“La Consciencia es radicalmente inseparable de todo lo que surge en la consciencia. Y así, no se trata de una consciencia DE pensamientos - sino que la consciencia ES los pensamientos.
No es consciencia DEL dolor, el dolor está saturado con consciencia, está hecho de consciencia, es consciencia.
Cada ola está ‘hecha de’ océano, por así decirlo, y así, al final jamás podríamos hablar siquiera de consciencia y de 'todo lo que aparece en la consciencia’. Pero quizá sea una metáfora útil, temporal, para apuntar hacia el más profundo entendimiento… que el reconocimiento de la sabiduría, de la claridad, está absolutamente incompleto sin el reconocimiento del amor, de la compasión. Realmente son inseparables, amor y sabiduría, corazón y mente, no-dualidad y dualidad, lo humano y lo divino, lo absoluto y lo relativo. Sin importar cómo lo nombres - todo apunta al ineludible hecho de que cada sensación, cada pensamiento, sin importar lo incómodo, lo intenso, lo inesperado que sea, ¡es bienvenido en ti!
Tú eres la capacidad para todo. Eres el espacio para todo lo que no ha sido amado. Eres el hogar para lo desamparado, el contenedor incontenible…
Es este radical abrazo el que siempre habíamos buscado, más allá de todas las ideas del despertar y la iluminación y nuestro intento de ser libres.
Esto es a lo que yo llamo La Más Profunda Aceptación - no la aceptación que tú haces, sino la aceptación que ya eres…”
~Jeff Foster
http://universo-espiritual.ning.com/
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