¿No intentan interferir?
− En absoluto, hasta donde sabemos sus normas se lo prohiben, al igual que esas entidades energéticas que antes te decía que no aceptan el contacto de muy buen grado porque saben que podemos suplantarlas, en este caso al moverse en el plano material esto sería beneficioso para nuestros Aliados, lo aprovecharían para semejar que son esas entidades superiores y bondadosas que viven y descienden de los cielos, y por las que tanto suspiran los humanos para resolverles sus problemas.
Se hizo un silencio que Arakik aprovechó para intervenir:
− Disculpa maestro, pero quisiera comentar el plan del alma de Saha.
− Ah, el plan del alma de Saha… ¿Estás seguro de lo que estás haciendo, quieres de verdad que vuelva otra vez?

LIBRO Desde el Otro Plano ((Paul Éluard)





LIBRO Desde el Otro Plano ((Paul Éluard) – Introducción

Este escrito está dedicado a aquellos de mente abierta, capaces de cuestionarse hasta sus creencias más queridas, que estén dispuestos a descubrir sus condicionamientos y a, tal vez, tener otra visión de lo que siempre ha sido tomado por cierto, o de aquello que quieren que nos tomemos por cierto. Esta es la primera entrega y durante las próximas semanas, cada viernes, iré añadiendo un nuevo capítulo.

