Páginas

Páginas

martes, 8 de marzo de 2016

Pensamiento Semanales del 1-7 Marzo -2016 Omraam Mikhaël Aïvanhov

Pensamiento del martes 1 de marzo de 2016.
"Largo y difícil es el camino de aquél que se compromete con la vida espiritual. Pero su trabajo puede resumirse en unas palabras: en vez de dejar que su naturaleza inferior, instintiva, animal, imponga su voluntad para esclavizarle y expulsarle sin cesar del Paraíso, se esfuerza en dar siempre la última palabra al espíritu, en someterse a las leyes del espíritu, para que las potencias de la eternidad vengan a reinar en él.
El espiritualista trabaja así para introducir en su existencia cotidiana unos elementos sutiles, unas quintaesencias que él mismo posee en la parte más elevada de su ser. Con sus pensamientos, sus sentimientos, su fe, sus esfuerzos, mantiene la chispa que hay enterrada en él; añade algo al desarrollo ordinario de los acontecimientos, algo que brota, que irradia, algo en lo que se manifiesta la presencia del mundo divino."
Pensamiento del miércoles 2 de marzo de 2016.
"No podemos encontrar nada exteriormente si no lo hemos encontrado previamente interiormente, es una ley. Sí, sea lo que sea lo que encontremos exteriormente, si no lo poseemos ya interiormente, pasaremos a su lado sin verlo. Cuanto más conciencia toméis interiormente de lo que es la verdadera belleza, tanto más la descubriréis a vuestro alrededor.
Sin duda pensáis que si no la veis, es porque no está.
Os equivocáis, está, y si no la veis, es porque ciertos órganos de percepción todavía no están suficientemente desarrollados en vosotros.
Empezad por tratar de captar la belleza interiormente y la veréis también exteriormente, porque vuestra visión del mundo exterior, objetivo, no es otra cosa que un reflejo de vuestro mundo interior, de vuestro mundo subjetivo. Tanto si se trata de la belleza, como del amor o de la sabiduría, es casi inútil buscarlos en el exterior si no hemos empezado por descubrirlos en nosotros mismos."
Pensamiento del jueves 3 de marzo de 2016.
"Al captar las corrientes que vienen del espacio, las cimas de las montañas juegan el papel de antenas: ponen a la tierra en comunicación con el cielo. En la época en que las nieves y los hielos empiezan a fundirse, las aguas que corren por la superficie, así como las aguas que se infiltran bajo tierra y atraviesan las diferentes capas del suelo, son impregnadas por los fluidos del cielo, por corrientes de energías puras.
Los espíritus de la naturaleza, que son atraídos por estas corrientes de energías, visitan a menudo las cimas de las montañas; se bañan en estos efluvios para reforzarse, para regenerarse, y después continúan su trabajo a través del mundo.
Las cimas de las montañas son como bocas que absorben y transforman las fuerzas cósmicas; y los cursos de agua son las vías de comunicación que las conectan con las llanuras y los valles. Por eso, cuando contempléis una montaña, hacedlo con la conciencia de que es un transformador de la energía cósmica. Pensad que todas las aguas que descienden por sus laderas se impregnan de esta vida que, después, dan de beber a los diferentes reinos de la naturaleza."
Pensamiento del viernes 4 de marzo de 2016.
"Ante una desilusión, un fracaso, un accidente, a veces pensáis: «Sí, claro, algo ya me había prevenido.
Era como una voz dentro de mí ¡pero tan débil!...» Y no escuchasteis esta voz que quería poneros en guardia, preferisteis seguir otras voces que os hablaban frecuentemente y muy fuerte para induciros a error.
Esta voz que no quisisteis escuchar era la voz del Cielo, que habla suavemente y sin insistir. Dice las cosas una vez, dos veces, tres veces, y después se calla, y tanto peor para vosotros si le habéis cerrado vuestro oídos. Sí, la voz del Cielo es siempre extremadamente suave, melodiosa y breve. La intuición no insiste demasiado. Y si no estáis atentos, si no sabéis discernir esta voz, porque sólo atrae vuestra atención el estruendo de vuestros deseos y de vuestras codicias, cuando descubráis que os habéis extraviado, no os quejéis."
