¿Fluyes o Controlas?
Encontrar la manera de cómo hacer cambios en nuestra vida, entre otros muchos aspectos, tiene que ver con el control a que nos supeditamos a nosotros mismos día a día, este control, nos mantiene rígidos, no permitimos que las cosas sucedan, tenemos la necesidad de tenerlo todo controlado. Cuando nos encontramos ante maneras de funcionar de este tipo, solemos estar estresados, sin tiempo, de mal humor y al final del día bajos de energía.
La energía para darle forma al cambio, para este propósito, nos invita a dejar de controlar, nos invita a aceptar la Vida de forma natural viviendo el momento, dejándonos llevar, purificando actitudes rígidas, abrazando la flexibilidad, dejando emerger nuestro lado más femenino, estando receptivos y fluyendo con nuestro Ser emocional, permitiendo que se exprese para purificar aquello que nos atormenta y no nos deja salir del bucle del control.
Deja hoy un poco al margen a la razón, conecta con lo que te dice el cuerpo, tu instinto no sólo está para sobrevivir, también es una fuente de sabiduría interna a tenerla en cuenta. Nuestra vitalidad sufre mucho con estados emocionales desequilibrados, porque atormentarse produce un gasto energético enorme, el cual debemos transformar, a través del perdón, de amarnos más, mucho más y trazar una línea clara, para no caer en ser desleales a nosotros mismos, por los demás, por quedar bien, por ceder nuestro poder, y un sinfín de casos que nos podemos encontrar a lo largo del día.
Debemos recordar que afrontar un cambio, siempre implica tomar una decisión desde el libre albedrío, si no lo hacemos desde la libertad, este cambio a la larga no se sostendrá, porque no contendrá la libre voluntad, no estará impregnado de sabiduría y en definitiva el miedo volverá a hacerse presente para tomar las riendas del control.
El miedo es el que necesita tenerlo todo controlado, en cambio el amor sólo fluye libremente desde el corazón, dejándose llevar, fluyendo a cada instante con lo que la vida nos invita a vivir.
Amar y perdonar, fluir y aceptar, purificar y transformar, yo soy otro tú.
(Luna auto-existente roja, kin 69)
Espejo Magnetico
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