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miércoles, 27 de abril de 2016

LOS 7 PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD.-ANEXO 1 LOS 10 ERRORES METAFÍSICOS MÁS COMUNES


LOS 7 PRINCIPIOS DE LA FELICIDAD.-ANEXO 1 LOS 10 ERRORES METAFÍSICOS MÁS COMUNES
Cuando comenzamos a transitar el camino espiritual, buscamos la perfección en nuestras vidas. Tratamos de mejorar nuestro carácter, costumbres, ideas, alimentación, y hasta la vida social. A veces, hacemos sacrificios con el fin de alcanzar una vida más plena y feliz; sin embargo, muchas veces no llegamos al estado de éxtasis o plenitud que anhelamos. La decepción puede llevarnos a rechazar la disciplina que habíamos emprendido, o en el peor de los casos, puede desmoralizarnos a tal punto de pensar que "Dios se ha olvidado de nosotros". Cualquiera sea la reacción, ésta sólo nos está señalando que hemos cometido un error. Y un error puede ser corregido.
El Universo funciona como una gran computadora: hay que saber presionar las teclas adecuadas para obtener lo que se desea. Cuando no lo estamos haciendo, la computadora se detiene, espera fría y silenciosamente la señal eléctrica correcta. El Universo tiene sus "teclas" y la metafísica nos enseña ¿cuáles son? Algunas escuelas esotéricas han tergiversado estas enseñanzas, quizá sin ninguna mala intención, con lo que han llevado a muchas personas a cometer errores y a frustrarse en sus expectativas.
Algunos de los errores más comunes son los siguientes:
1. ENVOLVERSE EN UNA BURBUJA DE PROTECCIÓN, O EN UNA LUZ, O EN COLOR, O EN ÁNGELES, O EN CUALQUIER OTRA FORMA QUE PROTEJA DE LOS PELIGROS QUE EXISTEN AFUERA
Lo único que logra este tipo de ejercicio es fomentar la idea de que algo externo puede tener más poder que nosotros. Nuestra mente percibe que hay algo allí afuera que puede, por ejemplo, lastimarnos o hacernos daño. Pero, según las enseñanzas espirituales. TODO ES DIOS; por lo tanto, nada puede hacernos daño. En realidad, debería practicarse algún tipo de ejercicio de reconocimiento de la seguridad personal.
Este ejercicio podría decir: "Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo, estoy rodeado de hermanos, vivo en el mundo que Dios ha creado y sólo veo amor en todas partes". En síntesis, al elegir ¿qué ejercicio mental o meditación hacer, se deberá buscar aquel que nos recuerde la naturaleza divina de la vida y no el peligro que percibe nuestro ego.
Muchas personas creen que repitiendo ciertas afirmaciones pueden transformar su situación personal, lo que encierra un error. No son los pensamientos lo que determinan nuestra realidad sino nuestras "creencias". Solamente los pensamientos que hemos internalizado y tomado como nuestra verdad son los que se manifiestan. Dicho de otra manera, aquello que "sentimos" internamente que es así es lo que toma forma en el mundo externo. La mente humana produce un promedio de 60,000 pensamientos diarios, la mayoría de los cuales son negativos. Las afirmaciones son necesarias para lograr implantar una creencia nueva en nuestra mente subconsciente y la repetición de estas afirmaciones es un procedimiento adecuado, pero hasta que no le agregamos la emoción o sensación que acompaña a esa idea no la internalizamos como una verdad dentro de nosotros. La repetición de palabras carentes de emoción no es efectiva. Por lo tanto, si yo repito "Vaya donde vaya, estoy siempre a salvo" pero no me siento realmente seguro, de nada me servirá. Es necesario seleccionar ejercicios mentales, meditaciones o visualizaciones que fomenten las creencias de paz, armonía y prosperidad.
2. ENVIAR LUZ A OTROS PARA QUE MEJOREN
Se puede enviar luz o energía a otras personas para que se curen de cierta enfermedad, para que mejoren su situación económica, su vida afectiva, y demás.
La mayoría de estos ejercicios se parecen más a una forma de manipulación que a una verdadera ayuda espiritual. Primero y principal: si se va a ayudar a otro, hay que asegurarse de que la persona lo pida y lo necesite. Si esto no se da, tenemos que trabajar con lo que estamos percibiendo, porque el problema es algo personal que nos atañe a nosotros mismos y no a la persona que está sufriendo.