INTRODUCCIÓN
“Hay otros mundos… Pero están en éste” (Paul Éluard)
La sala era enorme, circular y abovedada, sus muros parecían hechos de luz sin un solo ángulo, allí donde se unían con el suelo lo hacían en una curva suave y en el centro, como si estuviese integrado en el conjunto, emergía lo que parecía una mesa circular, como si fuera una seta de ancho pie con sombrero muy plano.
Sobre ella se inclinaba ligeramente un ser luminoso, de un color azul profundo, al mismo tiempo que otros dos de aspecto semejante, pero uno con una tonalidad azul claro y otro amarilla, parecía que entraban a través de un espacio que se había abierto en la pared, hasta un momento antes sin apertura aparente, es como si el muro de luz se hubiese abierto como una cortina y se…
Pero, tal vez, debería ir hacia atrás y explicar como llegué hasta este lugar:
Llevaba unos días con gran inquietud y ansiedad, nada parecía salir a derechas, y aunque ya me debería haber acostumbrado por llevar mucho tiempo así, seguía sin resignarme y buscando una explicación o razón, por aquello de que para toda pregunta siempre hay una respuesta, aunque esta no fuese la esperada o agradable.
Por ello, decidí buscar un momento en que nada me interrumpiera para hacer una meditación lo más profunda posible. Me sentía inquieto, más de veinte años de práctica no te garantiza nada, así que intenté darme cierta calma poniendo una grabación con el sonido del mar, tratando de acompasar mi respiración con ella. Como otras mucha veces pensé que, tal vez, lo único eterno y que ha permanecido sin cambios desde el principio de los tiempos, desde hace miles de millones de años, es ese sonido. Los cielos y las estrellas han cambiado, la tierra ha cambiado, ya nada es igual, nada menos ese sonido…
Se hizo el vacío mucho antes de lo que esperaba y sentí como si algo me atrajera con fuerza, como si fuera succionado fuera de mi mismo… Me dejé ir por la sensación de profunda paz y sosiego, me confortaba el silencio y la serenidad que pertenecían a esa otra dimensión en la que tanto anhelas sumergirte, pero que tan pocas veces logras con total plenitud. Cuando apenas estaba empezando a disfrutar de esa sensación tan liberadora algo se interpuso en mi visión interior: Alguien estaba ahí y me observaba. Me había sobresaltado, así que respiré profundamente para volver al estado de relajación y tratar de ignorarlo, pero no desapareció.
No me gustan las apariciones en mis meditaciones o estados alterados de consciencia, si bastante tengo con intentar tratar con los vivos y saber si me dicen la verdad, no tengo el menor interés en tratar de hacer esas averiguaciones con estos, he tenido suficientes experiencias en mi y en otros para desconfiar y, además, tuve en su momento alguien que me previno sobre lo que no podías de forma alguna comprender, alguien mucho más capaz que la inmensa mayoría de los que, porque de vez en cuanto tienen algún acierto, se autodenominan videntes. Por eso intenté seguir adelante dejando eso atrás, fuera que fuese, pero no desaparecía, cada vez era más contundente su presencia, más clara, así que decidí averiguar si era un fantasma de mi mente u otra ocurrencia de mi subconsciente, de ese lugar de donde a todos nos nacen tantas cosas y que hay que tomarse con tanta precaución como las presencias foráneas:
− ¿Quién eres?
− Soy el que soy.
Vaya… Esto iba a ser divertido, estaba claro que mi subconsciente debía estar juguetón, eso o demasiados problemas que me distraen, pensé.
− Y yo soy el que soy, respondí con cierta ironía.
− La diferencia es que yo sé quién soy y tú no lo sabes.
Vaya, si no era mi subconsciente, lo cual ahora parecía más probable, debía ser un espíritu juguetón que iba de listo, razón de más para salir de la meditación, pero como tenía urgencia de comprender algunas cosas y de paz no quería abandonar tan pronto, además… Soy curioso.
− ¿Cuál es tu nombre?
− Mi nombre no debe ser pronunciado.
En este momento su imagen ya se había aclarado, era un ser luminoso, como de tres metros de altura según mi percepción del espacio y sin forma definida; no me producía miedo pero tampoco seguridad, era algo frío, indiferente.
− Si quieres hablar conmigo me sería más fácil que adoptaras una figura más humana, alguien a quién pudiera verle el rostro.
Sin decir nada, tomó la figura de una persona muy querida que se había ido hacía muchos años. Empezó a hablarme y sentí la misma voz, la misma expresión del rostro, todo era esa persona:
− ¿Te acuerdas cuando…?
Y me recordó cosas de mi infancia que sólo eran conocidas de unas pocas, muy pocas personas o incluso sólo de ella… También me recordó otra conversación cuando yo era muy joven y hablábamos de la muerte, sólo ella y yo conocíamos esa conversación. En aquél entonces, lleno de las ideas y dogmas de todo lo que leía, intentaba convencerla y ella, con cara muy seria y moviendo la cabeza negando, sólo repetía frente a cada argumento:
− Ahí hay más de lo que queremos saber…
La misma vibración de duda, el mismo rostro con una expresión de temor incluso, temor que yo entonces no podía ni compartir ni comprender, a pesar de que tendría que haber sospechado que tenía buenas razones para ello… Me estaba emocionando cuando, de pronto, cambió y adoptó la imagen de un anciano venerable de barba blanca, y luego pasó a otro parecido, pero más seco con un turbante, siguió una mujer de rostro bondadoso con un manto azul y con una aura luminosa, luego un buda, después un monje shinto y así siguieron apareciendo distintas personas, incluso en un momento apareció la figura de lo que podía parecer un demonio de rostro sonriente, incluso hermoso a pesar de la desafiante mirada… Estaba jugando conmigo y me sentí incómodo, pero en cada una de esas figuras transmitían la paz o la fuerza que en el fondo necesitaba, se me hacía difícil substraerme a ellas.
− ¿Por qué tomaste la figura de ………. ?
− Porque quiero que entiendas bien, y comprendas perfectamente que si quisiera engañarte lo podría hacer, ni tú ni nadie podría saber distinguir la verdad de la mentira.
− ¿No me podría haber dado cuenta?
− Ninguno de vosotros habéis sido preparados para entender cómo moverse en otro plano que no sea el físico, lo que creéis podéis controlar es normalmente sólo una ilusión de la mente, de vuestra vanidad, necesidad de seguridades y control, de vuestro ego. Si os encontráis con cualquier entidad propia de este espacio, que no fuera fruto de vuestra imaginación, no sabrías ni qué hacer con ella. En este plano no entendéis la jerarquía de sus leyes y principios, no entendéis nada, sólo imagináis entender… ¿Qué figura eliges?
− Elige tú, aceptaré la figura que tú prefieras.
− Que así sea.
