Por eso no hace falta demostrar nada, no hace falta el forzar las cosas para que te amen, porque tú ya vales por lo que ya eres, tampoco tienes construir para lograr el ser algo, pues todo lo que hagas para demostrar tu valía, siempre será vanidad e ilusión, siempre será como un "castillo de naipes".
Disfruta el arte de ya ser "eso que eres", eso es la paz dentro de ti, que no es por esfuerzos humanos, ni es porque te reconozcan o te den un lugar, un premio o un permiso como si se tratase de una limosna del universo.
Tú ya eres independientemente a tu "GRAN OBRA", pues la obra terminará algún día y el personaje se desintegrará.
¿Entonces qué queda de ti?
Cuando no seas el padre o la madre amorosa, cuando ya no seas el médico o el profesional inteligente, el obrero o la guapa que todos admiran.
Tu esencia permanecerá y todo lo demás desaparecerá, todo se desintegrará y tú despertarás en la Fuente nuevamente, sin méritos, sin diplomas ni certificados, pues nada de eso te puede dar, ni ofrecer, ni ayudar a ser eso que siempre has sido.
Aquello que hemos olvidado por eternidades, nos estará esperando:
Tú mismo.
TODO ES PERCEPCIÓN E ILUSIÓN, NADA ES REAL Y TODO DEPENDE DE UN OBSERVADOR, QUE LE DA VIDA Y MOVIMIENTO.
Por eso, aún la "trampa" es tu gran pedagoga, el fracaso es tu maestro, tu "impotencia" es la fuerza eterna que llevas en tu interior, tu enfermedad es la salud, tu debilidad es la fortaleza, tu odio es tu amor, todo es y será trasmutado, todo son experiencias, no hay fracasos ni desaciertos, no hay infortunios, porque:
ES TU CONCIENCIA CREADORA, LA ARTÍFICE DE TODO LO QUE HAS VIVIDO, DE TODO LO QUE SE MUEVE DENTRO DE TI, DE TODO AQUELLO VISIBLE E INVISIBLE.
Roly Polanco
No hay comentarios:
Publicar un comentario