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jueves, 22 de octubre de 2015

CON EL REFLUJO DEL OCÉANO DE LA VIDA


Mientras recorro las playas que no conozco
mientras escucho la endecha
las voces de los hombres y mujeres náufragos
mientras aspiro las brisas impalpables que me asedian
mientras el océano, tan misterioso
se aproxima a mi cada vez más
yo no soy sino un insignificante madero abandonado por la resaca
un puñado de arena y hojas muertas
y me confundo con las arenas y con los restos del naufragio.
Oh! desconcertado, frustrado, humillado hasta el polvo
oprimido por el peso de mi mismo
pues me he atrevido a abrir la boca
sabiendo ya que en medio de esa verbosidad cuyos ecos oigo
jamás he sospechado qué o quién soy
a no ser que, ante todos mis arrogantes poemas
mi yo real esté de pie, impasible, ileso, no revelado
señero, apartado, escarneciéndome con señas y reverencias burlonamente amables
con carcajadas irónicas a cada una de las palabras que he escrito
indicando en silencio estos cantos y, luego, la arena en que asiento mis pies.
Ahora sé que nada he comprendido, ni el objeto más pequeño
y qué ningún hombre puede comprenderlo.
La naturaleza está aquí a la vista del mar
aprovechándose de mí para golpearme y para herirme
porqué me he atrevido a abrir la boca para cantar.

He oído lo que decían los charlatanes sobre el principio y el fin,
Pero yo no hablo del principio y del fin.
Jamás hubo otro principio que el de ahora, ni más juventud o vejez que las de ahora,
Y nunca habrá otra perfección que la de ahora,
Ni más cielo o infierno que éstos de ahora.
Instinto, instinto, instinto.
Siempre el instinto procreando el mundo.
Surgen de la sombra los iguales, opuestos y complementarios, siempre sustancia y crecimiento, siempre sexo,
Siempre una red de identidades, siempre distinciones, siempre la vida fecundada.
De nada vale trabajar con primor; cultos e ignorantes lo saben.
Seguro como lo más seguro, enclavado con plomo en las columnas, abrazado al poste firme,
Fuerte como un caballo, afectuoso, soberbio, ecléctico,
Yo y este misterio aquí estamos frente a frente.
Limpia y tierna es mi alma, y limpio y tierno es todo lo que no es mi alma,
Si falta uno de los dos, ambos faltan, y lo visible es prueba de lo invisible,
Hasta que se vuelva invisible y haya de ser probado a su vez.
Cada época ha humillado a las otras enseñando lo mejor y desechando lo peor,
Y yo, como conozco la perfecta justeza y la eterna constancia de las cosas,
No discuto, me callo, y me voy a bañarme para admirar mi cuerpo.
Hermoso es cada uno de mis órganos y de mis atributos, y los de todo hombre bello y sano,
Ni una pulgada de mi cuerpo es despreciable, y ni una debe ser menos conocida que las otras.
Me siento satisfecho: miro, bailo, río, canto;
Cuando mi amante compañero de lecho, que ha dormido abrazado a mí toda la noche, se va con paso quedo al despuntar el alba,
Dejándome cestas cubiertas con lienzos blancos que llenan con su abundancia mi casa,
Yo las acepto con naturalidad, ¿pues habría de tasarlas hasta el último céntimo para conocer exactamente el valor de su regalo?

¿Quién anda por ahí anhelante, místico desnudo?
¿Cómo es que saco fuerzas de la carne que tomo?
¿Qué es un hombre, realmente? ¿Qué soy yo? ¿Qué vosotros?
Cuanto diga que es mío deberás apropiártelo.
De otra forma, escucharme sería perder tu tiempo.
No voy gimoteando a través de la tierra:
Que los meses se pasan, que la tierra es fangosa, miserable y muy sucia.
Gemidos y plegarias serviles son remedios para enfermos e inválidos; quede el conformarse muy lejos de mi vida,
Yo me pongo el sombrero dentro y fuera de casa.
¿Por qué tengo que orar? ¿Y adorar y andar con ceremonias?
Después de escudriñar en los estratos, de analizarlo todo, de hablar con los expertos y calcular minucias,
He llegado a saber que el sebo más sabroso va adherido a mis huesos.
Me veo en todos, ninguno es más que yo, ni es menos un grano de cebada.
Sé que soy fuerte y sano,
Todo marcha hacia mí, constantemente,
Todo me escribe y debo descifrar lo que me dice.
Sé que soy inmortal.
Sé que mi órbita no podrá ser descrita con compás de artesano,
Que no me perderé como se apaga la espiral que en la sombra traza un niño con fuego de un carbón encendido.
