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miércoles, 1 de abril de 2015

LA MUERTE DE JESÚS, EL CRISTO.

LA MUERTE DE JESÚS, EL CRISTO.

Acaso esta noche de viernes Santo, sin poder conciliar el sueño, me ha hecho reflexionar sobre la muerte y resurrección de Jesucristo. Este hecho culminaría para los cristianos la actuación sobrenatural del llamado "Hijo Único de Dios". Yo con todo respeto hacia las creencias de cada uno, he constatado que lo de "Hijo único" no deja de ser una trivialidad propia de los católicos, máxime cuando a base de conocer otras religiones y otras razas y pueblos, todos pretenden tener su "Hijo único y predilecto de Dios" o su arquetipo sagrado a cual más poderoso y desde luego superior al de las otras culturas.

Sólo en una mentalidad estrecha o fanática se puede concebir a un dios tan caprichoso que opta por elegir a un pueblo sobre los demás para nacer y a una raza sobre las otras para habitar en un cuerpo blanco y no rojo, amarillo o negro.
Pero hay que reparar en las palabras de su mensaje y su categórica afirmación de: "Lo que yo he hecho lo podéis hacer vosotros y aún mas". Y efectivamente, cada uno de sus prodigios ha sido sistemáticamente repetido y superado por los dotados y paragnostas de todos los tiempos posteriores a su vida.
Precisamente el hecho de su muerte y resurrección sería el punto inalcanzable para el resto de los mortales que lo consagra como Dios. Pero tampoco en este caso es el único dotado, dado que las investigaciones sobre el llamado fenómeno de "Vida después de la vida" o el retorno de los presuntos muertos clínicos dan una dimensión nueva a este fenómeno de la resurrección.
Algunas órdenes esotéricas postulan que Jesús no murió realmente sino que estuvo en estado cataléptico para retornar a su cuerpo a los tres días de su supuesta muerte. Serían en todo caso sus seguidores como desconocedores de los poderes parapsicológicos del ser humano los que habrían elevado a la categoría de ""milagro" lo que ahora tiene una explicación científica.
Quizás sería bueno recordar a modo de homenaje implícito al malogrado Andreas Faber Kaiser, su libro "Jesús vivió y murió en Cachemira". En dicho libro se afirma con cierta base o lógica plausible la posibilidad de que Jesús no sólo no muriera en la cruz, sino que habría sido rescatado en los últimos momentos por su amigo José de Arimatea y curado de sus heridas para retornar a la India y morir de viejo de muerte natural, después de haberse casado y dejado descendencia.
Decimos retornado por el hecho planteado en el libro de que el Maestro habría estado en esos años perdidos, que las fuentes tradicionales no recogen, en la India, y habría aprendido de los lamas y dotados de la tradición yógica tanto las técnicas como los poderes de los que haría luego gala ante sus discípulos, antes de la vida pública.
Esta hipótesis además de tener cierta lógica, quizás sintoniza en paralelo con otro personaje contemporáneo suyo del que sabemos con toda seguridad que viajó a la India al país de los Maestros quizás Shambhalla interior, para retornar y sorprender a propios y extraños con sus casi idénticos prodigios. Nos estamos refiriendo a Apolonio de Tiana, del que se llegó a decir por los primeros santos de la Iglesia, como Justino el Mártir: "¿Cómo explicar que los talismanes de Apolonio tenían el poder de calmar el furor de los olas, la violencia de los vientos y los ataques de las bestias feroces y, mientras que los milagros de Nuestro Señor sólo son conservados por la tradición, los de Apolonio son más numerosos y se manifiestan efectivamente por hechos tan concretos, que arrastran a todos los asistentes?"
Es muy probable que la senda seguida por Apolonio y que copió del templo de Dafne, donde se conservaba el chapa que antes habría trazado Pitágoras, fue¬ra usado por Jesús para en los dos ca¬sos llegar a la patria de los mal llamados "Reyes Magos”, también llamada Shambhalla interior y Reino de los Maestros Ascendidos.
