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viernes, 10 de julio de 2015

NUESTRA ÚLTIMA OPORTUNIDAD PARA AMAR



Y debido a que la tierra podría abrirse en cualquier momento arrastrándonos hasta su fuego, y debido a que hay demasiadas cosas en nuestros corazones que nunca seremos capaces de poner en palabras, y debido a que los dinosaurios vivieron y amaron y murieron demasiado rápido, y debido a que todos estamos aquí tan fugazmente, montados en este frágil planeta azul girando en un polvo infinito, y debido a todas estas cosas... dejemos que hoy sea el día en el que finalmente expresemos nuestra verdad, incluso si tenemos que temblar y sudar y preguntarnos qué diablos estamos haciendo aquí; que sea éste el día en que finalmente escuchemos, incluso si no nos agrada lo que nos dicen; el día en que por fin recibamos el don de la vida, el oxígeno en los pulmones; el día en que pongamos nuestros pies en la tierra, y abramos nuestros corazones a los demás, al dolor y al placer y a las posibilidades, y a la tierra lista para abrirse en cualquier momento, succionándonos hasta su ancestral núcleo ardiente.
- Jeff Foster

LA VIDA IMPERSONAL Joseph S. Benner. Capítulo IV



IV
CONCIENCIA, INTELIGENCIA, VOLUNTAD

117. Sí, Yo conozco la multitud de pensamientos que, confundiéndose entre sí se han ido agolpando a tu mente a medida que has estado leyendo: las dudas y ansiosas preguntas, el vago temor que, imperceptiblemente casi se tornó en una creciente esperanza de que este destello de Mi significado, que ha comenzado a penetrar la oscuridad de tu humano intelecto, luzca con más brillo, para que así
puedas ver claramente la Verdad, que, instintivamente, sientes está oculta en Mis Palabras.

118. Nuevamente Yo te digo que este YO SOY que aquí habla es tu Verdadero Ser, por lo cual se hace necesario que, al leer estas páginas, te des cuenta de que eres Tú, tu propio Ser Verdadero, el que las está hablando a tu humana conciencia, con el propósito de que ella comprenda plenamente el significado de tales palabras.

119. Y también te repito que éste es el mismo YO SOY, es la Vida, el Espíritu que anima todo lo viviente en el Universo, desde el más pequeño átomo al más grande Sol; que este YO SOY es la Inteligencia en ti y en tu hermano y hermana, y
que, al mismo tiempo, es la Inteligencia que hace que todo viva, crezca y llegue a ser lo que está destinado que sea.

120. Pero tú todavía no puedes comprender cómo este YO SOY puede ser uno y al mismo tiempo ser el YO SOY tuyo y el YO SOY de tu hermano, e igualmente, la Inteligencia en la piedra, en la planta y en el animal.

121. Sin embargo, si prosigues leyendo, y te esfuerzas seriamente por comprender Mí significado, podrás ver todo claramente, para lo cual necesitas poner mucha atención a estas Mis Palabras, y obedecer las instrucciones que aquí
mismo te doy; si así lo haces, entonces, muy pronto llevaré a tu conciencia una Luz que habrá de iluminar los más escondidos y apartados rincones de tu mente, expulsando de ella, como consecuencia natural, la multitud de erróneos
conceptos, ideas y opiniones humanas, que, por ahora, ensombrecen tu intelecto.

122. Alí, pues, atiende cuidadosamente.

123. YO SOY Tú, el Verdadero Ser Tuyo, Todo lo que tu realmente eres. Ese que te crees ser no es el que eres. Ese es sólo una ilusión, una sombra del Real Tú, el cual es YO, tu Ser inmortal y Divino.

124. YO SOY ese punto de conciencia enfocado en tu mente humana, que se llama a si mismo "Yo". YO SOY ese "Yo", y eso que tú llamas tu conciencia es en realidad Mi conciencia, aunque en menor graduación, es decir, "reducida", para
adaptarse a la capacidad de tu mente humana. Pero aun así, sigue siendo Mi Conciencia, y sabe que cuando ya puedas expulsar de tu mente sus falsos conceptos, ideas y opiniones, limpiándola o vaciándola totalmente de ellos, para que, gracias a esa limpieza, pueda Mi conciencia hallar  condiciones propicias para expresarse libremente, entonces Me reconocerás y habrás do comprender que tú nada eres, como no sea un centro focal de Mi conciencia, un conducto o medio por el cual Yo ya puedo expresar Mi significado, exteriormente, en la materia.

125. Pero tú no puedes comprender esto, y, en consecuencia, no puedes creerlo, pero te será posible sólo cuando Yo prepare completamente a tu mente, convenciendo a tu intelecto de la verdad de ello.

126. Se te ha dicho que cada célula de tu cuerpo tiene una conciencia y una inteligencia propias; y que si no fuera por esa conciencia, no podría ejecutar el trabajo que todas y cada una de ellas llevan a cabo tan inteligentemente.

127. Pero debes saber que cada célula está rodeada de millones de otras células, y que cada una desempeña inteligentemente su propia labor, estando dirigidas todas, evidentemente, por la conciencia unida de todas ellas, es decir, por la inteligencia grupal que forman, la cual es la que dirige y gobierna dicha labor de cada una; siendo, en consecuencia, esta inteligencia grupal la inteligencia del
órgano, al que integran las células que en él están comprendidas. Igualmente hay otras inteligencias de grupo en otros órganos, cada uno de los cuales comprende
otros millones más de células, y esos órganos, en conjunto, conforman tu cuerpo físico.

