CRISTO VUELVE, Revela la verdad sobrecogedora
Cuarta Carta de Cristo (Cuarto Escrito)
Así como por conveniencia mis seguidores informaron sobre mi obra y enseñanzas de manera selectiva para promocionar sus propios propósitos, del mismo modo el egoísmo de ciertos individuos que eran espiritualmente ciegos, les hizo distorsionar las enseñanzas originales de Mahoma con numerosas añadiduras e interpretaciones que nunca fueron la intención de Mahoma. Es de este modo que la obra de todo gran Maestro espiritual es cubierta con la información errónea del pensamiento humano, hasta que la Verdad queda tan oscurecida por las falacias que despistan seriamente a la gente y que incluso le hacen caer en el pecado por ignorancia. Dado que ustedes y ciertas otras religiones se han adherido fuertemente a la creencia de que Adán y Eva fueron creados para vivir felizmente en el jardín de Edén; de la tentación de Eva por la serpiente; de su caída de la gracia y de su tentación a Adán, el hombre ha percibido a la mujer como la gran tentadora.
Los orígenes imaginarios de la humanidad no son verdaderos. Son meramente alegorías. Tampoco es verdad que la mujer sea la gran tentadora. Para los eunucos la mujer no tiene ningún atractivo. ¿Por qué es eso? Porque se les quita aquello que impulsa a un hombre a acostarse con una mujer.
Por consiguiente, ¿En quién está lo tentador? ¿En el hombre mismo -a quién se le puede quitar físicamente- o en la mujer que sigue siendo ella misma a pesar de todo? El hombre está hecho precisamente para plantar la semilla. Por lo tanto, debe plantarla – donde le surja la oportunidad. Se ha hecho a la mujer para recibir la semilla. En años pasados, antes del siglo XX, las mujeres eran sexualmente inactivas hasta ser seducidas por el hombre. ¿Dónde está entonces lo tentador? ¿En el hombre que despierta y seduce a la mujer, o en la mujer seducida y despertada? El hombre ha estado escondiéndose de su propia naturaleza masculina en nombre de la pureza y cargando con la responsabilidad de su caída, a la mujer. ¿Es ésta una actividad sagrada? ¿Es digna? ¿Debe continuar así? NOSOTROS hablamos con aquellos que profesan la fe musulmana, y que piensan que están ‘sin pecado’ y de ‘mente pura’ por haber envuelto a vuestras mujeres en ropa pesada para protegerse a ustedes mismos de la tentación y para evitar que otros hombres vean sus ‘posesiones’. Cuán grandemente están descaminados por sus propias pasiones. Al estar protegidos del ejercicio de sus deseos humanos, éstos simplemente aumentan hasta estallar en alguna forma brutal y virulenta. Yo – Nosotros – decimos a los hombres y mujeres en todas partes – la verdadera Pureza solamente puede ser alcanzada cuando pueden estar rodeados por toda clase de tentaciones y aún así quedarse indiferentes al deseo, indiferentes a los sentimientos terrenales, no corrompidos por la lujuria terrenal, libres de ansias y anhelos de posesiones.
La pureza en todas sus formas, trasciende todas las hambres físicas terrenales. La pureza tiene la habilidad de ver la tentación por lo que es, grosería de pensamiento y sentimiento, que atrapa los sentidos del hombre y de la mujer para que hagan cosas impuras. Una persona verdaderamente pura, tan sólo desea el ambiente limpio y honesto adecuado a su anhelo innato del amor espiritual y de la belleza de la auto – expresión en cada faceta de su vida. Ésa es la verdadera Pureza. Sin embargo, no se puede lograr la verdadera pureza si no has sentido primero largos años de tentación. Es una parte necesaria de tu desarrollo espiritual: si no has sido gravemente tentado alguna vez, y al final no has llegado a comprender que hay un camino más alto por recorrer, un camino de abnegación y de preocupación y atención sincera hacia una buena mujer, nunca obtendrás un estado de verdadera pureza. Estarás esclavizado por el deseo y te encontrarás en una constante confusión de conflicto interior. Por tanto no evites la tentación cubriendo a las mujeres en condiciones artificiales de seudo pureza. Más bien – hombres y mujeres- quítense sus ropas, reverencien los cuerpos, los unos de los otros, como las hermosas formas visibles externas de la CONSCIENCIA DIVINA interior y experimenten la liberación que la verdadera pureza espiritual les proporcionará.