Sé que soy venerable,
Y no fuerzo a mi espíritu a que explique o defienda,
Pues las leyes más fijas nunca piden disculpas
(Después de todo no soy más orgulloso que el cimiento que sustenta mi casa),

Existo como soy, con eso basta,
Y si nadie lo sabe me doy por satisfecho,
Lo mismo que si todos y uno a uno lo saben,
Hay un mundo al que tengo por el mayor de todos, que soy yo y que lo sabe,
Si llego a mi destino, ya sea hoy ya sea dentro de millones de años,
Puedo aceptarlo ahora o seguir aguardando, con igual alegría.
La base donde apoyo mis pies es de granito,
Me río cuando dicen que puede disolverse,
Porque conozco lo que dura el tiempo.
walt whitman

DEJAR IR: EL MECANISMO DE LA ENTREGA



DEJAR IR: EL MECANISMO DE LA ENTREGA
¿Qué es?
Dejar ir es como el cese repentino de una presión interna o la caída de un peso. Se acompaña de una repentina sensación de alivio y ligereza, y el incremento de la felicidad y la libertad. Se trata de un mecanismo real de la mente y todo el mundo lo ha experimentado en alguna ocasión.
Un buen ejemplo es el siguiente. Estás en medio de una intensa discusión; estás enfadado y molesto, cuando de repente ves que todo es absurdo y ridículo. Y empiezas a reír. La presión se alivia. De la ira, el miedo y la sensación de sentirte atrapado de repente te sientes libre y feliz.
Piensa en lo maravilloso que sería poder hacer eso en todo momento, en cualquier lugar, y en cualquier situación. Que pudieras sentirte siempre libre y feliz y nunca ser acorralado por tus sentimientos enfrentados. De esto trata toda la técnica: dejar ir consciente y frecuentemente a voluntad. Entonces estás a cargo de lo que sientes, y ya no estás a merced del mundo y de tus reacciones hacia el. Ya no eres la víctima. Esto es emplear la enseñanza básica de Buda, que elimina la presión de la reactividad involuntaria.
Llevamos con nosotros un enorme almacén de sentimientos negativos acumulados, actitudes y creencias. La presión acumulada nos hace miserables y es la base de muchas de nuestras enfermedades y problemas. Estamos resignados a ello y lo explicamos como la "condición humana". Tratamos de escapar de ella de mil maneras. La vida humana media se emplea en tratar de evitar y huir de la confusión interior del miedo y la amenaza de la miseria. La autoestima de todos está constantemente amenazada tanto desde dentro como desde fuera.
Si echamos un vistazo a la vida humana, vemos que es esencialmente una larga lucha elaborada para escapar de nuestros miedos internos y las expectativas que han sido proyectadas sobre el mundo. Se intercalan periodos de celebración cuando hemos escapado momentáneamente de los miedos internos, pero los
miedos siguen ahí esperándonos. Nos hemos vuelto temerosos de nuestros sentimientos internos porque tienen tal enorme cantidad de negatividad que tememos quedar sobrepasados si realizamos una observación más profunda.
Tenemos miedo de estos sentimientos porque no tenemos ningún mecanismo consciente con el que manejar los sentimientos cuando provienen del interior de nosotros mismos. Debido a que tenemos miedo a enfrentarnos a ellos, continúan acumulándose y, finalmente, en secreto empezamos a buscar como adelantar la
muerte para que todo el dolor termine. No son los pensamientos o los hechos los son dolorosos, sino los sentimientos que los acompañan. Los pensamientos en y por sí mismos no son dolorosos, ¡sino los sentimientos que subyacen en ellos!
Es la presión acumulada de los sentimientos la que provoca los
pensamientos. Un sentimiento, por ejemplo, puede crear literalmente miles de pensamientos durante un tiempo. Pensemos, por ejemplo, en un recuerdo doloroso de los primeros años de vida, una pena terrible que se ha ocultado. Observa todos los años y años de pensamientos asociados a ese simple suceso. Si pudiéramos
entregar la sensación de dolor subyacente, todos esos pensamientos
desaparecerían al instante y nos olvidaríamos del suceso.
Esta observación está en conformidad con la investigación científica. La teoría científica de Gray-LaViolette integra la psicología y la neurofisiología. Su investigación demostró que el tono de los sentimientos organiza los pensamientos y la memoria (Gray-LaViolette, 1981). Los pensamientos son archivados en el banco de la memoria de acuerdo a los diferentes matices de los sentimientos asociados a esos pensamientos. Por lo tanto, cuando renunciamos o apartamos un sentimiento, nos estamos liberando de todos los pensamientos asociados.
