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miércoles, 8 de abril de 2015

EL SOL SIEMPRE ESTÁ PRESENTE



EL SOL SIEMPRE ESTÁ PRESENTE
¿Por qué no siempre contemplamos el sol?
Si las nubes te impiden verlo,
es porque tú las has puesto a mitad de camino,
son tus dudas, 
tu rabia,
tu ira,
tu dolor,
tu desesperación.
Les pides que descarguen su lluvia sobre ti,
necesitas derramar tus lágrimas,
dejar que caigan por tu cuerpo,
que te empapen,
que sientas frío y calor,
que te hagan sentir que está viv@.
Y la noche,
recuerda que la creaste para
ver tus penumbras,
poder contemplar tu alma
sin que la luz te ciegue,
pero nunca olvides que
el Sol siempre está presente.
Ángel Hache
http://escrito-en-el-viento.blogspot.com.es/

Fracisco Padrón Hernández: ¿Precursores del futuro?


Pagina del domingo 18 de Enero de 2004
¿Precursores del futuro?
La lista de especialistas en la mente que, en la actualidad, se interesan por los numerosos seres humanos que han tenido experiencias relacionadas con OVNIS y entidades ajenas a la tipología terrestre, se va ampliando. Psiquiatras y psicólogos se acercan, con respetuoso interés, a sus anómalas vivencias.
 Uno de los pioneros, entre otros, que abrió, en 1992, dicha lista fue Kenneth Ring, profesor de psicología en la Universidad de Connecticut, que tras investigar a cientos de testigos, recogió testimonios, respuestas y resultados de su amplio estudio  en el libro “El proyecto Omega”. Leo en la publicación “Más Allá” artículo del activo periodista del misterio, Pablo Villarrubia Mauso, lo siguiente: -“Dos psicólogos y un psiquiatra argentinos han estudiado durante años numerosos casos de presuntas abducciones y los han comparado con las experiencias de iniciación vividas por los chamanes de algunas culturas. Sus conclusiones, sorprendentes, apuntan a un fenómeno que supera la mera investigación ufológica y que estaría mucho más relacionado con las experiencias de “muerte y renacimiento”. Néstor Berlanda y los psicólogos Diego Rodolfo Viegas y Juan Acevedo, manifiestan: -“Los abducidos tienen mucho que decirnos. Al contrario que otros psicólogos y psiquiatras, nosotros creemos que vale la pena escucharles y tener en cuenta sus experiencias. La ufología ha menoscabado a los testigos. Esto nos ha impedido avanzar en las investigaciones que ahora intentamos subsanar”.
  Nos alegramos que continúe  abriéndose el cerco del rechazo y desprestigio hacia las personas que manifiestan haber tenido tales experiencias. Y hay más testigos  pero que  han callado ante el temor de que los consideren desequilibrados mentales o visionarios. A lo largo de más de quince años escribiendo esta página semanal, en diferentes artículos, he insistido sobre la importancia de estudiar, de analizar a estos seres humanos que aseguran haber pasado por tales extrañas circunstancias. Y no solo me he limitado a sugerir tales análisis personales, sino que he seguido muy de cerca la evolución, a lo largo de varios años, de algunas de estas personas, uniéndonos, a través del tiempo, con muy buena amistad. Son gente sincera que me confiesa los cambios –tras la experiencia- que han transformado su vida. El psiquiatra Berlanda, nos da la razón: -“En la mayoría de los casos, sus protagonistas  no presentan signos de enfermedad mental, muy al contrario. Después de haber vivido estas experiencias muestran signos de mejora en contenidos y percepciones internas. Pueden, incluso, remontar antiguos traumas y alcanzar mayor equilibrio emocional. Algo les ha pasado a los testigos, algo que escapa a las explicaciones científicas actuales. Tienen un claro paralelismo con los procesos de iniciación de los chamanes. Son equivalentes a las experiencias de muerte-renacimiento que ocurren durante los estados de alteración de conciencia”.