128. Ahora bien. Tú sabes que eres Tu el Ser, el principio Inteligente que dirige el trabajo de los órganos de tu cuerpo, bien sea que tal dirección la efectúes consciente o inconscientemente; sabe, también, que cada célula de cada órgano es realmente un Centro focal de esta Inteligencia directriz; y que cuando esta Inteligencia se retira, las células se dispersan, y tu cuerpo físico muere, no existiendo ya más como organismo viviente.

129. ¿Pero quién es este Tu que dirige y controla las actividades de tus órganos, y, consecuentemente, las de cada una de las células que los componen?

130. Tú no podrías decir que es tu "yo" personal, humano, quien lleva a cabo tal labor, porque tú, personalmente, apenas puedes de ti mismo controlar conscientemente la acción de un solo órgano de tu cuerpo.

131. Debe ser, entonces, tu YO SOY Impersonal, que es ~ que verdaderamente eres Tú, sin embargo el que no eres tú.

132. ¡Escucha!

133. Tú, el YO SOY de ti, eres a Mí lo que la conciencia de las células de tu cuerpo es a la conciencia de tu YO SOY.

134. Tú eres, como quien dice, una Célula de Mi Cuerpo, y tu conciencia (como una de Mis células) es a Mí lo que la conciencia de una de las células de tu cuerpo es a Ti.

135. Por esto, la conciencia de las células de tu cuerpo debe ser Mi Conciencia, tal como Tu conciencia es Mi Conciencia; por ello, Nos -la célula, Tú y Yo- tenemos que ser Uno en conciencia.

136. A pesar de lo cual, tú no puedes, por hoy, dirigir o gobernar, conscientemente, ni una sola de las células de tu cuerpo; mas, cuando ya puedas, a voluntad, entrar a la conciencia del YO SOY tuyo, y conocer su identidad
conMigo, entonces podrás gobernar, no sólo cada una de las células de tu cuerpo, sino la de cualquier otro cuerpo que desees controlar.

137. ¿Qué sucede cuando tu Inteligencia deja de tener control sobre las células de tu cuerpo? El cuerpo se desintegra, las células se separan, y su trabajo, por esa vez, se ha terminado. Pero ¿mueren las células o pierden su conciencia?
No; simplemente; duermen o descansan por cierto tiempo, y después de ese período, se unen a otras células, formando nuevas combinaciones, y, tarde o temprano, vuelven a aparecer en otras manifestaciones de vida, ya sea dentro del
reino mineral, vegetal o animal; mostrando con ello que aun conservan su conciencia original, y que sólo esperan la acción de Mi Voluntad para reunirse y constituir un nuevo organismo, con el objeto de hacer la labor que les marque la
nueva Inteligencia que en él surgió al constituirse, y por medio de la cual Yo deseo manifestarMe.

138. Entonces, ¿es la conciencia de la célula una conciencia común a todos los cuerpos, mineral, vegetal, animal y humano? ¿Está, a la vez, cada célula quizá adaptada por la experiencia para ejecutar una cierta clase general de trabajo?

139. Sí, tal conciencia de la célula es común a las células de todo cuerpo, no importa de qué clase sea éste, porque ella (la conciencia de la célula) es una conciencia Impersonal, y no tiene otra finalidad que ejecutar el trabajo que se le tiene asignado. Vive sólo para trabajar dondequiera que se le necesite. Cuando ha terminado ya de construir una forma, emprende la labor de construir otra, bajo la dirección siempre de alguna Inteligencia, a la que Yo deseo que sirva.

140. Así es, igualmente contigo.

141. Como una de las células de Mí Cuerpo, tú tienes una conciencia que es Mi Conciencia, una inteligencia que es Mi Inteligencia, y también una voluntad que es Mi Voluntad. Tú no posees ninguna de ellas por ti mismo. Son todas Mías, y
para Mi uso solamente.

142. Ahora bien, Mi conciencia, Mi inteligencia y Mi voluntad son completamente Impersonales, razón por la cual son comunes a ti y a todas las células de Mi Cuerpo, así como también lo son todas las células de tu cuerpo.

143. YO SOY totalmente Impersonal, y, por el hecho de serlo, al operar en ti, Mí conciencia, Mi inteligencia y Mi voluntad, así como en las otras células de Mi Cuerpo, a la ves que constituir el YO SOY de ti y de esas otras células, tienen que
hacerlo Impersonalmente, así como operan Impersonalmente en las células de tu cuerpo. Por tanto, YO y el YO SOY de ti y de tu hermano, así como la conciencia e
inteligencia de todas las células en todos los cuerpos, somos UNO.

144. YO SOY la Inteligencia directriz de Todo, el Espíritu animante, la Vida, la Conciencia de toda materia, de toda sustancia.

145. Y, si puedes comprenderlo, Tú, el Real tú, el Impersonal tú, estás en todo y eres uno en todo; estás en Mí y eres uno en Mí; lo mismo que YO SOY (y estoy) en ti y en todos, y de ahí que esté expresando Mí Realidad por ti y por todos.

146. Esa voluntad que llamas tu voluntad ya no es por más tiempo tuya en lo personal, como tampoco lo son esa conciencia y esa inteligencia de tu mente, ni la de las células de tu cuerpo.

147. Esa voluntad no es sino una pequeña porción de Mi Voluntad, que Yo te permito que uses en lo personal. Pero ten presente que, a medida que vas despertando al econocimiento de un poder o facultad mayor de tu interno, y
comienzas a usarlo conscientemente, entonces Yo te concedo eso más de Mi Infinito poder.

