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martes, 1 de diciembre de 2015

Elemento de poder: Buddhi mudra (o de la comunicación) - CONTACTO, PODER Y AGILIDAD MENTAL


Elemento de poder: Buddhi mudra (o de la comunicación) - CONTACTO, PODER Y AGILIDAD MENTAL
Este mudra se realiza uniendo las puntas de los dedos meñique y pulgar.
La práctica de este gesto aumenta la capacidad de comunicarse con claridad e intuición, mejora las relaciones interpersonales y la capacidad de alegría y satisfacción.
Además estimula el desarrollo psíquico.
Por ello también se ocupa del terreno de la sexualidad.
En la tradición de kundalini yoga los dedos están simbolizados por los planetas, el pulgar representa la personalidad de cada individuo - el Ego - y se simboliza con Marte, que es capaz de alimentar la energía de los otros dedos, absorber los excesos de la misma, y confirmar el gesto que se realiza.
El meñique se simboliza con el planeta Mercurio, que encarna el poder mental, la comunicación y la agilidad.
Existen dos maneras de realizarlo:
La más común es uniendo la puntas de los dedos, y la otra es colocando la uña del meñique en contacto con la yema del pulgar manteniendo el borde de la uña en la segunda articulación del mismo.
Mientras la primera es más sutil, la segunda es más potente y activa, multiplicando su proyección y mostrando el camino más directo.
El uso de cada uno de ellos puede ser elegido por el practicante, pero normalmente en kundalini yoga se usa en general la forma más sutil, y la activa sólo en las meditaciones más fuertes.
En cualquiera de los casos has de estirar los otros tres dedos y mantener el contacto con decisión.
Además, lo más habitual es mantener las palmas en dirección hacia el cielo y los dorsos hacia la tierra mientras se efectúa, para enfatizar la conexión con la energía cósmica, pero algunas veces se puede plantear la práctica a la inversa para conectar con la tierra y nuestras raíces.
Ahora sólo queda practicarlo, porque aunque la enseñanza este ahí desde hace miles de años, nuestra práctica siempre es un descubrir.
Quizá por ello los maestros insisten tanto en que no hay que consumir el yoga, sino vivirlo...