Servidor, va más allá: para mi se trata de un proceso iniciático, de un gran cambio. Los que viven tal experiencia ya no serán  los mismos. Su vida y percepción de la misma es diferente, más armónica y equilibrada, junto al desarrollo de ciertas cualidades –que no poderes- y el convencimiento, entre otras cuestiones, de la existencia de vida después de la muerte, así como la realidad de un universo multidimensional. Todo esto unido a un notable aumento potencial creativo y de interés por diferentes disciplinas, junto a una mayor comprensión, tolerancia y rebeldía ante determinadas injusticias. Berlanda asegura: -“Ahora sabemos que el fenómeno  puede actuar a un nivel somático y fisiológico que la ciencia no puede explicar y, sobre todo, que no estamos frente a enfermos mentales, sino ante personas que se han enfrentado a lo desconocido”.
 Más claro, imposible. Al margen de algunos de los “iluminados” que han salido en bochornosos programas televisivos, para regocijo,  argumento de ataque y rechazo por parte  de determinado sector de escépticos –los de siempre- hay personas, sinceras, respetables, dignas de todo crédito, repartidas por diferentes países, que han pasado por dichas experiencias. Repito: más de lo que se pueda suponer o que se haya divulgado.
 No quiero cerrar este comentario sin citar otro artículo de Pablo Villarrubia, asimismo publicado en la revista “Más Allá”. Se trata de una entrevista que realiza al investigador mejicano Carlos Ortiz de la Huerta, uno de los pioneros en el estudio de la fenomenología OVNI. Sus respuestas, tras muchos años de estudio, marcan, con este servidor escribiente, un más que acentuado acuerdo y conformidad con lo que expresa. –“Muchos ufólogos de la línea dura científica han despreciado a los contactados porque no cuadran con sus teorias. Es difícil aceptar la existencia de mundos superiores invisibles. Puede que el fenómeno OVNI sea una especie de “plan”  que quisiera enseñarnos que no estamos solos en el Universo. Y no podemos asegurar que los protagonistas sean seres extraterrestres. Ese plan puede consistir en concienciar a la humanidad sobre la existencia de otras realidades diferentes a las que percibimos con nuestros sentidos e instrumentos. Despertar la consciencia de otros niveles superiores de existencia, provocando sentimientos de tipo cósmico, espiritual y de universalismo. Este gran plan desbloquea la mente humana de los condicionamientos  y programaciones culturales que sólo considera real aquello que es comprobable y demostrable científicamente”.
Estamos de acuerdo con Carlos Ortiz, reconocido investigador y que fuera íntimo amigo de Carlos Castaneda, el ya desaparecido autor y receptor de “las enseñanzas del indio don Juan”.  Especialmente cuando recomienda no tomarse “muy racionalmente” este tipo de fenomenología porque puedes quedar “tronado”. Fenómenos trascendentes o revelaciones esotéricas no deben tomarse al pié de la letra, ya que están cargados de simbología, de mitología. Hay que descubrir las claves de sus mensajes y estos están presentes en la cuestión OVNI y en los contactos con seres humanos. De ahí lo aparentemente absurdo con lo que, a veces, se encubre. Aquí no se regala nada, hay que trabajar, pensar por si mismo, descifrar, estudiar toda esa simbología presente, asimismo, en los extraños círculos –cada vez más elaborados y complejos- que aparecen mayoritariamente  -entre otros sitios- en los campos ingleses de cereales. Hay que descifrar su mensaje encubierto en autenticas y misteriosas obras de arte y diseño. Pienso que todo esto va engarzado en un solo objetivo final: la apertura mental del ser humano hacia la existencia de otros planos de vida. Me alegro que se vaya abriendo el cerco del rechazo, de la incomprensión hacia numerosos seres humanos que vivieron experiencias anómalas que, en aquel momento, no entendieron pero que, pasados los años, transmutaron totalmente su vida. ¿Precursores del futuro? No lo sé. 
 Francisco Padrón Hernández.

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA PROSPERIDAD

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA PROSPERIDAD


Encuentra algo que te encante hacer y hazlo todos los días.
Encuentra algo que te motive y no te deje otra alternativa, algo que te sea sumamente fácil, natural, sin la necesidad de tener que “hacer” nada, algo que te haga sentir maravillosamente vivo; algo que te absorba por completo, algo que te haga olvidar el pasado, el futuro y la pesada carga de “tener que ser”, algo que se sienta absolutamente fiel a la esencia de tu ser, algo por lo que valga la pena vivir, algo que implique una conexión profunda, y hazlo. Hazlo todos los días. Busca la manera de poder vivir de ello, de convertir tu vida en una expresión de ello. Recuerda que cuando te enfocas en cierto destino, pierdes de vista el recorrido, que es en donde se encuentra toda la vida. La verdadera satisfacción no proviene de un futuro que tengas que aguardar.