La mayoría de los problemas son sólo momentos de prueba que está viviendo un individuo; son necesarios y muy útiles para el "despertar de su conciencia". Nunca sabemos en realidad desde afuera cuán importante puede ser para cada persona la situación que está atravesando en determinado momento. Podemos percibir esa situación como algo terrible, doloroso, injusto o innecesario, pero cualquiera sea nuestra interpretación nunca será correcta ni completa. El enviar la luz a la persona podría acelerar o entorpecer su ritmo personal. Nuestra intervención es innecesaria y, la mayoría de las veces, no es más que un deseo egoísta de que la persona resuelva rápido su problema porque éste nos despierta angustia o dolor. Personalmente, recuerdo que una vez se acercó un amigo íntimo a decirme que estaba muy preocupado por mi situación. Yo le respondí que su preocupación no me ayudaba, que si realmente quería hacer algo bueno por mí, tenía que confiar en mí y saber que mi Guía Interior me revelaría en el momento adecuado lo que yo necesitaba hacer.
En lugar de enviar luz a otros cada vez que veas una situación difícil, comienza por enviarte luz a ti mismo para que tu Guía Interior te haga ver la Verdad que está operando en dicha situación.
3. CREER QUE VAMOS HACIA DIOS, QUE EVOLUCIONAMOS ESPIRITUALMENTE
No vamos hacia Dios, YA ESTAMOS EN DIOS. Todo lo que nos rodea forma parte del gran cuerpo universal de Dios. No evolucionamos espiritualmente. Nuestro Espíritu es Perfecto y Completo; no puede ni tiene que evolucionar. En realidad, es un problema semántico, ya que la evolución espiritual no existe. Lo que queremos significar con eso es el despertar de nuestra Conciencia a esa perfección y cuanto más rápido lo hacemos, más plenos y felices vivimos.
Tal vez el error provenga de las enseñanzas religiosas que nos dicen que Dios está "en el cielo", como si nosotros estuviéramos separados de El. Nosotros y el "cielo" somos UNO, y debemos aprender a reconocerlo y a vivenciarlo; en eso consiste nuestra Evolución de Conciencia o Despertar Espiritual.
4. ANGUSTIARSE O PREOCUPARSE CUANDO HAY UN FAMILIAR ENFERMO O ATRAVESANDO ALGÚN TIPO DE CRISIS
En nuestra cultura está bien visto que uno se aflija o sufra a la par de sus seres queridos; sin embargo, eso sólo aumenta el pesar. Si interpretamos nuestro pesar desde otro nivel, esto significa que creemos más en el poder de la enfermedad o la crisis que en la solución.
Cuando uno se aflige por la enfermedad de un ser querido, agrava esa enfermedad, le da más fuerza y poder. La solución es hacer un esfuerzo personal y reconocer que, más allá de nuestro entendimiento, hay una Inteligencia Superior que está actuando y que tiene el poder de restaurar completamente a nuestro ser querido, si así lo desea dicha persona.
Lo mismo ocurre con cualquier tipo de problema o crisis. Si nos afligimos, es porque nuestro ego ha aceptado que hay una fuerza más potente que el Poder Divino.
4. CREER QUE UNO HA SIDO "ELEGIDO" POR DIOS
Muchas personas que estudian en escuelas esotéricas se sienten especiales y evolucionadas. Sienten que Dios los ha conducido al lugar adecuado para su crecimiento y evolución; que la información que va a recibir es muy importante y no puede divulgarse a personas que no están tan evolucionadas, porque no tienen la capacidad para entenderla o para darle un buen uso. Esta presunción se convierte en una forma de arrogancia, nada espiritual, que nos hace pensar que somos privilegiados, especiales, elegidos, y que los demás están descarriados o perdidos en la vida. Esta forma de arrogancia también se ven en las religiones que se sienten propietarias de Dios. Si uno no sigue su culto, está perdido. En el Universo existe un solo Dios y es el mismo para Todos. Los humanos inventan diferentes maneras de rendirle culto, crean dogmas y doctrinas, pero, en esencia, todos adoramos al mismo Dios.
Todos somos iguales antes los ojos de Dios. Para El, nadie está más adelante ni más atrás. Nadie vale más ni menos. Cualquier interpretación y clasificación como ser especial corresponde al terreno del ego humano y no al terreno de lo divino.