Pensamiento del Sábado 5 de marzo de 2016.
"Deseáis desembarazaros de un mal hábito...
Debéis saber, en primer lugar, que un hábito consiste en un cliché que se ha grabado en vuestros cuerpos sutiles. Una vez grabado, se reproduce hasta el infinito. Por eso, no sirve de gran cosa que después lamentemos habernos dejado arrastrar: seguiremos cometiendo la misma falta, y después de nuevo lo lamentaremos.
Será un encadenamiento sin fin de faltas y de remordimientos. Porque el remordimiento también ha grabado su cliché; y por eso vuelve cada vez después de la falta, pero no ayuda a corregirla.
¿Y qué hay que hacer entonces?
Recubrir el primer cliché, es decir reemplazar los malos hábitos aplicándonos, poco a poco, y conscientemente, en alimentar mejores pensamientos, mejores sentimientos, y sobre todo un mejor comportamiento. Estas nuevas grabaciones, estos nuevos clichés serán los que conseguirán neutralizar los antiguos.
Nos los borrarán, porque en la naturaleza nada se borra, pero los recubrirán y desde ese momento serán ellos los que actuarán."
Pensamiento del domingo 6 de marzo de 2016.
"A aquéllos que se preguntan si deben vivir en la castidad, en la continencia, sólo podemos darles una respuesta: todo depende de su naturaleza profunda y de la meta que tengan en la vida. La continencia puede dar muy buenos resultados, pero también muy malos: puede hacer que algunos se vuelvan histéricos, neuróticos, enfermos, y otros, al contrario, fuertes, equilibrados y sanos.
¿Tienen razón los que dan satisfacción a sus instintos sexuales? Si no existe nada más importante para ellos en la vida que este placer, y si son incapaces de prescindir de él, tienen razón. Pero para aquél que tiene verdaderas aspiraciones espirituales, es otra cosa: hasta que no aprenda a dominar la fuerza sexual, no logrará responder a las necesidades de su alma y se sentirá siempre insatisfecho. En este dominio, como en muchos otros, todo depende del ideal, de las aspiraciones profundas de los seres."
Pensamiento del lunes 7 de marzo de 2016.
"Nos extraña ver el número de personas que se creen investidos de una misión grandiosa. Según ellos, Dios les ha escogido para salvar a su país, o incluso a la tierra entera, para combatir a los herejes, etc. Sí, desgraciadamente, muchos están dispuestos para asumir misiones imaginarias, mientras que hay muchos menos candidatos para asumir su verdadera misión.
Preguntaréis: «¿Y cuál es esta verdadera misión?»
La que Jesús les dio a todos los humanos cuando dijo: «Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.» Sí, no son solamente los cristianos los que tienen esta misión que cumplir, sino todos los hombres y las mujeres de la tierra. Trabajar sobre sí mismos teniendo ante los ojos esta meta lejana, la perfección de su Padre celestial, es también una misión grandiosa, pero que exige al mismo tiempo una inmensa modestia.
Cómo en una sola existencia no podrán llegar a conseguirlo, deberán evidentemente reencarnarse para continuar este trabajo. Es de esta manera como el Reino de Dios puede venir un día a la tierra: con el trabajo paciente, sostenido, que todos los humanos decidan emprender sobre sí mismos, y no con las iniciativas de algunos que se imaginan que el Cielo les ha confiado una misión especial."
Omraam Mikhaël Aïvanhov

EL APRENDIZAJE


💖💖💖
Antigüamente las mujeres tejían y se confeccionaban ellas mismas los jerseys, bufandas, colchas...el aprendizaje sobre el arte de tejer se transmitía de madres a hijas y así sucesivamente.