148. Sabe que cualquier poder y el uso que de él se haga, nunca traspasan los limites del grado de reconocimiento o comprensión que se tenga del uso de Mi Voluntad.

149. Sabe, también, que tu voluntad y todos tus poderes son únicamente fases de Mi Voluntad, la cual Yo reduzco, a fin de adaptarla a tu capacidad, para que, de ese modo, puedas usarla.

150. Pues, si yo pusiera a tu disposición todo el poder de Mi Voluntad, antes que supieras hacer de él un uso consciente, ello, en vez de beneficiarte, aniquilaría tu cuerpo por completo.

151. Por eso es que, para probar tu fuerza, y, más a menudo, para mostrarte los resultados del mal uso de Mi Poder, Yo algunas veces te permito cometer un pecado, según se le llama, o bien equivocarte. Yo permito aún que te
enorgullezcas con la sensación de Mi Presencia en tu interno, cuando se manifiesta como conciencia de Mi poder, de Mi inteligencia y de Mi amor en ti; sí, Yo permito que los tomes y los uses para tus propósitos privados. Pero no por
mucho tiempo, pues no siendo tú lo suficientemente fuerte para controlarlos, pronto te dañan a ti mismo, y, al arrastrarte con su fuerza, te derriban en el fango, y desaparecen de tu conciencia por esa vez.

152. Pero sabe que YO SOY (o estoy) siempre ahí, para levantarte después de la caída, a pesar de que tu, en ese momento, no te des cuenta de ello; primero,
avergonzándote, y, en seguida, poniendo en orden tus asuntos, y haciéndote proseguir tu camino, al darte a conocer la causa de tu caída; y, finalmente, cuando ya estás lo suficientemente humillado, haciéndote ver que esos poderes que toman incremento en ti, por el uso consciente que haces de Mi voluntad, de Mi inteligencia y de Mi amor, se te conceden, pero sólo para que ese uso sea en Mi servicio, y de ninguna manera para tus propios fines personales.

153. ¿Piensan, acaso, las células de tu cuerpo, y los músculos de tu brazo, distinguirse a sí mismos como dueños de una voluntad desligada de tu voluntad y una inteligencia distinta de la tuya?

154. No, no conocen más inteligencia que la tuya, ni más voluntad que la tuya.

155. Después de cierto tiempo, podrás darte cuenta de que tú eres solamente una de las células de Mi Cuerpo; que tu voluntad no es tuya precisamente, sino Mía; que la conciencia e inteligencia de que dispones son Mías completamente, y que tú no eres determinada persona, como crees, sino que tú,
en lo personal, eres una forma física con un cerebro humano, que Yo he creado con el propósito de expresar en la materia una idea, de la cual sólo es posible expresar mejor cierta fase, mediante esa forma particular, la tuya.

156. Todo esto puede ser para ti, por ahora, difícil de aceptar, y puede que hasta protestes enérgicamente, diciendo que eso no puede ser así, pues que toda tu naturaleza se rebela, instintivamente, contra tal rendimiento o subordinación de
ti mismo hacia un poder invisible y desconocido, a pesar de lo Impersonal y Divino que sea.

157. Mas no temas por eso, pues sólo tu personalidad es la que así se rebela. Si tú continúas en la actitud de seguir prestando atención, a la vez que estudiando Mis Palabras, muy pronto todo se hará claro para ti, y de cierto Yo
descubriré ante tu comprensión interna muchas maravillosas verdades, que por ahora te son imposibles de comprender. Y, entonces, tu Alma se regocijará grandemente, y entonará alabanzas, y bendecirá estas palabras por el mensaje
grandioso que ellas encierran.
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LA VIDA IMPERSONAL Joseph S. Benner. Capítulo III




III
YO, VIDA, DIOS

92. Si lo que has leído ha despertado en ti una intima respuesta, y tu corazón anhela saber más, entonces eso indica que ya te encuentras listo para lo que sigue.

93. Pero si aun dudas o te rebelas contra la Divina Autoridad, a la que se atribuye lo aquí escrito, y tu intelecto te dice que no es sino otra tentativa para seducir a tu mente con arteras sugestiones y sutiles sofisterías, entonces –sábelono habrás de recibir beneficio alguno de estas palabras, pues ello quiere decir que su significado permanecerá aún oculto para tu conciencia mortal, y que Mi Palabra deberá venir a ti a través de otros medios de expresión.

94. Y está bien si tu personalidad, con su intelecto, te impele a dudar así y a rebelarte en contra de una autoridad que tú todavía no sabes es Mía. Mas sabes que soy YO, realmente, quien obliga a tu personalidad a rebelarse de tal manera;
pues aun la necesito así, con su orgullosa sensación de individualidad, a fin de poder desarrollar una mente y un cuerpo lo suficientemente fuertes para poder expresarMe con perfección. Y, mientras no estés preparado para conocerMe, Yo he dado a tu personalidad la misión de dudar y rebelarse en tal forma. Pero, una vez que ya hayas reconocido Mi autoridad, en ese mismo momento comenzará a menguar la de tu personalidad, y, entonces, los días de su dominación estarán contados, y cada vez más recurrirás a Mí en busca de guía y ayuda.

95. Así, pues, no desmayes, y sigue leyendo; quizá más pronto de lo que esperas, venga a ti el reconocimiento de la Verdad. Pero sabe que puedes seguir leyendo o no, según tú elijas; paro, sea lo que fuere aquello que elijas, soy Yo, realmente, Quien elige, y no tú.