El gran valor de saber cómo entregar es que todos y cada uno de los
sentimientos se puede dejar en cualquier momento y en cualquier lugar en un instante, y puede hacerse continuamente y sin esfuerzo.
¿Cuál es el estado de entrega? Significa estar libre de sentimientos negativos en un área determinada para que la creatividad y la espontaneidad puedan manifestarse sin la oposición o la interferencia de los conflictos internos. Estar libres de conflictos internos y expectativas es dar a quienes comparten nuestra vida la
mayor libertad. Nos permite experimentar la naturaleza básica del universo, que, según se descubrió, es manifestar el mayor bien posible en cada situación. Esto puede sonar filosófico, pero, cuando se hace, es empíricamente cierto.
LOS SENTIMIENTOS Y LOS MECANISMOS MENTALES
Tenemos tres maneras principales de manejar los sentimientos: supresión, expresión y escape. Vamos a discutir cada uno de ellas.
1. La supresión y la represión. Estas son las formas más comunes con las que tiramos hacia delante con nuestros sentimientos y los dejamos a un lado. En la represión, esto sucede inconscientemente; en la supresión, sucede conscientemente. No queremos ser molestados por los sentimientos y, además, no sabemos qué más hacer con ellos. Tenemos suerte de sufrir con ellos y tratar de
seguir funcionando de la mejor manera que podamos. Los sentimientos que seleccionamos para ser suprimidos o reprimidos lo son en conformidad a los programas consciente e inconsciente que acarreamos por costumbre social y educación familiar. La presión de los sentimientos suprimidos es sentida luego como
irritabilidad, cambios de humor, tensión en los músculos del cuello y la espalda, dolores de cabeza, calambres, trastornos menstruales, colitis, indigestión, insomnio, hipertensión, alergias y otras condiciones somáticas.
Cuando reprimimos un sentimiento, es porque hay tanta culpa y miedo por la sensación que ni siquiera es conscientemente sentida en absoluto. Se convierte al instante en una estocada en el inconsciente tan pronto como amenaza en emerger.
El sentimiento reprimido es luego manejado de varias maneras para garantizar que se mantiene reprimido y fuera de la consciencia.
De estos mecanismos utilizados por la mente para mantener el sentimiento reprimido, la negación y la proyección son quizás los métodos más conocidos, ya que tienden a ir juntos y reforzarse el uno al otro. La negación deriva en emociones importantes y bloqueos para la maduración. Es acompañado generalmente por el
mecanismo de la proyección. A causa de la culpa y el miedo, reprimimos el impulso o los sentimientos, y nos negamos a su presencia en nosotros. En lugar de sentirlos, los proyectamos sobre el mundo y los que nos rodean. Experimentamos las sensaciones como si perteneciera a "ellos". "Ellos" se convierten entonces en el
enemigo, y la mente busca y encuentra justificación para reforzar la proyección. La culpabilidad se sitúa en las personas, los lugares, las instituciones, los alimentos, las condiciones climáticas, los acontecimientos astrológicos, las condiciones sociales, el destino, Dios, la suerte, el diablo, los extranjeros, los grupos étnicos, los rivales políticos, y otras cosas fuera de nosotros mismos. La proyección es el principal mecanismo utilizado en el mundo de hoy. Es responsable de todas las guerras, los disturbios y los desórdenes civiles. Incluso se anima a odiar al enemigo para convertirse en un "buen ciudadano". Mantenemos nuestra propia autoestima a costa
de los demás y, con el tiempo, esto deriva en descomposición social. El mecanismo de la proyección subyace a todo ataque, violencia, agresión, y toda forma de destrucción social.
2. Expresión. Con este mecanismo, la sensación es aireada, verbalizada, o afirmada por el lenguaje corporal, y representada en un sinfín de demostraciones en grupo. La expresión de los sentimientos negativos permite dejar salir sólo la suficiente presión interior para que, de este modo, el resto pueda ser suprimido. Este
es un punto muy importante a entender, porque muchas personas en la sociedad de hoy creen que expresar sus sentimientos les libera de los sentimientos. Los hechos demuestran lo contrario. La expresión de un sentimiento, primero, tiende a propagar ese sentimiento y darle mayor energía. En segundo lugar, la expresión del
sentimiento simplemente permite que el resto sea suprimido fuera de la consciencia.
