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domingo, 10 de abril de 2016

Salud y Sanación por Peter Deunov


Si os digo que algún médico puede curar os voy a engañar. El médico no puede curar, él solamente puede aliviarles, puede quitar vuestra carga y ponerles en condiciones más higiénicas. Es la naturaleza quien cura. Es el Señor quien cura.
Si tú alimentas un pensamiento negativo o cualquier odio hacia alguien, quien quiera que sea, - siempre estarás enfermo y difícilmente podrás curarte. Los pensamientos negativos son malos conductores de las fuerzas del hombre.
La infección aparece ahí donde hay sitios obscuros. Las enfermedades se deben a la impureza y a la obscuridad.
Estás enfermo porque has salido fuera del Señor, porque no has guardado las leyes Divinas y las leyes de la naturaleza. Irás al Señor y dirás: “Señor, puesto que no cumplo Tu voluntad, por esto me he enfermado. Ahora la cumpliré para que sane”.
Un día cuando los científicos aprendan las leyes de la luz y del calor, curarán todas las enfermedades con la energía de la luz y del calor. No quedará ni una enfermedad incurable.
En el aire hay un elemento nuevo, que ahora (1931) entra. Él es tan ligero que entra por todas partes pero no se queda en ninguna parte. Con la respiración nueva, nosotros recibiremos este elemento. A través de la respiración nueva, los alquimistas han buscado la manera de alargar la vida. En él debes de detener el aire por largo tiempo y también por largo tiempo debes exhalarlo.
Que todo se haga con amor y con medida, sin forzar, - esto es salud -.
La fe, la humildad y el amor, elevan las vibraciones inferiores, las vibraciones lentas del organismo y son capaces de curar hasta la enfermedad más mala.
El pensamiento humano es capaz de echar fuera del cuerpo cualquier dolor. Hay fuerzas en la mente humana, que son capaces de echar fuera del organismo cualquier infección y enfermedad.
El hombre vanaglorioso está enfermo, incurablemente enfermo. El irritable, el envidioso, el sospechoso, el susceptible - también.
Mejor masajista que los tempranos rayos solares no hay. Cuando te curas con energía solar, pensarás sólo en la Luz. Eso de que tu negocio no va bien, de que alguien está enfermo, de que alguien ha dicho algo acerca de ti, que esto esté lejos de ti, para que aproveches como debe de ser sus cualidades curativas.
Todas las enfermedades de las cuales sufrimos son el acta de acusación contra nosotros.
Con la morfina el dolor desaparece, pero no se cura. La causa de ella viene de otro sitio, pero los médicos no la conocen y por esto no la curan. Ellos logran solamente tapar el dolor.
En el trigo se esconden fuerzas Divinas. El químico no puede encontrar estas fuerzas a través del análisis. Todos los demás alimentos son como un complemento del trigo. Comeréis el trigo y el arroz sin añadir nada. Los animales no sufren de diabetes porque comen mijo, naturalmente, sin mezclas.
El orgullo es la causa de muchas enfermedades. Todas las enfermedades se curan a través de la humildad. El hombre se libera de los estados dolorosos a través de la humildad.
Los hechos correctos aumentan el oxígeno en el cuerpo.
Los sentimientos correctos aumentan el oxígeno en el corazón.
Los pensamientos correctos aumentan el oxígeno en el cerebro.
El virus no es una célula, él utiliza el aparato de la célula para alimentarse y multiplicarse, se hace su amo y ella muere. Luego entra en otra célula. La tranquilidad, la fe, el gozo, el amor, corren los virus, ellos corren el mal.
Hay pensamientos venenosos, pero también hay sentimientos venenosos. Hay pensamientos de los cuales la dosis mínima puede cambiar toda vuestra vida. Hay sentimientos venenosos que una vez entrados en vosotros, serán como un obstáculo durante toda vuestra vida. Hay venenos en el mundo mental, en el mundo espiritual, pero sobre todo en el mundo humano. Estáis nerviosos – esto es un veneno –. La ansiedad y el miedo también son venenos. He aquí de dónde vienen diferentes enfermedades – del alma, del corazón, de la mente y del cuerpo.
Elegiréis tal comida para vosotros que sea la más pura. Guardaos de la comida abundante, pero también de pasar demasiada hambre.