96. Para ti, que creer ser el que elige no seguir leyendo, Yo tengo otros planes, y a su debido tiempo sabrás que cualquier cosa que hagas, te guste o desees, a ello es precisamente a lo que Yo te guío, haciéndote pasar por las engañosas ilusiones de la personalidad, para que puedas, finalmente, darte
cuenta de la irrealidad de todo ello, y, entonces, te vuelvas a Mi, como a la una y única Realidad. Entonces será cuando las siguientes palabras hallarán acogida en tu interno:

97. "¡Aquiétate! - y SABE - YO SOY - Dios."

98. Sí, YO SOY esa parte más íntima de ti, que tiene su morada en tu interno, donde calmadamente espera y vigila, no reconociendo tiempo ni espacio, ya que YO SOY el Eterno y lleno todo espacio.

99. Yo vigilo y espero a que tú termines con tus mezquindades y debilidades humanas, con tus vanos deseos, ambiciones y pasares, pues sé que todo vendrá a tu tiempo; y, entonces, recurrirás a Mí, cansado, abatido, hambriento y humillado, pidiéndoMe que te guíe, sin comprender naturalmente, que Yo siempre te he estado guiando.

100. Sí, Yo tengo mi asiento aquí, en tu interno, y estoy tranquilamente esperando que lo antes dicho acontezca; y, mientras así espero, Soy Yo, realmente, Quien ha estado dirigiendo todos tus pasos, Quien ha estado inspirando todos tus pensamientos y acciones, a la vez que utilizando y
manejando impersonalmente a cada uno de ellos, siempre con el objetivo de llevarte, a su debido tiempo, así como también a Mis otras mortales expresiones, a un final y consciente reconocimiento de Mí. 

101. Sí, Yo he estado siempre en lo interno, en lo más íntimo de tu corazón. Yo he estado contigo en todo: en tus alegrías, en tus sinsabores, en tus éxitos y tus fracasos; en tus malas obras, en tus vergüenzas y en tus crímenes contra tu hermano y contra Dios, según tú los creíste.

102. En consecuencia, si tú seguiste el camino recto o el camino torcido, o retrocediste, sabe que fui Yo Quien te hizo obrar en tal forma.

103. Fui Yo Quien te alentó a seguir adelante, gracias a la vislumbre que de Mi te permití percibir vagamente en lontananza.

104. Fui Yo Quien te tentó, desviándote del camino, por medio de la visión que de Mi tuviste en algún rostro fascinador, en algún cuerpo hermoso, o en un intoxicante placer o ambición incontenible.

105. Fui Yo Quien apareció ante ti con la vestidura del de la Debilidad, de la Voracidad, de la Sofistería, y te arrojé en los fríos brazos de la Razón, dejándote que lucharas dentro de la vaga comprensión que ella proporciona, hasta que, al darte cuenta de su impotencia, creció tu descontento, y entonces, inspirado por la nueva visión que se te presentaba, desgarraste todos esos Mis disfraces.

106. Si, Yo Soy Quien te hace hacer todo lo que haces, y si puedes comprenderlo, Soy Yo Quien hace todo lo que haces, así como todo lo que tu hermano hace, pues eso que es en ti y en él es, SOY YO, Yo Mismo.

107. Porque YO SOY LA VIDA.

108. YO SOY el que anima tu cuerpo, el que hace que tu mente piense y que tu corazón palpite; YO SOY el que atrae hacia ti el dolor o el placer, ya sean de la carne, del intelecto o de las emociones.

109. YO SOY el que está en lo más intimo de ti; Soy el Espíritu, la Causa animante de todo ser, de toda vida, de toda cosa viviente, ya sea visible o invisible; y, sabe que no hay nada muerto, pues YO, el UNO impersonal, SOY el Ser de
todo lo que hay. YO SOY infinito y totalmente ilimitado; el Universo es Mi Cuerpo; toda inteligencia emana de Mi Mente; todo Amor fluye de Mi Corazón, y todo Poder no es sino Mi Voluntad en acción.

110. La triple Fuerza, manifestándose como toda Sabiduría, todo Amor y todo Poder, o, si te place, como Luz, Calor y Energía es la que mantiene unidas todas las formas, la que une todas las expresiones y todas las fases de la vida, ya sean
creativas, cohesivas o destructivas; y que no es sino la manifestación de Mi Ser en el acto o estado de Ser-en-todo (o estar-en-todo).

111. Nada puede Ser sin manifestar o expresar alguna fase de Mí, Quien no solamente SOY el Constructor de todas las formas, sino el Morador en cada una de ellas. En el corazón de cada una, Yo tengo mi morada; en el corazón del ser
humano, en el corazón del animal, en el corazón de la flor, en el corazón de la piedra.. En el corazón de cada una, Yo vivo, Me muevo y tengo Mi Ser, y también del corazón de cada una, Yo hago surgir aquella fase de Mí que deseo expresar, y que en el mundo externo se manifiesta como una piedra, una flor, un animal o un hombre.

112. Pero te oigo preguntar: "¿No hay entonces nada más que este gran YO?" "¿No me será dado tener individualidad propia?

113. No, nada hay, absolutamente nada, que no sea un aspecto o fase de Mí, gobernado y regido siempre por Mí, la Una e infinita Realidad.

114. En cuanto a tu llamada individualidad, debo decirte que ella no es sino tu personalidad, que aun busca la manera de mantener una existencia separada.

115. Pero pronto conocerás que no hay ni puede haber individualidad, aparte de Mí Individualidad, y que toda personalidad habrá de desvanecerse, por ilusoria,
en Mi Divina Impersonalidad.

