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martes, 2 de agosto de 2016
Misión de Jesús en la Tierra. 2º
Misión de Jesús en la Tierra. II
Pues hay muchas religiones en la Tierra, muchas de ellas monoteístas, que establecen unos mandamientos bastante estrictos, y según dicen sus autoridades, son voluntad de Dios. ¿Qué opinión te merecen?
Todas aquellas doctrinas o religiones que se basan en la imposición de unos dogmas por un criterio de autoridad y no respetan la ley espiritual del libre albedrío no pueden ser verdaderas, ni consideradas dichas por Dios o por la espiritualidad superior.
Tampoco, por tanto, pueden considerarse las autoridades de estas religiones verdaderos guías espirituales, ya que un guía espiritual nunca utiliza la fuerza o la manipulación ni pretende imponer determinados preceptos.
¿Entonces quieres decir que las religiones de la Tierra no son verdaderas respecto a que no representan la voluntad de Dios?
En todas hay una parte de verdad, que suele ser la inspiración de algunos seres evolutivamente más avanzados, y un mucho de falsedad, que suele ser el producto de los añadidos que otros autores hacen en función de intereses terrenales.
¿Me puedes poner un ejemplo?
Sí. Por ejemplo, en el antiguo testamento los diez mandamientos son unas normas bastante correctas, y obedecen a mensajes de seres espiritualmente avanzados. Uno de los mandamientos es “no matarás”. Sin embargo también hay en el mismo texto del antiguo testamento pasajes en los que supuestamente Dios envía al pueblo de Israel a atacar otros pueblos para conquistar una supuesta “tierra prometida”, y por supuesto, en esos ataques se lucha y se mata a otros seres humanos. Con lo cual, si esto fuera así, uno deduce que Dios le está diciendo a su pueblo que mate. Ocurre entonces que el segundo mensaje (“matarás”) contradice al primero “no matarás”. ¿Y cómo se resuelve esta aparente paradoja? O bien Dios se contradice a sí mismo, lo cual resultaría inaceptable para un ser de tanta evolución, o bien deberemos admitir que cada instrucción proviene de autores diferentes, que tienen motivaciones diferentes Y entre esos dos mensajes, no matarás y matarás, ¿cuál es el que el sentido común nos dice que es más avanzado espiritualmente?
Para mí, el de no matarás.
Si admitimos que este mensaje viene de la espiritualidad superior, entonces el contrario no puede venir de la misma fuente.
¿Y de dónde vendría entonces?
De aquellos que estaban interesados en la invasión.
Bueno, pero esto es un ejemplo del pasado.
Que se sigue repitiendo en el presente. ¿Acaso no hay muchos líderes actuales de la Tierra que supuestamente son fervorosos creyentes en Dios, que siempre acaban sus discursos con un “que Dios os bendiga”, pero que no tienen ningún reparo en enviar a sus conciudadanos a invadir otros países, causando millones de muertes y destruyendo millones de hogares por varias generaciones? ¿Acaso no utilizan salmos de la Biblia o expresiones como “Confiamos en Dios”, o “Dios está con nosotros” como reclamo para justificar sus acciones? Tened por segura una cosa: Dios, o la espiritualidad superior, jamás estará de parte de ningún bando de una contienda, ni apoyará ninguna invasión ni conquista, porque de hacerlo estaría violando él mismo una de las leyes que estableció para el Universo, que es la ley del amor.
Esta es la gente que viola el mandamiento de “no utilizarás el nombre de Dios en vano”, un mandamiento que supuestamente deben cumplir los creyentes del judaísmo y el cristianismo; y sin embargo, intentan justificar sus atrocidades utilizando el nombre de Dios, como si Dios estuviera de acuerdo en cometer tales atropellos contra sus criaturas. Esto es utilizar el nombre de Dios en vano, y no utilizar la palabra “Dios” en expresiones vulgares, como cree alguna gente.
Entonces, ¿qué hay del pueblo elegido por Dios?