Con los nuevos tiempos este arte quedó en el olvido y pocas personas lo conservan. Algunas mujeres todavía hoy tejen con sus manos, sobretodo nuestras amadas abuelitas y es una delicia verlas como se abstraen de todo, y crean su espacio y tiempo de meditación personal, con algo tan simple.
A veces creemos que para alcanzar la Paz y conectar con nuestro Ser interior necesitamos maestros y cursos avanzados...pero es más sencillo que todo lo organizado en talleres y conferencias.
Muchos psicólogos recomiendan a hombres y mujeres tejer...porque al hacerlo nuestras manos se ocupan y con ello se relaja nuestra mente y deja de pensar. El efecto es la relajación física y mental. Resultado la Paz.
Son cosas sencillas que ayudan a sanar. Por ejemplo en personas nerviosas o con ansiedad este es un gran antídoto que los hace calmar. También personas con insomnio o estrés. Sin medicamentos ni facturas costosas de terapias alternativas.
Aprender a tejer es algo muy gratificante. Que una vez aprendido será para toda la vida.
En la sencillez se encuentran respuestas a muchos males. Todo es un contínuo aprendizaje.
Cuando miremos a alguien tejer...valoremos lo que nuestros ojos ven...la maravilla de desconectar de lo mundano hacia el Universo más cercano. Tu yo interior tejiendo los hilos que entrelazan toda la Creación.
Almas somos, unidos por el Amor.💖
Giovanna G.G.@

El Verdadero Significado de la Prosperidad.



El Verdadero Significado de la Prosperidad.
Publicado por Julieta Herrera en Universo Espiritual Comunidad.
http://universo-espiritual.ning.com/
“No preguntes qué es lo que el mundo necesita.
Pregúntate qué es lo que te hace sentir vivo, y hazlo.
Porque lo que el mundo necesita
es gente que se sienta realmente viva.”
- Howard Thurman
Encuentra algo que te encante hacer y hazlo todos los días. Encuentra algo que te motive y no te deje otra alternativa, algo que te sea sumamente fácil, natural, sin la necesidad de tener que “hacer” nada, algo que te haga sentir maravillosamente vivo; algo que te absorba por completo, algo que te haga olvidar el pasado, el futuro y la pesada carga de “tener que ser”, algo que se sienta absolutamente fiel a la esencia de tu ser, algo por lo que valga la pena vivir, algo que implique una conexión profunda, y hazlo. Hazlo todos los días. Busca la manera de poder vivir de ello, de convertir tu vida en una expresión de ello. Recuerda que cuando te enfocas en cierto destino, pierdes de vista el recorrido, que es en donde se encuentra toda la vida. La verdadera satisfacción no proviene de un futuro que tengas que aguardar. La satisfacción real consiste en saber conscientemente lo que eres hoy, en ser eso, en vivir eso, y así es como nacen todos los futuros.
¡Claro! habrán ciertos temores y dudas, los “Peros”, los típicos “No debería” y por supuesto, los “No puedo”. Sí, se espera que haya miedo y que se pueda abrazar y que se pueda integrar. Sí, la mente dirá… “pero así no harás dinero”, y la mente dirá… “eso no te brindará seguridad”, y la mente dirá… “te estás engañando a ti mismo”, y la mente dirá… “no lo lograrás”, y la mente dirá… “¿Pero, qué dirán todos de ti?”, y la mente dirá todo tipo de cosas porque a ella sólo le gusta lo que ya sabe y lo que cree que puede predecir y le da terror el cambio y en última instancia, la muerte. Pero recuerda que tú no eres la mente y que la mente tiene todo el derecho de decir lo que quiera porque no tiene el control de tu propia inmensidad. El miedo no es un obstáculo, la resistencia no puede detener el flujo incesante que crea galaxias y hace a las aves cantar, y todas las objeciones de la mente son sólo objeciones al cambio. Sin embargo, el cambio es la naturaleza de todas las cosas, no el enemigo, y una vida vivida al máximo que termina en un glorioso fracaso es preferible a una vida vivida a medias que termina en un éxito completamente vacío y en piscinas atascadas de dinero que se hizo sin amor.