La satisfacción real consiste en saber conscientemente lo que eres hoy, en ser eso, en vivir eso, y así es como nacen todos los futuros.
¡Claro! habrán ciertos temores y dudas, los “Peros”, los típicos “No debería” y por supuesto, los “No puedo”. Sí, se espera que haya miedo y que se pueda abrazar y que se pueda integrar. Sí, la mente dirá… “pero así no harás dinero”, y la mente dirá… “eso no te brindará seguridad”, y la mente dirá… “te estás engañando a ti mismo”, y la mente dirá… “no lo lograrás”, y la mente dirá… “¿Pero, qué dirán todos de ti?”, y la mente dirá todo tipo de cosas porque a ella sólo le gusta lo que ya sabe y lo que cree que puede predecir y le da terror el cambio y en última instancia, la muerte. Pero recuerda que tú no eres la mente y que la mente tiene todo el derecho de decir lo que quiera porque no tiene el control de tu propia inmensidad. El miedo no es un obstáculo, la resistencia no puede detener el flujo incesante que crea galaxias y hace a las aves cantar, y todas las objeciones de la mente son sólo objeciones al cambio. Sin embargo, el cambio es la naturaleza de todas las cosas, no el enemigo, y una vida vivida al máximo que termina en un glorioso fracaso es preferible a una vida vivida a medias que termina en un éxito completamente vacío y en piscinas atascadas de dinero que se hizo sin amor.
Entonces, ¿qué es el éxito? El éxito no se trata de cuánto dinero tenga uno en la cuenta de banco, eso ya lo sabemos. No es una lista de logros y premios y reconocimientos, no es la cantidad de títulos ni certificados colgados en una pared, no se trata de la cantidad de clientes ni seguidores que se tengan, se trata de ese fuego que siente en la barriga, se trata de todo aquello que sale naturalmente desde el corazón a cada momento, y no de cuánto dinero vaya a entrar a los bolsillos en el futuro; se trata de ser uno con la vida, de alinearse con lo que realmente es, es hacer lo que se ama y amar lo que se hace, amarlo tanto que no tenga uno otra opción más que permitir que eso sea, amarlo tanto que las recompensas mundanas se vuelvan algo secundario, incluso si fluyen abundantemente. Sé uno con lo que eres y vive desde esa alineación y conocerás la verdadera prosperidad, como cuando eras joven y no habías aprendido aún cómo conformarte o cómo temer al fracaso.
Hemos confundido el lucro con la prosperidad, el éxito con las estadísticas y hoy en día hay mucha gente que vive para enriquecerse y para conseguir un estatus, sin embargo, se trata de una riqueza vacía, una riqueza amenazada por el miedo, la pérdida y la ruina, en última instancia. Una riqueza que depende de las incontrolables circunstancias externas. Mejor, haz lo que amas, entrega tu vida a ello y sabrás lo que es la verdadera prosperidad, una prosperidad digna de toda tu confianza, más allá de los beneficios económicos, esa prosperidad que ningún tipo de ganancia puede comprar y que ninguna pérdida puede destruir. La mente, que opera en el ámbito de la ganancia y la pérdida, de la causa y el efecto, del tiempo y el espacio, sentirá miedo de la pérdida y la ganancia, de la pérdida de su imagen, de la pérdida de su seguridad y siempre querrá más y más riqueza. Reconoce el miedo y la codicia, no los conviertas en tus enemigos, en cambio, concéntrate en tu prosperidad y en la prosperidad de aquellos que te rodean, concéntrate en aquello que amas, en tu verdad, y no permitas que nada se convierta en una excusa para descuidar tu más profunda vocación, aquello que verdaderamente te impulsa.
Haz lo que amas sin distraerte.
Sí, podrías perder lo que tienes, lo que crees que es tuyo.
