La sanadora espiritual
Barbara Ann Brennan nos explica como se logra la luz y el amor de un ser en
expansión. Recomendado para los dedicados a sanar.
Sentid la luz
difundiéndose en vuestro interior, en cada célula de vuestro cuerpo. Arraigaos
en el suelo y conectaos con vuestro objetivo de estar aquí. ¿Cuál es la misión
que os aguarda en este preciso momento? ¿Para qué habéis venido, y qué hay por
aprender en este preciso instante de vuestro despliegue? En lugar de pensar en
lo que debéis ser a continuación, trasladaos al momento de despliegue dentro de
vosotros y permaneced apaciblemente dentro de cada célula de vuestro cuerpo; no
penséis en quien deseáis ser, sino en quienes sois en este momento.
Cuando avancéis por
vuestra expansión, luego por la estasis/comunión, y más tarde descendáis al ser
en la contracción, seguid la oscilación en toda su trayectoria. Encontraréis
una capa de dolor, pero superadla para llegar hasta el niño. Cuando cojáis al
niño de la mano, profundizad hasta el núcleo de vuestro ser, hasta vuestra
individualidad, y adentraos en ese núcleo hasta el gran vacío que existe en el
interior del ser.
«Experimentad ese gran
vacío, ya que representa vuestro potencial».
Dentro de ese vacío
vibra toda la vida, llena, pero nonata. Aquí hay una gran calma. Permaneced en
la gracia de ese vacío interno. Ese vacío no está hueco, aunque pueda parecerlo
desde el nivel de la personalidad. Cuanto más se entra en ese vacío dentro del
ser, más vida se encuentra. Simplemente, rendíos a la seguridad y a la gracia
de ese centro interno, liberándoos de todas las ataduras.
Cuando se produzca un
movimiento a partir de la aparente nada, seguid la expansión del impulso de
vida que va hacia fuera, llenando el espacio de vida inmanifiesta. A medida que
subáis hacia el exterior, sentiréis ese impulso de vida atravesar los niveles
de vuestro campo aural. Habrá un nivel en el que la mente vuelve a empezar. Si
continuáis, pasaréis por todos los niveles de vuestro campo y por toda la
experiencia personal que hay dentro de cada nivel.
Estáis experimentando
la manifestación de la vida.
Estáis experimentando
el proceso creativo. Esta expansión se perpetúa hacia fuera indefinidamente.
Dejad que vuestra conciencia siga ese impulso hasta donde sea capaz. Sabed que
ese impulso va a los límites más distantes del universo. Son sólo vuestras
imágenes las que os limitan. Llevad vuestra conciencia a este proceso. Cuando
os extendáis, alcanzad una esfera de 360 grados lo más lejos que lleguéis.
Extendeos a través del universo infinito. Allí entraréis en comunión con todo
lo que está fuera o aparentemente fuera. Es allí donde tiene lugar la fusión.
Permaneced en ella. Luego, cuando vuestra oscilación creativa se repliegue,
seguidla una vez más.
Esta expansión y
contracción tiene lugar en todo momento. Es un impulso de expansión/estasis y
contracción/estasis múltiple. Hay impulsos rápidos e impulsos lentos. Hay
pulsos de los que jamás podréis tener conciencia mediante la mente consciente,
ya que son inconcebibles.
Y así, cuando volváis a
viajar hacia dentro, pasaréis una vez más por los niveles del campo. Mientras
se devuelve aquello que habéis aprendido a todos los niveles de vuestro campo y
por tanto a vuestra personalidad, los nuevos regalos aportan luz a vuestra
individualidad. A medida que esa luz acceda al interior del campo, las partes
de vuestro ser que están estancadas dentro de vuestra imagen negativa se iluminan.
Cuando la luz incide en el olvido por vez primera, muchas veces se experimenta
dolor. Porque evoca recuerdos. Evoca una energía y una conciencia que no han
sido claras. Al principio del proceso, a medida que recorráis los niveles
emocionales del campo, sentiréis vuestro dolor emocional. No detengáis la
marcha. Seguid aportando luz y rociar con ella todas esas decepciones, todos
los temores, todos los pesares, todas las tristezas, toda la aflicción que
habéis experimentado en vuestra vida. Si seguís el impulso en su trayectoria
descendente, aportando luz y la comprensión de que sois uno con todo lo que es,
seréis uno con el dolor. Sois uno con los individuos que están implicados en
ese dolor. Y así, en la fusión de la dualidad que aparentemente existe entre
vosotros y aquéllos implicados en un incidente doloroso en vuestra vida, nace
el amor. Porque aquello que es tocado por la luz creará amor. Porque la
comunión crea amor. A medida que profundicéis en el dolor y el miedo, el propio
proceso de esta comunión crea amor. Es llevado hasta el niño interno y colocado
a sus pies, y ese amor toca la herida original del niño y se cura. Sigue
bajando hasta la estrella del núcleo, la esencia de quien sois. Una vez más,
accedéis al vacío, después de haber traído más luz a la luz interna. Permaneced
en la madre en gracia. Con esta gracia, estáis en comunión con la gran madre, y
nuevamente nace el amor.
Posteriormente,
comienza el movimiento hacia el exterior. El niño, una vez saciado, se aleja.
Habiendo nacido del amor, entra en sí mismo, siente su ser individual y su
cuerpo. Le gusta y ama lo que siente. Tiene más amor por sí mismo. Se comprende
y de este modo descubre su valor. Siendo valioso, siente su amor por los demás
y sigue hacia fuera. Este amor por los demás evoca el amor de éstos. El niño
recibe el amor y la valoración que le devuelven los demás. La valoración
amorosa aporta valentía mientras la conciencia del niño se extiende a través de
la voluntad divina. Siente su integridad y su divinidad y entra en éxtasis
espiritual. Al entrar en éxtasis espiritual, el niño es llevado a percibir el
modelo perfecto y el conocimiento de la mente divina. Sale al exterior, a
través de los límites lejanos del universo, hacia lo que se ha llamado el
padre, y se acerca a la fusión una vez más. Vuestro ser interno se desplaza a
través del universo manifiesto, creando más vida en el proceso, aportando los
regalos que el ser individual ha manifestado al universo.
Así es el proceso
creativo. Disuelve el dualismo. De este modo, vosotros creáis el mundo que os
rodea: mediante la expansión, estasis y comunión con el universo que hay
alrededor; y la contracción, estasis y comunión con vuestra individualidad
interior. Es vosotros... El ser expansivo
Aquello que es tocado
por la luz creará amor. Porque la comunión crea amor.
Barbara Ann Brennana
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