Entonces, ¿qué es el éxito? El éxito no se trata de cuánto dinero tenga uno en la cuenta de banco, eso ya lo sabemos. No es una lista de logros y premios y reconocimientos, no es la cantidad de títulos ni certificados colgados en una pared, no se trata de la cantidad de clientes ni seguidores que se tengan, se trata de ese fuego que siente en la barriga, se trata de todo aquello que sale naturalmente desde el corazón a cada momento, y no de cuánto dinero vaya a entrar a los bolsillos en el futuro; se trata de ser uno con la vida, de alinearse con lo que realmente es, es hacer lo que se ama y amar lo que se hace, amarlo tanto que no tenga uno otra opción más que permitir que eso sea, amarlo tanto que las recompensas mundanas se vuelvan algo secundario, incluso si fluyen abundantemente. Sé uno con lo que eres y vive desde esa alineación y conocerás la verdadera prosperidad, como cuando eras joven y no habías aprendido aún cómo conformarte o cómo temer al fracaso.
Hemos confundido el lucro con la prosperidad, el éxito con las estadísticas y hoy en día hay mucha gente que vive para enriquecerse y para conseguir un estatus, sin embargo, se trata de una riqueza vacía, una riqueza amenazada por el miedo, la pérdida y la ruina, en última instancia. Una riqueza que depende de las incontrolables circunstancias externas. Mejor, haz lo que amas, entrega tu vida a ello y sabrás lo que es la verdadera prosperidad, una prosperidad digna de toda tu confianza, más allá de los beneficios económicos, esa prosperidad que ningún tipo de ganancia puede comprar y que ninguna pérdida puede destruir. La mente, que opera en el ámbito de la ganancia y la pérdida, de la causa y el efecto, del tiempo y el espacio, sentirá miedo de la pérdida y la ganancia, de la pérdida de su imagen, de la pérdida de su seguridad y siempre querrá más y más riqueza. Reconoce el miedo y la codicia, no los conviertas en tus enemigos, en cambio, concéntrate en tu prosperidad y en la prosperidad de aquellos que te rodean, concéntrate en aquello que amas, en tu verdad, y no permitas que nada se convierta en una excusa para descuidar tu más profunda vocación, aquello que verdaderamente te impulsa. Haz lo que amas sin distraerte. Sí, podrías perder lo que tienes, lo que crees que es tuyo. Podrías llegar a tener menos dinero que antes. Podrías enfrentarte a las críticas e incluso a las burlas de algunos. Es posible. Sin embargo, estarás completamente alineado con la vida y abierto a la oportunidad, a que aparezca alguna ayuda inesperada en el camino, a correos y llamadas que surjan de la nada, estarás abierto a todos y a todo lo que deba aparecer en el momento oportuno y todo aquello que deba desaparecer también lo hará en su momento. Aprenderás a vivir sin la programación de la mente y sus historias, aprenderás a vivir a través de tu propio programa, un programa en donde habitan los cometas y las estrellas, un programa ancestral de profunda paz y verdadera satisfacción.
Estarás tan enamorado de lo que haces que perderás todo temor a la escasez de dinero, y la confianza ocupará el lugar del temor, y desde este fertilizante de confianza absoluta, se generará el dinero suficiente, o por lo menos, los medios para mantenerte a ti mismo, o la voluntad de ser apoyado mientras encuentras tu punto de equilibrio. En formas inesperadas, el apoyo vendrá, las conexiones perfectas se darán, aparecerá la gente y las circunstancias adecuadas y las cosas empezarán a fluir, incluyendo el dinero, si eso es lo que te preocupa, pues el dinero, de todos modos, es solamente energía y todo es energía. Tal vez llegará lentamente en un principio. Tal vez no al ritmo que a la mente le gusta, pero llegará, en su propio tiempo. Lo realmente importante es ese fluir, no el resultado. Aprenderás a tener paciencia y a sentir confianza y te verás forzado a hacerte amigo de la duda. Podrías decir “no es posible, todo será un rotundo fracaso”, pero nunca lo sabrás si no lo intentas. Podrías ganarte la vida haciendo aquello que amas. Podrías incluso tener una vida con mucha riqueza. Es posible. Otros lo han logrado antes que tú. Y con lo que la vida te dé, serás capaz de devolver mucho más de lo que algún día imaginaste y el ciclo de prosperidad continuará inevitablemente.