5. SACRIFICARSE POR OTROS
No hay nada más inútil e insatisfactorio que sacrificarse por los demás. Las tareas que se hagan por los demás deberán hacerse con amor o, de lo contrario, evitarse. Todo lo que se hace con amor es placentero; por lo tanto, no pesa ni molesta. Por el contrario, todo lo que se hace con sacrificio genera presión interna, rencor, enojo, molestia y, a veces, hasta odio.
El sacrificio por los demás está aprobado socialmente y es muy bien visto. Uno puede sacrificarse, por ejemplo, por los hijos, por los padres, por la pareja, por la profesión, por los niños desamparados, por alguien enfermo, por la institución religiosa a la que pertenece, por la empresa que da trabajo. La lista podría ser interminable y no es más que un muestrario de la acción equivocada de nuestro ego.
El sacrificio va muy de la mano con la manipulación. Por ejemplo, una madre que ha dejado su vida de lado por los hijos, tarde o temprano, usará su postura como válida para exigir algo de ellos; el novio o novia que cambia su rutina y deja de hacer ciertas actividades por el otro tratará después de exigir lo mismo.
La próxima vez que vayas a sacrificarte por alguien, pregúntate primero si ese alguien te lo pidió. La actitud de mártir no lleva hacia Dios como muchos creen, sólo el camino del amor. Haz las cosas con amor o no las hagas.
6. DEPENDER DE AMULETOS, ESTAMPAS RELIGIOSAS, CRISTALES, VELAS, IMÁGENES, O CUALQUIER OTRO TIPO DE ELEMENTO
Es cierto que los materiales tienen su propia energía y que el contacto con ellos (en especial, con ciertos cristales cuarzos) produce cambios en nuestra vibración personal y que pueden ayudarnos en el proceso curativo. También es cierto que algunas figuras, imágenes y colores producen reacciones psicológicas que nos estimulan; a veces para bien, otras para mal. Las estampas religiosas y otros objetos, tales como cadenas con cruces, estrellas de David y demás nos recuerdan nuestras posturas espirituales. El problema es que la mayoría de estos elementos se convierten en amuletos y les damos más poder del que en realidad tienen.
Hay personas que se sienten indefensas sin su cruz, la estampita de su santo protector, su cristal preferido o cualquier otro amuleto de su preferencia. El amuleto pasa a ser Dios. Vivir pendiente de un objeto es limitar la Presencia Divina a ese objeto. Dios es Omnipresente: está aquí, allá y en todas partes.
Lo peor sucede cuando una persona extravía su amuleto o éste se le rompe. La mayoría de las veces esto se interpreta como un presagio de que algo malo va a suceder. Esta idea es producto de creer que la persona se encuentra sin su protección y que, en consecuencia, los demonios y las energías negativas pueden afectarla.
Vivimos en un Universo Mental. "Todo lo que Creemos se hace Realidad". ¿Por qué no creer entonces que el mejor amuleto con el que cuento es mi Naturaleza Divina? Nadie ni nada puede despojarnos de lo que somos realmente.
7. CREER QUE UNO PUEDE GUIAR A OTROS O QUE PUEDE SER GUIADO
Sentir que gracias a uno otras personas se iluminan o, al revés, que la presencia de otros nos devuelve la luz es pura ilusión del ego. La verdadera Guía es Interna, es tu Intuición, la Voz de tu Espíritu. Muchas veces esa voz coincidirá con lo que escuchas de afuera y pensarás que alguien te está guiando. Pero, apenas aceptes a alguien como tu ídolo, comenzarás a fabricar tu propia decepción. Ocurre lo mismo si alguien te ha entronizado y te ha tomado como líder; en algún momento los problemas de tu vida personal lo decepcionarán.
Todos aprendemos y enseñamos al mismo tiempo. Por tal motivo, es conveniente mantener una actitud receptiva hacia las señales que recibimos de nuestro entorno y ver qué resonancia producen en nuestro interior.
No eres el salvador ni la guía de nadie. Ninguna vida depende de tus conocimientos ni de tus esfuerzos. Esto es cierto también al revés. Nadie te rescatará ni te salvará, excepto tú mismo.