Podrías llegar a tener menos dinero que antes. Podrías enfrentarte a las críticas e incluso a las burlas de algunos. Es posible. Sin embargo, estarás completamente alineado con la vida y abierto a la oportunidad, a que aparezca alguna ayuda inesperada en el camino, a correos y llamadas que surjan de la nada, estarás abierto a todos y a todo lo que deba aparecer en el momento oportuno y todo aquello que deba desaparecer también lo hará en su momento. Aprenderás a vivir sin la programación de la mente y sus historias, aprenderás a vivir a través de tu propio programa, un programa en donde habitan los cometas y las estrellas, un programa ancestral de profunda paz y verdadera satisfacción.
Estarás tan enamorado de lo que haces que perderás todo temor a la escasez de dinero, y la confianza ocupará el lugar del temor, y desde este fertilizante de confianza absoluta, se generará el dinero suficiente, o por lo menos, los medios para mantenerte a ti mismo, o la voluntad de ser apoyado mientras encuentras tu punto de equilibrio. En formas inesperadas, el apoyo vendrá, las conexiones perfectas se darán, aparecerá la gente y las circunstancias adecuadas y las cosas empezarán a fluir, incluyendo el dinero, si eso es lo que te preocupa, pues el dinero, de todos modos, es solamente energía y todo es energía. Tal vez llegará lentamente en un principio. Tal vez no al ritmo que a la mente le gusta, pero llegará, en su propio tiempo. Lo realmente importante es ese fluir, no el resultado. Aprenderás a tener paciencia y a sentir confianza y te verás forzado a hacerte amigo de la duda. Podrías decir “no es posible, todo será un rotundo fracaso”, pero nunca lo sabrás si no lo intentas. Podrías ganarte la vida haciendo aquello que amas. Podrías incluso tener una vida con mucha riqueza. Es posible. Otros lo han logrado antes que tú. Y con lo que la vida te dé, serás capaz de devolver mucho más de lo que algún día imaginaste y el ciclo de prosperidad continuará inevitablemente.
Sí, puede ser que esté completamente equivocado. Tal vez todo esto sea una ilusión, tonterías de la Nueva Era, un parloteo espiritual fuera de la realidad, una promesa de felicidad para los ya satisfechos. Quizás tus miedos y dudas estén justificadas. Tal vez estés completamente atorado en la vida que llevas, sin esperanzas de algo diferente. Pero quizás no, y este “quizás no”, sea la posibilidad que abra todas las demás posibilidades, y en la que muchos se niegan a adentrarse en lugar de permitir que los miedos y las dudas y las justificaciones gobiernen sus vidas limitando sus grandes capacidades. Y entonces, todo lo que queda es la censura, la amargura, el arrepentimiento y la culpa cósmica de la pequeñez y de un potencial desperdiciado, y la esperanza de una vida diferente o la expectativa de que las circunstancias externas cambien. Culpamos a todos y a todo por nuestro estancamiento y negativa (que replanteamos como nuestra propia incapacidad) de definir la vida que amamos. Culpamos a nuestros genes, a nuestra química cerebral, a nuestras creencias espirituales, a nuestro karma, a nuestra personalidad, a nuestros padres, a la economía, al gobierno, al clima, a la alineación de los planetas, a nuestra historia, a nuestras conclusiones acerca de lo que debería pasar. Una vez que el juego de la culpa comienza, ya no hay quien lo pare. Pero en eso, tampoco encontramos alegría.
He conocido a personas que, en las últimas semanas de su vida, descubrieron de pronto algo en lo que eran buenos, algo que hizo que su corazón cantara: morir bien. Morir en una forma que inspirara a los demás. Permitiendo que su agonía fuera transformadora y un factor de cambio. En las últimas semanas de vida entraron en una absoluta prosperidad. Se entregaron por completo a aquello que amaban, sin esperar ningún beneficio adicional, ninguna ganancia. Jamás hubo alguna excusa. Siempre hay algo para nosotros. A veces, el simple hecho de saber lo que no queremos es el primer paso. A veces, no saber lo que queremos, pero darnos el espacio y el tiempo para explorarlo y encontrarlo es un movimiento de suprema inteligencia y valor en sí mismo.