116. Si, y sabe que tú pronto llegarás a ese estado del despertar, en el que habrás de percibir un destello de Mi Impersonalidad, y ya entonces no desearás ser una individualidad separada, porque habrás de darte cuenta de que todo ello no es sino una ilusión más de tu personalidad.
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LA VIDA IMPERSONAL. Joseph S. Benner. Capítulo II




CAPÍTULO II
AQUIÉTATE Y SABE

48. Ahora, a fin de que puedas aprender a conocerMe, en tal forma que puedas estar seguro de que Soy Yo, tu propio y verdadero Ser, Quien habla estas palabras, debes, primero, aprender a Aquietarse, es decir, a sosegar tu mente y
serenar tu cuerpo humano, y todas sus actividades, de manera que no seas ya consciente de ellos.

49. Puede ser que todavía no seas capaz de hacer esto.

50. Pero Yo te enseñaré como lograrlo, si es que realmente quieres conocerMe, y estás deseoso de probarlo, para cuyo efecto debes confiar en Mí, y obedecerMe en todo lo que desde ahora te pida.

51. ¡Atiende!

52. Trata de imaginar que el "Yo" que habla a través de estas páginas es tu Ser Superior o Divino, que está dirigiéndose y exhortando a tu mente e intelecto humanos, a los que debes considerar, por el momento como si fueran una
personalidad separada. Tu mente humana está de tal modo constituida, que no puede aceptar nada que no se ajuste a lo que antes ya haya experimentado o aprendido, y que su intelecto no considere razonable. Por tanto, al dirigirte a ella,
siempre emplearás los mismos términos o expresiones que más claramente expliquen a tu intelecto las enseñanzas que necesite comprender, antes que la mente pueda despertar a la conciencia de lo que quieres darle a entender.

53. Lo cierto es que este "Yo" eres tú mismo, tu Verdadero Ser. Tu mente humana ha estado, hasta hoy, de tal modo absorta en la tarea de suministrar a su intelecto y cuerpo toda clase de complacencias egoístas, que no ha tenido tiempo
de relacionarse con el Real Tú, su verdadero Amo y Señor. Y tú, por otra parte, has estado tan interesado en las sensaciones de tu cuerpo e intelecto, y te has sentido tan afectado por sus placeres y sufrimientos, que has llegado a creer que Tú eres tu cuerpo e intelecto, en razón de lo cual te has olvidado casi de Mí, tu Ser Divino.

54. Pero sabe que YO no SOY tu intelecto ni tu cuerpo, y precisamente este Mensaje lleva en sí la finalidad de enseñarte que Tú y Yo somos Uno. Las palabras que Yo aquí hablo tienen por mira principal el despertarte la conciencia
de este gran hecho.

55. Mas tú no podrás darte cuenta de esta verdad, sino hasta que logres salir de la conciencia de ese cuerpo e intelecto que te crees ser, conciencia a la cual has estado sujeto por tanto tiempo. Tú debes, primero, sentirMe en tu interno, antes de que puedas saber de cierto que YO SOY (o estoy) ahí.

56. Ahora bien, a fin de que puedas llegar a abstraerte por completo de tu mente y sus pensamientos, así como de tu cuerpo y sus sentidos, y puedas, de esa manera, sentirMe en tu interno, se hace necesario que, asidua y engañosamente, obedezcas estas Mis instrucciones.

57. Siéntate, y permanece quieto, de manera que desaparezca toda tensión de tu cuerpo (o sea, no teniendo los músculos en tensión), y, cuando te sientas completamente tranquilo y descansado, deja que en tu mente penetre el significado de estas palabras:

58. “¡Aquiétate! –y SABE – YO SOY Dios”.

59. Sin pensar, deja también que este Mi Divino Mandato penetre muy hondo en tu Alma. Deja también que, sin esfuerzo o ingerencia alguna de tu parte, entren
libremente a tu mente cualesquiera impresiones que le lleguen. Toma nota, sin embargo, cuidadosamente, de la importancia de ellas, porque SOY YO el que, de
lo interno de ti mismo, te está instruyendo por medio de dichas impresiones. Y entonces, cuando algo de vital significación comience a alborear en tu conciencia,
habla estas Mis Palabras, lentamente, imperativamente, dirigiéndolas a cada célula de tu cuerpo, a cada facultad de tu mente, con todo el poder que conscientemente posees.

60. “¡Aquiétate! –y SABE – YO SOY Dios”.

61. Háblalas tal como aparecen escritas (haciendo las pausas que indican las rayas), tratando de darte cuenta de que el Dios, que está en ti, impone y exige de tu ser mortal implícita obediencia.

62. Medítalas profundamente, y busca en ellas hasta descubrir su oculta potencia.

63. Cavílalas hondamente; llévalas contigo a tu trabajo diario, cualquiera que éste sea. Has de ellas el factor dominante y vital de todas tus labores, de todos tus pensamientos creadores.

64. Dilas mil veces al día.

65. Hasta que logres descubrir todo Mi más intimo significado;

66. Hasta que cada célula de tu cuerpo se estremezca gozosa, y, respondiendo al mandato: "¡Aquiétate!", instantáneamente obedezca.

67. Hasta que cada pensamiento errabundo que ronde por tu mente se apresure a desaparecer en la nada.

68. Cuando así sea, a medida que esas Palabras repercutan en las profundidades de tu ser, ya ahora vacío y libre de toda sensación personal.