Sufre grave tentación - ¡y supérala!. Lleva tu conflicto a la Consciencia Divina y busca Su poder para que te ayude a superar el ansia física, pues tan solo así encontrarás la liberación, la paz mental que básicamente estás buscando. Si en ese momento buscas alivio y liberación de tu ansia cediendo a ella, no habrá alivio ni liberación. La mismísima ansia volverá a su debido tiempo - y de nuevo conocerás el agudo conflicto. Si otra vez cedes - de nuevo, el conflicto vendrá, incluso más intenso, aguardando tu decisión de mantenerte firme en el poder de la Consciencia Divina, hasta que el ansia se quede definitivamente sometida al percibir la sagrada belleza, la Realidad detrás y dentro de toda forma física. La espiritualidad más alta entre los sexos es cuando el hombre y la mujer pueden estar desnudos juntos y en paz, en un estado de reverencia mutua de alma, mente, corazón y cuerpo.
En tal espiritualidad, lo único que siente la una hacia el otro es el amor y el cuidado por el bienestar del otro. De tal AMOR y SOLICITUD tierna y compasiva vendrá una unión extática que pocos han experimentado – y, si hay intención, se concebirá un niño de incomparable belleza de cuerpo y mente. En los siglos venideros, cuando la gente haya empezado a evolucionar espiritualmente, a cada nivel de su humanidad tal amor entre parejas será normal – y el tipo de sexo egoísta que busca tan sólo la satisfacción física que se practica en este momento, se verá como absolutamente degradante, tan odioso como la violación. En el momento presente, el camino espiritual más alto a seguir referente a los sexos, es el de reconocer y atenerse a la percepción de que: Los hombres y las mujeres fueron creados para realizar tareas especiales en la vida, adecuadas a su naturaleza subyacente. El hombre impregna a la mujer. Sin la buena voluntad y la ayuda de la mujer, el hombre iría al final de sus días – sin descendencia – sin un ser humano para continuar su nombre. Por lo tanto, el hombre debe tratar a la mujer como totalmente igual, pero nacida para realizar diferentes responsabilidades. Debe darle el respeto más alto, y amor y solicitud – en todo momento – para que sea capaz de llevar sus responsabilidades con mayor facilidad, porque es ella la que da forma visible a lo que primero se concibe en la mente.
Cuando una mujer recibe un esperma que se une con su óvulo dentro de la parte más oculta de su cuerpo, ocurre un milagro al cual tú, el hombre, no has contribuido en nada, más que con tu esperma en un momento de deleite – el cual es tu recompensa. Tan sólo podrás contribuir a mantener la salud y el desarrollo normal del ‘milagro’, al cual hayas dado vida dentro del cuerpo de tu pareja, por tu constante amor cuidadoso de su bienestar y salud, y por protegerla de todo daño externo y emocional.
Ésta es tu responsabilidad masculina. Solamente así merecerás quedarte a su lado, como padre de su hijo. Si fallas en esto, no tienes valor como padre del niño, - y no tienes valor ante ti mismo como hombre nacido para manifestar tu ‘Consciencia Divina del Padre’ espiritual dentro de tu vida física.
Un hombre que hostiga a una mujer que lleva dentro a su hijo, que le trata con desprecio, que le ofrece palabras y tratamiento físico duros y brutales, está rompiendo la Ley de la Existencia más fundamental, según la cual el varón y la mujer deben estar unidos en la igualdad de su Ser Divino. Las mujeres que son respetadas, amadas y protegidas deben igualmente respetar, amar y ofrecer renovación de espíritu y de cuerpo a su pareja, nutriendo la capacidad que tiene él de darse a ella. Una mujer que no nutre a su compañero de manera solícita, con ternura y amor, está privando a su espíritu masculino de la voluntad de soportar, al enfrentar las dificultades con las cuales se encuentra en el mundo exterior. Buscará su consuelo en otra fuente – hombres o mujeres – bebida o drogas – o aislándose dentro del hogar sin ninguna utilidad, ni para su pareja, ni para los hijos. Por lo tanto, hombres y mujeres, tienen la misma responsabilidad de cuidar y amarse el uno al otro.
