Páginas

Páginas

lunes, 11 de mayo de 2015

APROXIMACION AL PURO AMOR I




El Amor que deben tener por los otros
debe estar libre de todo apego.
Sólo pueden confundir Amor y apego,
o bien creerlos indisociables, 
aquellos que carecen seriamente de introspección.
Observen lo que ocurre en ustedes.
Constaten que cuando sufren debido a una separación,
por tal o cual actitud de un ser amado,
o bien cuando desean que esto o aquello ocurra o que no ocurra,
no es el Amor lo que se manifiesta sino la inquietud,
el deseo, la frustración;
y que todo eso no es más que un movimiento del mental.
Movimiento acaparador y pasional
que abusivamente confunden con el Amor.
El Amor en sí mismo es un flujo silencioso,
que encuentra su felicidad y su recompensa en su propia expresión.
La distancia geográfica, la muerte o la separación, la conducta del otro,
por muy negativa que sea hacia nosotros,
en absoluto son obstáculos para el Amor.
En verdad, tal actitud es extraña a muchas costumbres,
sin embargo, quien conoce el puro Amor,
pronto es capaz de extenderlo a todas las cosas.
Sin duda que algunos en una primera lectura encontrarán el puro Amor,
desprendido de los movimientos mentales de apropiación,
codicia, inquietud y frustración, imposible de practicar.
Y sin embargo, ¡¿¡Qué puede haber más sencillo!?!
Basta con despojar al Amor de todo lo que no le pertenece
y se esconde furtivamente tras esa palabra.
Basta con ver claro en uno mismo.
Tengan el valor de observar y constatar, sin mentiras,
la diferencia que existe entre el Amor y la codicia,
entre el sentimiento de amor y el sentimiento de frustración,
entre la plenitud del Amor y el orgulloso placer de la apropiación,
entre la crispación inquieta y el flujo cálido y generoso del Amor.
No se trata de aceptar convencionalmente una diferencia evidente.
Es necesario repasar y analizar,
por medio de una observación de sí mismo intensa,
todas las características de la irreductible diferencia.
En la total percepción de esta diferencia,
el Amor y los sentimientos mencionados se revelan
pertenecientes a dos órdenes de realidad totalmente diferentes.
Sólo la falta de interiorización
y los abusos generalizados del lenguaje
y de la literatura han permitido confundirlos.
Puesto en camino por Caminante Willy

No hay comentarios:

Publicar un comentario