Tus gunas, tus cualidades fundamentales como ser humano y como ente psíquico, son tu propia productividad. Tú escoges, con cada acción y pensamiento, la altitudde tu mente y de tu vida. Todo lo que sucede tanto a ti como a tu alrededor no es nada más que tus gunas, tu personalidad básica o tu cualidad básica. A pesar de tu historia de abusos y bondades, oportunidades y desafíos, está dentro de tiel dirigir tu mente. Puedes ser un santo; puedes ser un ser humano; o puedes ser un demonio. Puedes actuar como un animal a una altura de impulso y al nivel de la Tierra; como un humano terrenal a una altitud de sentimientos y al nivel del horizonte, o como un ángel a la altura de la esencia, del Infinito y del cosmos.
Tú decides.
Tú decides.
Cada uno de ustedes tiene los tres gunas o cualidades dentro de sí: un animal, un humano normal (al que yo llamo habitante de la Tierra) y un ángel —sensible, humano consciente. Todos los tres están ahí. Cuando actúas como un animal, ignoras tu sensibilidad, actúas por impulso y necesidad. Un animal actúa de una manera muy enfocada. Si tiene hambre, tiene que comer. Si esta excitado, tiene que aparearse. Si se siente amenazado, tiene que correr o matar. El impulso es tan fuerte que actúa como una fuerza unificadora para la psique del animal. Como humano, cuando actúas como un animal eres directo, enfocado y robótico, regido por el hábito y el impulso.
Cuando actúas como un humano, como un ser mortal, dependes de las emociones. Todo lo que tienes son sentimientos, pensamientos y emociones. Puedes tener tantos que no sabes si debes actuar o no, ni qué sientes o qué no sientes; ni siquiera sabes quién eres. Cuanto más dependas de ese flujo de emociones, como si estas fueran tú, serás cada vez más y más corrupto mentalmente. Perderás la inocencia y la claridad de ser quien tú realmente eres.
Cuando actúas como un ángel, eres bondadoso, gentil, compasivo, servicial y honras tu palabra. Eres pacífico en la acción y en el descanso. Eres inocente y directo. Puedes escuchar y actuar bajo la Voluntad de Dios y la realidad de tu alma.
En esta forma, la regla de la vida es muy sencilla: aumenta cada día el ángel que hay en ti y disminuye el animal en ti. Eso es todo lo que necesitas. La mayoría de la gente actúa como un animal o como un simple mortal. Y también hace lo peor: adultera su propia cualidad. Desarrolla un falso ego, una falsa fantasía y vive una imagen respecto a sí misma. ¡Tú eres un ser humano, una realidad angelical: sin embargo, vives como si fueras una lombriz, ¡escondiéndote en la Tierra y en la oscuridad!
Más aún, eres peor que la lombriz porque al menos la lombriz es lo que es: una lombriz. No hay dualidad en ella. Tienes la costumbre de dudar de todo y de cuestionar a todos. Dudas tanto, temes tanto, que vives en una fantasía y no puedes aprender nada. No te haces sabio. Una persona sabia no cuestiona nada, tiene un sistema sensorial alerta y tiene intuición, tiene un entendimiento que lee entre líneas. La dualidad se presenta cuando tienes la oportunidad de aprender y en lugar de aprender cuestionas. Promueves tus sentimientos y fantasías; pero no sabes escuchar. Aunque tienes una cualidad mental, sattva, que te capacita para escuchar, cuestionas las intenciones, la importancia, la capacidad, todo. Esa es la peor posición de una mente.
Más aún, eres peor que la lombriz porque al menos la lombriz es lo que es: una lombriz. No hay dualidad en ella. Tienes la costumbre de dudar de todo y de cuestionar a todos. Dudas tanto, temes tanto, que vives en una fantasía y no puedes aprender nada. No te haces sabio. Una persona sabia no cuestiona nada, tiene un sistema sensorial alerta y tiene intuición, tiene un entendimiento que lee entre líneas. La dualidad se presenta cuando tienes la oportunidad de aprender y en lugar de aprender cuestionas. Promueves tus sentimientos y fantasías; pero no sabes escuchar. Aunque tienes una cualidad mental, sattva, que te capacita para escuchar, cuestionas las intenciones, la importancia, la capacidad, todo. Esa es la peor posición de una mente.
Tu mente tiene cualidades que deben apoyar tu personalidad y tu carácter. Tu comportamiento reflejará directamente las cualidades y Proyecciones Mentales de tu mente y será apoyada por ellas. Existen cinco tattvas (elementos) terrenales —Tierra, agua, fuego, aire y éter —estos son los elementos de nuestros sentidos y del mundo y comprenden tres clases de comportamiento o tres cualidades llamados gunas, que determinan la altitud y las actitudes de tu vida. Estos tres gunas son: tamas, rallas y sattva.
Si tu mente es tamásica, actúas estúpidamente, enojado, torpe y confuso. Puedes tener un enojo escondido o un enojo temperamental que crece en tu interior. Este es el peor estado de la mente.
Si tu mente tiene un guna rallásico, serás demandante. Serás real, positivo y activo. Por lograr tus metas, podrías desencadenar una guerra, pero sería algo majestuoso y con un propósito.
Si tu mente tiene un guna rallásico, serás demandante. Serás real, positivo y activo. Por lograr tus metas, podrías desencadenar una guerra, pero sería algo majestuoso y con un propósito.
Si tu mente se rige por el guna sáttvico, sin importar las condiciones, con todas las cosas tal como son, serás angelical y navegarás a través de toda situación como un santo. Serás pacifico, tranquilo, alegre y lleno de gracia, honor y disciplina. Tu personalidad estará perfectamente unida con tu espíritu y no serás otra cosa más que resplandor.
Yogi Bhajan
Yogi Bhajan
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