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viernes, 4 de marzo de 2016

Sirvamos


Traigo en la pasión de estas firmes palabras mi legado más profundo, para dejar en tu interior la relumbrante certeza de que nuestro peregrinar tiene un sentido que escapó a la razón, pero dejó en el corazón una transformadora enseñanza que nos eleva y hermana en la luz de nuevo tiempo. Ahora la existencia nos anima a servir, para experimentar lo aprendido con otro grado de entendimiento. Servir es sentir en otro cuerpo. Sigamos despertando y religando. Sirvamos.
Un mayor nivel de conciencia implica, también, un mayor nivel de responsabilidad. Es por eso que habiéndonos despertado, habiéndonos humanizado, debemos ayudar a que más personas puedan abrirse, vibrar en el amor y florecer, al saber que lo que llaman caos o destrucción es un maravilloso e insondable proceso de transformación que a todos nos invita a fluir, en vez de resistir, para trascender las fronteras que nos mantienen separados de nuestra esencia divina.
Por ley de vibración cruzarán nuestro sendero quienes estén despertando. Sus miedos, dudas y preguntas traerán a nuestra memoria el eco de los primeros pasos, pues servir permite revivir el camino recorrido. En cada palabra, acción o expresión que manifestemos, desde el corazón, veremos reflejado nuestro proceso interno. En ese mágico abrirse para compartir, en esa sana y necesaria interacción, ganaremos en comprensión al contemplar que lo vivido fue perfecto.
Conscientes de que la separación es una ilusión que cocrean los sentidos, por cada uno que se abra y sienta, notaremos un mayor gozo y apertura. Al animarlos a que confíen, recordaremos que también pasamos momentos duros en donde todo carecía de sentido. Cuando abracemos, reviviremos el valor del apoyo en la oscuridad de la confusión. En ese recordar, en ese palpitar, habrá una hermosa y sutil activación que llenará de luz el corazón, dotándolo de eterna gracia.
Vivimos instancias reveladoras en donde la solidaridad, la compasión y el amor incondicional movilizarán nuestras hebras más sensibles. Persistamos en nuestro peregrinar, pues servir es abrirse a un nuevo nivel de evolución, en el que todo está dispuesto para ayudarnos a crecer si aceptamos jugar a develar las enseñanzas ocultas. Ascendemos a una nueva dimensión, donde el corazón nos recuerda que somos Uno. Avancemos vibrando. Religuemos amando. Sirvamos.
Por Julio Andrés Pagano

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