69. Entonces, conforme el Sol del Conocimiento comience a brillar en el horizonte de tu conciencia.

70. Sí, entonces, te habrás de sentir henchido de un maravilloso y extraño Hálito, que te llenará de pies a cabeza, y que no podrán contener tus sentidos, por el estado de éxtasis que ello te producirá; entonces vendrá a ti, oleada tras oleada, de un enorme e irresistible Poder, el que, surgiendo de tu interno, te elevará hasta desprenderte casi de la tierra; entonces es cuando sentirás, en ti mismo, la Gloria,
la Santidad y la Majestad de Mi Presencia;

71. Entonces, y sólo entonces, SABRAS: YO SOY, DIOS.

72. Y cuando así Me hayas sentido en ti mismo, en esos momentos, cuando así hayas saboreado Mi Poder, escuchado con atención Mi Sabiduría y conocido el éxtasis de Mi Amor que todo lo abarca, entonces, ninguna enfermedad podrá
tocarte, ninguna circunstancia te hará flaquear, ningún adversario podrá vencerte.
Porque ahora tú ya SABES: YO ESTOY en lo interno; y, en adelante, para satisfacer tus necesidades, no tendrás sino que volcarte a Mí, poniendo toda tu confianza en Mí, y dejando que Yo manifieste Mi voluntad.

73. Y cuando de ese modo recurras a Mí, Me hallarás siempre como el remedio infalible y constantemente dispuesto a ayudarte en tus momentos de necesidad; porque de tal manera te haré sentir la Realidad de Mi Presencia y de
Mi Poder, que, para lograr cualquier cosa que necesites, sólo te bastará Aquietarte, y dejar que Yo sea el que haga lo que tú quieras hacer, ya sea ello sanar tus males o los de otros, iluminar tu mente, para que puedas ver con Mis ojos la Verdad que buscas o desempeñar perfectamente tareas que antes te parecían casi imposibles de acometer.

74. Pero este Conocimiento, esta Realización de mi Presencia, podrá no venir desde luego. Aun quizá no venga en muchos años, y, sin embargo, puede venir mañana mismo.

75. Ello no depende más que de Ti, sólo de Ti.

76. No de tu personalidad, con sus humanos deseos y humana comprensión; 

77. Sino del YO SOY en ti; es decir, de Dios en tu interno.

78. ¿Quién es el que hace que el capullo se abra en flor?

79. ¿Quién hace que el polluelo rompa el cascarón?

80. ¿Quién determina el día y la hora?

81. Es el acto consciente y natural de la Inteligencia interna en ellos, o sea de Mi Inteligencia puesta en acción por Mi Voluntad, lo que hace fructificar Mi Idea, expresándola en la flor y en el polluelo.

82. ¿Pero tuvieron la flor y el polluelo que hacer algo de sí mismos para lograr tal cosa?

83. No, nada; solamente sometieron o unificaron su voluntad a la Mía, dejando que Yo, con Mi Sabiduría, determinara la hora y el punto de madurez para entrar en acción; y fue entonces precisamente cuando, por el hecho de haber
obedecido el impulso de Mi Voluntad, pudieron hacer el esfuerzo y dar el paso adelante, para entrar en la Nueva Vida.

84. Tú, en cambio, intentarás mil y mil veces, dentro de tu personalidad, romper el cascarón de tu conciencia humana;

85. Pero de ello sólo resultará, si acaso, la ruptura de las puertas que Yo he colocado entre el mundo de las formas tangibles y el reino de los sueños intangibles; y, una vez que hayan quedado abiertas esas puertas, no podrás ya evitar, sino a costa de grandes dificultades y sufrimientos, la entrada de los intrusos a tus dominios privados.

86. Pero aun esto mismo, algunas veces, Yo también lo permito, a fin de que, por medio de tales sufrimientos, puedas alcanzar la fortaleza que te falta y la sabiduría que necesitas, para saber que, mientras no abandones todo deseo de conocimiento, de bondad, sí, aun de unión conMigo, con el propósito de beneficiarte sólo a ti mismo en lo personal, no podrás desplegar los pétalos de tu Alma, para mostrar la perfecta Belleza de Mi Naturaleza Divina, ni desasirte del
cascarón de tu humana personalidad, ni dar el paso hacia adelante, para entrar a la gloriosa Luz de Mi Reino Celestial.

87. Por tanto, Yo te doy ahora, desde un principio, estas instrucciones, para que puedas ir aprendiendo la manera de reconocer-Me.

88. Y Yo te prometo, también, desde ahora, que si persistes y te esfuerzas seriamente en obedecer Mis instrucciones, aquí dadas, muy pronto habrás de conocerMe, y muy pronto, también, te haré comprender todo el contenido de Mi
Palabra, dondequiera que esté escrita, o haya la más leve huella de Ella, ya sea en libros o enseñanzas, en la Naturaleza o en los hombres, tus semejantes.

89. Si mucho de lo escrito en estas páginas te pareciere contradictorio, no lo deseches; por el contrario, busca, hasta encontrarlo, Mi verdadero significado, oculto en las palabras.

90. No pases a otro párrafo, ni a otro de los pensamientos de cada párrafo, sino hasta que se te haga enteramente claro todo lo que en ellos Yo quiero darte a entender.