El equilibrio entre supresión y expresión varía en cada individuo dependiendo de la educación primaria, las actuales normas culturales, las costumbres, y los medios de comunicación. Expresarse está ahora en boga como resultado de una mala comprensión de la obra de Sigmund Freud y el psicoanálisis. Freud señaló que la supresión era la causa de la neurosis; por lo tanto, se pensó erróneamente que la expresión era la cura. Esta mala interpretación se convirtió en una licencia para la auto-indulgencia a costa de los demás. Lo que en realidad dijo Freud, en el
psicoanálisis clásico, era que el impulso o sentimiento reprimido debía ser neutralizado, sublimado, socializado, y canalizado por los instintos constructivos del amor, el trabajo y la creatividad.
Si volcamos nuestros sentimientos negativos en los demás, lo experimentarán como un ataque, y a su vez, se verán forzados a suprimir, expresar, o escapar de esos sentimientos; por lo tanto, la expresión de la negatividad deriva en el deterioro y la destrucción de las relaciones. Una alternativa mucho mejor es asumir la
responsabilidad de nuestros propios sentimientos y neutralizarlos. Entonces, sólo los sentimientos positivos permanecen y son expresados.
3. Escape. El escape es la evitación de los sentimientos a través de la diversión.
Esta evitación es la columna vertebral de las industrias del entretenimiento y los licores, así como la ruta hacia la adicción al trabajo. El escapismo y la evitación de la consciencia interior es un mecanismo socialmente tolerado. Podemos evitar a nuestros propios yoes interiores y apartar nuestros propios sentimientos del emerger de una interminable variedad de búsquedas, muchas de las cuales con el tiempo se convierten en adicciones a medida que nuestra dependencia a ellas crece.
La gente se desespera al permanecer inconsciente. Observemos cómo a menudo las personas echan un vistazo a la televisión en el momento en que entran en una habitación y luego caminan por ella en un estado de cuasi- insomnio, siendo constantemente programados por los datos que provienen en ella. Las personas
tienen miedo de enfrentarse a sí mismas. Temen incluso un momento de soledad.
De ello, las constantes actividades frenéticas: la interminable socialización, el hablar, el enviar mensajes de texto, leer, escuchar música, trabajar, viajar, hacer turismo, ir de compras, comer en exceso, los juegos de azar, ir al cine, tomar píldoras, el uso
de drogas y las fiestas de cóctel.
Muchos de los mecanismos anteriores de escape son erróneos, estresantes e ineficaces. Cada uno de ellos requiere cantidades crecientes de energía en y por sí mismos. Se requieren enormes cantidades de energía para mantener baja la presión cada vez mayor de los sentimientos suprimidos y reprimidos. Hay una pérdida
progresiva de la consciencia y una detención del crecimiento. Hay una pérdida de creatividad, energía, e interés real en los demás. Hay una detención del crecimiento espiritual y, finalmente, el desarrollo de enfermedades físicas y emocionales, dolencias, envejecimiento y muerte prematura. La proyección de estos sentimientos reprimidos deriva en problemas sociales, trastornos, y el aumento del egoísmo y la crueldad característica de nuestra sociedad actual. Por encima de todo, el efecto es el incapacidad para amar de verdad y confiar en otra persona, lo que resulta en el aislamiento emocional y el odio a uno mismo.
En contraste con lo anterior, ¿qué sucede cuando en lugar de esto dejamos un sentimiento? La energía detrás del sentimiento es instantáneamente entregada y el efecto neto es la descompresión. La presión acumulada comienza a disminuir a medida que lo dejamos constantemente. Todo el mundo sabe que, cuando lo
dejamos, nos sentimos mejor inmediatamente. El cuerpo cambia la fisiología. Hay mejoras detectables en el color de la piel, la respiración, el pulso, la presión arterial, la tensión muscular, la función gastrointestinal, y la química de la sangre. En el
estado de libertad interior, todas las funciones del cuerpo y los órganos se corrigen en general en dirección a la normalidad y la salud. Hay un aumento inmediato en la potencia muscular. La visión mejora y nuestra percepción del mundo y de nosotros
mismos cambia para mejor. Nos sentimos felices, más cariñosos y más relajados.
Dr. DAVID R Timothy Hawkins
Extraido de corazonesintrepidos.blogspot.com
Fuente: http://rosacastillobcn.blogspot.com.es/

EL SENDERO DEL MAGO: LECCIÓN 3



EL SENDERO DEL MAGO: LECCIÓN 3
"El mago observa los ires y venires del mundo,
pero su alma habita en el ámbito de la luz.
El paisaje cambia, el observador permanece igual.
El cuerpo es sólo el sitio al que los recuerdos
llaman hogar".

Merlín prefería evitar que lo vieran los mortales, pero en ocasiones se le podía ver una tarde de verano haciendo equilibrio en un pie, al borde de un campo. Los campesinos curiosos se le acercaban, pero Merlín permanecía como una estatua, sin emitir sonido alguno o reconocer su presencia.