Así como el Hombre debe aprender a canalizar, a diario, el ‘Aspecto del Padre’ de la Consciencia Divina hacia la familia y el trabajo, de igual manera la Mujer debe aprender a expresar el ‘Aspecto de la Madre´ de la Consciencia Divina en su vida diaria. A aquellos que niegan esta Verdad, les será negado el acceso a los Reinos Celestiales hasta que hayan aumentado su percepción espiritual y, con la ayuda de la oración, hayan cambiado su actitud. Solamente al elevar su visión por encima de la percepción humana terrenal de ‘masculino y femenino’ – y más allá de sus deseos terrenales y de los impulsos de su ‘ego’ - hacia la Realidad de la cual han tomado su ‘ser,’ podrán escapar de la rueda de la reencarnación y encontrar la entrada a la Dicha y la Gloria definitivas. Si dentro de una cultura se considera a la mujer simplemente como una posesión, objeto de los deseos del hombre, y no es tratada como una mujer, enteramente igual que el hombre, tal cultura no ha comprendido la verdadera naturaleza del hombre y la verdadera naturaleza de la mujer.
El hombre y la mujer son dos mitades iguales de una entidad. Cuando el hombre es soltero y vive solo, manifiesta un solo aspecto de su FUENTE del SER, y cuando la mujer vive sola y soltera, ella también manifiesta un solo aspecto de su FUENTE del SER. La INTENCIÓN DIVINA de la CONSCIENCIA UNIVERSAL fue la de expresar SU propia integridad a través de la creación, al individualizar, en forma física, cada uno de los dos aspectos igualmente equilibrados de SI MISMO, y luego volver a unirlos de forma física, para experimentar la unidad e integridad de la CONSCIENCIA DIVINA, desde la cual en un principio tomaron su individualidad. Al unirse en el amor y unidad de espíritu y cuerpo, descubren la alegría y el éxtasis de la CONSCIENCIA UNIVERSAL en equilibrio.
(Este proceso entero se expone claramente en las CARTAS 5 Y 7) Por lo tanto, la combinación de la masculinidad del hombre y la feminidad de la mujer es esencial para formar una ‘totalidad’ tomada de la FUENTE del SER; de esta combinación se forma un niño íntegro. Cuando estuve en el desierto en Palestina, lo primero que comprendí fue que la naturaleza dominante de la Creatividad de la CONSCIENCIA UNIVERSAL, nuestra FUENTE del SER, era la INTENCIÓN. La Intención de crear, planificar y diseñar – y luego producir aquel diseño al cultivarlo, alimentarlo, sanarlo, protegerlo y satisfacer todas sus necesidades de manera disciplinada.
Tanto el varón como la mujer han sido evolucionados de forma física y en consciencia para experimentar la INTENCIÓN y expresarla de todas las maneras posibles en sus vidas. Éste es el primerísimo acto de la creatividad. Sin INTENCIÓN no habría CREACIÓN. La INTENCIÓN es el origen de y penetra toda la existencia. La INTENCIÓN define la naturaleza de la acción –amorosa o destructiva.
El hombre y la mujer han sido individualizados para experimentar y formular la INTENCIÓN en sus vidas.
Este es el primerísimo impulso de la creatividad.
El hombre y la mujer también han sido individualizados para experimentar y expresar la FUERZA de VOLUNTAD.
La FUERZA de VOLUNTAD en el varón se experimenta y se expresa ante todo como Actividad. En formas primitivas sale al entorno para realizar su intención. Por lo tanto se pone atuendo de líder y de buscador. Fue individualizado para pensar y trabajar, para realizar sus propósitos sin el obstáculo de las emociones. La FUERZA de VOLUNTAD en la mujer, se motiva y se experimenta ante todo como Sentimiento la necesidad de nutrir la INTENCIÓN original y llevarla decididamente a la plenitud – fruición – mediante el proceso de cuidar, alimentar, vestir, reparar, enseñar, proteger.
PROPÓSITO es totalmente distinto a INTENCIÓN, puesto que el PROPÓSITO baja desde el plano mental de la INTENCIÓN, y se convierte en un empuje emocional, un deseo de formular ‘un medio de lograr el fin deseado.’ Una ‘INTENCIÓN potente para hacer algo’, se convierte en el PROPÓSITO que está detrás de la existencia continuada. De esta manera, se casa el pensamiento con el sentimiento para dar propósito a la obra de creación.