91. Pero debes tener presente que toda tu búsqueda y todos tus esfuerzos deben descansar en una completa fe y confianza en Mi, tu Verdadero Ser, en lo interno, sin que te inquieten, para nada, los resultados; porque, sabe que éstos, todos están bajo Mi custodia, y, por tanto, Yo seré el que se haga cargo de ellos.
Tus dudas y tu inquietud no son sino de la personalidad, y si dejas que persistan, te habrán de conducir, tenlo bien en cuenta, tan sólo al fracaso y a la desilusión.
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LA VIDA IMPERSONAL Joseph S. Benner. Capítulo I



13 de septiembre, 1916.
Dios Querido:
Tú que lo provees todo, Tú que eres mi inagotable Fuente, mi Suficiencia en todas las cosas.
Por ésta convengo Contigo dedicar mi vida y todo lo que Tú me des, a Tu servicio; trabajar de ahora en adelante tan sólo para Ti, dejando que Tú me guíes y me orientes en todas las cosas.
A cambio de esto, yo sólo te pido Sabiduría y Entendimiento, para poder siempre conocer Tu Voluntad y Tu Significado cuando Tú Hablas; también Te pido Fuerzas para jamás dudar de Tu Infalible apoyo y Provisión.
JOSEPH S. BENNER.

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17 de mayo, 1917.
Amado Padre:
Tú has dado a mi corazón el gran deseo de entregar al mundo el Mensaje de «La Vida impersonal". Yo sé que tal es Tu deseo, y que Tú me has escogido como el medio a través del cual Tú quieres manifestarte.
Ahora te pido que elimines de mí todo cuanto impida la manifestación externa de este Deseo, y que ahora me proveas con todo lo necesario para dar una perfecta expresión a esta Vida Impersonal, tanto en mi propia vivencia como para los millones de mis semejantes, en la forma en que Tú me lo has enseñado.
Como Tú me has concedido el privilegio de ser el agente por el cual se dará al mundo este nuevo procedimiento, Te pido que me capacites cuanto antes para ponerlo en uso, y te pido también que Tú me guíes en todos los caminos que conduzcan a este fin y que den los mayores resultados posibles para Tu Trabajo.
Este es Tu Trabajo, Tu Idea, Tu Deseo. Haz Tú, ¡Oh señor!, que, a través de mi, pronto ocurra que Tu Voluntad sea hecha en la Tierra como ya lo es hecha en el cielo.
JOSEPH S. BENNER.




CAPÍTULO: I
YO SOY


YO SOY
1. A ti, que lees, Yo te hablo.

2. Sí, a ti, que durante tantos años, y en continuo ir y venir, has estado ansiosamente buscando en libros y enseñanzas, en filosofías y religiones, algo que no has sabido a punto fijo qué; no pudiendo ser, sin embargo, más que:
Verdad, Felicidad, Libertad, Dios, 

3. A ti, que te sientes cansado, desalentado y has perdido casi toda esperanza.

4. A ti, que muchas veces has logrado percibir un destello de esa "Verdad", pero que, al seguirla y tratar de alcanzarla, la viste desaparecer en lontananza, como sucede con el espejismo del desierto.

5. A ti, que creíste haberla encontrado en un gran instructor, reconocido como el jefe de alguna Sociedad, Fraternidad o Religión, y que a ti te pareció ser un "Maestro", por las maravillosas palabras de sabiduría que hablaba y las obras que hacía; pero que, más tarde, pudiste darte cuenta de que ese "Maestro" no era sino una humana personalidad, con sus faltas, debilidades y secretos pecados, tal como la tuya; aun cuando dicha personalidad pudo haber sido, no obstante, un
conducto a través del cual se daban muchas hermosas enseñanzas que te parecieron la más elevada "Verdad".

6. He aquí, alma necesitada y hambrienta, que no sabes a dónde ni a quién recurrir.

7. YO SOY quien a ti viene.

8. Y también, a todos los que habéis comenzado a sentir la presencia de esa "Verdad" en lo íntimo del Alma, y buscáis corroborar aquello que últimamente ha estado vagamente esforzándose, desde vuestro interno, por tener una expresión
viviente en vosotros.

9. Sí, YO SOY el que viene ahora a todo aquel que sienta necesidad del verdadero "Pan de Vida".

10. ¿Estás tú ya dispuesto a participar de él?

11. Si es así, despierta. Siéntate. Calma tu mente humana, y obedece fielmente Mi palabra, tal como aquí la expreso, pues no hacerlo así, tendrás que retirarte desilusionado, una vez más, y llevando en tu corazón el dolor de tu necesidad no satisfecha.

12. ¡YO!

13. ¿Quién soy Yo?

14. Sí. ¿Yo que hablo con tanto conocimiento y seguridad?

15. ¡ATIENDE!

16. YO SOY Tú, ese en ti que ES y SABE.

17. QUE SABE TODO.

18. Que siempre supo y siempre ha sido.

19. Sí. YO SOY Tú, Tu propio SER; el que en ti dice: YO SOY, y que es YO SOY.

20. Ese muy íntimo en ti y trascendente, que, a medida vas leyendo, despierta y responde a esta Mi Palabra al percibir en ella Su Verdad; ese que reconoce la Verdad y descarta el error dondequiera que lo encuentra. Mas no es ese que te ha alimentado en el error por tanto tiempo.

21. Porque YO SOY tu Real Instructor, el único real que habrás de conocer, el único MAESTRO.

22. Sí, Yo, tu SER Divino.

23. Yo, el YO SOY tuyo, traigo hasta ti este Mi Mensaje, Mi Palabra viviente, tal como he traído para ti todo en la vida, ya sea ello un libro o un "Maestro", pobreza o riqueza, amarga experiencia o amor; todo para enseñarte que Yo y sólo YO, tu propio y Verdadero Ser, SOY tu Instructor, el único Maestro y el único Dios, Quien está y siempre ha estado proveyéndote, no sólo de Pan y Vino de Vida, sino también de todo lo necesario para tu sostén físico y acrecentamiento mental y
espiritual.