No hay pueblos ni personas privilegiadas para Dios. Dios, o la espiritualidad superior, no se liga específicamente a unos pueblos o razas determinadas en detrimento de las demás, sino que hace un llamamiento a todos los seres a participar en el desarrollo del plan evolutivo, y es cada espíritu el que decide si quiere o no colaborar. Por supuesto, no obliga a nadie a seguir sus leyes. Cada uno, de acuerdo a su voluntad y su capacidad, adquirirá, si así lo desea, un compromiso para desarrollar una tarea concreta dentro del plan de evolución espiritual, tanto a nivel individual como colectivo, de la humanidad en la que encarna. Esa es la elección, la del espíritu. Por tanto, un “elegido” no es más que aquel que abre su interior a la espiritualidad superior y se compromete a seguir la ley del amor en su vida para que, además de evolucionar él mismo, sirva de ejemplo a otros seres que todavía no se han abierto interiormente a esta llamada.
¿Y estas personas que se abren a esa llamada del mundo espiritual, tienen algo que ver con los místicos o los profetas?
Mira, el contacto directo con el mundo espiritual no está reservado sólo a unos pocos. Ya he dicho que todo el mundo tiene una conexión directa, su propia conexión personal, con Dios, con la espiritualidad superior, con sus propios guías, y cada uno lo va a experimentar de una manera. Lo importante es buscar esa conexión sinceramente, con humildad, y que el motivo de esa búsqueda sea avanzar espiritualmente, y a cada cual se le dará lo que necesite. Lo importante no es la espectacularidad de las experiencias, sino que esas experiencias le sirvan a uno para avanzar en el amor, no para justificarse en sus defectos. Desafortunadamente, hay mucha gente que, motivada por el deseo de ser o de aparecer como alguien importante ante los demás, una especie de “maestro ascendido” o algo por el estilo, se autosugestiona experiencias que no son reales, y que pueden llevar a engaño a otra gente.
O los hay que, tras haber tenido experiencias reales de contacto espiritual, en vez de utilizarlas para su propio avance espiritual o para ayudar a los demás, las han utilizado para engrandecerse y creerse superiores y exigen que los demás les traten como si fueran dioses. Es el defecto de la vanidad lo que le hace a uno buscar la admiración de los demás en vez de buscar cómo mejorarse a sí mismo. Desgraciadamente esto es muy frecuente en vuestro mundo.
¿Y qué es un profeta?
Un profeta es un enviado de la espiritualidad superior para enseñar la verdad sobre el mundo espiritual y para advertir a la gente de cada época de las consecuencias de los actos en contra de la ley del amor. Generalmente, son espíritus más avanzados que la media del planeta en el que encarnan, ya que de otro modo no podrían desempeñar la misión que se les ha encomendado. Al mismo tiempo que están ayudando, se ayudan a sí mismos a evolucionar, poniendo a prueba su capacidad de amar, ya que generalmente son repudiados, rechazados, torturados, vilipendiados o ridiculizados por las sociedades en las que se han encarnado. No son seres con privilegios divinos especiales, como comúnmente se cree, puesto que su capacidad espiritual ha sido conseguida por propio mérito en la rueda de encarnaciones, aunque éstas pudieran haberse dado en otros mundos. Se trata, pues, de alumnos mayores que se ponen en contacto con alumnos de menor edad para ayudarles en su educación.
La diferencia es que no podemos reconocerles por su aspecto físico ni por su edad, ya que encarnan en las mismas condiciones que el resto. Algún día cualquiera de los seres que habitan vuestro planeta, cuando haya evolucionado lo suficiente, podrá desempeñar la función de profeta en un mundo habitado por una humanidad de menor evolución.
¿Pero no ocurre a menudo que hay personas a las que se cree grandes maestros y luego se descubre que son unos aprovechados, que amasan grandes fortunas a costa de la ingenuidad de la gente?
