CARTA DE DIOS PARA TI. !!!

CARTA DE DIOS PARA TI. !!! Emoticón smile

Aquieta tu mente, serena tu alma y si no lo deseas o no puedes hacerlo, no tengas fe en Mí, pero tenla en ti y en el Amor que vive en ti. Eso en cierta forma, aunque no te des cuenta, también es tener fe en Mí.

Aquiétate, cálmate, serénate, relájate, respira profundo con la mente en calma hasta que haya silencio en ti, hasta que la emoción esté serena.

Olvida por unos instantes el mundo, todas tus historias, tus deseos, insatisfaciones y quejas, dudas y temores.

Encuentra ese oculto rincón en ti en donde todo está bien, todo en calma, todo lleno de Luz.

Déjate llevar, porque a esas alturas de la quietud interior Yo estoy.

Y allí están también otros hijos míos mayores que tú, otros que antes eran como tú pero han crecido, otros que serán como tú serás y también desean ayudarte, porque igual que Yo te aman. Yo soy a través de ellos; Yo estoy en ellos como estoy en ti.

Concéntrate en tu respiración, sé consciente del aire que viene y va, imagina que ese aire es Amor; inúndate de él hasta que te sientas feliz porque mientras no te sientas feliz no has llegado a Mí, porque Yo soy Felicidad; Yo soy la Felicidad.

Porque cuando la mente está inquieta Yo no estoy allí, cuando el sentimiento hiere Yo no estoy allí, cuando el corazón no es feliz Yo no estoy allí.

Cuando hay Amor en el Alma y Felicidad en el corazón allí estoy.

Respira profundo, calma tu mente, serena tus emociones, comprende que todo está bien aunque parezca no estarlo.

Sólo Dios conoce sus Designios y todo a la larga es para el Amor, para la Felicidad, para el Bien de todos.

El hombre genera el dolor; yo no lo envío pero el dolor tiene su lugar; enseña, fortalece y purifica pero a veces se podría evitar. La función del dolor puede cumplirse sin dolor cuando se deja actuar al Amor, cuando se deja hacer a Dios Amor.

Para realizar tus deseos primero cálmate, relájate, serénate, aquiétate, para que Yo pueda expresarme en ti, para que yo pueda iluminarte y luego hacer.

Procura encontrar tu más elevado anhelo en la calma interior, en la Felicidad interna, y si la alcanzas verás que Yo tengo un propósito para ti, que por alguna finalidad te he creado.

Para algo que Yo deseo tú estás respirando en el mundo. Ese deseo mío lo he puesto en el fondo de tu corazón, pero sólo en quietud interior, en dicha y en Amor lo podrás encontrar.

Y te diré otro secreto; sólo en quietud interior y en Amor lo podrás realizar.

Porque el Amor es la Fuerza capaz de realizar los mayores milagros. Porque el Amor Yo soy. Y Yo estoy en ti; por eso el mayor Poder del Universo está en ti.

Para realizar grandes milagros cuanto menos hagas más grandes cosas harás.

Para hacer grandes prodigios en realidad no debes hacer nada, absolutamente nada.

Sólo debes dejar actuar al Amor, a Dios.

Yo sanaré enfermos, resucitaré muertos a través de tus manos si me dejas fluir a través de ti, si no pones obstáculos a la Fuerza Omnipotente del Amor.

Yo haré realidad tus anhelos más imposibles, te elevaré a las alturas.

Yo salvaré el mundo, tu mundo, a través de ti si me dejas ser, si me permites hacer.

El mayor obstáculo se llama duda, se llama no puedo, imposible, no puede ser.

Y como tú siempre eliges todo, si eliges que no puede ser entonces Yo no puedo hacer, porque respeto tu Libertad.

Yo quiero para ti lo mejor, lo más excelso, lo más sublime, la dicha más absoluta, el bien más precioso, el mayor tesoro.

Pero si me pides un mendrugo, un mendrugo te daré; si me pides un mundo, un mundo te daré si tienes fe, si me dejas hacer a través de ti.

Para el Amor no hay límites porque no hay barreras para Dios; tampoco para ti, pero tú eliges siempre tan poco...

Y Yo respeto tu Libertad y tu voluntad.

Debes comprender que si Yo soy el Amor y si tú eres causa de sufrimiento no podrás activar mi Poder.

Porque no estoy para generar dolor, sino para brindar dicha.

Pero siempre puedes elegir enderezar tus caminos, rectificar el rumbo, dejar de lado tus espinas, decidirte por el camino del Bien y luego pedir lo que sea.

Entonces Yo gustoso te lo concederé.

Enrique Barrios.