Otras fuentes aseguran que estos Re¬yes Magos habrían entregado a los pa¬dres de Jesús la ruta que debería seguir el Maestro a su edad madura para reali¬zar la misión para la que había sido designado.
Tanto Jesús como Apolonio consiguen desplegar toda la fenomenología para¬normal de la Parapsicología clásica como la Levitación ante testigos, la psicokinesia de objetos, la resurrección de los muertos y la invisibilidad ante sus perseguidores y jueces.
Pero quiero resaltar que en ambos ca¬sos y quizás aun superior en Apolonio y en otro contemporáneo mal juzgado por el fanatismo religioso cristiano como Si¬món el Mago, todos fueron "dotados" y sólo en el contexto cultural de un grupo Jesús alcanza la categoría de "Hijo úni¬co de Dios" y los otros o bien son igno¬rados o ridiculizados por los ardientes seguidores de aquella pequeña secta que la constituían los primeros cristia¬nos.
En cualquier caso resulta dudosa y cuestionable cómo en la supuesta resu¬rrección de Jesús, la propia María Mag¬dalena, "la que tanto amaba el Maestro" no le reconoce o le ve con otro rostro, y los propios discípulos se acerca a ellos y sólo por el gesto de partir el pan esta¬blecen un vago paralelismo con Jesús. ¿Acaso el Salvador habría abandona¬do Galilea y en un fenómeno de Biloca¬ción desde la India se habría presentado a los suyos antes de despedirse definiti¬vamente? Lógicamente si Jesús no habría muerto y habría escapado a sus perseguidores, no iba a volver a ser prendido de nuevo y pasaría sus últimos días en las lejanas latitudes de la India.
Habíamos dicho que fue el propio Maes¬tro quien afirmara la posibilidad de que fuera superado por otros después de su tiempo y para apoyar el hecho de que nuestro personaje después de su su¬puesta resurrección interpretaba una clara fenomenología de Biloca¬ción tomamos a Leo Talamonti que al respecto dice de varios dotados: "Cuan¬do San Antonio de Padua quedó como obnubilado en mitad de un enfervorizado sermón que estaba pronunciando en una ciudad española, ninguno de los fieles pudo imaginar que un "alter ego" suyo se había materializado en el acto en Padua, donde el Padre del santo iba a ser condenado por una acusación gra¬vísima (y falsa). Volviendo en sí poco después, san Antonio había tenido en¬tretanto el tiempo de indicar a las autori¬dades paduanas quiénes eran los verda¬deros culpables y de restablecer la justicia en favor del padre: una misión relámpago". También podemos ver es¬tas capacidades en otros santos como San José de Copertino que habría esta¬do a la cabecera de su madre moribunda cuando en realidad no había abandona¬do la celda de su convento y no sólo santos, sino cientos o miles de persona¬jes a lo largo de la historia que estuvieron "dotados" en la misma manera.
Cómo digo, todo son pautas de refle¬xión que cada uno deberá responderse con espíritu crítico positivo sin que esto suponga que nadie rasgue sus vestidu¬ras ni las hogueras de la intolerancia se prendan de nuevo para los que simple¬mente preguntan con respeto.
Deseo transcribir unos datos revelado¬res de un viejo autor, Hans Herlín y su trabajo sobre "El mundo de lo Ultra¬sensorial" a fin de analizar cómo en el caso que él recoge no sólo se emula, sino acaso se supera a Jesús el Cristo en el caso de un médico egipcio, que permanece en estado cataléptico y que retorna a la vida:
"Un médico egipcio, que había adop¬tado como faquir el nombre de Tahra Bey, realizó repetidas veces estos expe¬rimentos. Uno de los testigos, el perio¬dista inglés Paul Brunton, escribe sobre el particular: "El experimento más nota¬ble de la noche fue el del enterramiento en vida. Este extraordinario número del programa fue realizado bajo condiciones que no permitían la más pequeña duda respecto a la autenticidad del experi¬mento. Tahra Bey dijo que establecería primero la hora y el minuto exacto a que despertaría. Por ello nos rogó que no le tuviéramos enterrado más de hora y me¬dia exacta, de manera que pudiera fijar¬se el momento de despertar en cinco minutos después de este plazo.