Así es. Hay muchos farsantes. Pero también hay muchos que empiezan bien y al principio van por buen camino, y por eso se les da la ayuda espiritual que necesitan. El problema viene cuando se dejan deslumbrar por el efecto que causan en la gente, que está muy necesitada de respuestas, y cuando encuentran a alguien que les despierta el interior se sienten muy agradecidos con él y buscan hacérselo notar. Creen que son ellos los que deslumbran, cuando en realidad es la luz del conocimiento espiritual del cual debían ser portadores lo que les hace llegar a la gente. Erróneamente, la gente empieza a venerarles como si fueran dioses. Si se trata de personas que todavía no conocen bien el egoísmo y sus manifestaciones y no luchan para vencerlo en sí mismos, su ego se engrandece hasta el punto de creerse por encima de todo y de todos. Y, en vez de servir a los demás, ocurre lo contrario.
Buscan que los demás les sirvan a ellos, que sean como súbditos o esclavos morales, que les obedezcan ciegamente, sin cuestionar jamás ninguna de sus decisiones y deseos. Y entonces, poco a poco, la luz se va apagando, los sentimientos desaparecen y la inspiración se pierde. En ausencia de la inspiración espiritual, el egoísmo toma el control de la mente y, a partir de entonces, los mensajes que dan son confusos y contradictorios. Y lo que pudiera haber de verdad es sólo un recuerdo confuso de lo que una vez tuvieron y no supieron cuidar, cubierto por un montón de falsedades destinadas a justificar la exaltación de su ego.
¿Cómo distinguir a un verdadero profeta de uno que es un embaucador? Es decir, ¿cuáles son los requisitos que debería reunir, según tú, un auténtico profeta, guía o mensajero espiritual?
Los guías espirituales desencarnados ayudan a todos los espíritus sin ningún tipo de distinción. La espiritualidad auténtica no conoce fronteras ni diferencias económicas, de raza, religión o de cualquier otro tipo. Por lo tanto, no discrimina entre ricos y pobres, blancos y negros, creyentes y no creyentes, ya que estas diferencias son sólo una condición temporal y circunstancial del encarnado, y cambia de unas vidas a otras. Aquellos que se consideren dignos de propagar el mensaje espiritual han de actuar de la misma forma. Un auténtico guía espiritual encarnado intenta vivir su vida conforme a las leyes espirituales, sin ningún alarde y con humildad. Está dispuesto a ayudar y a esclarecer sin recibir nada a cambio. Por ello, todos aquellos que pretenden recibir compensaciones económicas o de otro tipo por desvelar supuestas verdades espirituales no pueden considerarse verdaderos guías espirituales, ya que no hay verdades “sólo para abonados”.
Un auténtico maestro respeta el libre albedrío, es decir, nunca intenta imponer su criterio a los demás, sino que predica con el ejemplo y deja libertad a los demás para tomar o dejar lo que se les ofrece. Por tanto, no hace uso nunca del principio de autoridad para justificarse, es decir, nunca dirá: “Esto es así porque yo lo digo, que para eso soy el maestro, el iluminado o el representante de Dios”. La elevación del mensaje en sí es suficiente para convencer a los que están receptivos, y si no interesa o no convence a otras personas, están en su libre albedrío de manifestarlo y de seguir libremente su camino, sin que por ello deban ser obligados o coaccionados a creer o admitir algo que no desean.
¿Algún consejo para no dejarse atrapar por los falsos maestros o la falsa espiritualidad?
Jamás renunciéis a vuestra voluntad por una creencia, sea ésta una religión, una ideología política o filosófica, por muy elevada que parezca, porque si se os pide que renunciéis a vuestra voluntad, que renunciéis a vuestra libertad por ella, tened por seguro que no merece la pena. Analizad los mensajes, no idolatréis al mensajero. Si el mensaje no os convence, exponed vuestras dudas y exigid aclaraciones, y si seguís sin identificaros con dicho mensaje, entonces rechazadlo. No aceptéis nada por dogma de fe, que os exija creer sin comprender. Lo que no se interioriza por experiencia propia, por sentimiento, por comprensión, por análisis, sino que se hace como una imposición externa que no se comprende y sólo se acata por un principio de autoridad, es decir, porque alguien supuestamente divino lo dice, no sirve para evolucionar ni para ser más feliz, porque el espíritu sólo es feliz en libertad. Por tanto, nada de fe ciega, ni de estamentos que controlan y manipulan la espiritualidad.