Sí, puede ser que esté completamente equivocado. Tal vez todo esto sea una ilusión, tonterías de la Nueva Era, un parloteo espiritual fuera de la realidad, una promesa de felicidad para los ya satisfechos. Quizás tus miedos y dudas estén justificadas. Tal vez estés completamente atorado en la vida que llevas, sin esperanzas de algo diferente. Pero quizás no, y este “quizás no”, sea la posibilidad que abra todas las demás posibilidades, y en la que muchos se niegan a adentrarse en lugar de permitir que los miedos y las dudas y las justificaciones gobiernen sus vidas limitando sus grandes capacidades. Y entonces, todo lo que queda es la censura, la amargura, el arrepentimiento y la culpa cósmica de la pequeñez y de un potencial desperdiciado, y la esperanza de una vida diferente o la expectativa de que las circunstancias externas cambien. Culpamos a todos y a todo por nuestro estancamiento y negativa (que replanteamos como nuestra propia incapacidad) de definir la vida que amamos. Culpamos a nuestros genes, a nuestra química cerebral, a nuestras creencias espirituales, a nuestro karma, a nuestra personalidad, a nuestros padres, a la economía, al gobierno, al clima, a la alineación de los planetas, a nuestra historia, a nuestras conclusiones acerca de lo que debería pasar. Una vez que el juego de la culpa comienza, ya no hay quien lo pare. Pero en eso, tampoco encontramos alegría.
He conocido a personas que, en las últimas semanas de su vida, descubrieron de pronto algo en lo que eran buenos, algo que hizo que su corazón cantara: morir bien. Morir en una forma que inspirara a los demás. Permitiendo que su agonía fuera transformadora y un factor de cambio. En las últimas semanas de vida entraron en una absoluta prosperidad. Se entregaron por completo a aquello que amaban, sin esperar ningún beneficio adicional, ninguna ganancia. Jamás hubo alguna excusa. Siempre hay algo para nosotros. A veces, el simple hecho de saber lo que no queremos es el primer paso. A veces, no saber lo que queremos, pero darnos el espacio y el tiempo para explorarlo y encontrarlo es un movimiento de suprema inteligencia y valor en sí mismo.
Aquí no hay ningún mandamiento, no existen los “deberías”. No te estoy diciendo cómo vivir o qué es lo que tienes que hacer. El mundo está repleto de todo eso. Estas son sólo pequeñas invitaciones de alguien que ya pasó por eso, recordatorios llenos de amor para que te abras a tu propia inmensidad, para que liberes a tu corazón, para que bailes y cantes y para que seas eso que ya sabes que eres: la Vida misma, preñada de un potencial creativo que estalla como un Big Bang, ese potencial que por siempre ha escrito cuentos de aventuras emocionantes en las paredes de tu corazón, ese potencial que aún estalla en forma de cada pensamiento, cada sensación, cada sentimiento. Vive la vida que amas porque quizás tengas sólo este día para hacerlo. Nadie más puede vivirla por ti. Te cansarías de esperar.
- Jeff Foster
(Traducido por Tarsila Murguía)

La verdadera Espiritualidad no necesita de intermediarios Por Alma del Mar



La verdadera Espiritualidad no necesita de intermediarios
Por Alma del Mar
La verdadera espiritualidad no pertenece a ninguna iglesia, organización, institución o grupo, orden o grupúsculo, sino que es básicamente adogmática y propia de mentes librepensadoras. Es tanto para creyentes como para agnósticos, teístas o no teístas, puesto que no se mueve por creencias, sino por experiencias, y no requiere que uno se encierre en un ashram o monasterio (que está muy bien si la persona siente que ese es su llamado), sino que se tiene que impregnar de esa espiritualidad la vida diaria.