Aquí no hay ningún mandamiento, no existen los “deberías”. No te estoy diciendo cómo vivir o qué es lo que tienes que hacer. El mundo está repleto de todo eso. Estas son sólo pequeñas invitaciones de alguien que ya pasó por eso, recordatorios llenos de amor para que te abras a tu propia inmensidad, para que liberes a tu corazón, para que bailes y cantes y para que seas eso que ya sabes que eres: la Vida misma, preñada de un potencial creativo que estalla como un Big Bang, ese potencial que por siempre ha escrito cuentos de aventuras emocionantes en las paredes de tu corazón, ese potencial que aún estalla en forma de cada pensamiento, cada sensación, cada sentimiento.
Vive la vida que amas porque quizás tengas sólo este día para hacerlo. Nadie más puede vivirla por ti. Te cansarías de esperar.
- Jeff Foster

DESARROLLO DE LA CONDUCTA DE APEGO

DESARROLLO DE LA CONDUCTA DE APEGO


Entramos de lleno en el Psicoanális y las teorías Cognitivas de la mano de John Bowlby y M.Ainsworth. Bowlby estudia el apego en todas sus vertientes desde la infancia y desarrolla “La teoría del apego”. Voy a intentar exponer resumidamente sus pilares básicos: El individuo desarrolla su psiquismo y su conducta a partir de una base biológica, pero en continua interacción con un ambiente social que la modifica. El hombre tiene inclinación a la interacción con los otros, que se manifiesta desde muy temprano. Comienza con la interacción con la madre, que:
• Proporciona el alivio de las necesidades físicas
• Proporciona una fuente de interacción para la formación de la CONDUCTA DE APEGO, que es una necesidad emocional.
Cuando no es la madre la que proporciona el alimento, está demostrado que el bebé también desarrolla apego por otras personas distintas de la madre. Y también desarrolla apego por personas distintas a aquellas que le dan de comer, es decir, aunque en principio se pensó que el apego se desarrollaba "por interés hacia la comida", parece que el apego se desarrolla por interdependencia EMOCIONAL entre el niño y el otro individuo, que lo provee de caricias, contacto físico, protección...
La madre y el niño dependen recíprocamente el uno del otro, emocionalmente, y están destinados a crecer y volver a hacerse independientes en el futuro.
Cuando se separa al niño de la madre, puede ocurrir que:
• El niño busque de nuevo a la madre
• El niño por un lado quiera encontrarla y por otro no (bivalencia)
• El niño evite a la madre y desarrolle un carácter huidizo ante ella
Ainsworth distinguió tres tipos de apego según la respuesta del niño:
• Niños con apego seguro
• Niños con apego ansioso-ambivalente
• Niños ansiosos-evitantes.
Tomando como base la clasificación de Ainsworth, procedo a describir las características de cada uno de estos tipos de apego:
• Apego seguro
Un patrón óptimo de apego se debe a la sensibilidad materna, la percepción adecuada, interpretación correcta y una respuesta contingente y apropiada a las señales del niño, fortalecen interacciones sincrónicas.
Las personas con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados. Ellos tienen cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso, tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio interpersonal, tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo. De igual forma, muestran tener una alta accesibilidad a esquemas y recuerdos positivos, lo que las lleva a tener expectativas positivas acerca de las relaciones con los otros, a confiar más y a intimar más con ellos.
• Apego ansioso ambivalente
Los sujetos ambivalentes son aquellos que buscan la proximidad de la figura primaria y al mismo tiempo se resisten a ser tranquilizados por ella, mostrando agresión hacia la madre. Responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de los primeros. Estas personas están definidas por un fuerte deseo de intimidad, junto con una inseguridad respecto a los otros, pues desean tener la interacción e intimidad y tienen intenso temor de que ésta se pierda. De igual forma, desean acceder a nueva información, pero sus intensos conflictos las lleva a alejarse de ella.
Una situación especial en la que se produce conflicto entre la conducta afectiva y la conducta de alejamiento, es la que se produce cuando la figura de apego es también la que provoca temor, al recurrir, quizás, a amenazas o actos de violencia. En esas condiciones, las criaturas más pequeñas no suelen huir de la figura hostil, sino aferrarse a ella.