Buscad las respuestas en vuestro interior, que es mucho más sabio de lo que creéis, porque tiene una conexión directa con vuestros propios guías espirituales, con la espiritualidad superior.
Pues hay muchas religiones que consideran que el contacto con los espíritus es una cosa del demonio y consideran que buscar el contacto con los espíritus es algo pernicioso y diabólico ya que, según ellos, la Biblia prohíbe este tipo de contactos y, si la Biblia es la palabra de Dios, significa que el mismo Dios prohíbe estos contactos. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Es que aceptar que cada uno tiene su propia conexión con la espiritualidad superior, llamémosle Dios, o guías espirituales, hace perder protagonismo y poder a las autoridades eclesiásticas, y entonces dejan de poder manejar la voluntad de los fieles a su antojo. Se contradicen a sí mismos, porque si ellos consideran que sus escritos sagrados son palabra de Dios y que han sido escritos por alguien inspirado por Dios, esto implica que han tenido algún contacto con el mundo espiritual de tipo mediúmnico, el mismo contacto que niegan a sus fieles y que reservan sólo a los autores del pasado que escribieron aquello que ellos veneran. Jesús y otros profetas avanzados buscaron ese contacto con la espiritualidad superior y fueron inspirados y ayudados en sus misiones por espíritus avanzados, y esto es un contacto con el mundo espiritual en toda regla, en el que el ser encarnado recibe el consejo y la ayuda de entidades espirituales desencarnadas.
De manera que si se censura la mediumnidad, también se deberá censurar al propio Jesús, ya que Jesús actuó como un médium muy potente, como transmisor de un mensaje del mundo espiritual a los humanos que vivieron en aquella época.
Ya, pero ellos dirán que Jesús era el hijo de Dios y que era el propio Dios el que lo inspiraba y no un espíritu.
¿Cómo saben ellos si el que inspiró a un profeta que vivió hace más de dos mil años ha sido Dios, el Espíritu Santo, o el mismísimo Diablo, si todo se ha de creer por fe ciega y no se admite el análisis de los mensajes?
De hecho, si ahora encarnara un auténtico profeta de los del antiguo testamento que fue autor de algunos de los escritos que ellos consideran palabra de Dios y que veneran tan profundamente y escribiera nuevos mensajes espirituales que aclararan y ampliarán el trabajo hecho en otras vidas, poniéndoles en evidencia, al igual que lo hicieron los profetas antiguos con las autoridades religiosas de la antigüedad, esas mismas personas se reirían en su cara o harían ver que esa persona está loca, que está contactando con el demonio o algo parecido, sin ni siquiera permitir que se analizara la calidad del mensaje que ha recibido.
Actuemos con sentido común. La calidad del mensaje es la única forma de conocer la capacidad del autor, porque ¿quién puede creer que alguien de la actualidad que promueva en sus mensajes la violencia, la guerra y el odio de unos seres humanos contra otros es un enviado de Dios? Pues si no lo admitimos de un contemporáneo nuestro, ¿por qué lo habríamos de admitir de un autor del pasado, por muy antiguo que este sea? ¿Qué es lo que lo hace especial, el ser muy antiguo? Entonces erijamos en dioses a los dinosaurios, a los tiburones o a las hormigas, que aparecieron antes en este mundo que cualquiera de los escritores de la antigüedad. Si el mensaje de Jesús ha tenido tanto impacto en la humanidad no fue porque lo hubiera dicho Jesús, sino por la grandeza del mensaje en sí mismo, que era la expresión del amor incondicional.
Pero los poderosos de este mundo, ante la imposibilidad de frenar su expansión, y temiendo que ello acabaría con sus privilegios y abusos, se apropiaron de la figura de Jesús, tomaron ese mensaje y lo adulteraron de tal manera que casi consiguen hacernos creer lo contrario de lo que el mensaje decía, poniendo en boca de Jesús lo que él nunca dijo, palabras que contradicen el propio mensaje original, lo que ellos querrían que hubiera dicho para mantener sus privilegios y su poder.