En esas ocasiones, Arturo pensaba que su maestro parecía una garza vieja acechando a un pez en el
pantano. Un día, después de que Merlín habla pasado horas contemplando el estanque, el niño no resistió la tentación de preguntarle qué era lo que miraba.
“No lo sé con exactitud”, contestó Merlín. “Vi una libélula y quise mirarla más de cerca. Se atravesó en mi camino como un sueño fugaz, pero al cabo de un momento olvidé si la libélula era mi sueño o si yo era el de ella”.
“¿No es obvia la respuesta?”, preguntó Arturo.
Merlín le propinó un golpecito en la cabeza y le dijo: “Tú crees que tus sueños existen aquí adentro. Pero como yo me encuentro en todas partes, ¿cómo puedo saber cuál parte de mí sueña a otra?”

PARA COMPRENDER LA LECCIÓN
Al mago que llevamos dentro también podríamos llamarlo testigo. El papel del testigo es no intervenir en el mundo cambiante, sino ver y comprender. El testigo no descansa — permanece despierto aun mientras soñamos o dormimos sin soñar. Por lo tanto, no necesita ver a través de nuestros ojos, lo cual parece bastante mágico. ¿No son acaso los ojos los órganos esenciales para ver?
La energía y la información son fundamentales para cualquier cosa que podamos ver, oír o tocar en el mundo relativo— cada átomo se puede descomponer en esos dos elementos. Sin embargo, en su estado primordial esos ingredientes no tienen forma. Un haz de energía puede alejarse en un remolino informe como una bocanada de humo; la información se puede descomponer en trozos aleatorios de datos. Se necesita otra fuerza para organizar el orden maravilloso de la vida: la inteligencia. La inteligencia es lo que aglutina al universo.
Para el mago, ésta no es una noción teórica porque puede ver con su propio ojo interior que él es esa
inteligencia. Los mortales se desconciertan ante este concepto, puesto que no pertenece a la mente. Están acostumbrados a saber las cosas, pero no a la sabiduría misma. “El mortal más brillante”, dijo Merlín, “no es mejor que el más idiota tan pronto como ambos se duermen. Los dos tienen las mismas pesadillas y se preocupan por la muerte. El temor nace con ellos y no pueden disfrutar el más nimio de los placeres sin saber que al poco tiempo se desvanecerá”.
La sabiduría del mago permanece presente incluso durante el sueño. La inteligencia universal siempre despierta, consciente y que todo lo sabe, no es para el mago una fuerza creadora distante. Vive en cada átomo. Es el ojo detrás del ojo, el oído detrás del oído, la mente detrás de la mente.
Por lo tanto, el mago no necesita estar despierto con los ojos abiertos para ver. En el sentido más profundo, podemos ver mientras dormimos o soñamos, porque ver significa estar despiertos a la inteligencia universal.
Cuando el testigo está totalmente presente, todo es comprensible.
El conocimiento del mago es sabiduría pura que no depende de los hechos externos. Es el agua de la vida tomada directamente de su fuente. Sin importar los cambios que ocurran en el universo, la sabiduría del mago no puede cambiar— el paisaje va y viene pero el observador es siempre el mismo. Antes de hallar al mago en nuestro interior, todos dependemos de los sentidos y de la mente para saber lo que sabemos. Nuestro conocimiento es aprendido. Está almacenado en la memoria y catalogado de acuerdo con las cosas que nos interesan; por consiguiente, es selectivo. El conocimiento del mago es innato.
En una ocasión, Arturo casi muere de susto cuando Merlín salió corriendo como si estuviera loco, blandiendo un enorme cuchillo de carnicero.
“¿Qué haces?”, preguntó el aterrorizado muchacho.
“Estoy pensando”, contestó Merlín. “¿Acaso tú no piensas así?”
“No”, dijo Arturo.
Merlín se detuvo y dijo: “Ah, entonces debo estar equivocado. Tenía la impresión de que la mayoría de los mortales utilizaban la mente como un cuchillo, para cortar y disecar. Quería saber cómo era. Si me permites decirlo, hay mucha violencia oculta en lo que ustedes los mortales llaman racionalidad”.
La mente del mago es como un lente que toma lo que ve y lo deja pasar sin distorsionarlo. La ventaja de ese tipo de consciencia es que unifica, mientras que la mente racional separa. La mente racional observa “en el exterior” un mundo de objetos en el tiempo y el espacio, mientras que el mago lo ve todo como parte de sí mismo. En lugar del “exterior” y el “interior”, existe una sola corriente unificada.