Pero no cambió, volvió a la imagen de luz sin forma, sexo, edad o nada que pudiera darme referencia alguna. En fin, pensé, tampoco te sirve aquí abajo ver los rostros de la gente, al final, te engañan igualmente si quieren, por lo menos este ser me ha demostrado que me podía engañar, bueno, lo había hecho en realidad.
− No sé quién eres, ni cómo eres… ¿Puedo saber qué quieres?
− Quiero que me acompañes para mostrarte algo.
A mi uno de estos ya no me lleva ni la vuelta de la esquina, pensé para mí, pero mi curiosidad fue más fuerte:
− ¿Qué es lo que quieres mostrarme?
− Lo que, tal vez, cambiará para siempre tu forma de ver el mundo.
Seguía desconfiando y me sentía molesto, era demasiado halagador que un ser luminoso quisiera mi atención, a otro perro con ese hueso, mi ego no necesita de seres luminosos que me reafirmen, necesito resolver otros problemas y otras cosas, pero de eso me sobra a mí y al mundo, así que tomé una respiración profunda e intenté una vez más eliminar esa imagen de mi mente, pero sin lograrlo, permanecía imperturbable.
− No te esfuerces, podemos terminar esto cuando tú quieras, yo te atraje hasta mí pero no voy a retenerte, sólo tienes que decirlo y nunca más volveré a molestarte.
− ¿Y tú, mostrándome eso que es tan importante, qué quieres?
− Nada, no quiero nada.
− No es cierto, todo el mundo quiere algo.
− Sí, tienes razón, pero no es nada de lo que tú me puedas dar. Tómatelo como si para mi fuera un experimento.
− ¿Y que gano yo con ello?
− Nada… O todo. Si quieres esa es la finalidad del experimento, averiguar si puedes ganar algo con ello.
− ¿Y qué quieres mostrarme?
− Quiero mostrarte los que gobiernan tu mundo y te gobiernan a ti, que sepas quienes son tus amos.
Eso me sonó a sociedades secretas y poderes ocultos, a gobiernos en la sombra, a conspiración… Hay tanto sobre ello que eso ya no puede inmutarme, ¿qué interés podría tener conocer los nombre de quienes están detrás de la fachada que nos presentan si no podía hacer nada para cambiar mi vida? En ese sentido sería mucho más útil que me diera los números de algún gordo de la lotería o algo parecido, al final, como decía Alejandro Dumas en el Conde de Montecristo, la única libertad a la que puede aspirar un ser humano en este mundo es la libertad que le da el dinero. ¿Qué utilidad podría tener saber más sobre conspiraciones, que discutir más aún con los pocos amigos conformistas, o que querían conformar a otros, que me iban quedando?
− No es sólo es ser amo de tu vida física, es también ser amo de tu vida espiritual.
Había adivinado lo que pensaba, entonces debía ser sólo una imagen viva de mi subconsciente.
− Deja que te muestre lo que quiero mostrarte y decide si eso es cosa de tu subconsciente, si tu subconsciente es capaz de imaginar algo parecido.
− Bien, ¿qué quieres que conozca?
No había terminado de decir eso que fue como si una niebla que nos rodeaba, y de la que no había sido consciente hasta ese momento, se difuminara. Reconocí inmediatamente donde estaba, lo había visto antes en regresiones, eran los espacios de luz, de entrevidas. No era un lugar que me gustara por muy agradable que resultara, sabía que había ahí mucho más de lo que a los más despiertos agradaría, como me habían dicho hacía muchos años sin comprenderlo entonces: Ahí hay más de lo que queremos saber… No me sentí confortable porque ya había tenido experiencias con los seres de luz de estos lugares y los resultados no habían sido los esperados, muchas cosas no son lo que aparentan a pesar de la enorme paz que emanan. De alguna forma notó mi resistencia:
− No temas, yo no soy de este lugar, y estando conmigo ninguno de los que aquí están pueden verte, oírte o sentirte.
Llevaba mucho tiempo preguntándome que eran en realidad estos lugares, así que no dudé en preguntar:
− ¿Qué es este lugar en realidad?
− Es lo que entendéis como el paraíso o el nombre que según cada religión o creencia le queréis dar, pero en realidad es la última esfera de la prisión que es vuestro mundo, más allá de ella está la libertad, pero salvo unos pocos, muy pocos y escasos, el resto os quedáis siempre en él, sin trascenderlo, porque es la continuación de lo que en vuestro mundo buscáis.
− ¿La continuación de…?
− ¿Qué espera la inmensa mayoría…? Un lugar donde disfrutar de los placeres terrenales, o un lugar donde dejar de sufrir y seguir viviendo igual que antes pero sin problemas, o un lugar de espera para volver a vivir en un futuro en el mundo, o un lugar donde sin esfuerzo obtener el conocimiento, la comprensión y la sabiduría que no fueron capaces de querer alcanzar el vida, porque era mucho más confortable vivir una mentira que afrontar la verdad… Tenéis tantos deseos por vivir que lo más lógico era crear un espacio a la medida de vuestros deseos, bueno, la verdad es que vosotros mismos lo sostenéis con la energía de esos deseos, al igual que sostenéis el mundo en el que vivís.
− Entonces no es el paraíso.
− Al contrario, para la mayoría lo es, pero averiguarás tú mismo lo que es, aunque debes saber algo más: Los seres que gobiernan este plano tienen un acuerdo de hace millones de años con la raza que gobierna a nivel físico vuestro mundo, los llaman sus Aliados, aunque otros los conocen como los Destructores, es una alianza que llamaríamos simbiótica, donde cada uno obtiene del otro algo que necesita. Lo que de ahora en adelante vaya a suceder te explicará mucho más sobre todo ello que lo que yo pueda decir.
− ¿Sabes lo que va a suceder?
− Podría… ¿Pero quién te dice que vaya a suceder y no haya sucedido ya…? Sígueme y no temas, recuerda que no te pueden ver, escuchar o sentir, pero tú podrás ver, escuchar y sentir todo lo que ellos vean, escuchen o, incluso, sientan. Podrás estar dentro de cada uno de los seres que observes y conocer sus más íntimos pensamientos, pero no intentes volver aquí sin mí, jamás volvería a ser así.
Así, sin saber cómo, nos encontramos en la sala de la que hablaba al principio.
− El ser en el centro de la sala se llama Amfas, dentro de este espacio es alguien muy poderoso e importante, el que entra Arakik y el que le sigue Aganan. Esos son sus colores naturales, los que entre ellos no se pueden ocultar y que, según crecen en conocimiento y poder, van tornándose más profundos y oscuros. Sin embargo, para mostrarse a los que llamaban receptáculos de almas, vosotros los humanos, lo mejor es siempre tornarse del color más simple: El blanco, como mucho un amarillo dorado.
− ¿Cómo tú?
− Así es, como yo, pon atención y déjate llevar, no cuestiones, no te resistas ni temas, sólo experimenta, es importante.
Continuara.....
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UNIFICANDO LAS POLARIDADES MASCULINO FEMENINAS