Supongo que cualquier cosa que hiciera Jesús siempre estaría bien vista por un cristiano, ya que ellos lo consideran el mismo Dios o el hijo de Dios. Lo que no estarán dispuestos a admitir es que una persona normal contacte directamente con espíritus.
Les sorprendería saber que los contactos con espíritus benefactores eran muy frecuentes entre los primeros cristianos, que eran de esta manera fortalecidos desde el mundo espiritual para soportar las tremendas persecuciones que se lanzaron contra ellos. También sabían los primeros cristianos que al orar con amor se atraían la influencia y las manifestaciones de los espíritus avanzados. En el propio nuevo testamento, en los Hechos de los Apóstoles, tenéis el ejemplo de cómo el propio Jesús se les aparecía y desaparecía a voluntad en espíritu a los apóstoles después de haber desencarnado. Posteriormente, la propia iglesia persiguió este tipo de manifestaciones, porque temían que de ellas surgiera de nuevo la semilla del amor y que ésta germinara de nuevo en los corazones y los liberara de la oscuridad espiritual en la que aquella institución religiosa había sumido a la humanidad.
No vino Jesús, pero vinieron otros espíritus bien elevados con contacto directo con el mundo espiritual, que hicieron mucho bien, curando y atendiendo a los desfavorecidos. Muchos de ellos fueron quemados por la Inquisición bajo la acusación de brujería o herejía.
Ya pero, parece que sí existen personas que se han reunido para invocar espíritus malignos con la intención de conseguir ciertos poderes mágicos que les den la capacidad de dominar a otros seres o de conseguir riquezas o poder. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Este tipo de contactos se han producido y se seguirán produciendo, mientras existan espíritus en el mundo llenos de egoísmo, sedientos de riqueza y poder. Estos contactos sí que son perniciosos y nada recomendables, porque las personas que se mueven con este tipo de intenciones acaban siendo víctimas propiciatorias de espíritus de su mismo nivel, que harán todo lo posible por mantenerlos bajo su dominio y les convertirán en sus esclavos para cometer las mayores barbaridades. Pero porque haya personas que hayan utilizado la mediumnidad para contactar con espíritus inferiores con intención de hacer daño a otras personas no podemos concluir que todo el contacto con el mundo espiritual a través de los médiums sea pernicioso. ¿O es que os resultaría razonable que porque haya personas que utilicen Internet con fines perniciosos las autoridades prohibieran toda la comunicación a través de la red para cualquier uso y a todo el mundo?
La lógica nos dice que habrá que limitar su uso sólo cuando atente contra la integridad de la gente, y no en general.
¿Entonces por qué existe tanta oposición en el mundo al contacto con los espíritus?
Lo que pasa es que la manera en que las autoridades de muchas religiones y otros poderes de vuestro mundo mantienen su control es evitando que cada uno logre por su cuenta el contacto con Dios, con su guía espiritual. Existen multitud de películas que se hacen con la intención expresa de mantener ese miedo al contacto con el mundo espiritual, haciendo creer que todo contacto va a ser terrorífico, como en las películas de miedo tipo La invasión de los muertos vivientes, Poltergeist o El exorcista. Así, cada uno, a través del miedo, actúa como inquisidor de sí mismo y cada vez que pueda plantearse la posibilidad de recibir un mensaje del mundo espiritual, de la forma que sea (intuiciones, sueños, etc), ya se encarga el miedo de reprimirlo y malinterpretarlo.
También has dicho que la creencia de que la Iglesia y los sacerdotes son los intermediarios de Dios en la Tierra no es correcta.
Así es.
¿En qué te basas para decir esto?
Creo que si leemos correctamente la relación que tuvo Jesús con las castas sacerdotales de su época llegaremos a la conclusión de que jamás tuvo Jesús intención de que se creara una casta sacerdotal y una jerarquía como la que la Iglesia Católica ha creado, que es una copia bastante fiel de la Iglesia hebrea de aquellos tiempos.
Él vino a enseñar que cada uno tiene su propia conexión con Dios, y a destruir la falsa idea de que sólo a través de los sacerdotes puede uno contactar con Dios.