Todo apego regido por la ansiedad se desarrolla no sólo porque el niño ha sido excesivamente gratificado, sino porque sus experiencias lo han llevado a elaborar un modelo de figura afectiva que suele mostrarse inaccesible o no responder a sus necesidades cuando aquél lo desea. Cuanto más estable y previsible sea el régimen en el que se cría, más firmes son los vínculos de afecto del pequeño; cuanto más imprevisibles y sujetos a interrupciones sea ese régimen, más caracterizado por la ansiedad será ese vínculo (Bowlby, 1985; 1998).
• Apego ansioso - evitante
Para la conducta que tiende a aumentar la distancia de personas y objetos supuestamente amenazadores resultan convenientes los términos "retracción" "huida" y "evitación". Para otro componente importante y adecuadamente organizado, el término utilizado es "inmovilización" (Bowlby, 1985; 1998).
La conducta de retracción y la de apego se suelen dar con frecuencia ya que ambas cumplen una misma función: protección. Resulta fácil combinar en una acción única el acto de alejarse de una zona y acercarse a otra. No obstante, existen poderosas razones para trazar un distingo entre ambas.
En primer lugar, aunque en buena medida las condiciones que las provocan son las mismas, no siempre ocurre así. La conducta de apego, por ejemplo, puede ser activada por la fatiga o la enfermedad, tanto como una situación que provoca miedo.
Por otra parte, cuando ambas formas de conducta son activadas al mismo tiempo no siempre son compatibles, aunque si lo sean en la mayoría de los casos. Por ejemplo, puede producirse una situación conflictiva cuando el estímulo que provoca tanto la huida como la conducta de acercamiento de un individuo se halla ubicado entre éste último y la figura en quien se centra su afecto. Reviste primacía una u otra forma de conducta cuando el individuo atemorizado marcha de manera más o menos directa hacia la figura del apego, a pesar de que para ello tiene que pasar cerca del objeto amenazador, o cuando huye de este último aún cuando al hacerlo pone una distancia cada vez mayor entre si mismo y la figura de apego (Bowlby, 1985; 1998).
Una conducta de apego insegura-evitante o la presencia de fallas en el establecimiento del vínculo materno-infantil, también se ha asociado con madres que maltratan a sus hijos, ya sea de manera física, verbal, a través de la indiferencia o por una inhabilidad psicológica.
Las madres de niños evitantes pueden ser sobre-estimulantes e intrusivas.
Las personas con este tipo de apego, tienen despliegues mínimos de afecto o angustia hacia el cuidador, o evasión de esta figura ante situaciones que exigen la proximidad y rechazan la información que pudiese crear confusión, cerrando sus esquemas a ésta, teniendo estructuras cognitivas rígidas tienen más propensión al enojo, caracterizándose por metas destructivas, frecuentes episodios de enojo y otras emociones negativas. Algunos niños sujetos a un régimen imprevisible parecen llegar a un punto de desesperación en el que, en vez de desarrollar una conducta afectiva caracterizada por la ansiedad, muestran un relativo desapego, aparentemente sin confiar en los demás ni preocuparse por ellos. A menudo esta conducta se caracteriza por la agresividad y la desobediencia, y esos niños son siempre propensos a tomar represalias. Este tipo de desarrollo es mucho más frecuente en los varones que en las niñas, en tanto que ocurre a la inversa en el caso de una conducta de fuerte aferramiento y ansiedad (Bowlby, 1985; 1998)
Autora: Thais Alonso
. La autora destaca que las combinaciones de dichas dimensiones permiten hablar de cuatro patrones o estilos de apego. Los designa tomando como referente, entre otros, a la tipología de Ainsworth ya mencionada. En función de la combinación de las dos dimensiones con su modalidad positiva o negativa se elaboran cuatro patrones
• Los individuos seguros mantienen una percepción positiva tanto de sí mismos como de los otros, mostrándose bien predispuestos para poder acercarse e involucrarse afectivamente con otros. Se sienten cómodos con la intimidad y la autonomía.
• Los sujetos ansiosos buscan intimar con otros pero temen siempre ser rechazados o desvalorizados.
• Las personas evitativas otorgan importancia a la realización personal y la autoconfianza a costa de perder la intimidad con otros. Defensivamente, desvalorizan la importancia de los vínculos afectivos.
• Los individuos temerosos desean intimar con otros pero desconfían de los demás, por lo que evitan involucrarse sentimentalmente. Son muy dependientes y temen ser rechazados.