De ahí que Merlín dijera que no sabia si era él quien soñaba con la libélula o si la libélula era la que soñaba con él. Sólo hay diferencia en la separación, tal como la ve la mente. Para el ojo del mago, los dos son una misma cosa.
PARA VIVIR LA LECCIÓN
No es fácil explicar en qué consiste ser testigo. En el estado normal de vigilia, todos vemos objetos, pero el testigo ve luz. Se ve a si mimo como un foco de luz y al objeto como otro, pero todo dentro del contexto de un gran ámbito cambiante donde sólo hay luz.
La luz es una metáfora para hablar de los estados elevados del ser. Cuando una persona que ha tenido una experiencia cercana a la muerte dice: “Entré dentro de la luz”, quiere decir que experimentó un plano más sutil de si misma. La luz puede asumir la imagen del cielo o de otro mundo, pero para el mago nuestro mundo corriente también es sólo una imagen, proyectada igualmente desde la consciencia.
“Toda consciencia es luz”, decía Merlín, “y toda luz es consciencia”. Las fronteras que inventamos para dividir el cielo y la Tierra, la mente y la materia, lo real y lo irreal, son solamente mecanismos de conveniencia. Puesto que hemos inventado las fronteras, podemos hacerlas desaparecer con la misma facilidad.
Observe atentamente esta página. Para usted es un objeto. Es sólida en la medida en que está hecha de fibras de madera convertidas en papel, pero es abstracta en el sentido de que está hecha de ideas. ¿Es una página una cosa de papel, una cosa de ideas, o ambas cosas? Note con cuánta facilidad puede percibirla como las dos cosas, pero note también que no puede ver ambas cosas al mismo tiempo. En otras palabras, las distintas realidades pueden coexistir, pero cada una respeta su propio nivel de existencia. Una palabra no es otra cosa que puntos de tinta en un nivel, pero es la clave de una idea en otro.
Todos los estados de existencia, desde el más sutil e inmaterial hasta el más grosero y sólido, dependen del observador. Si quisiéramos, podríamos disolver la página sólida y convertirla en nada, de la siguiente manera: una hoja está hecha de papel, el papel está hecho de moléculas, las moléculas están compuestas de átomos, los átomos son haces de energía a nivel cuántico, y los haces de energía son espacio vacío en un 99.99999 por ciento. Puesto que la distancia entre un átomo y otro es bastante grande — proporcionalmente mayor que la distancia entre la Tierra y el Sol — podemos decir que esta página es sólida sólo si estamos dispuestos a decir que el espacio que nos separa del Sol es sólido.
Esta experiencia de convertir las cosas aparentemente sólidas en nada puede hacerse también al contrario.
Comenzando con un espacio “vacío”, podemos añadir haces de energía, átomos, moléculas y así
sucesivamente por la cadena de la creación hasta llegar al objeto que querramos, incluido nuestro propio cuerpo. La mano que da vuelta a esta página es una nube de energía y la única forma de sentirla o de que ella sienta la página es a través de un acto de consciencia. Otros haces de energía, como la luz ultravioleta que nos rodea, escapan totalmente a nuestra percepción. Por lo tanto, los ires y venires del mundo dependen enteramente del poder de la percepción. Fuimos creados como videntes a fin de que el mundo existiera como algo para ver. Sin los ojos, el mundo sería invisible.
Ahora podemos tomar esta noción y dar un paso más. Todo lo que existe sobre la Tierra se nutre con el Sol, el cual es una estrella. El alimento que consumimos se transformó a partir de la luz de una estrella y, al consumirlo, nosotros creamos un cuerpo proveniente de la misma fuente. En otras palabras, el hecho de comer un alimento no es otra cosa que el acto de una luz que consume luz. Esta luz, aunque adopta muchas formas, desde espirales gaseosas y quásares hasta un conejo que roe la hierba, es sólo una. No existe en un sitio, sino que está en todas partes. Sentimos que estamos en un sitio, pero eso es cierto solamente porque en este momento estamos dedicados al acto de suprema creación consistente en convertir el universo de luz en un solo foco denominado cuerpo y mente.
“Desearía hacer milagros”, suplicó Arturo un día.
“Este mundo existe gracias a ti”, replicó Merlín. “¿No te parece suficiente milagro?”
El mago lleva este razonamiento mágico hasta lo último. Si la vista hace visible al mundo, pregunta: ¿Qué o quién es el creador de la vista? ¿Quién vio al ojo antes de que éste pudiera ver? La respuesta es la consciencia. El vidente tras el ojo es simplemente la consciencia misma, la cual da vida a nuestros sentidos para que ellos puedan dar vida a todo lo que nos rodea, este no es un misterio metafísico. Dentro del útero de la madre, el embrión comienza la vida como un sola célula, sin órganos de los sentidos; después evoluciona en múltiples células que se agrupan en regiones especificas, que a su vez se concentran en diversas funciones; y finalmente, esas funciones emergen en forma de ojos, oídos, lengua, nariz y demás. Un ojo es muy distinto de un oído, pero la diferencia de sus formas es engañosa. Todos nuestros sentidos estaban contenidos en forma de información codificada, en esa primera célula fecundada.