Lo masculino está constantemente rondando en búsqueda de nuevas ideas, nuevas maneras de cumplir sus intenciones, para darle propósito en la vida. Las intenciones femeninas son ‘propósitos personificados’, sensibles y estables, preparadas para sacrificarse por los seres queridos.
Por tanto, los dos IMPULSOS básicos dentro de ‘la FUENTE del SER – expresados en forma física como hombre y mujer – son interdependientes. Uno no podría sobrevivir sin el otro.
Se necesitan ambos para la continuidad de la creación. A causa de su movilidad masculina, su impulso de liderazgo, el hombre se ha considerado superior a la mujer. Esto es porque ella se queda estable, creando seguridad para el hombre. Pero el impulso femenino es el impulso del amor incondicional, el impulso digno del respeto más alto y consideración que la capacita para florecer y para realizar su propósito innato dentro del hogar en paz mental y con alegría. El papel del hombre es el de proveer seguridad física y medios materiales de subsistencia para la familia. El papel de la mujer es el de suministrar seguridad emocional y los recursos emocionales para el logro personal y la alegría, dentro del ambiente familiar. En el pasado, tanto en Oriente como en Occidente, el hombre ha ejercido su papel dominante dentro del hogar, haciendo a la mujer sumisa y obediente a su voluntad. Al hacer eso, ha torcido y distorsionado las energías de la Consciencia Divina y las ha canalizado a través de su mente y de su corazón creando una civilización desviada. También ha distorsionado la consciencia de la mujer, infundiendo en ella un profundo resentimiento ante su papel sumiso que sabe, por intuición, que no debería soportar.
Y así, él ha creado un modo de vida degradante para si mismo y para su pareja, enteramente en conflicto con la NATURALEZA de su FUENTE del SER. El hecho de que la mujer haya tenido que ejercer su impulso masculino de agresión para expresar su igualdad del ser para lograr el respeto que se merece dentro de la sociedad, quiere decir que su civilización se ha vuelto totalmente desestabilizada y enferma. La mujer está usurpando el papel masculino por desesperación, pero al hacerlo, está defraudando la intención detrás de la creación.
El hombre y la mujer han perdido su rumbo completamente.
En los países subdesarrollados, la gente vive tan sólo a medias, intentando solucionar la división entre el hombre y la mujer, a través del sexo casual. Como consecuencia, el hombre y la mujer llegan a estar aún más divididos (separados) e insatisfechos.
El conflicto en la unidad familiar crea agobio, miseria y separación aunque vivan bajo el mismo techo.
En los países ‘desarrollados’, los gabinetes psiquiátricos están llenos de personas y niños infelices que dicen no saber realmente quiénes son o cuál es su propósito en la vida.
Se lo preguntan a los ‘expertos’ que tampoco saben las respuestas. También debe recordarse que cada persona, hombre y mujer, tiene lecciones que aprender en la vida que sólo puede aprender en el sexo – y en la raza – en que cada uno se encuentra. Por eso, una mujer debe aceptar su papel en la vida como la proveedora de amor emocional y seguridad a su pareja y a sus hijos, con auto-respeto y dignidad y realizarlo todo lo mejor que pueda. Debe reconocer que el papel de proveedora de seguridad emocional es absolutamente vital para la sociedad. Ella suministra el ‘pegamento’ del amor y el bienestar que sostiene unidas a las familias, las ciudades y los países.
Cuando ella comprende cuál es su verdadero lugar y objetivo en la sociedad, y procura realizarlo y lograrlo de la manera más elevada posible, está adelantando rápidamente en el camino del amor incondicional y hacia las recompensas más altas de realización personal y de felicidad. También subirá a un nivel más elevado de consciencia – quizás como un hombre que traerá grandes beneficios a la humanidad en su próxima vida.
Del mismo modo, los hombres espiritualmente evolucionados – incluso maestros espirituales – volverán a la vida en la tierra para aprender la verdadera humildad y para poner en práctica diaria sus altos principios de la existencia como mujer amorosa que hace de madre con sabiduría, y que nutre a todos los que tienen necesidad de lo que puede ofrecer. ¿Dónde entonces está la desigualdad? Quita las escamas de tu visión e intelecto limitados para ver claramente que no debe haber desigualdad únicamente INTENCIONES compartidas para expresar todo lo que los dos habéis tomado de la Consciencia Divina, de la manera más espiritual para poder lograr la felicidad más alta posible en la tierra.
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