24. Así, pues, todo lo que llame tu atención o excite tu interés, a medida que vas leyendo, sabe que es Mi Mensaje hablado de lo interno a tu conciencia humana externa, y viene a ser una corroboración de lo que el YO SOY en ti
siempre supo en lo interno, aunque no lo había aún puesto en términos bien definidos y comprensibles para tu conciencia externa.

25. Asimismo, sabe que todo aquello que siempre haya excitado Tu interés, proveniente de alguna manifestación visible o material, no ha sido sino la confirmación de Mi Palabra, ya hablada en tu interno, la cual manifestación
tangible fue el conducto o medio más apropiado del que Yo me valí en ese momento para llegar hasta tu conciencia humana e impresionarla.

26. Pero no SOY YO tu mente humana, ni su hijo el intelecto. Estos vienen a ser la expresión de Tu Ser, tal como tú eres la expresión de Mi Ser; siendo ambos, asimismo, fases de tu humana personalidad, de igual modo que Tú eres una fase
de Mi Divina Impersonalidad.

27. Pesa y estudia cuidadosamente estas palabras.

28. Yérguete y libérate del dominio de tu personalidad, cuya mente e intelecto, vanidosos, tienden a glorificarse a sí mismos; ¡sí decídelo ahora, Y para siempre!

29. Pero debes saber que para que Mi Palabra penetre hasta la conciencia de Tu Alma, tu mente, de hoy en adelante debe ser Tu servidora, y el intelecto, Tu esclavo.

30. YO SOY quien viene ahora a la conciencia de tu Alma, a la que YO ya he despertado expresamente, a fin de que se prepare a recibir Ml Palabra.

31. Así, pues, si ya te sientes lo suficientemente fuerte para admitirla;

32. Si eres ya capaz de hacer a un lado tus particulares fantasías, tus creencias y opiniones personales, que no son sino los desperdicios de otros que tú has ido recogiendo del basurero;

33. SI eres ya lo suficientemente fuerte para desechar todo eso;

34. Entonces, Mi Palabra habrá de ser para ti un manantial inagotable de Gozo y Bienestar.

35. Pero debes estar preparado a que tu personalidad dude de Mi Palabra, a medida que la vayas leyendo en estas páginas.

36. Porque ella sabe muy bien que si abres tu corazón a Mi Palabra, y le das allí albergue para siempre, desde ese momento su vida queda amenazada, pues no podrá ya, por más tiempo, vivir o medrar a tu calor, ni menos dominar tus pensamientos, tus sentimientos, ni ninguna de tus actividades, tal como lo ha venido haciendo desde hace tanto tiempo.

37. SI, YO SOY quien viene a ti ahora.

38. Para hacerte consciente de Mi Presencia;

39. Porque sabe que yo también he preparado a tu mente humana, de manera que ella pueda, hasta cierto grado, comprender la significación de MÍ.

40. Yo he estado contigo siempre, pero tú no lo sabías.

41. Yo te he conducido intencionalmente por todo el Desierto de libros y enseñanzas, de religiones y filosofías, conservando siempre, ante la mirada de tu Alma, la visión de la Tierra Prometida.

42. Sí, alimentándote con el maná del Desierto, para que pudieras recordar, apreciar y anhelar con vehemencia y a valorar el Pan del Espíritu.

43. Y ahora, Yo te he traído hasta el río Jordán, que te separa de tu Divina herencia.

44. Porque ha llegado ya el momento en que tú, conscientemente, Me conozcas; y que cruces el río para llegar hasta Canaán, la Tierra de Leche y Miel.

45. ¿Estás ya listo?

46. ¿Quieres ir?

47. Si es así, sigue esta Mi Palabra, que es el Arca de Mi Alianza, y pasarás a pie enjuto.
http://ashamellemagsa33.blogspot.com.es/

QUE COSECHAS TÚ




QUE COSECHAS TÚ
Publicado por Julieta Herrera en Universo Comunidad.
http://universo-espiritual.ning.com/
Quien planta árboles, cosecha alimento.
Quien planta flores, cosecha perfume.
Quien siembra trigo, cosecha pan.
Quien planta amor, cosecha amistad.
Quien siembra alegría, cosecha felicidad.
Quien planta vida, cosecha milagros.
Quien siembra verdad, cosecha confianza.
Quien siembra fe, cosecha certezas.
Quien siembra cariño, cosecha gratitud.
Quien planta justicia y verdad, cosecha paz.
Quien siembra paciencia, cosecha armonía.
Quien planta perdón, cosecha la grandeza de corazón.
Quien siembra buenos pensamientos, cosecha benedicencia.
Quien siembra esperanza, cosecha el cielo.
No obstante, hay quienes prefieren sembrar tristeza y cosechar amargura.
Plantar discordia y cosechar soledad.
Sembrar vientos y cosechar tempestades.
Plantar ira y cosechar enemistades...
Plantar injusticia y cosechar abandono.
Sembrar impaciencia y cosechar inseguridad.
Plantar rencores y cosechar venganzas.
Sembrar malos pensamientos y cosechar críticas.
Somos sembradores conscientes, repartimos diariamente millones de semillas a nuestro alrededor, ojalá podamos escoger siempre las mejores, para que, al recibir la dádiva de la cosecha justa, tengamos siempre motivos para agradecer... Jesús es el MAESTRO, síguelo y cosecharás. para la vida eterna…