El mejor Guía con que contamos está dentro de Nosotros. Nos habla con voz suave y paciente, sin obligarnos a nada; nos indica siempre el camino más corto y más feliz, nos da la idea más adecuada y la respuesta que racionalmente no podemos encontrar. Por eso, es conveniente practicar meditación y ejercicios de relajación para poder escuchar esa voz. Si vives de prisa, tenso, angustiado y con un ritmo acelerado, seguramente no oirás la "voz de tu intuición" y buscarás guías externas.
Hay personas que son muy positivas y estimulantes, y podrán ayudarte en un principio. Evita idolatrarlas y evita también ser idolatrado. Recuerda siempre que la "Guía más válida y acertada está siempre dentro de ti".
8. CREER QUE LOS MAESTROS ESPIRITUALES SON AQUELLOS QUE NOS PROVEEN DE LA INFORMACIÓN TEÓRICA
Tendemos a caer muy fácilmente en la creencia de que las personas que nos enseñan son adelantados y que ya han superado muchas pruebas en su vida. En algunos casos, esto es totalmente cierto; en otros, no. El hecho de que una persona transmita una determinada información no la coloca en un grado superior. Debes recordar que cualquier forma de idealización o selectividad corresponde al terreno del ego.
Los verdaderos maestros espirituales son aquellos que nos ponen a prueba y vienen "disfrazados" de hijos, padres, jefes, amigos, enemigos, animales, plantas y demás. Son aquellos que nos traen problemas. Ellos son los que realmente nos enseñan las lecciones que tenemos que aprender porque nos ponen a prueba.
Todas las religiones del mundo enseñan que Dios es Amor, que vivir con Dios significa expresar Amor a los demás. Algunas personas asisten a templos, iglesias, o escuelas esotéricas, donde reciben esta información, pero luego van a sus casas y se pelean con sus familiares, critican a sus vecinos, odian a sus jefes, a los políticos, a los animales, a individuos de otras razas o culturas. Ellos todavía no han aprendido la lección y la vida los llevará a enfrentarse una y otra vez con la misma situación o persona... hasta que aprendan a mostrar amor.
Haciendo una comparación con la enseñanza tradicional, los líderes espirituales o religiosos son los "libros" que nos dan la información; las personas que nos traen problemas son los maestros que "nos toman el examen" para ver si pasamos la prueba o no.
Existe una Ley en el Universo: Todo lo que nos molesta, complica, enreda, o todo lo que odiamos, se nos "pega". Esto ocurre hasta que aprendemos a amar la situación. Entonces, ese problema o esa persona se convierten en el maestro espiritual de ese momento.
9. CREER QUE UNO NO PUEDE ENOJARSE, TEMER, O SENTIR CUALQUIER OTRA EMOCIÓN NEGATIVA POR ESTAR EN EL CAMINO ESPIRITUAL
Esta creencia nos lleva a una gran represión de la ira y de los enojos, que hacen su reaparición más tarde bajo la forma de rencor, crítica o rechazo. Mientras estamos en el plano terrenal, vivimos la sensaciones y las emociones de este plano. Algunas de ellas son muy placenteras, otras no. El tener un conocimiento intelectual acerca de la acción destructiva de ciertas emociones no las hace desaparecer. Uno puede saber lo malo que es el enojo y, sin embargo, no puede evitar enojarse.
En realidad, uno sí puede evitar enojarse, o asustarse o angustiarse, pero eso exige un entrenamiento. Durante dicho entrenamiento, hay momentos en que podemos dominar la rabia y la ansiedad, y otros en los que nada puede calmarnos. Una vez que aparece el enojo, lo mejor es descargarlo de la manera más positiva posible. Es mucho peor reprimirse e intentar decir: "Todo está bien en mi mundo", cuando uno internamente está sintiendo el deseo primitivo de querer atacar a alguien.
La mayoría de las personas que transitan el terreno espiritual son muy exigentes consigo mismas y pretenden erradicar completamente de sus vidas este tipo de reacciones. Esto no resulta desacertado pero se logra a través de un proceso. Sé amable contigo mismo y, de vez en cuando, date el permiso necesario para maldecir, golpear un almohadón, gritar, llorar y expresar, como mejor te resulte, todas las emociones negativas que te toca vivir.
