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miércoles, 24 de agosto de 2016

SIENTE LA LIBERTAD


SIENTE LA LIBERTAD

Ahora toca sentirse más libre aún, dejar atrás la búsqueda sin aparcar el deseo que siempre te nacerá del corazón, de tu pureza que Es, que ya Es, y no salir más afuera. Todo lo dejas en tus manos, las verdaderas manos que acarician la espuma de todas las olas. En ese estado de ahora ya Eres, sin salirte de él, y siendo consciente de todo cuanto te rodea. Cuando vengan pequeñas sensaciones de no sentirte bien, tampoco las rechaces, siéntelas para ti dejando al mundo ser, aceptándolas con tu abrazo de infinito amor. Esto no te fallará nunca y volverás a ti porque renaces de una aceptación honesta. Entonces, tras esto, necesitas tal vez comprender, grabarte con transparencia que cuando vengan momentos de pequeños dolores (mejor verlos pequeños y ayudas a mantener el equilibrio y el sin rechazo), ya estabas preparado/a para ellos porque te aseguraste, sabías, sentías en una meditación (por ejem.) QUE VAS A SEGUIR SINTIENDO DESDE LA LIBERTAD QUE ERES. 

Ahora ya tienes claro que toda lucha interna es inútil (aunque todo sirva), entonces... ¡a que esperas...! PERMITE MAS AMOR AL MUNDO DESDE EL SIN LUGAR QUE ERES, porque ya ninguna huida te alcanza, ningún escondite es apto para ti. Comprendiste el teatro de esta parte del universo y me ayudas con tus nuevas comprensiones que ahondan y llegan hasta la roca que eres. Eres esa roca en fortaleza, sí, y estas anclado/a en el puerto de la vida y los barcos perdidos podrán ver tu luz para llegar a Casa. Me ayudas, no sabes cuánto me ayudas. Tú y tu deseo natural te han llevado bien lejos, y veo la sencillez de cómo recibes esto en emoción y alegría. Tu sonrisa mueve y vuelve al mundo. Ese es tu nuevo canto que todos pueden ver. Tu sonrisa interna canta en la calle triste, en las plazas inestables, en las colas de espera, tu sonrisa interna y la externa es creadora de oportunidades para otros, y otros verán, y lo veras tú también cómo se dirigen al cambio. 

¿Puedes ver de dónde nace esta emoción? Es tu emoción, porque no hago otra cosa que dejar de pensar en ti, en quien soltó las dependencias emocionales que tenías hacia los demás. Tú ya te puedes sentir libre de toda dependencia y, si alguna quiere volver a asomar la cara, vuelve a sacar tu sonrisa sin dejar de sentir lo que toque en ese momento. Esa es tu verdad, tu espada brillante cuyo filo, el que corta esquemas a los demás, es tu sinceridad, tu honestidad llamando más que nunca a las cosas por su nombre. Porque tú no tienes nombre, el personaje saltó fuera del barco ahogándose hacia otros renaceres, otros reciclados pero tú te quedaste a bordo para pilotar tu vida, aquello que no necesita galones (ego) para entrar a ningún lugar. Tú eres la vida. Y en breve, la vida que eres ya se puede sentir UNO CON TODO. Y si empiezas a sentirte uno con todo, no me necesitas, porque quiero que tengas claro que yo solo soy otro más, así que no te enganches a nadie, A NADIE. 

Porque si te enganchas a alguien tú sabes que después tendrás que soltarlo. Solo si encuentras o ya tienes a tu alma gemela (en esto no existe el significado de enganche), porque ambos son uno más que cualquier otra cosa del mundo. Pero vuelve a ti, no pienses mucho porque ahora quiero hablarte del silencio y esto se me hace bien cuesta arriba para describirlo porque ME QUEDO SIN PALABRAS, no puedo avanzar intentando explicarte... Si tuviéramos la forma de poderte decir que en el silencio interno lo ves todo... entonces no tendríamos esa dificultad. Pero no podemos explicártelo, ya que, aunque nos salgan estas palabras sin pensarlas, casi del tirón, el silencio va mucho más allá porque sería como intentar describirte, y ahí, tenemos un problema que nace del no problema, de no poder describir lo que no tiene nombres, nace del todo y la nada que eres y nace cómo no, del amor que te damos y que a veces puede que te llegue. 

Y el amor no es tan solo unos dedos que corren por un teclado y quisiera tocarte, porque no necesito tocarme a mí mismo (dos en uno) que eres tú para saber que estas, que estoy, que soy, que eres, que somos. No, el amor es el silencio, es el que un día me llamo a filas, a esas filas donde ya no puedo recordar qué sentía cuando me encontraba mal, aunque lo intente, aunque tenga la teoría. El amor-silencio que eres es el que camina con la cabeza alta y sin aquellos galones ya, desde una plena libertad de ofrecerle al mundo entero TU SILENCIO MAESTRO. El que da, el que solo vive dando, solo dando ERES, y solo a la intemperie de la vida que eres puedes darlo todo. Sigue en esta nueva y por siempre emoción que llega a ti ahora desde ti, en un presente presencial. Sigue, no pares nunca, te veo pues ya me ves y ahora, en ese silencio que no permite que ningún pensamiento se entremezcle con estas letras que nacen de ti, SOMOS UNO.

Y aquí tuve que parar un poco, la emoción que me subió sin dejar de mirarme..., uff..., es otro silencio que tampoco me dejan introducírtelo como me gustaría. Me llegó una imagen de ti con los ojos cerrados que me hizo abrirlos y tocarme el pecho. Erais vosotros leyendo vuestra vida en otro lugar no habitual que tampoco puedo describirlo y todo se llenó de más silencio, de más vosotros. Sí, erais vosotros empezando a escribir vuestros propios escritos importando solo el que escribe en el momento de la escritura, hablando cada uno desde uno mismo con la experiencia que te proporcionó tu individualidad física. Algo me dice que ya tienes suficiente información (va en concordancia a tu cansancio), que algo cansado/a estás de buscar más información y te vas a lanzar a dejar de copiar y pegar y poner tus cosas en tus verdaderas manos con el silencio que eres. A otros que buscan aún, les servirá la experiencia que no les has contado. 

Porque ya nada importa lo que piensen los demás si de todas formas no van a cambiar la libertad que eres porque hay cosas (y sabes de que te hablo) que ya no tienen marcha atrás. Si conseguí tocarte y viste mi mano, entonces es tu mano.

AHORA QUE ERES LIBRE, TU DECIDES SEGUIR DANDO (TE).



LA VERDAD por 
Leticia R. Villaseñor & Javier G. Delgado

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