Desde hace muchos años vivimos en una sociedad desequlibrada, donde se ha dado toda la atención y preponderancia a la energía masculina. Y de hecho, mucho hemos aprendido como humanidad... a través de esa experiencia.

Afortunadamente por la misma evolución planetaria, estamos en el tiempo de re.descubrir -para quien no lo haya hecho todavía- las cualidades de la Energía Femenina y así favorecer la integración a nivel de la conciencia colectiva que conformamos. Sin duda el dar el paso a esta integración, nos llevará a otros niveles de evolución.

Se dice que se elige un género -sea masculino o femenino- para experimentar la vida. También se dice que el género que tienes hoy..., es el que representa la cualidad con la cual sientes mayor afinidad.
A las Energías femeninas: Las asociamos con la nutrición, el amor, el cobijo, con la comprensión desde el amor, la creatividad, con una actitud más emotiva y menos racional.

A las Energías masculinas la representa: la Acción, la protección, el sustento. Lo masculino se dice que procede desde lo racional, también desde el poder, y el control.

Por otro lado hay una asociación de la energía masculina al “padre cielo”, el Sol o lo “espiritual” y de la energía femenina a la “madre tierra”, La luna o la “manifestación de lo material”.
Cuando por fin se comprenda que los dos aspectos: femenino y masculino están siempre presentes en el SER, en la persona -sea hombre o mujer- se podrán dar más rápidos los pasos hacia su integración.