Es un modo de ser y de sentirse, de seguir el noble arte de vivir, de aprovechar la existencia para evolucionar conscientemente y humanizarse. Nada tiene que ver con ritos, cánticos, mantras, liturgias, creencias dogmáticas u organizaciones religiosas, a menudo (sean de uno u otro signo) saturadas de personas de mente estrecha y aferramiento a ideas y dogmas.
El objetivo es crecer interiormente y conseguir claridad para la mente y compasión para el corazón, sin caer en santurronerías falaces o hacer un show de la propia religiosidad. No es privilegio para unos pocos ni nadie detenta el monopolio de la verdad.
A menudo esa verdadera espiritualidad, que ha configurado una mística perenne en todas las épocas y latitudes, ha sido vapuleada por las iglesias instituidas, al igual que falseada o desnaturalizada hasta lo esperpéntico por muchos seguidores de la llamada Nueva Era, que no quieren transformarse y evolucionar, sino recurrir a toda clase de placebos y que en lugar de esclarecer su visión la enturbian y prefieren la ilusoria fenomenología oculta a las verdaderas enseñanzas y métodos para el trabajo interior; toda vez que no quieren observar el inevitable trabajo interior y buscan atajos para llegar al cielo, ¡cómo si eso fuera posible!
O descargan su responsabilidad en otras personas: sean videntes que nada ven, pseudoterapeutas que de nada sanan, hacedores de “portentos” que luego no saben ni resolver las pequeñas complicaciones de la vida o profetas catastrofistas que, por fortuna, nunca aciertan y que nunca son capaces de predecir los acontecimientos realmente conmovedores.
Y así la persona con minoría de edad emocional, dependiente, que acarrea carencias afectivas y no es capaz de afrontar las realidades contundentes de la vida (que son las que ayudan a crecer), se empeña en buscar intermediarios espirituales, cuando ella debe ser su propia intermediaria, y no poner la responsabilidad de su madurez y evolución en las manos, a menudo poco fiables, de los “salvadores de almas”, los gurús y los que, paranoidemente, se arrogan cualidades místicas o esotéricas de las que carecen.
¿En qué creo? En ti. En tus potenciales, en tu capacidad de autodesarrollo, en tus recursos internos para evolucionar, en tu inteligencia primordial que nadie debe insultar ni minusvalorar.
Deberá llegar un momento, si la consciencia planetaria realmente evoluciona, en que se dará el ocaso de los ídolos, los intermediarios espirituales, los líderes religiosos, los gurús y su empalagosa solemnidad y funesta influencia. Si echamos un vistazo a lo que está pasando en el supermercado espiritual es para echarse a temblar. Espanta. Y callar es proteger a esos falsarios.
He aquí que en Bali una señora tántrica, más demiurga que hada, te cobra cerca de seis mil euros por enredar contigo a lo largo de un mes con prácticas que de verdadero tantra poco tienen, pero sí de mucho tantra degradado y mágico.. ¿Soy descreído e incrédulo porque no creo en esos gurús? Pues recurro a dos grandes seres que nunca estuvieron en cuestión: Ramakrsiha y Vivekananda, veamos que nos dicen:
Ramakrishna:
“La gente con un poquito de poder oculto consigue cosas como nombre o fama. Muchos de ellos quieren la profesión de gurús, ganar el reconocimiento de gente y hacer devotos. La gente dice de un gurú tal: “¡Ah, le va muy bien! ¡Cuánta gente le visita!. Tiene muchos discípulos y seguidores. Su casa luce bien amueblada y decorada. La gente le lleva regalos. Tiene un poder tal que puede dar de comer a muchas personas si lo desea”. La profesión de gurú se parece a la de una prostituta. Es la venta de uno mismo por bagatelas tales como dinero, honor y comodidades materiales”.