"Tahra Bey se sumió en un sueño semejante a la muerte. Los médicos hicieron las comprobaciones oportu¬nas: ausencia de latidos, ausencia de respiración. Se taponaron los oídos, las fosas nasales y la boca del faquir, cuyo rígido cuerpo fue colocado en un ataúd. Después, el ataúd fue llena¬do de tierra hasta que Tahra Bey que¬dó cubierto por completo. Luego se puso una tapa de madera, se clavó y el ataúd fue introducido en un cajón, que a su vez, fue llenado de tierra hasta el borde.
"Nos sentamos a esperar la hora y media sigue informando Brunton . Por fin, terminó el plazo fijado. Fue desenterrado el ataúd, sacado del ca¬jón y levantada la tapa. El faquir esta¬ba estirado y yerto como un cadáver; la cara tenía el clásico color grisáceo de los muertos. Sacado del ataúd, la rigidez del faquir fue cediendo y se le sentó en una silla. Al cabo de unos minutos, aparecieron los primeros in¬dicios de un retorno a la vida. Tembla¬ron los párpados; después, se perci¬bió el ritmo de una respiración tranquila, y, paulatinamente, el cuer¬po entero fue cobrando vida."
Tahra Bey, médico de carrera y direc¬tor de una clínica, estuvo enterrado en otros experimentos hasta un total de veintiocho días. Para descartar la sospe¬cha de cualquier fraude, en uno de estos experimentos fue encerrado en un ataúd de plomo, el cual fue depositado en el fondo de una piscina. El mismo Tahra Bey explica: "Muchos desconfiados di¬cen que los faquires excavan un canal secreto por medio del cual pueden se¬guir respirando. No hay duda de que tal cosa ocurre cuando se trata de falsos faquires, pero es completamente inne¬cesaria en el caso de quienes han apren¬dido a conocer los auténticos secretos de nuestro cuerpo y son capaces de someter el cuerpo a su voluntad..."
Murió o no Jesús en !a cruz? Creo ¬que existen suficientes fuentes comparativas como para cuestionarse tal hecho y en todo caso no se le quita grandeza a su actuación porque se diera de una u otra manera.
Sinceramente pienso que la casta sacer¬dotal y el fanatismo religioso han llevado a límites insoportables y bajo la amena¬za de la espada y la hoguera algo que hoy en día no sólo tiene semejanza, sino como muy bien él dijo: "LO QUE YO HE HECHO PODEIS HACERLO VO¬SOTROS Y AUN MAS" . Debemos someter los hechos a la fuerza de la razón y de la investigación.
Quizás la cultura y la posibilidad de viajar y salir de nuestro regionalismo cultural nos permitan al fin simplemente estudiar con respecto otras culturas y comprobar que:
1. Hay muchos hijos únicos de Dios
2. El nuestro no es el más grande.
3. Que los Dioses al ser omnipoten¬tes ,omniscientes y omnipresentes no necesitan ministros.
4. Que la religión es la forma cul¬tural de unos pocos para dirigir a otros y que Religión no necesaria¬mente tiene que ver con espirituali¬dad.
EN DEFINITIVA QUE SOLO CUANDO ENTERREMOS A LOS DIOSES CULTURALES DE CADA PAIS PARA ENCARNAR A DIOS EN EL NIÑO QUE SUFRE O EN EL DOLOR HUMANO Y SEPAMOS CONSOLARLO, ACASO HABREMOS ENCONTRADO EL VER¬DADERO CAMINO Y LAS PALABRAS QUE EN SU DIA ESTOS MAESTROS DIJERON Y QUE EN TODOS LOS CASOS FUERON TERGIVERSADAS.
AMIGO, O ENTERRAMOS DEFINITIVAMENTE UNA ETAPA Y A SUS DIOSES O SERAN LOS DIOSES LOS QUE NOS ENTIERREN EN FANATISMOS, PERSECUCIONES, FUNDAMENTALISMOS Y GUERRAS FRATRICIDAS.
Lice Moreno