La mayoría de los errores aquí enunciados están generados por la actitud crítica de nuestro propio ego. El ego no puede desaparecer por que necesitamos de él para actuar en este plano. La "solución" es ponerlo alineado con nuestro Espíritu. Amablemente, le podemos decir al ego que: "A partir de ahora, deberá seguir las indicaciones de un nuevo Maestro amoroso, amable, paciente y permanente, que nunca juzga y que sabe que siempre estamos haciendo lo mejor que podemos". Si seguimos las indicaciones de nuestro Maestro Interior, nunca podemos fallar.
Horacio Valsecia.
http://universo-espiritual.ning.com/

El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)



PAZ

CAPITULO 13 (Segundo Escrito)
Había una profunda familiaridad con la consciencia. 
Era como si uno siempre lo hubiera sabido, como si uno estuviera en casa al fin. No hubieron emociones ni sentimientos. Hubo inconsciencia de las sensaciones. 
Incluso a pesar de que parecían no terminar, ya no eran personales o algo por lo que preocuparse. 
A modo de experimento, un pensamiento se mantuvo durante una fracción de segundo para ver qué pasaba. 
Casi al instante hubo un efecto en el mundo físico. 
El pensamiento de mantequilla o café, por ejemplo, dio lugar a que el camarero viniera de inmediato con los artículos, y sin embargo no había sido pronunciada palabra alguna. 
Ninguna palabra parecía ser necesaria. 
La comunicación se producía con cualquiera en el nivel del silencio. El cuerpo condujo el coche a una reunión esa noche donde nadie notó nada diferente. 
Todo el mundo parecía estar intensamente vivo. 
Su vitalidad se mostraba por la esencia de su Ser, y el Ser, que era el mismo para todos, brillaba a través de sus ojos. 
El cuerpo hablaba con los demás, de forma espontánea llevaba a cabo conversaciones normales y se comportaba de forma habitual. En ese momento, el cuerpo parecía un juguete de cuerda kármico cuyo funcionamiento corría a cargo de todos sus patrones acostumbrados y programas, que no necesitaba ninguna atención en absoluto. 
Parecía saber lo que debía hacer y lo hizo de manera muy eficaz y sin esfuerzo. 
Todas las conversaciones e interacciones fueron simplemente presenciadas como fenómenos, no dirigidas. 
Parecía una extraña vanidad haber creído una vez que había habido un pequeño yo autor de las acciones del cuerpo. 
En realidad, el cuerpo estaba en el efecto del universo, y nunca había sido un hacedor de sus acciones. 
Los fenómenos eran como vibraciones de la mente que no tenían existencia separada o realidad. Había sólo Totalidad. Sólo esa auténtica Unidad existió. 
La tarde siguiente, un pensamiento surgió. 
Ahora que el camino hacia la Realidad había sido revelado, podría haber un retorno a la conciencia del ser de la persona individual, que antes había sido aceptado como real. 
Al igual que el aire de la habitación no experimenta los contenidos de la habitación, ya no hubo más un "Yo" que experimentara "mi propia existencia." En ese espacio, ya no hubo un "Yo" para experimentar el "Yo soy". 
Retornar a la conciencia individual significaba que debería hacerse una elección. En realidad, la elección se hizo por sí misma porque no había ningún "Yo" que tomara la decisión. 
El deseo de sentir al yo individual se volvería a re-activar por sí mismo. 
La opción de dejarlo ir estaba presente, pero regresaron a la memoria las cosas que todavía no se habían terminado en el mundo. A medida que el sentido de "yo-idad" retornaba, las elecciones eran observadas, no activamente decididas. 
El proceso de retorno estaba teniendo lugar. 
Podría ser permitido o podría dejarse ir. 
Fue permitido, y de ese modo continuó el proceso de retorno. Cuando amaneció a la mañana siguiente, el retorno estaba completado, pero ahora con una sensación diferente respecto a la identidad personal. La verdad del Ser había sido revelada. La responsabilidad por haber elegido experimentar la vida una vez más como individuo fue aceptada, aún sin estar en el efecto de la creencia en una existencia individual. De hecho, mediante la elección consciente, hubo completa responsabilidad por ello. Por experiencia, todo esto ocurrió autónomamente. 
Hubo un tiempo en el que los estados de conciencia anteriores, fueron considerados únicamente la región del místico. 
En la actualidad, sin embargo, la investigación de estos estados, y la información obtenida de ella, es considerada la vanguardia de la ciencia, especialmente la rama de la física relacionada con la mecánica cuántica y las partículas subatómica de alta energía. 