Vivekananda:
“En cuanto al gurú, al que transmite, hay peligros más grandes todavía. Hay muchos que aún estando sumergidos en la ignorancia, tienen tal orgullo en su corazón que imaginan saber todo, y no se detienen ahí, pues se ofrecen para llevar a los otros sobre sus hombros. Así, el ciego guía al ciego y ambos caen al foso. El mundo está lleno de ellos. ¡Cada uno quiere ser gurú; cada mendigo quiere donar un millón de dólares! Así como de ridículos estos mendigos, lo son también tales gurús”.
¡El intermediario! O sea que uno necesita de una persona, tan falible como nosotros, para comunicarse con el regente divino o con lo Inefable. La figura del intermediario ha venido de maravilla a las iglesias instituidas y sobre todo a la larga tradición de supersticiones sobre el gurú. “Sin mí, no puedes hacer nada”. “Yo soy tu pértiga, tu punto de apoyo”. Incluso el maestro llega a decir “la liberación del discípulo es la jaqueca del gurú”. ¡No, no, por favor!. La jaqueca del discípulo es la jaqueca del discípulo y él tiene que poner los medios para quitarse la migraña y madurar espiritualmente. Que nadie te engañe diciéndote que te llevará sobre tus hombros. Usa tus piernas, que para eso las tienes.
Escribí hace muchos años “Verdad y Mentira de los Gurús”. Muchos gurús se negaron a recibirme, sobre todo los de masas. No fue el caso de Chidananda, Muktananda y otros que gustosos accedieron a dilucidar el tema. Tampoco fue el caso de numerosos monjes budistas y lamas, que tiene un ego de hormiga al lado del ego elefantítico y enfermizo de los gurús de masas. ¡Basta ya de supersticiones en un país de tantas supersticiones como es la India a pesar de ser cuna de las más refinadas místicas!.
Intermediarios para vender coches, fincas, electrodomésticos, pero no para conectar con lo Inefable. Lo que sirven son las enseñanzas y los métodos. Según Buda aseveró al morir, esos son los verdaderos maestros. Pero las iglesias instituidas y los gurús se han sacado de la manga la figura del “intermediario” para obtener muchas prebendas, realzar su imagen mayestáticamente y devaluar la de los demás.
Muchos gurús han equivocado la carrera. Deberían haberse hecho políticos. ¡Cuidado con los gurús, cuidado con los políticos!. Con razón Krishnamurti decía que no unos ni otros eran de fiar.
¿En qué creo? En ti. En que tu eres tu propio refugio, tu maestro, tu terapeuta, tu mejor amigo si aprendes a serlo y la antorcha fiable para recorrer la senda sinuosa de la autorrealización. Algunos se enfadan porque creo en ellos, es curioso. Porque sólo quieren creer que otros harán el trabajo por ellos, les conducirán, tomarán su equipaje kármico, pero nadie puede tomar la absolución por otro. Creo en tu capacidad de buscador honesto, en tu afán por hallar la mente iluminada que mora en ti…
Tu me inspiras la misma confianza que desconfianza los gurús e intermediarios y salvadores de almas y políticos. A ti te doy la bienvenida, desde el corazón, pero con ellos simplemente prefiero poner distancia terapéutica siempre que pueda y evitar que me contaminen.
Permíteme terminar con un Cuento de intermediarios.
Se reúnen tres gurús de distintas religiones. Conversan a propósito de cómo distribuyen las donaciones recibidas entre ellos y Dios. Uno explica:
– Yo hago un círculo en el suelo. Echo las monedas de la recaudación al aire. Las que entran dentro del círculo se las doy a Dios y las que caen fuera me las quedo yo.
Otro dice:
– Yo también trazo un círculo en el suelo. Lanzo las monedas al aire y las que caen fuera del círculo se las doy a Dios y las que caen dentro, me las quedo yo.
E interviene el tercero (éste el gurú de masas, claro) y dice:
– Trazo un círculo en el suelo. Lanzo las monedas al aire. Las que caen me las quedo yo, y las que no caen es que se las ha quedado Dios.
Ramiro Calle
Centro de Yoga Shadak