El amor es lo único que necesito para arreglar mi mundo.
Cada día me resulta mas fácil mirarme a los ojos en el espejo y decirme “Te quiero tal como eres”. Mi vida mejora sin que yo la arregle. Solía ser una persona a la que le gustaba arreglarlo todo. Arreglaba mis relaciones, mi cuenta bancaria, los problemas con mi jefe, mi salud y mi creatividad.
De pronto, un buen día descubrí la magia. Si de verdad, podía amarme, amar de veras cada parte de mi, ocurrirían milagros increíbles en mi vida. Mis problemas se disolvían y no había nada que arreglar. Así pues, el foco de mi atención ha cambiado: en lugar de arreglar los problemas, ahora me amo y confió en que el Universo me proporcionara todo lo que necesito y todo lo que deseo.
(Louise L. Hay).
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