Las investigaciones de estas partículas indican que no son cosas en el sentido habitual, sino que son en realidad acontecimientos que se producen como resultado de las frecuencias de energía. Ahora, la ciencia postula una frecuencia trascendente más allá del espacio y el tiempo. 
Un cuerpo impresionante de investigaciones en muchos laboratorios ha demostrado que el cerebro percibe por medio de sofisticados análisis matemáticos de patrones de frecuencia. Estos hallazgos se han traducido en el paradigma llamado holográfico, que afirma que todo en el universo está conectado con todo lo demás, incluida la mente humana. 
En el holograma, cada parte contiene la totalidad. 
En consecuencia, cada mente individual es capaz de reflejar todo el universo. Esta relación entre la conciencia y la ciencia constituye todo un campo en el que está creciendo rápidamente el interés, como lo indica la publicación de libros tales como El Paradigma Holográfico, Wholeness and the Implicate Order- La totalidad y el orden implicado, El Tao de la Física, The Dancing Wu- Li Masters- El baile de los Maestros Wu-Li, Mindful Universe- Universo Consciente, Psychoenergetic Science- Ciencia Psicoenergética y la publicación de artículos con títulos tales como " Field Consciousness and the New Perspective on Reality -El Campo de Conciencia y la Nueva Perspectiva de la Realidad", " The Enfolding-Unfolding Universe -Universo en Contracción y Expansión", " The Holographic Model -El Modelo Holográfico", " Physics and Mysticism -Física y Mística", y " The Medium, the Mystic, and the Physicist -El Medium, el Místico, y el Físico". 
Liderando a estos investigadores está el neuro-científico
Carl Pribram de la Universidad de Stanford y el fallecido físico David Bohm, de la Universidad de Londres, cuyas teorías se pueden resumir en: 
Nuestros cerebros construyen matemáticamente la realidad concreta interpretando frecuencias de otra dimensión, un mundo de significados, modelando, una realidad primaria que trasciende el tiempo y el espacio. 
El cerebro es, por lo tanto, un holograma interpretando un universo holográfico. Es interesante que las teorías de la física teórica avanzada, que son producto de las denominadas actividades del cerebro izquierdo, ahora requieran un nuevo contexto a fin de ser comprendidas. El contexto que se está desarrollando a partir de estos investigadores científicos de cerebro izquierdo coincide con la Realidad observada por el místico, que representa la función cerebral derecha. 
Por lo tanto, por cualquiera de las laderas de la montaña que decidamos escalar, terminaremos en el mismo punto: la cima. Una tercera manera de subir la montaña es a través del mecanismo de la entrega, y cada uno de nosotros, por tanto, tiene la oportunidad de comprobar por si mismo la naturaleza última de la Realidad, que es la misma que la que fue revelada por el místico o el físico. Podemos visualizar que con todas y cada una de las entregas, damos otro paso hacia arriba por la ladera de la montaña. Algunos de nosotros subiremos hasta que la vista sea mejor y  elegiremos detenernos ahí. 
Otros irán aún más alto. Y, entonces, habrán algunos de nosotros que no estaremos satisfechos hasta que hayamos alcanzado la mismísima Cima y la hayamos verificado por nosotros mismos, si bien, llegados a ese punto, ya no hay una persona individual que verifique nada, porque ha sido entregada completamente.
Dr. David R Hawkins
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/

El MECANISMO DE DEJAR IR (Dr. David R Hawkins.)




PAZ
CAPITULO 13 
En la paz, ya no hay ningún conflicto. Hay una ausencia total de negatividad y un cariño que todo lo abarca y que se experimenta como serenidad, tranquilidad, atemporalidad, plenitud, cumplimiento, quietud y alegría. 
Hay silencio interior y luz, un sentimiento de unicidad, unidad y libertad total. La paz es imperturbable. 
Las acciones se vuelven no forzadas, espontáneas, armoniosas, y cariñosas en su efecto. Hay un cambio de percepción del universo y de nuestra relación hacia él. 
El Ser interior prevalece. 
El yo personal ha sido trascendido, con todos sus sentimientos, creencias, identidades y preocupaciones. 
Este es el estado último buscado por todos los buscadores, ya sean religiosos, humanista, o no tengan identificación espiritual o filosófica en absoluto. 
