Páginas

Páginas

sábado, 2 de mayo de 2015

DIÁLOGOS CON EL MAESTRO




Maestro... a pesar de que me has explicado muchas veces el mismo tema, no logro entender el misterio de Jesus Cristo y su redención... ¿Quieres contármelo de nuevo?
Jesús Cristo, hijo mío, no es un fenómeno aislado en el tiempo y en nuestro espacio. Cada dos mil años, más o menos, se repite su llegada y se propicia la redención.
Cristo, que es "La luz del mundo" (Sol), es el Logos del Padre (Sol Manásico) que se hace carne en cada Era en un ser venido del espacio. Hay tantos Cristos en el universo como estrellas. Este ser que encarna a Cristo asume las características de una de las doce puertas del Zodiaco; ayer Piscis, hoy Acuario...
Los directivos de estas constelaciones deben proveer a que se cumpla el misterio periódico del crecimiento del Macro Ser que es el Cosmos o Dios.
¿Por qué vienen del espacio?
Nada se da en lo bajo sin que esté autorizado por lo alto, de ahí que los 24 Ancianos responsables de la Galaxia, designen un representante idóneo, para que tomando cuerpo en el Sistema Solar, sea el Templo Crístico que realice la misión.
¿Quiere esto decir que cada Era Zodiacal propicia el nacimiento y llegada de un "Jesús Cristo"?
Ciertamente… La Jerarquía terrestre prepara la casa (planeta) y anuncia la llegada del enviado del Padre (Sol Manásico) siendo designado un nuevo Servidor de cada constelación, para que encarnado en la Tierra sea vehículo del Cristo o Sol. Su tarea es ayudada por doce gobernadores (los planetas).
Cada cerca de dos mil años nuestro planeta abre una puerta nueva al Cosmos recibiendo las influencias y los nuevos aires de un rincón del universo, propiciando así el crecimiento evolutivo.
¿Entonces en la Era Acuario, el verbo se hace carne de nuevo y habita entre nosotros?
Así fue, es y será hasta el final de los tiempos. Se realiza casi siempre una manipulación genética adecuada a determinadas razas o personas que reúnan características particulares para tal encarnación y los seres del espacio a través de este implante genético insertan los valores propicios de la Constelación o rincón del Cuerpo Macrocósmico que desea ser expresado en la materia y al hombre.
Todas las tradiciones recogen la inseminación sistemática de Vírgenes de las cuales nacieron los Arquetipos que luego dieron el cambio cultural y evolutivo de las distintas razas humanas.
¿Qué es entonces la redención?
Es un crecimiento evolutivo, el aumento del biorritmo planetario y de todo el Sistema Solar en general. Este hecho se hace comprensible al hombre por hechos, actos y modos humanos. Es como una obra teatral donde los actores se mueven con hilos enganchados a otras fuerzas más poderosas que están por encima de ellos.
Por ello, como muchas veces te he dicho, no es importante que Jesús muriera en la Cruz, cuando morían cientos de personas en el imperio Romano simultáneamente, sino que en el mismo instante de su muerte, el Sol, como está citado en el Evangelio y en crónicas astronómicas de la época, sufrió un apagón y una mutación. E1 Sol que después nos alumbró no tenia el mismo ritmo psíquico, y por tanto propició que la materia se activara en positivo.
Si lees bien vuestros textos sagrados, verás que se anuncia un nuevo apagamiento solar previo a la segunda llegada de Jesús y en igual manera se propiciará otra redención.
¡Vosotros los Hijos del Sol siempre lo supisteis y debéis divulgarlo! ¡La clave está en el Sol!
¿Pero siempre que Jesús regresa debe morir en la cruz?
Afortunadamente no, pero siempre se producirá una situación de desestabilización que por otra parte es necesaria para salir de las situaciones de letargo a las que os somete la materia.
¿Y nosotros qué pintamos en todo esto?
Vuestros espíritus, querido hijo, fueron antes revestidos de carne como seguidores del Bautista, y ahora estáis en otro espacio y en otro tiempo pero con la misma tarea que realizaréis consciente o inconscientemente. Ahora más que nunca la figura de Jesús será ponderada para bien y para mal, pues todo hace parte de la misma lógica de espera y anuncio.
Cuando el tiempo haya concluido, sembraréis el Olivo al otro lado del mar, siguiendo la ruta del Sol, vuestros hijos os reemplazarán y sobre su Sol las tres estrellas se pondrán encima de las cuatro, pues así lo manda la Ley.
Aunque parezca mentira, hijo mío, todo cuanto hace dos mil años aconteció, se repetirá casi exactamente igual. Fue el propio Jesús quien se refirió a la Nueva Pascua en la Nueva Era cuando mandó a dos de sus Discípulos a buscar a un hombre con un cántaro de agua en la mano, haciendo referencia al signo de Acuario que tú sabes bien se representa con un hombre vertiendo agua de un jarro. Y envió a dos Discípulos, puesto que son dos los milenios que habrían de pasar desde su revelación de Piscis a Acuario. (Marcos 14 13).
¿Pero habrá muertos también?
Tú lo sabes muy bien, por tanto no me hagas repetirlo de nuevo. Lo que haya de ser, será.
Gracias Maestro.
Lice Moreno.

El silencio del Maestro

No hay comentarios:

Publicar un comentario