La información no es más que consciencia hecha manifiesta en una forma almacenable — como este libro. Si no supiéramos lo que es un libro, diríamos que es simplemente una colección de signos de un código extraño, cuando en realidad es un canal para que una consciencia se comunique con otra.
Desde el punto de vista de Merlín, el mundo entero era para él una forma de hablar consigo mismo. “Si alguna vez olvidas algo”, le dijo a Arturo, “el bosque te lo recordará”.
“He olvidado muchas cosas que el bosque no me recordó”, protestó el niño.
“No es cierto”, replicó Merlín. “De lo único que puedes olvidarte es de ti mismo, y eso lo puedes encontrar bajo cada árbol”.
¿Por qué existe el mundo? Porque una vasta consciencia quiso escribir el código de la vida y desplegar sus hebras en la página del tiempo. De ahí que el mago no pueda saber dónde termina su cuerpo y dónde comienza el mundo. ¿Está usted soñando con este libro, o es el libro el que sueña con usted?
DEEPAK CHOPRA

¡Solo siente!



¡Solo siente!
Solo siente tu corazón latir, solo siente como esta presente el ritmo del corazón de la Tierra
y siente cómo te unificas al ritmo del corazón de los demás a través de la respiración.
Ábrete a sentir el corazón del humano... A sentir lo que estamos viviendo en estos tiempos...
Ábrete a sentir a la Tierra y lo que ella siente en estos momentos.
Ábrete a sentirte a ti mismo... Estando conectado con los pies en la Tierra.
En este tiempo no se trata de meditar en otros planos, en este tiempo tu presencia es
necesaria aquí, por eso tienes un cuerpo... Por eso tienes una voz ...
Porque necesitamos escucharla...porque te requerimos en este plano y en esta Tierra...
Porque la Tierra requiere de tu presencia.
Solo siente... Percibe... Unifícate con la conciencia del Todo... Mas con los pies en
la Tierra. Sintiendo la energía, que vibra en tus pies en contacto con ella,
sintiendo tus órganos sexuales, sintiendo la parte de ser Madre de esta
Tierra y de todos los seres humanos aquí contenidos. Un gran vientre y la
Tierra es tu vientre... La Tierra eres tú y la Tierra esta en ti contenida.
Eres el Todo y el Todo esta en ti contenido. Los seres humanos que en el
externo se encuentran, esos seres también moran en ti porque tu eres El Todo.
La lucha que está en el externo, es una lucha que mora entre tu cuerpo, tus emociones
y tus pensamientos, es una lucha entre la luz y la oscuridad.
Siente tu energía en el poder personal, siente como te sabes divino,
te sabes criatura de Dios en un cuerpo. Visualiza el color dorado en el plexo solar,
percibe como es mas grande el valor que el miedo... Es más grande tu seguridad
que la duda de los demás... Es mas grande tu intuición de saber
que hoy contactas con el Todo...
Siente el corazón latir... Es el corazón de la Tierra y es el corazón del Humano.
Visualiza el chakra del corazón como se abre... Siéntelo palpitar y siente como
tu canto se une con el Todo. Unifica el corazón del humano con tu canto...
Unifícate a ti mismo y sana todo aquello que el dolor que en ti existe.
Siente como la Gran Madre arrulla a los seres humanos que contienes en tu vientre,
cómo arrullas a la Tierra... Cómo vuelves tú a la Tierra al ritmo de expansión...
Pausa... Contracción... Pausa... Expansión.
Cómo estas ondas y esta vibración las emanas a los seres humanos que en ella
se encuentran, para que vuelvan a retomar su ritmo, a saberse quiénes son
en esencia y en conciencia.
Hay dolor, pero en este tiempo no tocarás el dolor porque es más grande el AMOR
que mora en ti. Les venimos a apoyar con vibraciones de Luz y Amor.
No es tocando el dolor de aquellos seres que en dolor se encuentran, cómo ayudarás,
sino es elevando tu vibración...
Y por añadidura se elevará la de los demás en Amor.