El Profundo Impacto de la Paz Todos hemos tenido momentos de profunda paz, donde el tiempo y el mundo parecieron detenerse de repente, y hemos estado en contacto con lo Infinito. En estos años, se han publicado una serie de libros acerca de la experiencia cercana a la muerte. 
Bajo diversas circunstancias, esta experiencia le ha sucedido a personas que han muerto y luego regresaron al cuerpo. Característicamente, sus vidas han sido transformadas por la experiencia, y nunca la olvidan. Su visión del mundo, su significado, y su significado personal ha cambiado considerablemente. 
En la película, Horizontes Lejanos, una vez que el héroe hubo experimentado Shangri-La, aunque regresó de nuevo al mundo, lo vió de una manera totalmente diferente. 
Deseaba a toda costa, volver a Shangri-La, donde el estado de paz prevalecía. Una vez que la experiencia de la paz se ha producido, ya no somos una víctima del mundo. Ya no estamos en su efecto como una vez lo estuvimos, porque hemos tenido un destello de la verdad acerca de él y de lo que realmente somos. Con la entrega continua, comenzamos a experimentar estos estados de paz cada vez con mayor frecuencia. 
En ocasiones, pueden llegar a ser muy profundos y de mayor y mayor duración. Cuando las nubes se retiran, el sol brilla y descubrimos que en la paz estuvo la verdad en todo momento. La entrega es el mecanismo que desvela la verdadera naturaleza de nuestra existencia. 
Cuando una persona está en el estado de paz, se prueba en fortaleza con la kinesiología, y nada les hace debilitarse, ya sea mental, emocional o físico. 
Ya no se identifica más con el cuerpo como yo, y los trastornos físicos pueden o no ser sanados. 
Somos indiferentes a ellos; los problemas físicos han perdido cualquier significado de importancia. Con la experiencia de la paz interior viene una gran fortaleza. Un campo de energía de paz total es inexpugnable. La persona que ha encontrado la paz interior ya no pueden ser intimidada, controlada, manipulada o programada. En este estado, somos invulnerables a la amenazas del mundo y tienen, por tanto, dominada la vida terrenal. Cuando el estado de la paz se ha establecido, el sufrimiento del común de los mortales ya no es posible debido a que la misma base de que la vulnerabilidad ha sido totalmente abandonada. La Transmisión Silenciosa
Describimos a la persona que ha alcanzado ese estado de paz como "iluminada" y estando en un estado de Gracia. 
Dentro y más allá de esa condición son varios los estados avanzados de la iluminación y los niveles de realización descritos por los místicos, los sabios, los santos y los avatares. Hay un beneficio silencioso, no verbal de la auténtica presencia de un estado iluminado. 
Clásicamente, sería un maestro espiritual avanzado, un santo,
 o un sabio. Los buscadores viajan grandes distancias para estar en la presencia física de este campo de energía. 
El devoto o buscador recibe la transmisión silenciosa de la energía de alta frecuencia del aura del maestro, que se describe como "Transmisión de la No-Mente", "Gracia del Guru" 
o "Bendición del Maestro." Esta transmisión ocurre por si misma y no es personal. 
El estado de paz infinita se irradia incondicionalmente por el propio campo de energía del maestro o santo. 
Cuando el Buda daba a su discípulo una flor, era un símbolo de la transmisión de esa energía. 
Si hemos estado en la presencia de un gran maestro que irradiaba esta energía, nunca seremos el mismo. 
Lo más beneficioso que nos puede pasar es haber estado en la presencia de un gran maestro, porque recogemos la vibración al estar en la presencia física de ese estado de paz y entrega total. La transmisión silenciosa de este estado realizado es un fenómeno no verbal, energético que no depende de la lógica o el lenguaje. La vibración que se encuentra dentro del aura de las funciones avanzadas del maestro en tanto que onda portadora facilitan nuestra comprensión de las palabras que se están pronunciando. Pero es la onda de energía y no las palabras el elemento catalizador. A través de la transmisión silenciosa, la energía del maestro avanzado o santo es incorporada a nuestra aura, a nuestra función cerebral, y a todo nuestro ser. 
Es debido a que esta energía de paz es transmitida del exterior al mundo que la humanidad todavía está viva. 
Esta se habría destruido hace mucho tiempo sin esta energía de contrapeso. Es por eso por lo que nuestra propia evolución interior sirve a toda la humanidad. 