En el cerebro disminuye el fósforo, porque disminuye el amor. Todos los elementos que existen en el plano físico, que deben estar presentes en el cuerpo, se someten al amor. También aquellos elementos de los cuales está formado el mundo espiritual y el mundo mental.
Nosotros guardamos nuestro cuerpo físico – la vestimenta externa –, pero no guardamos los demás cuerpos con los cuales estamos “vestidos”. El corazón y el alma también tienen cuerpos. El hombre vive no solamente con este cuerpo que vemos.
Nunca comáis un alimento que no améis. La fruta que améis actúa curativamente.
El comer mucho hace tropezar la vida espiritual. Cuanto más avanza el hombre, menos come.
El comer poco actúa curativamente.
Tres factores son necesarios para que el hombre sane: la Naturaleza, Dios y el mismo ser humano. El médico es el último que puede curarte. Después de esto viene el medio ambiente. Si estos factores están en una armonía interna, cada enfermedad se puede curar. Para que sanes, muchas criaturas visibles e invisibles deben participar en tu sanación.
Digan a la enfermedad: “¡En el Nombre del Señor, en el Cual creo, te ordeno (a la enfermedad) que salgas de mí!”
Todo lo que fermenta, vida no da. Las cosas Divinas siempre llevan fuerza dentro de sí. Comerás y beberás las cosas que Dios ha creado.
Vosotros os curáis con medicamentos – esto no es curación -. Es un ejercicio. Curación es la del Cristo “¡Levantate y anda!”
Cuando el hombre se infecta, esto muestra que su luz no es tan fuerte, o que su sangre no es tan pura. La infección aparece ahí donde hay sitios obscuros. La salud del hombre en el aspecto físico, espiritual y mental, depende de la luz que brille en él, es decir, de su candelabro. La mente puede obscurecerse y el cuerpo enfermarse. Cada hombre que es codicioso por riquezas, que es avaro, que es envidioso, que teme, tiene una mente obscurecida. Si el alma está llena con amor razonable, Divino, el hombre no puede perder la luz de su mente.
No hay medicación más bella que el agua caliente, pero debéis de saber como hervirla, en qué recipiente y en qué tiempo. El agua es el primer elemento de la vida y su mejor conductor, es el elixir de la vida. Los medicamentos solamente tapan la enfermedad, pero el agua cura. Ella, como también todos los líquidos, debe beberse a tragos. Que el agua se quite del fuego en el momento cuando empiece a hervir - es entonces, cuando se separa su fuerza más grande.
Los baños solares montañosos son preferibles, puesto que el ritmo del Sol no es quebrantado por la nube mental astral que envuelve la ciudad.
La pureza (interna y externa) es el medicamento más bello contra todas las enfermedades. El tono básico de la vida se adquiere a través de la pureza. Ella es conductora del color rojo. Y él, por su parte, trae aquel material del cual se edifica la vida. Este color rojo que vemos es solo una sombra del verdadero. El color rojo introducirá en vosotros alegría, calor, luz y fuerza.
Cuanto más plata tiene el hombre en su sangre, tanto más aprovechará de las energías de la Luna. La plata es su mejor conductor. Estas energías purifican el organismo. Los mismos comportamientos que hay entre la plata y la Luna, existen también entre el oro y el Sol. Si el hombre tiene oro en su sangre, el Sol puede actuar sobre él y curarle.
Si un hombre está sano, si tiene sentimientos frescos, si tiene pensamientos claros, entonces tiene oro dentro de sí. La energía solar crea el oro en el hombre.
Todo lo que se puede tomar y lo que se puede aprovechar es antes y alrededor de la salida del Sol. Cualquier cosa que se tome durante el día son trazas
Pan y agua, paz, amor, buena disposición – esta es la base para que se viva bien –.
Cuando estás agotado y decaído, dí: “Señor, he pecado en el pasado y ahora también he cometido muchos errores, pero Tú Eres Misericordioso, ayúdame a salir de esta dificultad”.
El corazón humano se cura con cariño, con amor, con bondad, con mansedumbre, con templanza, con alimento específico.

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