De hecho, una buena parte de la predicación pública se la pasó Jesús lidiando con los sacerdotes hebreos que veían en él un serio competidor, que no hacía más que ponerlos en evidencia. Y tenían razón, porque Jesús no paró de repetir de diversas formas, una y otra vez, el siguiente mensaje: “Oíd, esta gente no son los intermediarios de Dios, porque están más ocupados en mantenerse económicamente a costa de vosotros que en proporcionar una ayuda espiritual adecuada. Os han liado con sus leyes absurdas. No los necesitáis. Lo único que vale para entrar en el reino de Dios es amar”.
Este mensaje fue captado por las castas sacerdotales y, viendo que si la gente tomaba conciencia se iban a quedar en el paro, actuaron en consecuencia, y lo mataron.
¿Y por qué la Iglesia Católica ha acabado pareciéndose tanto a la hebrea?
Al principio no fue así, porque para ser seguidor del mensaje de amor de Jesús tenías que estar muy convencido, ya que te estabas jugando el pellejo en cada momento, con las continuas persecuciones a las que estaban sometidos los cristianos, tanto por los judíos primero como por los romanos después. Pero viendo los poderosos que, a pesar de sus esfuerzos por eliminar a los seguidores de aquella filosofía tan perniciosa para sus intereses egoístas, no paraba de crecer el número de adeptos, optaron por la estrategia de “si no puedes con el enemigo, únete a él”. A partir de la conversión del emperador Constantino, que decreta la conversión al Cristianismo de todo el Imperio Romano, entran a ser cristianos un montón de gente por la fuerza, y no por la creencia en el mensaje. Y, al ser los cristianos forzosos mayoría, lo estropearon todo. Ahí se acabó el amor al prójimo.
Los antiguos sumos sacerdotes de los cultos anteriores y sus fieles se cambiaron de chaqueta y se pasaron al Cristianismo sin ninguna transformación espiritual y empezaron a ocupar los cargos importantes. Porque no creeréis que los ex sumos sacerdotes de los cultos anteriores iban a soportar ser uno más de los creyentes. Querían mantener su cuota de poder. Así que cambiaron el gorro de sumo sacerdote por el de obispo de la Iglesia Cristiana. Ni siquiera se cambiaron de gorro, porque hasta el gorro del Papa y los obispos, la mitra, viene de otra religión. Se le llama así porque lo llevaban los sacerdotes del antiguo culto a Mitra, una de las divinidades adoradas por los romanos. Adaptaron al Cristianismo muchos los rituales de sus religiones anteriores y adulteraron el mensaje de amor al prójimo original con otras ideas contrarias a este mensaje. Y así nació la Iglesia Católica.
Como Jesús hubiera dicho, no se puede ser servir a Dios y al dinero al mismo tiempo, y la Iglesia Católica, como la hebrea de hace 2000 años, desde casi el principio, ya tomó partido por lo segundo.
Entonces, la infalibilidad del Papa y que sea el representante de Dios en la Tierra...
Todo es falso, claro. Se puede equivocar tanto como cualquier humano. Su conexión con el mundo espiritual no tiene ningún privilegio respecto a cualquier otra persona. La conexión con la espiritualidad superior se hace cada vez más fuerte con el trabajo personal de amor incondicional, no por la concesión de ningún título terrenal, por muy magnánimo que este sea.
¿Y de dónde procede pues esta idea?
Como ya he dicho, de los propios jerarcas de la Iglesia. Es una manera de justificar sus actos, que generalmente estaban movidos por la ambición de poder y de riquezas, para que nadie les discutiera. Si eran capaces de convencer a la gente de que ellos eran imprescindibles para la salvación, podrían vivir a costa de los feligreses sin que nadie pudiera cuestionar sus actos, ya que siempre podían amenazarles con la “condena eterna” si no cumplían “los designios de Dios”, es decir, si no acataban las órdenes de “los representantes de Dios”, o sea, de ellos mismos.
LAS LEYES ESPIRITUALES
Vicent Guillem
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