Al alcanzar estos estados elevados del amor y la paz en nosotros mismos, nos convertimos en una presencia salvadora en el mundo. 
Entregar la Realidad Última 
El sello distintivo de este nivel es la ausencia de deseos. 
No hay necesidad de querer nada, porque todo se manifiesta en nuestra vida espontánea y automáticamente, sin voluntad consciente o esfuerzo. 
Los pensamientos mantenidos en la mente a este nivel son muy poderosos y tienden a manifestarse rápidamente. 
El fenómeno de la sincronicidad es continuo. 
Los mecanismos de causa y efecto y el funcionamiento interior del universo se revelan claramente, ya que estamos siendo testigos ahora de la base misma de la propia Realidad. 
Estos estados muy elevados de consciencia suceden espontánea e inesperadamente, y tienden a recurrir y permanecer por períodos más y más largos. 
Una vez que esto ha sido experimentado, nuestra intención se vuelve automáticamente la de hacer el estado de paz permanente. 
Cómo sucede este estado y a que se parece se muestra en el siguiente relato, que describe lo que ocurrió después de tres años y medio de entrega continua. 
Era un día frío de invierno. 
La entrega fue continua durante once días seguidos en un nivel de conciencia que nunca había alcanzado antes, ni siquiera durante el psicoanálisis. 
Tenía que ver con la base misma de la supervivencia del ego y su identificación individual. 
Tenía que ver con la forma en la que experimentamos nuestra propia existencia y el deseo de experimentar nuestro propio ser. A medida que pasaban los días, el proceso parecía no tener fin. Una duda surgió, "¿estaba intentando lo imposible?" 
Quedó claro que el propósito de la propia duda era un mecanismo de defensa; fue abandonado, y la entrega continuó 
a gran profundidad. 
Mas tarde, al entrar en un restaurante aquella tarde fría y lluviosa de domingo, y sentarme solo en la mesa, de repente el mundo se transformó milagrosamente. 
Una profunda sensación de quietud interior y paz se produjo. Fue mayor a la de cualquier cosa imaginable. 
La experiencia estaba más allá del tiempo. De hecho, el tiempo no tenía significado alguno, ni el espacio existía de la forma en que solemos experimentarlo. Todas las cosas fueron conectadas. Había sólo una vida expresándose con un Ser a través de todos los seres vivos. No había ninguna identificación con el cuerpo ni interés en el. Ya no había ningún cuerpo más interesante que otro en la sala. 
Todas las emociones y acontecimientos estaban interconectados, y todos los fenómenos se producían debido a que cada cosa estaba manifestando su propia naturaleza interior espontáneamente, como si el movimiento y el crecimiento fueran el desarrollo espontáneo del potencial. 
Se dio la cualidad dura como una roca de la quietud imperturbable. Era obvio que el Ser real era invisible, -sin principio, sin fin- y que no había habido más que una identificación transitoria con el cuerpo y la historia que tuvo con la identificación como individuo. 
Me pareció muy extraño que uno antes pudiera haber pensado que era un cuerpo aislado y separado de los demás, con un principio y final limitado y finito. La idea parecía absurda. 
Ya no había ninguna sensación de yo separado, y el pronombre "Yo" desapareció y dejó de tener sentido. 
En su lugar, había la consciencia de ser todas las cosas. 
Siempre lo había sido y siempre lo sería. El verdadero ser quedaba fuera del tiempo. El período de tiempo que el cuerpo había estado en la tierra parecía una fracción de segundo durante la cual la verdadera identidad atemporal había sido olvidada, debido a que fue cegado por el pequeño yo. 
Entonces, se reveló cómo había sucedido. 
Hubo la expresión del pensamiento de experimentar una existencia separada, y esta expresión del pensamiento se había manifestado como personalidad individual con una identidad individual y un cuerpo físico que le acompaña. 
La conexión interna de todas las cosas era absolutamente obvia. 
Era el universo holográfico como lo describió el Buda y la moderna física teórica avanzada, ambos están de acuerdo en cuanto a la naturaleza intrínseca del universo. Dado que todo era perfecto, no había nada que querer, nada que desear, nada que crear, y nada en lo que convertirse. 
Sólo había Eso, la esencia misma del Ser de la que surge la existencia. 
Ese Ser es el Origen de la existencia, pero curiosamente no su Causa. 
Dr. David R Hawkins
http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/