Recuerda, estas energías están listas para que hoy puedas integrarlas, y puedes hacerlo logrando un equilibrio entre ambas. Reflexiona... piensa y siente.. en que cada una de éstas tiene sus cualidades y particularidades que son beneficiosas para ti. El fruto que emerge de esta fusión, definitivamente será en pos de el crecimiento interior de quien decida darlo, y también en pos de toda la humanidad.

Dar este paso hacia la integración de nuestros aspectos femenino y masculino, nos abre puertas en todos los sentidos!!. Este es justamente el propósito mayor en el anclaje del portal oro rubi.
Una evolución verdadera jamás será posible en un ser fragmentado.
Un gran abrazo de corazón a corazón
Amen Tut

EL LLAMADO DE LA DEPRESIÓN....




Publicado por Julieta Herrera en Universo Espiritual Comunidad.
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La depresión no es lo que crees. Se trata de una ruptura sumamente necesaria de todo aquello que es de segunda mano en tu vida, de todo aquello que no has comprobado, de todo aquello que has dado por hecho. Es una invitación para que te contactes con lo Nuevo. Para que te arriesgues. Para que vivas. Para que ames en una forma que sabes que es posible para ti. Para que dejes de fingir.
Se trata de la oportunidad, de perder la fe en todos los significados que se te dieron, en todos los valores de segunda mano, en todas las creencias que alguna vez usaste para protegerte de tu experiencia inmediata, íntima, y una invitación para que te encuentres cara a cara con la vida, al desnudo. Es una oportunidad para sentirte dispuesto a perderlo todo.
Palabras como ‘compromiso’, ‘relaciones’, ‘deber’, ‘amor’, ‘iluminación’, incluso ‘felicidad’, de pronto suenan demasiado vacías, demasiado lejanas de nuestra experiencia de vida. Ellas siempre fueron algo distantes, éste es el secreto:Siempre estuviste viviendo de PALABRAS, tomaste las PALABRAS como dioses o como metas, y en realidad nunca tocaste la vida que sabías que era posible.
¡Esa era la ‘depresión’!… tu imaginada separación con todo lo que está vivo dentro de tu corazón.
Pero recuerda que la vida viene antes que las palabras, amigo. El mundo de las palabras, pensamientos, significados, debe disolverse. Se trata de un mundo falso, un mundo dual, un mundo vacío y falto de amor. Este mundo jamás fue tu verdadero hogar.
Así que ¡aflígete por este mundo perdido! ¡Llora por el fallecimiento de tu falso hogar, sí! Pero sabe que no hay nada malo contigo – son sólo sueños lo que está muriendo, sólo fantasías que se están consumiendo en el fuego de la Verdad, y una nueva vida, una vida mucho más creativa está emergiendo de las cenizas de todo lo viejo.
La depresión no es una patología, date cuenta, no es algo ‘negativo’, y ciertamente no es algo que esté ‘mal’ (porque el universo nunca comete errores), es más bien el incomprendido camino de los valientes. Es un camino espiritual que exige todo de nosotros. Necesita que nos detengamos, que realmente hagamos un alto, y que veamos la vida de frente. Que nos cuestionemos todo, absolutamente todo, y que no creamos nada que no esté vivo dentro de nosotros. Que descubramos lo que en realidad somos, más allá de todas las historias. Que terminemos esa dependencia fundada en el temor a las autoridades externas y que confiemos en nosotros mismos por primera vez. Que recordemos nuestra verdadera naturaleza y que dejemos de estarnos disculpando por todo aquello que está vivo en nosotros.
No mediquemos nuestra ‘depresión’, adormeciéndonos y haciéndonos cada día más dependientes de lo que ya somos. ¡No somos ningunos esclavos! Dejémonos abrir, permitamos que el estatus quo se desmorone y abrámonos a una experiencia plena de vida, incluso si esto duele. Abracemos la alegría y el dolor de la existencia, la seguridad y la duda, la felicidad y el aburrimiento.
Permitámonos ser la inmensidad en donde todo puede surgir y desaparecer. Descansemos del agotador juego de buscar algo que jamás podremos encontrar en el tiempo o en el espacio, y dejemos de pretender que la ‘depresión’ es algo más que una cierta clase de conversación con la vida.
Entendamos el profundo llamado de la depresión y terminemos con el miedo que algún día le tuvimos, de una vez por todas.
JEFF FOSTER