¡Ama, ser humano, y perdona! Como alguien hace tiempo, alguien que por amor
perdonó a aquellos quienes le lastimaron. De la misma forma perdona y emana
el perdón a esta Tierra. Es la vibración que ahora se necesita, mas para emanar,
primero acepta que vives la ira y el resentimiento. Entrégalo a ese ser poderoso
y deja que él lo disuelva, y tú solo perdona.. Perdónate a ti y perdona a tu hermano
y así vibra esta energía a la Tierra. Vuelve así a la frecuencia de arrullo a la Tierra,
a los seres humanos que en tu vientre se encuentran, ámales no importa como lo hagas,
Ámales... Son parte de ti, son tus hijos, son tu creación. Ámales, que es la fuerza del amor
que vence a la ira en esta Tierra.
Ama porque tienes amor, y si dudas que lo tienes, deja que Él ame a través de ti.
Entrégale tu corazón y siente como lo limpia, lo purifica, lo esculpe, llenándolo de amor,
ternura, sensibilidad. No te cierres a sentir, ya que es a través del corazón que el ser
contacta con su Cielo y cómo los espíritus contactan con la Tierra.
Recuerda, el corazón es el puente entre el espíritu y la materia. ÁBRETE SER HUMANO, AMA,
ÁMATE A TI MISMO y por ende AMA A TODOS aquellos que comparten contigo,
ama porque eres bendito.
Ábrete... Entrégate... Es el amor lo que hace falta en esta Tierra.
Solo arrulla a tus hijos y devuélvelos a la misma vibración del Universo...
Arrulla sus corazones, y si no tuvieron suficiente amor de sus padres o del medio
que los rodeó... Hoy tú les emanas ese amor... Acaríciales su corazón... Purifícales su alma...
detén su mente que destrucción crea en este tiempo.
Que sea, pues, el corazón lo que domine en esta Tierra... ¡Basta ya de la razón! ...
No más razón... ¡Que el hombre se abra al amor más allá de la razón!...
¡Que el hombre bendiga estar en esta Tierra!
Que el SER HUMANO abrace tanto aquel que ama como aquel que no ama.
Ama aquello que en ti te disgusta... Ama tu sombra... Ama tu oscuridad...
No lo niegues... Ama aquello que te disgusta de los demás... Ama a los seres
que te desagradan... Ama.. Perdona...
Libera y vuelve al arrullo de la madre a los seres de esta Tierra.
Y en ese arrullo se eleven las almas de los seres humanos cuyos cuerpos
dejaron en esta Tierra... Que vuelvan a la conciencia divina... A saberse
que no solo son materia... Vuelvan a la luz a donde pertenecen.
Visualiza todos estos seres que dejaron sus cuerpos dirigiéndose a la Luz...
Desconectándose de sus seres queridos... Aceptando que ya no tienen un cuerpo...
Rompiendo los cordones con quien les une en esta Tierra...
Sabiendo que es tiempo de partir... De irse... Vuelen... Vuelen, y los seres
que están en esta Tierra les permiten partir en paz y luz.
Luz y amor en el corazón de aquel que vive en dolor porque alguien amado parte...
Porque deja este plano...
Luz y Amor a los seres que permanecen en este plano, para que encuentren otra
forma de comunicarse con los espíritus de sus seres amados más allá del cuerpo.
Visualiza a la Tierra envolviéndola en una energía dorada, así a todos los seres
humanos que en ella habitan. El dorado es el color de la conciencia divina.
Que los seres humanos que están en esta Tierra se sepan en conciencia divinos,
que no luchen , que no se agredan, porque en ello se agreden a ellos mismos.
Que se amen... Sagrada es la vida... Sagrada la existencia... Es un regalo divino...
Hoy la energía dorada bañe todas estas almas y la Tierra.
También tu cuerpo y tu conciencia.
Ves ahora la importancia de estar en este plano...
Sirves de puente entre el Cielo y la Tierra.
No dudes de lo que sucede en el externo, solo en ti sumérgete
y desde allí ama, empezando por tu cuerpo y empezando por ti mismo,
sea el amor pues, más grande que el dolor en esta Tierra...
En este tiempo... Para que reconozcas aquí tu lugar y ésta tu existencia.
Siente la energía en todo tu cuerpo, siente como tu centro es la Tierra y siente
como en él fluye la energía divina... Cómo se bombea sangre divina y recorre todo
tu cuerpo recordando que es divino... Lleva tus manos a cualquier parte de tu cuerpo
donde haya desarmonía y siente cómo fluye en él la energía. Siente la energía fluir
en ondas, en ciclos y reconoce en ti el poder de sanarte y unificarte.
Por último unifica tu cuerpo, con tu mente, tus emociones con tu espíritu y desde
este punto emana conciencia divina al corazón de los seres humanos en esta Tierra.

Publicado: por 
Ana María Cantos Torres
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